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Vol. 73. Núm. 288.
Páginas 87-115 (abril - junio 2014)
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Vol. 73. Núm. 288.
Páginas 87-115 (abril - junio 2014)
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Medición del desarrollo humano: un índice alternativo al IDH-2010. Especial referencia a los países latinoamericanos
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Ernesto J. Veres Ferrer*
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Tablas (11)
Indicadores de los países con índice inicial I=15
I1 de los países con índice inicial I=15
Solución del triple empate para los países con índice inicial I=15
Solución del doble empate para los países con índice inicial I=15
Número de países según la diferencia absoluta de clasificación según su idh e iadh
Países que cambian la clasificación global de su desarrollo según el idh y el iadh
Comparación de clasificaciones según idh e iadh. Países de América Latina y el Caribe
Número de países de Latinoamérica según la diferencia absoluta de clasificación según su idh e iadh
Esquema de tronco, ramas y tallo delise para los países de América Latina y el Caribe
Ordenación de países según su iadh y comparación con la del idh
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Resumen

En este trabajo se presenta un índice alternativo al índice de Desarrollo Humano (idh). Utiliza la misma información estadística que éste. A partir de él se obtiene un ranking alternativo de países atendiendo a su desarrollo humano. El nuevo índice no se basa en los valores de los indicadores que lo alimentan, sino en la posición que cada uno de ellos tiene con relación al conjunto de los demás. Posteriormente, clasifica cada indicador en el cuartil correspondiente. El diseño del nuevo índice penaliza la pertenencia de los indicadores a los cuartiles de menor desarrollo. En la aplicación se incide, especialmente, en la situación de los países latinoamericanos.

Palabras clave:
América Latina
desarrollo humano
índices e indicadores
medición
Texto completo
Introducción

El índice de Desarrollo Humano (idh), en la nueva metodología de 2010, se calcula como media geométrica de sendos indicadores representativos de las tres dimensiones que caracterizan el desarrollo humano. En dos de esas dimensiones (vida larga y saludable y nivel de vida digno) se utilizan sendos indicadores simples: la esperanza de vida al nacer y el ingreso nacional bruto (inb) per cápita, respectivamente. Para la tercera dimensión (acceso a la instrucción) se utiliza la media geométrica de dos indicadores: los años de educación promedio y los años esperados de instrucción. El idh clasifica a los países según su desarrollo humano sea muy alto, alto, medio o bajo.

El idh así definido adolece del inconveniente propio de cualquier media: un valor excesivamente favorable en una de las dimensiones es capaz de enmascarar una situación muy desfavorable en otra o de enmascarar dos situaciones no excesivamente favorables en las dos restantes. La posible existencia de valores outsiders o fuera de rango en alguna de las dimensiones puede enmascarar la verdadera centralidad de la media.

Por otra parte, para cualquier país sería lógico pretender un comportamiento equilibrado de las tres dimensiones de desarrollo, pues la existencia de un acusado desequilibrio entre ellas expresaría situaciones no deseables, propias de fuertes desigualdades sociales o económicas, expresivas de un desarrollo no equilibrado. Es decir, aceptamos que una situación de relativa uniformidad entre las dimensiones expresa un desarrollo más equilibrado y, por lo tanto, deseable que otra situación en la que alguna de las dimensiones esté mejor posicionada pero con otra u otras dos que ocupen situaciones de desarrollo muy alejadas a la de aquélla primera.

Frente a la media, expresiones definidas en función no de los valores de los indicadores sino de la posición que éstos ocupan en el conjunto de los mismos puede constituir una adecuada alternativa para resolver la situación comentada. En Beamonte et al. (2004) se define una expresión algebraica en línea a nuestro objetivo, que en Veres (2006; 2010) se aplica, en un primer intento, al concepto de desarrollo humano con los criterios metodológicos del idh en su versión anterior a 2010 —la que utilizaba la media aritmética para la integración de las tres dimensiones—, y al índice de Pobreza y Exclusión Social, respectivamente.

En este trabajo se define un índice alternativo para la medición del desarrollo humano, con la consiguiente elaboración de un ranking de países derivado del mismo, comparable con la reciente metodología del nuevo idh. El índice desarrollado en este artículo se basa no en los valores de los indicadores que lo alimentan, sino en la posición que cada uno de ellos tiene con relación al conjunto de los demás. Este índice lo llamaremos índice Alternativo de Desarrollo Humano (iadh).

Una completa guía metodológica que analiza las ventajas y desventajas e inconvenientes en el uso de índices compuestos para la medición del desarrollo —en sentido amplio—, así como su construcción y los requerimientos técnicos para ello, es la de Schuschny y Soto (2009). Para conocer la técnica utilizada en la integración de las dimensiones en los índices de desarrollo, pobreza y exclusión del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud) anteriores a 2010 puede consultarse a Anand y Sen (1994; 1995; 1997). En Emes (2001) se describe la metodología de un índice de desarrollo que puede aplicarse a ámbitos infranacionales con inclusión de mayor riqueza informativa. Finalmente, alternativas de transformaciones para asegurar la comparabilidad y la homogeneidad de los datos en el cálculo de índices agregados se encuentran en Márquez (2008).

Metodología

En la nueva metodología de cálculo del idh introducida en 2010, la ordenación de los países se realiza atendiendo a la segmentación del índice por cuartiles. De esta manera, se habla de países con desarrollo muy alto (idh pertenece al cuarto cuartil), alto (idh perteneciente al tercer cuartil), medio (idh en el segundo cuartil) o bajo (idh en el primer cuartil).

El iadh definido en este trabajo se basa en considerar, para cada país, la posición que ocupa cada uno de los tres indicadores de dimensión en el conjunto de valores de los mismos. Y este criterio se aplica a todos los países. Por ello, y a diferencia del idh, en el iadh no es necesaria una transformación de los indicadores en índices de dimensión atendiendo a sus valores máximo y mínimos respectivos a partir de la expresión de normalización que sí utiliza el idh:

En el iadh la información original se clasifica directamente por indicadores y en cuartiles, a semejanza del procedimiento de clasificación introducido en el idh de 2010. Por tanto, se soslaya de entrada los efectos diferenciales que puede introducir en el cálculo la posible fórmula de normalización utilizada.

Para la dimensión acceso a la educación, el indicador representativo será la media aritmética de las dos variables años de educación promedio y años esperados de instrucción. Se utiliza la media aritmética por dos motivos: primero, para asegurar que el resultado tenga como mucho un solo decimal; por otro, para que el resultado de la media sea sólo nulo en caso de que los dos sumandos lo sean, lo que no está asegurado teóricamente para la media geométrica.

Así pues, la información utilizada en el iadh es la misma que emplea el idh: la esperanza de vida al nacer, el inb per cápita, los años de educación promedio y los años esperados de instrucción. En la aplicación desarrollada más adelante, los datos usados son los publicados en el Informe de Desarrollo Humano 2010 (pnud, 2010).

