Cuando el geógrafo comienza a investigar un tema por primera vez, un torbellino de ideas barre su cabeza. Es una etapa de ansiedad en donde se plantea cómo encontrar la hebra con la que empezar a tejer. Pretendemos mostrar aquí cómo nos organizamos para el estudio de la pesca comercial ribereña practicada en las áreas naturales protegidas del estado de Baja California Sur (BCS).
El trabajo de campo tiene como base la obtención de información, fruto de la interacción entre el geógrafo y la fuente. El conocimiento es el primer producto de la experiencia propia y ajena. Las fuentes de información se emplazan en espacios diversos. Unas veces se localizan en archivos, bibliotecas, hemerotecas... en forma de legajos, monografías o publicaciones periódicas. Otras, en instituciones que recopilan información actualizada de naturaleza heterogénea (estadística, cartográfica, legal, iconográfica, etc.). Debemos considerar el origen de la institución y los procedimientos utilizados en la consecución de la información y así, reflexionar sobre su veracidad. Cuando se trata de estudios de procesos socioeconómicos actuales, es esencial contar con la información ofrecida por los actores. En este último caso, las encuestas, las entrevistas y la observación son las herramientas que mejores resultados arrojan. Evidentemente, la geografía física posee unas particularidades propias; el trabajo de campo también consta de toma de muestras y análisis en el laboratorio. La observación es un ejercicio común a todas las geografías. Hoy, la información tiene múltiples soportes y formas de expresión. Conocerlos y considerarlos ampliará nuestro conocimiento.
Desde nuestro ámbito de estudio, entendemos el trabajo de campo desde el compromiso social, aunque evitando el activismo. Interactuamos conel sector pesquero comercial ribereño en sus espacios de trabajo y residencia con el fin de conseguir relevancia social. Nuestra acción transformadora, aún resulta limitada por el tiempo en el que llevamos investigando el tema. Sin embargo, esperamos que pronto nuestras actividades de difusión y divulgación sean reconocidas por el propio sector y sintamos un respaldo lo suficientemente firme para que nuestras propuestas trasciendan más allá del plano académico.
El trabajo de campo no está restringido al estudio in situ. Es un proceso particular de búsqueda del conocimiento. En él encuentran lugar herramientas como las entrevistas a los representantes de instituciones y organizaciones no gubernamentales con interés en el tema de estudio. Este ejercicio de polifonía enriquece las conclusiones del investigador al considerar los intereses de un número mayor de actores. Representa un esfuerzo por neutralizar las posibles hegemonías que estén ocasionadas por un tipo de mirada.
Esta somera introducción sirve para comprender la complejidad y flexibilidad del trabajo de campo desde su concepción teórica hasta su planteamiento práctico. A continuación presentamos cómo lo llevamos a cabo en el estudio de la organización del sector pesquero comercial ribereño de dos áreas naturales protegidas (ANP) del estado de Baja California Sur (BCS): la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno (REBIVI) que es el ANP más extensa de los Estados Unidos Mexicanos, y el Parque Nacional Bahía de Loreto (PNBL), el segundo con mayor superficie del país. Ambos son de naturaleza marítimo-terrestre.
Las cuestiones iniciales y la revisión bibliográficaAntes de diseñar el trabajo de campo nos preguntamos qué estudios sobre pesca comercial ribereñase habían realizado en las ANP objeto de nuestro estudio y cuál sería la aportación geográfica de nuestra investigación.
Para acceder a las respuestas realizamos la correspondiente revisión bibliográfica que nos llevó a textos legales, institucionales, científicos y periodísticos. Los primeros son de gran importancia pues establecen oficialmente la terminología para definir legalmente el mundo de la actividad pesquera y así diseñar, por ejemplo, políticas públicas. Además, los datos que confeccionan las instituciones gubernamentales están vinculados a la normatividad. Los documentos de carácter científico encuadran y sustentan nuestro trabajo en el conjunto de las ciencias sociales en general y de la investigación geográfica en particular. Los periodísticos ofrecen una rica y variada información sobre la actualidad de los temas socioeconómicos tratados. En unas ocasiones incluso publican datos de difícil acceso para el investigador y que la prensa consigue valiéndose de su poder mediático. En otras, los textos periodísticos reflejan las tensiones sociales en torno al sujeto de estudio. Evidentemente, el trato de la información está íntimamente relacionado con la fuente.
