Esta obra está dividida en Introducción, tres partes con ocho capítulos, conclusiones y listado de abreviaturas. Las primeras ideas que desliza al lector son la polisemia y multidimensionalidad del concepto de etnicidad, las controversias de que ha sido objeto tanto en ciencias sociales como biomédicas y cómo el enfoque étnico ha permitido hacer una “gestión de poblaciones” a partir de etiquetar externamente a las minorías étnicas; por lo cual el autor vislumbra la necesidad de promover clasificaciones étnicas no convencionales y alternativas que permitan mostrar a grupos que han quedado “fuera de radar” del reconocimiento público y político.
El argumento central del libro se soporta en la idea de que la mayoría de las personas hemos adquirido nuestro nombre y apellido de antepasados inmediatos, o ha sido elegido por nuestros padres en formas no aleatorias sino mediadas por factores lingüísticos, religiosos, regionales, culturales e incluso jurídicos, así que nuestros nombres se eligen y se transmiten a través del tiempo y en el espacio moldeados por normas sociales no escritas, que producen patrones geográficos según la frecuencia de distribución en el espacio, lo que puede evidenciar los flujos migratorios, matrimoniales, condiciones de salud, herencia genética, proximidad ancestral dentro y entre las poblaciones, y proporcionar indicadores de estructuras de la población e incluso indicar zonas de origen.
Pablo Mateos recurre a una estrategia metodológica que parte de investigar el uso del nombre y apellidos de las personas para estudiar la etnia a nivel de población. En sus palabras, el libro sigue el viaje de los nombres de las personas en todo el mundo, propone el análisis de redes de nombres, patrones geográficos y frecuencia de nombres para construir mapas.
Un elemento novedoso también dentro de la trama del lbro, es que el autor muestra la total imbricación de conocimientos sobre la etnicidad desde diversas disciplinas científicas que transitan de ida y vuelta por la lingüística, la sociología, la antropología, la psicología, la historia, pasando por la genética, epidemiología, geografía, demografía, genealogía, hasta la economía, la física y las ciencias de la comunicación.
En cuanto al proceso metodológico, el autor sñala que los datos del registro de población pueden ser usados para construir redes de nombres globales. El estudio de caso que muestra corresponde a la ciudad de Auckland, Nueva Zelanda, una pequeña población étnicamente diversa en la que se pudo, mediante el procedimiento explicado en el libro, elaborar la primera red de nombres de la población de una ciudad completa, a partir de la vina: nombre y apellido.
El autor sugiere que los efectos netos de la migración humana en los últimos siglos ha sido generar nuevas “comunidades de nombres”, además de mostrar cómo las prácticas de asignar nombre, proporcionan perdurables fichas de afiliación cultural en la era de la globalización. Presenta también en forma novedosa algunas aplicaciones de la Clasificación Onomap a diferentes escalas geográficas, en temas como “integración social” o “segregación espacial” de grupos minoritarios, describiendo la técnica de agrupación de edes de nomenclatura y los antecedentes de la construcción de una clasificación mundial de nombres y apellidos en categorías de carácter Cultural, Étnico, origen Lingüístico (CEL).
La tercer y última parte del libro aborda las aplicaciones de los mapas de nombres en relación con la etnicidad, geografía y el origen étnico de los pueblos, utilizando la corriente geográfica de distribución de los nombres de las personas para descubrir los flujos histórics y contemporáneos de migración, así como las regiones de interacción cultural, utilizado frecuencias de apellidos de un barrio, una ciudad, una región o un continente.
Podemos decir, usando una frase del autor, que el libro muestra como, utilizado conocimientos de diversas disciplinas científicas, podemos encontrar “El mundo en una ciudad” y representarlo en mapas, pues “el espacio geográfico es la clave para vincular las temporalidades sociales y los procesos etnoculturales en las que se descubre el pasado y el presente de las migraciones actuales”.
Esta obra suma información desde un ángulo novedoso a varias disciplinas, es pródigo en contenido e interesante, proporciona una revisión minuciosa de los autores involucrados en el tema y antropológicamenre ofrece ideas novedosas sobre cómo mirar el parentesco, una de las principales áreas de estudio desde la antropología social.
Finalmente, es un libro que todo interesado en aspectos relevantes a las tecnologías geográficas y de infomación debe leer.