El índice inicial

Para cada país se clasifican sus tres indicadores de dimensión en el respectivo cuartil, considerando el conjunto de la información de todos los países. Así pues, cada país tendrá asociado un vector de desarrollo compuesto por cuatro elementos, (a,b,c,d), donde la componente a indica el número de indicadores de ese país clasificados en el cuarto cuartil, es decir, el expresivo de un mayor desarrollo; b expresa el número de indicadores clasificados en el tercer cuartil; c el número de indicadores clasificados en el segundo cuartil, y d es el número de indicadores clasificados en el primer cuartil, el que expresa menor desarrollo.

En Beamonte et al. (2004) se demuestran ciertas propiedades de la siguiente expresión aplicada al conjunto de vectores de clasificación para todos los países considerados {(ai,bi,ci,di)}i = países:

con s1=a+b+c y s2=a+b.

La ecuación [1] toma su valor máximo ⅙(k+1)(k+2)(k+3), siendo k=a+b+c+d, para el vector (k,0,0,0), que corresponde al país mejor posicionado; y toma el valor mínimo 1 para el vector (0,0,0,k), concerniente al país peor posicionado. En nuestro caso, donde k=3 indicadores, los valores máximo y mínimo son, respectivamente, 20 y 1. Por tanto, la expresión [1] —que toma valores enteros— ordena los países en el rango 1 a 20, desde la peor posición en el ranking de desarrollo, que es el primer puesto, hasta la mejor posición, que tendría asignado el valor del índice igual a 20.

El rango asignado a un país en la ordenación anterior puede usarse como aproximación al grado de desarrollo alcanzado. Desde esta perspectiva, los países fluctuarán entre dos situaciones extremas: la del máximo desarrollo, en la que los tres indicadores pertenecen al cuarto cuartil, y la de desarrollo mínimo, en la que los tres indicadores están dentro del rango correspondiente al primer cuartil.

La ecuación [1] respeta la siguiente ordenación:

Dados dos países con vectores de desarrollo (a1,b1,c1,d1) y (a2,b2,c2,d2) respectivos, diremos que el primer país ha alcanzado mayor desarrollo humano que el segundo si y sólo si:

Los dos países tienen el mismo desarrollo humano si y sólo si tienen el mismo vector de desarrollo asociado.

La ordenación [2] es muy exigente: basta que un país tenga un indicador clasificado en un mal cuartil, aún estando los otros dos en el mejor, para que quede clasificado en la posición asociada a ese mal indicador. Este criterio, aparentemente fuerte, empieza a perder su fortaleza cuando se acepta que para cualquier país son igualmente importantes las tres dimensiones del desarrollo humano, por lo que, a su vez, también lo son las variables que las representan. De ahí que sea exigible un comportamiento relativamente homogéneo en las mismas. Como ya apuntábamos antes, la existencia de un indicador con un valor atípico respecto a los otros debe considerarse expresivo de una situación no deseable de fuerte desequilibrio. Por otra parte, es también esperable que estas situaciones extremas, un mal indicador y el resto excelente o un indicador extraordinariamente bueno y el resto muy deficiente, no debieran resultar muy comunes.

Para evitar que un solo indicador tenga una influencia desmesurada capaz de arrastrar su clasificación hacia un desarrollo humano bajo, debe considerarse la realidad que complementa la anterior: la del déficit de desarrollo de un país, entendiendo éste como lo que le falta para llegar a alcanzar el máximo desarrollo posible. De esta manera la visión del desarrollo humano presenta dos realidades que se complementan: la del grado de desarrollo efectivamente alcanzado, y la del déficit de desarrollo que tiene ese país y que le obliga a recorrer un camino más o menos largo para alcanzar el máximo.

Tanto en Veres (2006) —para el desarrollo humano propiamente dicho— como en Veres (2010) —para la medición de la pobreza y exclusión social— se realiza una discusión de la necesidad de complementar ambas visiones, la del desarrollo alcanzado y la del déficit para alcanzar el máximo desarrollo posible, a fin de lograr la correcta valoración del desarrollo humano o de la pobreza y exclusión social de un país respectivamente. En ambos trabajos se propone una modificación de [1] para medir la segunda de las realidades: la del grado de déficit de desarrollo. Concretamente, la expresión:

con s3=b+c+d y s4=c+d, respeta la siguiente ordenación:

Dados dos países con vectores de desarrollo (a1,b1,c1,d1) y (a2,b2,c2,d2) respectivos, diremos que el primero debe esforzarse más para alcanzar el pleno desarrollo humano que el segundo si y sólo si:

Los dos países deben hacer el mismo esfuerzo si y sólo si tienen el mismo vector de desarrollo asociado.

Los valores máximo, mínimo y el rango de valores para la ecuación [3] —que toma valores enteros— son los mismos que para la ecuación [1], si bien, evidentemente, los valores para vectores intermedios no son coincidentes y, aritméticamente, no complementarios. Mientras que en [1] se enfatiza el mayor número de indicadores pertenecientes a los cuartiles más altos, en [3] se hace hincapié en el menor número de dichos indicadores. Este es el sentido de la complementariedad de las dos realidades a la que aludimos.

En una primera etapa el índice propuesto para la medición del grado de desarrollo humano de un país es simplemente la suma de las ecuaciones [1] y [3]:

Expresión a la que llamaremos el índice Inicial (I). En él, por su misma construcción, se tienen en cuenta, con igual peso, el grado de desarrollo alcanzado y el déficit existente para alcanzar su máximo posible.

El índice I toma valores enteros en el rango [2,40] pues es la suma de dos valores enteros pertenecientes al rango [1,20], y para la concatenación que definiremos posteriormente lo expresaremos siempre con dos dígitos, aunque el primero sea 0.

Este índice se calcula para el conjunto de países para los que se tiene suficiente información estadística (de hecho, para los 169 países para los que se calcula el idh). Dado su rango de posibles valores, es obvio que resulten frecuentes empates que hay que deshacer. La mecánica para ello supone la reiterada aplicación del proceso seguido para calcular [5], debidamente adaptado atendiendo a la naturaleza de los empates, como se pone de manifiesto en el epígrafe siguiente.

Solución de los empates: el índice sin empates

En caso de que cuatro o más países tengan el mismo índice inicial se reitera desde el comienzo el proceso de cálculo de la ecuación [5], con la obtención del respectivo vector de desarrollo sólo para los países cuyo empate se desea resolver. Se obtiene para esos países un nuevo índice, con la misma metodología hasta ahora desarrollada, el I[1º empate]. Para estos países el índice resultado de la resolución de un primer empate será la concatenación de I con I[1º empate]:

donde el símbolo ▷ indica la concatenación de la serie numérica de I e I[1º empate] respectivamente.