Recurrimos a los textos legales, debido a la naturaleza de nuestro estudio: la pesca comercial ribereña en las ANP. Dos leyes generales y una estatal nos sirvieron de guía. Las primeras son la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables (LGPAS) y la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA). El estado de BCS dispone de su propia Ley de Pesca y Acuicultu- ra Sustentables (LPAS-BCS) por lo que el cuerpo legal se ajusta a las particularidades sudcalifornianas.
México reconoce distintas modalidades de pesca y estas se determinan en función del arte, la cercanía o lejanía a la línea de costa y el fin para el que se realice. La pesca comercial se lleva a cabo con propósitos económicos (LGPAS, artículo 4, fracción XXVIII) y está clasificada según las características de la embarcación en: de altura y ribereña. La pesca comercial ribereña se practica en embarcaciones menores, que están definidas por la LPAS-BCS (artículo 4, fracción XIV) como “unidad de pesca con o sin motor fuera de borda y con eslora máxima total de 10.5 metros; con o sin sistema de conservación de la captura a base de hielo y con una autonomía de tres días como máximo”.
No debemos olvidar que según LGEEPA y su Reglamento en Materia de Áreas Naturales Protegidas (R-MANP), todo espacio natural bajo protección debe disponer de un programa de manejo. Este es un instrumento rector de planeación y regulación que establece actividades, acciones y lineamientos básicos para la operación y administración de la zona protegida (R-MANP, artículo 30, fracción XI). Así pues, fue imprescindible conocer los programas de manejo de la REBIVI y el PNBL.
En el contexto mexicano, los estudios sobre la pesca comercial ribereña desde el ámbito territorial se caracterizan por su novedad y su escasez. En esta particular línea de investigación, sobresalen los trabajos de Salvador Villerías (Muñoz Sánchez, Villerías Salinas y Tello Almaguer, 2012) y Álvaro Sánchez (2010). Sus publicaciones se han ceñido a las costas del estado de Guerrero. En ellos se relacionan la existencia de recursos marinos con la falta de infraestructura pesquera, la industria alimentaria y la presencia de canales de comercialización monopolizados por intermediarios. Asimismo, reflexionan sobre cómo dicha estructura incide en las condiciones de vida de los pescadores a pequeña escala.
La literatura científica que trata temas haliéuticos, en el conjunto de las ciencias sociales, es algo más abundante, sobre todo en antropología e historia ambiental. Sin embargo, salvo en el caso de la Graciela Alcalá, de gran trayectoria en la investigación pesquera, las publicaciones no pertenecen a la línea principal de investigación del autor, por lo que estos trabajos terminan siendo un apéndice de su curriculum vitae. Los estudios sobre la pesca comercial ribereña en las ANP de BCS son aún más reducidos. Constituir un grupo de investigación perseverante, dinámico y con proyección, vendría a colmatar este espacio poco atendido por la geografía actual.
Globalmente, sobre pesca comercial ribereña en Sudcalifornia, hay múltiples publicaciones que abrazan varias ramas del conocimiento. Proceden del mundo legal y económico; leímos el trabajo de Ramírez Sánchez et al. (2011), quienes analizan las posibilidades que ofrece el sector social para potenciar la actividad pesquera en aquel estado. Desde lo económico, Cortés etal. (2006), también han tratado el sector pesquero en la zona de estudio. En esta línea, pero con un enfoque más ambiental, se encuentran las publicaciones de Miguel Ángel Ojeda y Mauricio Ramírez (2012), Danemann et al. (2007) y Díaz-Uribe et al. (2013). Cariño (1996) y Monteforte (2011) que estudian, bien individualmente bien en conjunto, el tema desde el ángulo histórico-ambiental.
