Varón de 63 años con EPOC GOLD 3 grupo B e índice BODE 6, posible candidato a trasplante pulmonar, que acudió a revisión durante la pandemia por COVID-19 siguiendo las normas preventivas establecidas que incluían el uso obligatorio de mascarilla facial. Durante la visita se comprobó hábito tabáquico mediante cooximetría, para lo que tuvo que retirarse la mascarilla, objetivándose lesión ulcerada y sangrante en el labio inferior (fig. 1), sin tener constancia de la misma durante la entrevista ya que el paciente minimizaba la clínica, con diagnóstico final de carcinoma espinocelular.
Dentro de las contraindicaciones absolutas para la realización de trasplante pulmonar destaca la presencia de enfermedad neoplásica con periodo libre de enfermedad mínimo de 5 años, con excepción de los tumores de piel localizados de estirpe espino/basocelular en los que se consideran 2 años1.
En la actual situación de pandemia nos hemos visto obligados a implantar medidas de seguridad en nuestra práctica habitual, sin embargo, hay que hacer hincapié en que dichas medidas no se pueden traducir en una disminución de la calidad en la asistencia que ofrecemos a nuestros pacientes, no olvidándonos de la importancia de la exploración clínica completa.