En caso de que fueran sólo tres los países empatados, los índices de dimensión no pueden clasificarse por cuartiles, pero sí por terciles. En Veres (2006) se presenta una adaptación de las expresiones [1] y [3] para el caso de que sean sólo tres las categorías de clasificación de la información. Estas expresiones son las siguientes:

Ecuaciones en las cuales a indica el número de indicadores de ese país clasificados en el tercer tercil, es decir, el expresivo de un mayor desarrollo; b los fichados en el segundo tercil, y c los catalogados en el primer tercil, el que expresa menor desarrollo. Con el subíndice t indicamos que es la adaptación de la expresión [1] o [3] a tres categorías de clasificación, y con los subíndices 1 y 2 expresamos la medición del desarrollo alcanzado o el déficit para alcanzar el máximo respectivamente.

Para k=3 las ecuaciones [7] y [8] toman valores enteros en el rango [1,10], siendo el valor máximo ½(k+1)(k+2), con k=a+b+c, el correspondiente al vector (k,0,0), vinculado al país mejor posicionado; y toma el valor mínimo 1 para el vector (0,0,k), concerniente al país peor posicionado.

Siguiendo una metodología parecida para los empates cuádruples o más, los empates triples se resuelven definiendo el I[1º empate] como la suma:

Ahora el I[1º empate] toma valores enteros en el rango [2,20] pues es la suma de dos valores enteros en [1,10].

El índice I1, resultado de la resolución de un primer triple empate, para los países afectados será la concatenación de I con el I[1º empate] definido en la ecuación [9], en donde supondremos también que [9] se expresa siempre con dos dígitos, aunque el primero sea 0.

Finalmente, en el caso de dobles empates, el proceso es parecido, debidamente adaptado, al seguido para los otros empates múltiples. En este caso los indicadores se clasifican en una de las dos mitades posibles. Denotando el vector de clasificación (a,b), con a igual al número de los tres indicadores pertenecientes a la segunda mitad y con b el de pertenecientes a la primera mitad, se define ahora:

En este caso sí existe complementariedad aritmética entre el desarrollo alcanzado y el déficit de desarrollo, por lo que en la ecuación [10] sólo hay un sumando. El factor 2 aparece para que el valor mínimo de la expresión sea 2, el mismo que para las ecuaciones [5] y [9]. Siendo k el número de indicadores, n° indicadores en la segunda mitad toma ahora k+1 valores posibles. Consecuentemente, en el caso donde son tres los indicadores, la expresión [10] toma los valores pares y enteros en el rango [2,8].

El índice resultado de la resolución de un primer doble empate será, para los países afectados, la concatenación de I con I[1º empate] definido en la ecuación [10], y en donde supondremos también que dicha ecuación se expresa siempre con dos dígitos, siendo el primero de ellos un cero.

Para aquellos países para los que no haya empate inicial, el I1 será:

pues 40 es el valor máximo que puede alcanzar.

Si tras resolver empates entre cuatro o más países siguieran obteniéndose empates cuádruples, triples o dobles se reiteran los procesos anteriores, definiéndose los I[2º empate], I[3º empate] … sucesivos, hasta que queden todos resueltos o resulte imposible su desenlace, por la persistencia de los empates en caso de igualdad en los valores de los indicadores originales. En cada desempate se define el correspondiente I2, I3,… como concatenación del anterior I1, I2,… y el respectivo I[2º empate], I[3º empate]… sucesivamente.

El Índice sin Empates (ise) es el resultado de esta sucesiva concatenación de cadenas de dos cifras. Actuando de esta forma, se respeta la escala inicial de los diferencias entre posiciones de los países, introduciendo “distancias”, medidas en términos de diferencia entre posiciones, para países cuyos indicadores pertenezcan inicialmente a los mismos cuartiles.

El ise no sólo permite obtener un ranking de países atendiendo a su desarrollo, sino que también expresa la diferencia entre ellos para alcanzar la posición que ocupa el anterior en dicha ordenación:

El valor mínimo de la expresión [11] es 020202…, siendo la cadena más o menos larga en función de los procesos de empate resueltos. El mismo número de dígitos tiene su valor máximo, que es 404040…. El ise está, pues, formado por una sucesión de cifras, múltiplo de dos.

El proceso de desempate presenta otra finalidad. Mediante él se logra establecer las pertinentes diferencias entre países cuyos indicadores, inicialmente, están clasificados en el mismo cuartil. Estas diferencias vuelven a establecerse en orden a la situación relativa de la posición que ocupa el indicador, y no en su valor.

Puede representarse el ise con un esquema cuya interpretación es semejante a la del conocido diagrama de tallos y hojas. En nuestro caso hablaremos de troncos (el índice inicial y, por lo tanto, los dos primeros dígitos del ise), de ramas (las agrupaciones de dos dígitos sucesivos a partir del tronco) y de tallos (las dos últimas cifras de la cadena del ise). Para representar correctamente el esquema, cuando a partir de cierto subgrupo coinciden los subgrupos de dos cifras, éstas se borran. Visualmente tendremos idea de la ordenación de los países dentro de cada uno de los troncos, y de los tallos dentro de cada una de las ramas. Cada subconjunto de dos cifras, de la tercera en adelante, constituye una rama o el tallo final. Los dígitos tres y cuatro expresan el resultado de resolver un primer empate, para todos los países de mismo tronco; los dígitos cinco y seis, el resultado de resolver un segundo empate, para aquellos países de mismo tronco y misma primera rama; y así sucesivamente. El último grupo de dos cifras expresa el tallo, que es el resultado de resolver el último proceso de empate. Este último proceso tiene como orden:

Por tanto, pueden existir países sin ramas ni tallo, países con un tallo que nace directamente del tronco, o países con una o varias ramas y tallo.

La idea visual que ofrece el esquema anterior expresa el grado de semejanza en los desarrollos humanos expresados mediante el ise. El primer nivel de semejanza es la pertenencia al mismo tronco. Dentro de él, conforme van apareciendo las ramas, la mayor semejanza debe ir entendiéndose dentro de cada una de ellas. A más número de ramas comunes, mayor es la semejanza entre los desarrollos humanos, tal como se aprecia en la aplicación posterior.

El índice alternativo de desarrollo humano

El idh se expresa en la escala [0,1]. Para reducir el ise a una escala semejante que permita su comparación con aquél se define, finalmente, el iadh mediante la transformación:

que también toma valores en [0,1], de forma que a mayor valor del índice corresponde mayor desarrollo humano.

Aplicación

Para desarrollar un ejemplo extenso de cálculo, consideremos los siguientes países para los que I toma el valor 15. Omitimos el primer paso de elaboración del iadh, pues su técnica se aprecia en el siguiente proceso de resolución para un primer empate:

Indicadores de los países con índice inicial I=15

Posición idh  País  idh  Esperanza de vida al nacer  Acceso a la instrucción*  inb per cápita  I 
90  El Salvador  0.659  72.0  9.9  6 498  15 
94  Suriname  0.646  69.4  9.6  7 093  15 
101  Egipto  0.620  70.5  8.8  5 889  15 
103  Micronesia  0.614  69.0  1.3  3 266  15 
104  Guyana  0.611  67.9  10.4  3 302  15 
108  Indonesia  0.600  71.5  9.2  3 957  15 
114  Marruecos  0.567  71.8  7.5  4 628  15 
117  Guinea Ecuatorial  0.538  51.0  6.8  22 218  15 

Nota:

*/

Es la media aritmética de los años promedio de instrucción y de los años esperados de instrucción.