Es necesario reconocer la calidad de algunas tesis de licenciatura y maestría que sobre la temática haliéutica han sido defendidas. Las tesis tratan campos de conocimiento aparentemente tan distantes como la biología marina (Arce Acosta, 2015; Cota Nieto, 2010; Early Capistrán, 2014) o los estudios culturales (Bórquez Reyes, 2004; Piña Mata, 2014). Desde múltiples perspectivas, estos trabajos contribuyen al mejor conocimiento del sector pesquero comercial ribereño.
En definitiva, la revisión bibliográfica es fundamental en todo ejercicio investigativo pues conduce a la selección de documentos válidos, útiles y relevantes. La revisión no es sencilla, sobre todo en un mundo globalizado y con facilidad de acceso a múltiples fuentes de información. Para no caer en la desinformación, es fundamental buscar en espacios que ofrecen datos fiables; aún así, la crítica y profundidad del investigador será crucial en la selección de los documentos que servirán para responder a las preguntas que nos hicimos al principio de este apartado: ¿qué estudios sobre pesca comercial ribereña se han realizado en las ANP del estado de BCS? y ¿cuál es la aportación geográfica de nuestra investigación?
El diseño de la herramienta metodológicaPero ¿qué sería de una investigación sobre una actividad económica, desde el pleno sentido de la palabra geografía, sin contar con los sujetos que le dan razón de ser? ¿Cómo el investigador puede contrastar la información de las fuentes escritas, ya sean primarias o secundarias, sin la praxis que emana de la observación y la interacción? Un adecuado trabajo de campo dará mayor profundidad y dimensión a nuestro estudio.
El diseño de una salida al lugar de la investigación requiere una preparación detallada y debe disponer de objetivos y contenidos claros. Además, se inicia antes del desplazamiento y no termina con el viaje de vuelta, sino que continúa con el trabajo de gabinete. Allí analizaremos la información obtenida mediante las herramientas utilizadas para obtener datos originales. La salida de campo crea un excepcional espacio pedagógico que nos encamina a comprender, en definitiva, a aprender.
Así pues, en el Instituto de Geografía comenzamos a preparar la salida de campo. Reflexionamos sobre los actores que nos interesaban entrevistar para conseguir una mayor riqueza informativa y cumplir con uno de nuestros objetivos metodológicos: la polifonía. Diseñamos dos guías de entrevistas: una estructurada con preguntas cerradas y abiertas para los pescadores; y otra no estructurada para los gerentes de las cooperativas pesqueras, académicos, responsables gubernamentales y los presidentes ejecutivos de las principales ONG.
Las entrevistas estructuradas estaban pensadas para una duración de unos 30 minutos. Se configuraron en cinco bloques temáticos:
- 1.
Los datos personales del pescador: información relativa al sexo, lugar de nacimiento, edad, residencia, estado civil, estudios finalizados y aspectos sobre el núcleo familiar.
- 2.
El oficio de la pesca: preguntas relacionadas con los motivos que condicionaron la elección de la pesca como medio de vida, los meses destinados a esta actividad, los gastos asociados a una jornada laboral y la distribución de los beneficios. El modelo de asociación legal también se abordó en el apartado.
- 3.
Aspectos técnicos: métodos, herramientas y tecnificación. En este ámbito se estudiaron las tipologías de embarcaciones, herramientas de trabajo y los medios para adquirirlas; el tiempo que los pescadores esperan para renovarlas, las ayudas económicas gubernamentales y su accesibilidad.
- 4.
El arte de la pesca y los espacios de producción, almacenaje y comercialización. Este apartado se interesa por temas relativos a las especies haliéuticas, el lugar, el tiempo y la distancia empleados para pescar; la primera venta (denominada a pie de playa); el almacenaje, la distribución y los grandes centros de compra-venta. También trata sobre las prácticas de comercialización. Las entrevistas examinan aspectos como la divulgación o confidencialidad de la información que el pescador posee sobre diferentes aspectos de su actividad profesional.
- 5.
Influencia del ANP en la actividad pesquera. Recoge información sobre los posibles cambios impulsados por el programa de manejo.
Las entrevistas no estructuradas durarían entre 60 y 90 minutos. En este caso, las preguntas eran abiertas sobre aspectos adecuados al perfil de cada persona y a la institución que representaba.
