En el estudio titulado «Efectividad de la evaluación de historias clínicas informatizadas en un hospital universitario», se menciona que aproximadamente el 25% de los registros son inadecuados1, y con el uso de historias clínicas informatizadas puede llegar a mejorar en un 8,5%2, pero los errores de registro no desaparecerían con la implementación de sistemas informatizados.
La información de los registros hospitalarios es importante para diseñar sistemas de pago, medir calidad de la atención médica, diseñar políticas de salud, evaluar el rendimiento financiero, clínico y administrativo, evaluar costos, identificar riesgos de salud pública, auditoría financiera e investigación sanitarias3. Por ello contar con un sistema que proporcione precisión y especificidad de codificación es muy necesario dado que actualmente no existe un análisis sistemático de la calidad de la codificación4.
El perfil de morbilidad se define como el conjunto de enfermedades de interés de un individuo. En los datos de rutina de la atención hospitalaria, el diagnóstico principal se toma frecuentemente como la enfermedad de interés, el conjunto de diagnósticos secundarios como comorbilidad, definiéndose la comorbilidad como la coexistencia de varias enfermedades5. Pero no olvidemos que en la CIE-10, hay 2 códigos para aquellos diagnósticos que contienen información sobre una enfermedad básica generalizada (código primario señalado por una daga) y sobre la manifestación de esa enfermedad en un órgano o en una localización en particular que por sí misma es un problema clínico (código adicional señalada por asterisco). El código de asterisco nunca debe utilizarse aisladamente en el proceso de codificación6.
Al analizar los registros de hospitalización del sistema de gestión hospitalaria (SGH) de un hospital de alta complejidad del Seguro Social del Perú, se encontró registros que pueden alterar la calidad de la información para elaborar el perfil de morbilidad, entre ellos se encontró la concordancia del código registrado en historia clínica con el SGH (45,5%), registro de los códigos Z00-Z99, que mencionan factores que influyen en el estado de salud y contacto con los servicios de salud (23,4%), uso de cuarto digito del CIE-10 (XXX.9) inespecífico en el 22,3%, uso de códigos R00-R99 «para síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio» (16,3%), códigos no concordantes con el perfil de atención del servicio (15,6%) y uso de códigos adicionales como diagnósticos principales (15,4%).
En un estudio previo realizado en el mismo hospital se encontró que el no registro de la información imprescindible se da solo entre el 1,3-8,8%7, pero la calidad de esa información es una problemática aún pendiente por resolver; sobre todo porque actualmente se realizan índices pronósticos de comorbilidad validados y derivados de datos administrativos; y estos índices se seleccionan no solo por el tipo de datos disponibles, la población del estudio y el resultado específico de interés8, sino por la calidad de la información.
Por lo tanto, la implementación de evaluación de indicadores de calidad a partir de datos de rutina permitiría una medición continua de la calidad9, además de realizar capacitación constante al personal de salud para el uso correcto del sistema de registro.
FinanciaciónEl autor declara no haber recibido financiación para la realización de este trabajo.