Para deshacer este primer empate se calculan los vectores de desarrollo, clasificando por cuartiles los indicadores de la tabla anterior. El resultado es el siguiente:

I1 de los países con índice inicial I=15

PaísCuartil al que pertenece la:Vector de desarrollo
Esperanza de vida al nacer  Acceso a la instrucción  inb per cápita  a  b  c  d  I
El Salvador  1534 
Suriname  1530 
Egipto  1523 
Micronesia  1519 
Guyana  1515 
Indonesia  1519 
Marruecos  1519 
Guinea Ecuatorial  1515 

Por ejemplo, para El Salvador el I[1º empate], con s1=1+2+0=3, s2=1+2=3, s3=2+0+0=2 y s4=0+0=0 se calcularía así:

El resultado sigue ofreciendo un triple y un doble empate. Para resolver el triple empate, la información original de la primera tabla, sólo para los países con triple empate del proceso anterior, se clasifica por terciles:

Solución del triple empate para los países con índice inicial I=15

PaísTercil al que pertenece la:Vector de desarrollo
Esperanza de vida al nacer  Acceso a la instrucción  inb per cápita  a  b  c  I
Micronesia  151908 
Indonesia  151910 
Marruecos  151913 

Para Micronesia, el I[2º empate] en las expresiones [7]) y [8] resultarían:

Para resolver el doble empate, la información original de la primera tabla, únicamente para los países con doble empate del proceso anterior, se clasifica por mitades:

Solución del doble empate para los países con índice inicial I=15

PaísMitad a la que pertenece la:   
Esperanza de vida al nacer  Acceso a la instrucción  inb per cápita  nº indicadores en la segunda mitad  I
Guyana  151506 
Guinea Ecuatorial  151504 

En el caso de la Guyana, el I[2º empate] se calcularía así:

Para los países con índice inicial I=15 quedan ya resueltos los empates. Pero puede que para otros países con índice inicial diferente a 15 haya que resolver todavía empates en un tercer y hasta un cuarto proceso. Por eso el I2 de los países con I=15 debe ir completándose con el añadido de la serie “4040” para obtener finalmente el ise. Por ejemplo, para Guyana:

que proporciona el iadh siguiente:

El resultado del cálculo del iadh para los 169 países para los que está calculado el idh en 2010 se recoge en el Anexo, en cuyo cuadro se expresan las posiciones de cada país alcanzadas según el idh y el iadh. Una vez ordenados los países según su idh, éstos se han distribuido por cuartiles, para su clasificación según sea su desarrollo muy alto, alto, medio o bajo.

ResultadosResultados para el conjunto de todos los países

Pérez-Mesa (2008) demuestra la esperada correlación entre los índices de pobreza y desarrollo elaborados por el pnud; y en Veres (2006; 2010) se obtiene igual resultado para los índices del pnud y los allí diseñados. En nuestro caso, el iadh definido en este trabajo también correlaciona significativamente con el idh, confirmándose así que idh e iadh miden el mismo concepto de desarrollo humano. La correlación de Pearson entre ambos así lo demuestra: coeficiente de correlación lineal 0.960, siendo significativo al nivel de 0.01 (bilateral). La correlación entre las ordenaciones de países deducidas de idh e iadh es incluso mayor: el coeficiente de correlación de Spearman es 0.988, también significativo al nivel de 0.01 (bilateral).

El que el idh y el iadh midan el mismo concepto de desarrollo humano no supone la igualdad entre ordenaciones deducidas de ellos, dado que sus respectivas sensibilidades a la hora de la clasificación es diferente. En efecto, la clasificación a la que da lugar el iadh, en cuanto a la segmentación, es más exigente, al establecerse por una estricta categorización entre los tres componentes; mientras que en el caso del idh se suavizan, al utilizar en su cálculo una media (aritmética o geométrica, según la metodología aplicada sea anterior o posterior a 2010, fecha del cambio metodológico).

Por ello, resulta interesante conocer la distribución de las diferencias/semejanzas en las ordenaciones de países según su idh e iadh. Así, la distribución de frecuencias para los valores absolutos de las diferencias entre clasificaciones se presenta en el cuadro siguiente.

Existen ocho países para los que la clasificación es coincidente: Finlandia, Andorra, Rumanía, Jordania, Guatemala, Sudán, Guinea y Burkina Faso. Por el contrario, Zimbabwe presenta la mayor diferencia, 28 posiciones en el ranking, ocupando mayor desarrollo según el iadh que con el idh. Le siguen Gabón y Belice, con una diferencia de 22 posiciones, éste mejor clasificado con el iadh y aquél con el idh.

El caso de Belice es un exponente claro de cómo actúan ambos indicadores. Este país presenta dos dimensiones —vida larga y saludable y acceso a la instrucción— con valores claramente por encima de la media (0.694 y 10.8 respectivamente). Sin embargo, el inb per cápita toma un valor muy bajo (US$5 693 en paridad de poder adquisitivo, ppa), arrastrando a la media geométrica con la que se define el idh a una posición muy inferior en la ordenación por países. Por el contrario, la situación de dos buenos indicadores y uno malo es suficiente para elevar su posición en el ranking establecido con el iadh, por encima de otros países cuya media geométrica es superior a la de Belice, pero cuyos indicadores pertenecen a cuartiles inferiores a los de aquél país.

Número de países según la diferencia absoluta de clasificación según su idh e iadh

Diferencia entre posiciones (en valor absoluto)  Frecuencia  Porcentaje 
4.7 
23  13.6 
25  14.8 
21  12.4 
18  10.7 
11  6.5 
5.3 
10  5.9 
3.6 
3.6 
10  2.4 
11  3.6 
12  0.6 
13  4.1 
14  1.8 
15  2.4 
16  0.6 
17  1.2 
19  0.6 
22  1.2 
28  0.6 
Total  169  100.0 

En esta misma línea puede explicarse las diferencias de posición para Zimbabwe, que ocupa la última posición en la ordenación del idh. En efecto, los tres indicadores de dimensión están por debajo de la media respectiva: esperanza de vida al nacer, 47.0 años; años promedio de instrucción, 7.2 años; años esperados de instrucción, 9.2 años, e inb per cápita de US$176 ppa. De hecho, su inb per cápita es el mínimo de todos los países, como prácticamente lo es también la esperanza de vida. Consecuentemente, arrastran la media geométrica hacia la peor posición. Sin embargo, al estudiar las posiciones que ocupan estos tres indicadores respecto a los valores de los demás países, se aprecia que el indicador que corresponde al acceso a la instrucción ocupa la posición 116, que no es excesivamente baja, encuadrada a la parte media del segundo cuartil, lo que determina que el iadh arrastre su posición hacia arriba, hasta la 141, por encima de otros países cuyos tres indicadores están en los cuartiles tercero y cuarto.