Una vez elaborada la principal herramienta del trabajo de campo, nos informamos sobre el número de pescadores de las localidades en las que íbamos a realizar las entrevistas, de tal forma que pudiéramos estimar cuántas serían necesarias llevar a cabo. Consideramos la representatividad del tipo de pescadores: legal (cooperativista, permisio- nario y libre) e ilegal. Siempre les garantizamos el anonimato, al igual que a los representantes de las cooperativas.3
Queríamos conocer de primera mano la organización de la actividad pesquera, los procesos económicos que se desarrollan, el papel de los gestores de las ANP y las experiencias de los pescadores.
Teníamos claro que los primeros días en BCS debían de aprovecharse para entrevistarnos con académicos, responsables gubernamentales y coordinadores de ONG. Estas entrevistas se planificaron antes de abandonar la Ciudad de México.
Una buena grabadora ayudaría a no perder información. La cámara fotográfica inmortalizaría el paisaje pesquero mexicano con sus actores y artes.
En definitiva, la elaboración de la salida tiene dos dimensiones. Por un lado, la concerniente a la organización del viaje: el transporte, el hospedaje y el avituallamiento (vinculado a los recursos económicos y humanos). Por otra, la relativa a la definición de los objetivos que deseamos conseguir y la puesta en práctica de las herramientas metodológicas para alcanzarlos.
La salida de campoEl primero de los viajes que realizamos para conocer la organización económica de la pesca comercial ribereña en el PNBL y la REBIVI transcurrió entre el 25 de mayo y el 15 de junio del 2015 (Figura 1). Para cada una de las tres semanas concretamos una serie de metas. Fue necesario disponer de un lugar tranquilo y agradable en donde instalarnos para analizar adecuadamente la información obtenida durante las largas jornadas de trabajo.
La primera semana nos establecimos en La Paz, la capital del estado. Allí se encuentra el campus más importante de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) y otras administraciones que nos proporcionarían datos cuantitativos para nuestro estudio. A La Paz llegamos el lunes por la mañana con la jornada planificada. Nos dirigimos del aeropuerto al campus de la UABCS. En la universidad entrevistamos a investigadores que nos presentaron un panorama general de la pesca comercial ribereña en BCS y en particular de sus ANP. También nos facilitaron más bibliografía y las referencias de las tesis sobre pesca defendidas en su institución. Por ello, agradecemos la inestimable colaboración de Alba E. Gámez, Martha M. Cariño, Mayra V. G. Gutiérrez, Francisco O. López, Eduardo Juárez y Mónica G. Rivera (Figura 2). Esta última doctora se incorporaría a nuestro trabajo de campo días después en el municipio de Loreto.
A lo largo de la semana nos hicimos de datos cuantitativos: número de permisos de pesca, empresas privadas, permisionarios, cooperativas, sociedades de producción rural, capturas, datos cartográficos de zonificación pesquera y otros. Fueron proporcionados por el director regional de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP): Benito R. Bermúdez; el subdirector de la Comisión Nacional de Pesca (CONAPESCA) en BCS: Marco A. Muratalla; y Meredith de la Garza directora ejecutiva de la Sociedad de Historia Natural Niparajá. La semana laboral terminó con una conferencia que dirigimos a los estudiantes de la licenciatura en Turismo alternativo de la UABCS bajo el título de: “Los conflictos sociales en torno a los parques naturales andaluces (España)”.
La segunda semana se inició en la ciudad de Loreto a 356 km al norte de La Paz. En este viaje nos acompañó Mónica G. Rivera, especialista en biología marina. Todavía se nos uniría el estudiante de la UABCS del campus de Loreto, Luis F. Romero. Entre los tres realizamos 40 entrevistas (Figura 2) a los pescadores ribereños de las poblaciones de Loreto (26), Ligüí (9), Ensenada Blanca (3), y Agua Verde (2). Las aguas marinas de las cuatro primeras localidades se sitúan dentro del PNBL; la quinta localidad se emplaza en la zona de influencia, pero sus pescadores practican la pesca en las aguas del ANP. Debemos recordar que el parque se extiende en 206 580.75 ha (184 888.75 ha en las aguas del golfo de California y las 21 692.08 ha desus islas) lo convierten en el segundo más extenso de todos los parques nacionales mexicanos.
