Actualmente en varios estudios de numerosos países se ha propuesto el uso de la piel de pescado para tratar determinadas situaciones sanitarias.
En el estudio de Yang CK et al.1 realizado en 2016 en EE. UU. se analiza el injerto de piel de pez acelular en úlceras difíciles de curar. El objetivo principal fue evaluar el porcentaje de área de cierre de la herida en 18 pacientes. Los pacientes fueron sometidos a la aplicación de la piel del pez durante 5 semanas consecutivas, seguidas de 3 semanas de atención estándar. Se observó una disminución del 40% en el área de la superficie de la herida y una disminución del 48% en la profundidad de la herida con 5 aplicaciones semanales del injerto de piel de pescado y apósito secundario. El cierre completo se observó en 3 de los 18 pacientes al final de la fase de estudio. Este producto parece ser prometedor para el cierre de heridas
En el estudio de Magnússon S et al.2 realizado en 2015 en Islandia, se examina la piel de pez acelular del bacalao del Atlántico para tratar heridas crónicas. Los resultados mostraron que la estructura de la piel de este pez es porosa y el material es biocompatible. La electroforesis reveló proteínas indicativas de colágenos. El material no tuvo un efecto significativo sobre la secreción de IL-10, IL-12p40, IL-6 o TNF-α de monocitos o macrófagos. La piel del pez acelular no es tóxica, y no es probable que promueva respuestas inflamatorias. El injerto contiene colágeno I, promueve la angiogénesis y es compatible con el crecimiento celular. En comparación con productos similares, la piel de pescado acelular no confiere un riesgo de enfermedad y contiene más compuestos bioactivos, debido a un procesamiento menos severo.
En el estudio de Pinto Medeiros Dias MT et al.3 realizado en 2019 en Brasil se describe el procedimiento mediante el cual se proporciona a una paciente una neovagina anatómica y funcional con el uso de la piel de tilapia del Nilo para la proliferación del nuevo epitelio vaginal. El procedimiento fue simple, seguro, fácil, efectivo, rápido y mínimamente invasivo. La piel de pez tilapia es un biomaterial de bajo coste y ampliamente disponible.
Existe otro estudio similar realizado por Dias MTPM et al.4 también en 2019 en Brasil en el que se expone el uso de la piel de pez tilapia del Nilo para neovaginoplastia en pacientes con el síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser. La piel del pez tiene una microbiota no infecciosa, una estructura morfológica comparable a la piel humana y una alta biorreabsorción in vivo. En este estudio la neovaginoplastia con piel de pez ofreció a 3 pacientes una neovagina anatómica y funcional mediante un método simple con una efectividad potencial a largo plazo. Cuando la dilatación posquirúrgica se realizó correctamente, se mantuvo una longitud vaginal mayor de 6cm a los 180 días del seguimiento. Los análisis revelaron la presencia de epitelio escamoso estratificado con alta expresión de citoqueratinas y factor de crecimiento de fibroblastos, que coinciden con las características del tejido vaginal adulto normal.
En el estudio de Woodrow T et al.5 realizado en 2019 en Reino Unido se evalúa el beneficio de un injerto de piel de pescado intacto rico en omega-3, en el tratamiento de las heridas postoperatorias del pie diabético. El apósito se aplicó semanalmente durante 6 semanas. El rango del área de la herida fue de 0,94 a 29,55cm2. En heridas de menos de 3 meses de duración, independientemente del tamaño, el porcentaje medio de reducción del área de la herida fue superior al 84,9% a las 6 semanas. Hubo 2 heridas durante 3 meses de duración, en estas la reducción del área de la herida fue menor del 42% a las 6 semanas. Ningún paciente desarrolló infección o reacciones cutáneas, olor, secreción o picazón. Por tanto, los resultados demuestran que la tendencia hacia la curación es más marcada en heridas de menos de 3 meses de duración. Esto sugeriría que el injerto de piel de pescado tiene el potencial de disminuir el tiempo de curación en este grupo de pacientes cuando se usa al principio del proceso de curación, tal vez como un complemento de rutina para el manejo postoperatorio de la herida del pie diabético.
En el estudio de Alam K et al.6 realizado en 2019 en Reino Unido se tratan a 10 pacientes con quemaduras con xenoinjertos de piel de pescado. Tras dicha intervención se puede demostrar la eficacia de la piel de pescado en quemaduras agudas. No hubo reacciones adversas ni infecciones, se aceleró la cicatrización y se disminuyó el dolor.
Al observar los resultados de los estudios expuestos se puede comprobar el potenciar que presenta la piel del pescado para favorecer el cierre de heridas, para tratar quemaduras agudas, para la neovaginoplastia, para el tratamiento de heridas crónicas y para el tratamiento de las heridas postoperatorias del pie diabético. El uso de la piel del pescado con estos fines es muy actual y novedoso, pero a la vez prometedor, por lo tanto, resulta fundamental incrementar el número de estudios en este ámbito para poder establecer de manera concreta la eficacia, la seguridad, la forma correcta de uso, la interacción sinérgica con otros productos, valorar su eficacia en diferentes tipos de heridas y evaluar los resultados a largo plazo. Todo ello permitirá ofrecer a los pacientes los mejores cuidados y tratamientos basados en la evidencia sanitaria más actual.
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