Gabón presenta sus tres indicadores no muy alejados de las respectivas medias: esperanza de vida al nacer, 51.3 años; años promedio de instrucción, 7.5 años; años esperados de instrucción, 12.7 años, e inb per cápita de US$12 747 ppa. Esta situación de cercanía a las medias respectivas determina un valor para el idh también cercano al valor intermedio. No obstante, al estudiar las posiciones relativas de los indicadores en el conjunto de los mismos, tanto la esperanza de vida como el acceso a la instrucción están dentro del segundo cuartil: aquélla cercana al primero, y éste a la mediana. Por el contrario, el indicador correspondiente al nivel de vida digno sí está dentro de una posición intermedia dentro del tercer cuartil. Dada la penalización que el iadh introduce sobre las dimensiones peor clasificadas, la posición del país es arrastrada hacia abajo frente a la alcanzada por el idh, mientras que el relativo buen valor de las dos últimas dimensiones hace que el valor del idh sea mayor (posiciones 115 según el iadh y 93 según el idh).

En resumen, en 95 países (56.2%) las diferencias de clasificación son menores a cinco posiciones, por lo que hay práctica coincidencia en sus ordenaciones. Diferencias intermedias, entre cinco y nueve posiciones, se producen en 42 países (24.9%). Diferencias apreciables, entre 10 y 14 posiciones, afectan a 21 países (12.4%). Y las grandes diferencias, de 15 y más posiciones, afectan a los 11 países restantes (6.5%).

Los cambios de posicionamiento entre el iadh y el idh producen, a su vez, cambios en la clasificación global del desarrollo para diez países, 5.92% de ellos. Concretamente, el idh clasifica a los Emiratos Árabes Unidos y a Qatar en la parte baja del primer cuartil (desarrollo humano muy alto) y, sin embargo, el iadh los clasifica en la parte alta del segundo cuartil (desarrollo alto). La situación contraria se produce para Chile y Argentina: el idh los clasifica en la parte alta del segundo cuartil, mientras que el iadh lo hace en la parte baja del primer cuartil (desarrollo muy alto). El idh también clasifica como de desarrollo alto a las Islas Mauricio, en la parte baja del segundo cuartil, mientras que el iadh lo clasifica en la parte alta del tercer cuartil (desarrollo medio). Por el contrario, el iadh clasifica a la República Dominicana en la última posición del segundo cuartil, frente al idh que lo hace en la parte alta del tercer cuartil. Finalmente, Togo y Yemen están clasificados por el idh en la parte baja del tercer cuartil (desarrollo medio), mientras que el iadh lo hace en la parte alta del cuarto cuartil (desarrollo bajo). Frente a ello, las Islas Salomon y Santo Tomé y Príncipe están clasificadas por el idh en la parte alta del cuarto cuartil (desarrollo bajo), mientras que el idh lo hace en la parte baja del tercer cuartil (desarrollo medio). Esquemáticamente:

Países que cambian la clasificación global de su desarrollo según el idh y el iadh

Desarrollo Humano  Según idh  Según iadh 
Muy alto  Parte baja del cuarto cuartil: Emiratos Árabes Unidos Qatar  Parte baja del cuarto cuartil: Chile Argentina 
Alto  Parte alta del tercer cuartil: Chile Argentina  Parte alta del tercer cuartil: Emiratos Árabes Unidos Qatar 
  Parte baja del tercer cuartil: Islas Mauricio  Parte baja del tercer cuartil: República Dominicana 
  Parte alta del segundo cuartil: República Dominicana  Parte alta del segundo cuartil: Islas Mauricio 
Medio  Parte baja del segundo cuartil: Togo Yemen  Parte baja del segundo cuartil: Islas Solomon Santo Tomé y Príncipe 
Bajo  Parte alta del primer cuartil: Islas Solomon Santo Tomé y Príncipe  Parte alta del primer cuartil:Togo Yemen 

Una zona especial: los países de Latinoamérica

Para los próximos comentarios nos centramos en el resultado obtenido para los siguientes 25 países de América Latina y el Caribe. El análisis se realiza sobre los resultados contenidos en el Anexo, por lo que las diferencias entre las ordenaciones deben entenderse en el contexto de los 169 países estudiados.

Los resultados entresacados del Anexo y referidos a los países de Latinoamérica son los siguientes:

Comparación de clasificaciones según idh e iadh. Países de América Latina y el Caribe

Orden iadh  iadh  País  idh  Orden idh  Diferencia orden (iadh-idh) 
42  0.838157666  Argentina  0.775  46  −4 
44  0.838140211  Bahamas  0.784  43 
56  0.732085158  Belice  0.694  78  −22 
94  0.448382421  Bolivia  0.643  95  −1 
67  0.651848263  Brasil  0.699  73  −6 
34  0.942329895  Chile  0.783  45  −11 
81  0.551578562  Colombia  0.689  79 
53  0.733914053  Costa Rica  0.725  62  −9 
85  0.548768421  República Dominicana  0.663  88  −3 
66  0.652978947  Ecuador  0.695  77  −11 
106  0.347121053  El Salvador  0.659  90  16 
116  0.163621947  Guatemala  0.56  116 
112  0.342082474  Guyana  0.611  104 
149  0.007358263  Haití  0.404  145 
96  0.447379395  Honduras  0.604  106  −10 
84  0.549716737  Jamaica  0.688  80 
59  0.659674474  México  0.75  56 
101  0.446287789  Nicaragua  0.565  115  −14 
60  0.659664053  Panamá  0.755  54 
93  0.448387632  Paraguay  0.64  96  −3 
64  0.655750947  Perú  0.723  63 
107  0.346078947  Suriname  0.646  94  13 
72  0.629792105  Trinidad y Tobago  0.736  59  13 
43  0.838157588  Uruguay  0.765  52  −9 
74  0.554406211  Venezuela  0.696  75  −1 

Para estos 25 países seleccionados los resultados están en línea con los comentados para el conjunto del resto de países. También para ellos el iadh y el idh están midiendo el mismo concepto de desarrollo humano. En efecto, la correlación entre idh e iadh sigue siendo alta y significativa (coeficiente de correlación de Pearson 0.919, siendo significativo al nivel de 0.01 (bilateral). Y, como era de esperar, también las ordenaciones están correlacionadas (coeficiente de Spearman 0.932, siendo significativo al nivel de 0.01 (bilateral).

Nuevamente resulta interesante conocer la distribución de las diferencias/semejanzas en las ordenaciones de países según ambos índices de desarrollo. Así, la distribución de frecuencias para los valores absolutos de las diferencias entre clasificaciones es la siguiente:

Número de países de Latinoamérica según la diferencia absoluta de clasificación según su idh e iadh

Diferencia entre posiciones (en valor absoluto)  Frecuencia  Porcentaje 
4.0 
16.0 
4.0 
12.0 
12.0 
8.0 
4.0 
8.0 
10  4.0 
11  8.0 
13  8.0 
14  4.0 
16  4.0 
22  4.0 
Total  25  100.0 

Atendiendo a los valores en las diferencias de posición, 12 países (48%) tienen práctica coincidencia de posición, al ser menor de cinco. Otros 5 países (20%) tienen diferencias ligeras, de entre seis y nueve posiciones. Diferencias apreciables, entre 10 y 14 posiciones, aparecen en 6 países (24%). Y los que tienen grandes diferencias son sólo dos, Belice y El Salvador (8%), con diferencias iguales o mayores a quince posiciones.