Las 26 entrevistas de la localidad de Loreto se llevaron a cabo en el puerto y en la barriada de pescadores de Zaragoza; las de Ligüí, Ensenada Blanca y Agua Verde, en las viviendas de los entrevistados. Seleccionaron al azar a los participantes. Con el fin de obtener una mayor diversidad de respuestas, realizamos una entrevista por embarcación (la tripulación suele estar formada por dos o tres pescadores).
En las entrevistas no estructuradas participaron los representantes de la ONG “Eco-Alianza de Loreto”: Hugo Quintero (presidente ejecutivo cofundador) y Nidia I. Ramírez (coordinadora de comunicación y pesquerías del programa de conservación marina y costera). También entrevistamos al subdirector y al jefe de departamento del PNBL, Ernesto I. Popoca y Jesús. O. Amador, respectivamente. Humberto Meza, encargado de la oficina de CONAPESCA en el municipio loretano también accedió a ser entrevistado. Por último, Carlos Posadas, responsable del campus de la UABCS en Loreto nos invitó a dar una conferencia sobre las ANP en Andalucía, hecho que nos puso en contacto con más personal académico.
Aún en la segunda semana de trabajo de campo nos desplazamos a Guerrero Negro, a 416 km de Loreto. En aquella localidad del norte del municipio de Mulegé nos entrevistamos con Celerino Montes y Jesús Porras, subdirector y jefe del departamento de la REBIVI, respectivamente. Nos enseñaron que la reserva está dividida en cuatro grandes zonas pesqueras: ‘Golfo’, ‘Esteros y laguna de San Ignacio’, ‘Pacífico Norte’ y ‘Complejo lagunar Ojo de Liebre’. Y comprendimos que con el tiempo que nos quedaba de estancia era imposible abarcar la zona protegida más extensa de México (2 546 790 h entre el mar y la tierra). Debíamos preparar un segundo viaje.
Decidimos aprovechar el tiempo que nos quedaba para estudiar la zona de la reserva bañada por el mar de Cortés, denominada ‘Golfo’. Para ello nos trasladamos a la localidad de Santa Rosalía, a 220 km al sur de Guerrero Negro. Fuimos acogidos por familiares de Francisco O. López, muy vinculados al mundo de la pesca comercial ribereña. En los días que estuvimos en aquella localidad entrevistamos a 28 pescadores (Figura 2) y a dos responsables de cooperativas. Los seis días de convivencia con los pescadores nos hicieron vivir una grata experiencia.
El 13 de junio recorrimos en autobús, como en todos nuestros desplazamientos en la península, los 553 km de distancia que separan Santa Rosalía de La Paz. Dos días después estaba preparado el regreso a la Ciudad de México. Los objetivos previstos casi habían sido conseguidos, faltaba únicamente la costa pacífica de la REBIVI. Con la tranquilidad y la alegría que crean el trabajo bien hecho, disfrutamos de lo que nos quedaba del viernes y aprovechamos el sábado y el domingo para conocer y apreciar la capital de BCS. El lunes 15 de junio, tomábamos el primer avión de regreso a casa.
Antes de considerar el trabajo de gabinete y dado que el tratamiento de la información tuvo la misma metodología, exponemos brevemente el segundo viaje a la REBIVI. El jueves 16 de julio volamos en compañía de la nueva integrante del proyecto, Araceli Jiménez, profesora de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, de la Ciudad de México a Hermosillo. Después, en una avioneta, atravesamos el mar de Cortés hasta Santa Rosalía. En la cabecera municipal del municipio de Mulegé, abordamos un autobús que nos llevó a San Ignacio. Allí pasamos la primera noche de nuestra segunda visita al particular campa tlami Mexihco tlalli (confín de la tierra mexicana).
