El síndrome antifosfolipídico (SAF) presenta una gran variablidad clínica, con manifestaciones que pueden ir desde tromboembolia venosa a preeclampsia, pasando por trombosis arteriales o de pequeños vasos cerebrales o renales. Es muy importante un alto grado de sospecha clínica para su diagnóstico y tratamiento antes de que produzca un daño irreversible. La positividad repetida de anticoagulante lúpico (AL), anticuerpos anticardiolipina (aCL) a valores altos o AL, aCL y anti-ß2GPI de forma combinada apoyan el diagnóstico de SAF en el contexto clínico adecuado.
El tratamiento se sigue basando en los medicamentos anticoagulantes y antiagregantes. Si bien existe cierta polémica al respecto del manejo ideal de las diferentes situaciones clínicas, la anticoagulación indefinida es aceptada de forma general. Nuestra recomendación es ampliar la intensidad de anticoagulación en pacientes con trombosis recidivantes y/o arteriales y asegurar un adecuado control de los factores de riesgo vascular. En pacientes embarazadas con anticuerpos antifosfolipídicos se debe llevar a cabo un seguimiento combinado médico-obstétrico, utilizar siempre aspirina a dosis bajas y añadir heparina en las pacientes con trombosis previas, historia de muerte fetal o fracaso de la aspirina en monoterapia.
The antiphospholipid syndrome (APS) is characterised by a great clinical variability, with diverse clinical presentations such as venous thromboembolism, preeclampsia, arterial thrombosis and renal and cerebral small vessel thrombosis. Given this wide spectrum of manifestations, it is very important to make an early diagnosis in order to start adequate medical therapy before irreversible damage ensues. Persistent positivity of lupus anticoagulant (LA), anticardiolipin antibodies (aCL) at high levels or the combined triple positivity of LA, aCL and anti-ß2GPI make the diagnosis of APS likely in the adequate clinical setting.
The treatment of APS is based on antiaggregant and anticoagulant drugs. The optimal approach is still debated; however, indefinite anticoagulation is warranted. We recommend high intensity anticoagulation in patients with arterial and/or recurrent events, as well as a strict control of vascular risk factors. Pregnant women with APS should be best attended in combined medical-obstetric clinics. Low dose aspirin should be given to every pregnant woman with antiphospholipid antibodies, with the addition of low molecular weight heparin in those with previous thrombosis, previous fetal death or failure of monotherapy with aspirin.
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