Ya se ha comentado el comportamiento de Belice. Para El Salvador, el iadh lo posiciona peor que el idh. En efecto, tan sólo el inb per cápita (US$6 498 ppa) está por debajo del promedio del de los demás países. Las medias de las otras dos dimensiones (esperanza de vida al nacer, 72.0 años; años promedio de instrucción, 7.7 años, y años esperados de instrucción, 12.1 años) quedan ligeramente por encima. Sin embargo, al comprobar su situación relativa en el conjunto, los tres indicadores están dentro del segundo cuartil, en posiciones muy cercanas a la mediana, esto es, en su parte más alta. Al no tener ningún indicador encuadrado en el primer cuartil, la posición asignada por el iadh es intermedia, pero no cercana a la mitad, pues el déficit de desarrollo —son tres las dimensiones que debe mejorar con un salto de dos cuartiles, del segundo al cuarto— es alto.

En conjunto, el iadh clasifica a los países de América Latina en posiciones ligeramente más atrasadas. Se debe a que en estos países el vector de clasificación presenta con mayor frecuencia alguna de las componentes ubicadas en los dos primeros cuartiles. Lo que motiva, dada la penalización que introduce este indicador a los situados en los primeros cuartiles, su clasificación global hacia peores posiciones. Por el contrario, en el idh la existencia de un valor alto en uno de los tres indicadores arrastra la media aritmética y, por lo tanto, la posición del país en sentido contrario.

El esquema de tronco, ramas y tallos del ise para los 25 países de América Latina y el Caribe muestra la ubicación de su desarrollo con relación al conjunto de los mismos:

Esquema de tronco, ramas y tallo delise para los países de América Latina y el Caribe

País  tronco  rama 1  rama 2  rama 3 
Chile  38  19  04   
Argentina  34  19  19  10 
Uruguay  34  19  19  07 
Bahamas  34  19  12   
Costa Rica  30  19  06   
Belice  30  12  04   
México  27  34  10   
Panamá  27  34  06   
Perú  27  19  04   
Ecuador  27  08     
Brasil  27  04  06   
Trinidad y Tobago  26  19     
Venezuela  23  30  04   
Colombia  23  19  19  04 
Jamaica  23  12  04   
República Dominicana  23  08     
Paraguay  19  23  10   
Bolivia  19  23  08   
Honduras  19  19  23   
Nicaragua  19  15  04   
El Salvador  15  34     
Suriname  15  30     
Guyana  15  15  06   
Guatemala  08  30  06   
Haití  02  30  26   

Se aprecia, por ejemplo, que el grado de desarrollo de Argentina y Uruguay está más cercano entre sí, tienen dos ramas en común, difiriendo en la tercera, que el de México y Panamá, con una rama en común, difiriendo en la segunda. O que Colombia que tiene un desarrollo muy parecido al de otros países no latinoamericanos (en concreto Azerbaiján, como se aprecia en la tabla del Anexo), pues ha necesitado llegar hasta la rama tres para deshacer sus empates. Ecuador y República Dominicana tienen un grado de desarrollo que se diferencia con mayor prontitud del grado de desarrollo del resto de países de su entorno, dentro del tronco de pertenencia, pues sólo han llegado a la rama uno para diferenciarse del resto. Igual comportamiento presenta Trinidad y Tobago, pero en este caso con relación al resto de países no latinoamericanos. El Salvador y Suriname se diferencian entre sí inmediatamente dentro del mismo tronco al que pertenecen, pues la diferencia ya se produce en la primera rama del tronco.

Hay que destacar que en el esquema anterior no aparece la columna que recoge el tallo final. Se debe a que para los 25 países considerados no ha sido necesario resolver un cuarto empate —el del tallo—, que sí ha sido necesario en el caso de Estados Unidos y Suecia, con ise respectivos de 4023231006 y 4023231004 (véase el Anexo).

El caso de México

México presentaba la siguiente información básica en el Informe de Desarrollo Humano 2010 (pnud, 2010):

Dimensión  Vida larga y saludable  Acceso a la instrucción*Nivel de vida digno 
Indicador  Esperanza de vida al nacer (años)  Años promedio de instrucción  Años esperados de instrucción  inb per cápita (US$) 
México  76.7  8.7  13.4  13 971 ppa 
Media 169 países  68.86  7.54  12.13  13 737.5 ppa 
Mediana 169 países  72.10  8.00  12.40  7 258.0 ppa 
Cuartil 3º 169 países  76.67  10.00  14.40  21 658.0 ppa 

Nota:

*/

Media aritmética de los años promedio de instrucción y de los años esperados de instrucción.

Esa información básica proporciona un valor para el idh igual 0.750, que corresponde a un desarrollo humano alto. El iadh correspondiente toma el valor 0.660, que también supone su inclusión en la parte alta del segundo cuartil de países. En términos de posición, el idh lo clasifica en la posición 56, y el iadh en la posición 59.

A diferencia de los países comentados en los apartados anteriores, el caso de México es un ejemplo de neutralidad de clasificación por ambos índices. Los cuatro indicadores toman valores superiores a la media y a la mediana del conjunto de países. La esperanza de vida al nacer es ligeramente superior al tercer cuartil, perteneciendo pues al conjunto de países de desarrollo muy alto. Los valores de las otras dos dimensiones son superiores a la mediana e inferiores al tercer cuartil, si bien más cercanos a éste que a aquélla, lo que determina su inclusión entre los países de desarrollo alto. Se aprecia pues, que tanto los criterios de la media geométrica como los derivados de su inclusión en cuartiles son semejantes, teniendo además en cuenta que los valores de todos los indicadores no están muy alejados, por encima o por debajo, del tercer cuartil. Se trata, por lo tanto, de una situación en la que existe una gran uniformidad en los tres indicadores, no destacando ninguno de ellos por valores excesivamente altos o bajos. De ahí el resultado final, en el que la clasificación con ambos índices es prácticamente idéntica.

La neutralidad de clasificación para el caso de México, por contrapartida, pone de manifiesto cómo actúa el iadh en países donde son más acusadas las diferencias entre sus indicadores y, consecuentemente, entre sus tres dimensiones. Son los casos, ya comentados por su condición de extremos, de Belice y El Salvador, en Latinoamérica, o de Zimbabwe y Gabón, en África, para los que los resultados de la clasificación según el idh e iadh son claramente distintos.

Según el diagrama de tronco, ramas y tallos del epígrafe anterior, México está en el mismo tronco que Panamá, Perú, Ecuador y Brasil, ocupando la rama superior. Por tanto, teniendo un desarrollo inicialmente equivalente al de esos cuatro países, se distancia más pronto de los tres últimos, necesitando llegar a la segunda rama para colocarse, según el desarrollo humano, por encima de Panamá.