Tuvimos 10 días para emprender nuestro trabajo de campo (Figura 1). Comenzamos por la zona ‘Esteros y Laguna de San Ignacio’ donde realizamos 10 entrevistas en las localidades de La Freidera (2), Ejido Luis Echeverría (2), El Cardón (2) y El Dátil (4). Después nos dirigimos a la zona denominada ‘Pacífico Norte’. Dado la fortaleza de la organización pesquera en torno a 8 grandes cooperativas pesqueras, 13 entrevistas fueron suficientes para recabar la información necesaria. Se distribuyeron de la siguiente manera: 6 en la localidad de La Bocana; 5 en Punta Abreojos y 2 en Bahía Tortugas (Figura 3). Finalmente, en el ‘Complejo lagunar Ojo de Liebre’, 9 pescadores con residencia en Guerrero Negro accedieron a ser entrevistados. Las entrevistas se efectuaron tanto en la colonia Solidaridad (donde reside una gran parte de los pescadores), como en el puerto de arribo Las Casitas situado en las orillas de la laguna Ojo de Liebre.
Las entrevistas no estructuradas se dirigieron a los responsables de ocho cooperativas pesqueras de las zonas estudiadas: ‘Esteros y laguna de San Ignacio’ (2), ‘Pacífico Norte’ (4) y ‘Complejo lagunar Ojo de Liebre’ (2).
Este segundo viaje nos permitió completar la información que requeríamos sobre la organización de la pesca comercial ribereña en la REBIVI. Emplazamos nuestro campamento base en las instalaciones de la reserva denominada “Los Conos”, lo que nos permitió ahorrar gastos de hospedaje durante seis noches. Sirvan estas líneas para agradecer a la dirección su buena disposición y recibimiento.
Tratamiento de los resultados cualitativosPara la realización del análisis cualitativo utilizamos un procedimiento inductivo que trata la información de las preguntas realizadas y estructuradas por los ejes temáticos mencionados. Por medio de la estrategia de comparación constante (Strauss y Corbin, 2002) y de la codificación axial, construimos categorías que relacionamos entre sí, lo que nos permitió obtener mayor profundidad en los temas abordados.
Después de trabajar los datos cuantitativos y cualitativos, procedimos a expresarlos cartográficamente, pues es un medio que permite sintetizar e ilustrar los resultados de la investigación sobre la organización del sector pesquero comercial ribereño en las ANP estudiadas (Figura 4).
Los productos de este trabajo de campo han sido dos artículos finalizados y enviados a revistas indexadas de geografía. También hemos asistido a cinco congresos (tres internacionales y dos nacionales), ofrecido una conferencia y realizado una exposición fotográfica sobre la pesca comercial ribereña en la REBIVI. Hoy, estamos en el período de redacción de otros dos artículos. Además, nos encontramos en el diseño de un tercer trabajo de campo para indagar sobre dos nuevos temas: la diversificación económica de las cooperativas pesqueras de las zonas Pacífico Norte y complejo lagunar Ojo de Liebre y las incompatibilidades de la pesca deportiva y la comercial ribereña en el PNBL.
A modo de conclusiónNo debemos entender el trabajo de campo únicamente como la salida a un lugar donde se pondrán en práctica la observación y los instrumentos establecidos para obtener información. El trabajo de campo, dentro de la investigación geográfica, consta de tres fases primordiales. La primera tiene por objeto reconocer el territorio e indagar sus condiciones geográficas en cuanto a su organización social y uso de los recursos. Durante la segunda fase se pretende obtener información mensurable y concreta sobre el objeto de estudio. El trabajo de gabinete, anterior y posterior a la salida, es indispensables para el buen desarrollo de la investigación. En la tercera se corroboran los resultados de la investigación. Este trabajo presenta, principalmente, el contenido de las dos primeras fases, ya que pertenecen a un cuerpo de investigación mucho más amplio que está en pleno desarrollo. Los resultados que hemos obtenido hasta el momento ya son gratificantes.
En innumerables ocasiones el trabajo de campo rebasa las expectativas de búsqueda de información pues proporciona datos no considerados inicialmente que, a la postre, resultarán de gran utilidad tanto para la investigación en curso como para plantear nuevas perspectivas.
El trabajo de campo nos hace descubrir, sorprendernos y maravillarnos. Precisamente, esas emociones son las que elevan su dimensión sobre un mundo materialmente bulímico y depredador (Figura 5).