Conclusiones

Carece de sentido hacer una evaluación de cualquier magnitud sin la consiguiente comparación de su valor con el obtenido para otras unidades. De ahí la plena validez de los ranking para evaluarla, obtenidos por la aplicación de índices o indicadores. En el caso del desarrollo humano, el idh o el iadh.

El iadh aquí definido presenta ciertas ventajas e inconvenientes si lo comparamos con el idh. La principal desventaja reside en la dificultad y complejidad de su cálculo. Utilizando la misma información que el idh, el proceso para su obtención, sobre todo en la resolución de los empates, es evidentemente más dificultoso. Empero, esta desventaja no interfiere las propiedades teóricas de su definición y diseño. Y, además, este inconveniente de cálculo es más aparente que real, pues una adecuada programación lo soslaya fácilmente.

Pero también se indica que esta desventaja es más aparente que real, pues el proceso de cálculo del iadh es programable.

Frente a este claro inconveniente, el iadh ofrece cuatro evidentes ventajas:

  • Una primera ventaja reside en que combina dos realidades del desarrollo humano: la del desarrollo efectivamente alcanzado y la del déficit para llegar a alcanzar el máximo desarrollo posible. Es decir, tiene en cuenta no sólo el nivel de desarrollo efectivamente alcanzado por un país, sino también el esfuerzo para eliminar totalmente el déficit que le impide alcanzar su máximo desarrollo. Así pues, la visión ofrecida por el iadh resulta más completa que la valoración mediante el idh.

  • La segunda ventaja radica en la fuerte exigencia derivada de la penalización de los indicadores expresivos de bajos niveles de desarrollo. Al definirse por medio de la posición que cada indicador ocupa en una ordenación, y no por su valor numérico, no le afecta la posible existencia de indicadores con valores muy altos —o muy bajos— que arrastren hacia arriba —o hacia abajo— la correspondiente media geométrica con la que se define el idh, y que pueden enmascarar la verdadera situación de desarrollo del país. En definitiva, el iadh no se altera por la posible existencia de valores outsiders o fuera de rango en alguno de los tres indicadores que lo alimentan.

  • La estricta categorización introducida por el iadh responde a la exigencia de que las tres dimensiones del desarrollo tengan un comportamiento relativamente uniforme, en la hipótesis de que el desarrollo de una de las dimensiones muy alejada de las otras dos está expresando un fuerte desequilibrio, a todas luces no deseable, y que determina la mala clasificación final del país que lo presenta. Es por esto por lo que el iadh clasifica en peor situación a los países cuyos indicadores tienen diferencias significativas entre sí, alejándose de la uniformidad.

  • Una última ventaja, más operativa, reside en que, a diferencia del idh, en el iadh no es necesaria una transformación de los indicadores en índices de dimensión atendiendo a sus valores máximo y mínimo respectivos, dado que en el iadh la información original se clasifica directamente, por indicadores, en cuartiles. De esta forma se soslaya los efectos diferenciales que puede introducir en el cálculo la posible fórmula de normalización introducida.

Ambos índices están midiendo el mismo concepto de desarrollo humano como lo demuestra la alta y significativa correlación tanto entre sus valores como entre sus ordenaciones deducidas. Sin embargo, a la hora de establecer la ordenación de países a partir de ambos índices, existen diferencias en las posiciones alcanzadas que, en algunos casos, llegan a ser destacables. En todas estas diferencias está siempre presente el arrastre que produce la media geométrica cuando uno de los factores toma un valor muy alejado, por encima o por debajo, de los otros. Por el contrario, los resultados deducidos mediante el índice alternativo son independientes a esa influencia, al estar definido en función de la posición que ocupa cada indicador en su conjunto respectivo. Cara a establecer un ranking u ordenación de países, parece mucho más lógico una ordenación basada en la posición relativa de la información que define el desarrollo de un país, que la que se basa en un valor numérico deducido de la aplicación de una media sobre dicha información.

Anexo

Ordenación de países según su iadh y comparación con la del idh

Ordeniadh  País  ise  iadh  Ordenidh 
Desarrollo muy alto segúniadh
Australia  4040404040  1.0000000000 
Noruega  4038404040  0.9994789474 
Países Bajos  4030404040  0.9973947368 
Suiza  4027134040  0.9965428158  13 
Islandia  4027104040  0.9965350000  17 
Canadá  4027074040  0.9965271842 
Japón  4026274040  0.9963187632  11 
Irlanda  4026264040  0.9963161579 
Francia  4026164040  0.9962901053  14 
10  Corea  4026084040  0.9962692632  12 
11  Nueva Zelanda  4023231140  0.9955260076 
12  Estados Unidos  4023231006  0.9955259727 
13  Suecia  4023231004  0.9955259722 
14  Alemania  4023154040  0.9955059211  10 
15  Bélgica  4019264040  0.9944924737  18 
16  Finlandia  4019230640  0.9944837721  16 
17  España  4019230440  0.9944837200  20 
18  Italia  4019154040  0.9944638158  23 
19  Israel  4016034040  0.9936509737  15 
20  Austria  4016024040  0.9936483684  25 
21  Liechtenstein  4015404040  0.9934868421 
22  Dinamarca  4012064040  0.9926166842  19 
23  Reino Unido  4012044040  0.9926114737  26 
24  República Checa  4008404040  0.9916631579  28 
25  Grecia  4004404040  0.9906210526  22 
26  Eslovenia  4002404040  0.9901000000  29 
27  Hong Kong  3834404040  0.9463315789  21 
28  Luxemburgo  3826404040  0.9442473684  24 
29  Singapur  3823304040  0.9434397368  27 
30  Andorra  3823234040  0.9434215000  30 
31  Malta  3823154040  0.9434006579  33 
32  Chipre  3823124040  0.9433928421  35 
33  Portugal  3819064040  0.9423351053  40 
34  Chile  3819044040  0.9423298947  45 
35  Brunéi  3815404040  0.9413815789  37 
36  Barbados  3808404040  0.9395578947  42 
37  Eslovaquia  3430404040  0.8410789474  31 
38  Polonia  3427404040  0.8402973684  41 
39  Hungría  3426404040  0.8400368421  36 
40  Bahrein  3419304040  0.8381871052  39 
41  Estonia  3419191440  0.8381577700  34 
42  Argentina  3419191040  0.8381576658  46 
Desarrollo alto segúniadh
43  Uruguay  3419190740  0.8381575876  52 
44  Bahamas  3419124040  0.8381402105  43 
45  Emiratos árabes Unidos  3415064040  0.8370824737  32 
46  Kuwait  3415044040  0.8370772631  47 
47  Montenegro  3412404040  0.8363894737  49 
48  Arabia Saudita  3408134040  0.8352770263  55 
49  Letonia  3408114040  0.8352718158  48 
50  Rumania  3408064040  0.8352587895  50 
51  Albania  3402404040  0.8337842105  64 
52  Lituania  3030404040  0.7368684210  44 
53  Qatar  3019064040  0.7339140526  38 
53  Costa Rica  3019064040  0.7339140526  62 
55  Kazajstán  3012064040  0.7320903684  66 
56  Belice  3012044040  0.7320851579  78 
57  Croacia  2738404040  0.6607947368  51 
58  Libia  2734144040  0.6596848947  53 
59  México  2734104040  0.6596744737  56 
60  Panamá  2734064040  0.6596640526  54 
61  Malasia  2723064040  0.6567982631  57 
62  Bulgaria  2723044040  0.6567930526  58 
63  Serbia  2719064040  0.6557561579  60 
64  Perú  2719044040  0.6557509473  63 
65  Bosnia y Herzegovina  2712404040  0.6540210526  68 
66  Ecuador  2708404040  0.6529789473  77 
67  Brasil  2704064040  0.6518482631  73 
67  Túnez  2704064040  0.6518482631  81 
69  Georgia  2634064040  0.6336114210  74 
70  Tonga  2634044040  0.6336062105  85 
71  Ucrania  2627404040  0.6318763158  69 
72  Trinidad and Tobago  2619404040  0.6297921052  59 
73  Macedonia  2330064040  0.5544114210  71 
74  Venezuela  2330044040  0.5544062105  75 
75  Bielorrusia  2327064040  0.5536298421  61 
76  Rusia  2327044040  0.5536246315  65 
77  Armenia  2323404040  0.5526763157  76 
78  Turquía  2319230640  0.5515890352  83 
79  Irán  2319230440  0.5515889831  70 
80  Azerbaiyán  2319190640  0.5515786142  67 
81  Colombia  2319190440  0.5515785621  79 
82  Jordania  2316404040  0.5508526315  82 
83  Argelia  2312064040  0.5497219473  84 
84  Jamaica  2312044040  0.5497167368  80 
85  República Dominicana  2308404040  0.5487684210  88 
Desarrollo medio segúniadh
86  Sri Lanka  1930064040  0.4502008947  91 
87  China  1930044040  0.4501956842  89 
88  Turkmenistán  1927404040  0.4495078947  87 
89  Mauricio  1926144040  0.4491796315  72 
90  Fiji  1926074040  0.4491613947  86 
91  Tailandia  1926064040  0.4491587894  92 
92  Siria  1923134040  0.4483954473  111 
93  Paraguay  1923104040  0.4483876315  96 
94  Bolivia  1923084040  0.4483824210  95 
95  Filipinas  1919304040  0.4473976315  97 
96  Honduras  1919234040  0.4473793947  106 
97  Moldavia  1919194040  0.4473689736  99 
98  Kirguistán  1919154040  0.4473585526  109 
99  Maldivas  1916404040  0.4466421052  107 
100  Vietnam  1915064040  0.4462929999  113 
101  Nicaragua  1915044040  0.4462877894  115 
102  Mongolia  1912404040  0.4455999999  100 
103  Uzbekistán  1908404040  0.4445578947  102 
104  Botswana  1606404040  0.3658789473  98 
105  Sudáfrica  1604404040  0.3653578947  110 
106  El Salvador  1534404040  0.3471210526  90 
107  Suriname  1530404040  0.3460789473  94 
108  Egipto  1523404040  0.3442552631  101 
109  Marruecos  1519134040  0.3431428157  114 
110  Indonesia  1519104040  0.3431349999  108 
111  Micronesia  1519084040  0.3431297894  103 
112  Guyana  1515064040  0.3420824736  104 
113  Guinea Ecuatorial  1515044040  0.3420772631  117 
114  Tayikirstán  1206404040  0.2616684210  112 
115  Gabón  1204404040  0.2611473683  93 
116  Guatemala  0830064040  0.1636219473  116 
116  Cabo Verde  0830064040  0.1636219473  118 
118  Namibia  0827084040  0.1628455789  105 
119  Swazilandia  0827024040  0.1628299473  121 
120  India  0823404040  0.1618868420  119 
121  Camboya  0812264040  0.1589845789  124 
122  Congo  0812230640  0.1589758773  126 
123  Pakistán  0812230440  0.1589758252  125 
124  Togo  0812124040  0.1589481052  139 
125  Laos  0808064040  0.1578903683  122 
126  Yemen  0808044040  0.1578851578  133 
127  Timor-Leste  0430154040  0.0594348683  120 
Desarrollo bajo segúniadh
128  Isla Salomón  0430104040  0.0594218420  123 
129  Kenya  0430074040  0.0594140262  128 
130  Santo Tomé y Príncipe  0427404040  0.0587184210  127 
131  Bangladesh  0426064040  0.0583693157  129 
132  Ghana  0426044040  0.0583641052  130 
133  Papúa Nueva Guinea  0423064040  0.0575877367  137 
134  Lesotho  0423044040  0.0575825262  141 
135  Comoras  0419134040  0.0565638683  140 
136  Myanmar  0419114040  0.0565586578  132 
137  Djibouti  0419074040  0.0565482367  147 
138  Camerún  0416404040  0.0558526315  131 
139  Nepal  0415154040  0.0555269736  138 
140  Angola  0415104040  0.0555139473  146 
141  Zimbabwe  0415074040  0.0555061315  169 
142  Madagascar  0412304040  0.0547844736  135 
143  Benin  0412274040  0.0547766578  134 
144  Uganda  0412164040  0.0547479999  143 
145  Liberia  0412084040  0.0547271578  162 
146  Mauritania  0238404040  0.0094789473  136 
147  Senegal  0234064040  0.0083482631  144 
148  Côte d'Ivoire  0234044040  0.0083430525  149 
149  Haití  0230264040  0.0073582631  145 
150  Tanzania  0230230640  0.0073495615  148 
151  Rwanda  0230230440  0.0073495094  152 
152  Malawi  0230124040  0.0073217894  153 
153  Nigeria  0227144040  0.0065454210  142 
154  Sudán  0227104040  0.0065349999  154 
155  Gambia  0227064040  0.0065245788  151 
156  Guinea  0226404040  0.0063526315  156 
157  Zambia  0223064040  0.0054824736  150 
158  Afganistán  0223044040  0.0054772631  155 
159  Etiopía  0219064040  0.0044403683  157 
160  Burundi  0219044040  0.0044351578  166 
161  Burkina Faso  0216404040  0.0037473683  161 
162  Malí  0212064040  0.0026166841  160 
163  Guinea-Bisau  0212044040  0.0026114736  164 
164  Chad  0208154040  0.0015980262  163 
165  Níger  0208104040  0.0015849999  167 
166  República Democrática del Congo  0208074040  0.0015771841  168 
167  Sierra Leona  0204154040  0.0005559210  158 
168  Mozambique  0204134040  0.0005507104  165 
169  África Central  0204034040  0.0005246578  159 

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Facultad de Economía de la Universidad de Valencia, España, <ernesto.veres@uves> . El autor agradece los valiosos comentarios de dos dictaminadores anónimos de la revista. </ernesto.veres@uves>

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