INTRODUCCIÓN
Por todos es bien conocida la alta tasa de embarazos no deseados en adolescentes de todo el mundo; así en España se estima que entre un 69% y un 90% de los embarazos en este grupo de mujeres son no deseados1. Asimismo el 9% de las jóvenes españolas que han mantenido relaciones sexuales completas declaran haberse quedado embarazadas2.
Todo ello lleva consigo mayor riesgo para la salud de la madre y del feto, así como repercusiones económicas, sociales y en educación3-5.
Debido a esta problemática comenzó a utilizarse la anticoncepción de emergencia (AE), que se define como una serie de métodos que utilizados dentro de un período máximo de tiempo tras un coito sin protección, evita un embarazo no deseado6. Ya en el siglo XX, Yuzpe7 describió la posibilidad de utilizar una combinación de estrógenos (estradiol) y gestágenos (levonorgestrel) como AE. Actualmente se utilizan únicamente gestágenos, 0,75 mg de levonorgestrel, administrado en dos tomas separadas 12 horas entre sí, en las primeras 72 horas tras una relación completa sin protección o en la que haya fallado el método anticonceptivo.
Debido a la importancia y trascendencia actual del tema decidimos realizar un estudio que nos permitiera conocer el perfil de las usuarias de la píldora del día después, así como las características de la demanda de dicho medicamento.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se trata de un estudio descriptivo, transversal, realizado entre junio de 2002 y junio de 2004, en el ámbito de Atención Primaria, en un punto de atención continuada (PAC) del medio urbano de Toledo.
La población de nuestro estudio está constituida por las mujeres que acudieron al servicio de urgencias del centro de salud solicitando la "píldora del día después".
Dichos casos se recogieron por el personal médico que trabaja en dicho servicio, mediante la realización de una encuesta a las solicitantes.
Las variables estudiadas fueron las siguientes: edad de la paciente, nivel de instrucción académica, situación laboral, estado civil, tiempo transcurrido desde el coito, método anticonceptivo habitual, uso previo de la AE, razón que motivó su uso previo, personas con las que acude al PAC (pareja, amigos, familiares, etc.), día de la semana, mes del año y hora del día en que se solicita la píldora.
A posteriori se recogieron otras variables, mediante entrevista telefónica con la paciente: si habían tomado o no la píldora prescrita, si hubo o no embarazo y los efectos adversos sufridos tras la toma de la medicación.
Los datos fueron introducidos en una base del programa SPSS 10.0 para Windows. Para su descripción se utilizaron los parámetros habituales (media, porcentaje), con los intervalos de confianza del 95% (IC 95%) correspondientes.
RESULTADOS
La muestra está formada por 132 mujeres, con una edad media de 22,9 años (IC 95% 21,8-24,1) y un rango entre 14 y 46 años. El 38,6% son menores de 19 años, mientras las mayores de 30 años representan un 13,6%.
Un 85,6% de nuestras pacientes eran solteras, un 12,1% estaban casadas y un 2,3% separadas. La mayor parte de estas mujeres refieren tener pareja estable (82,4%).
En cuanto a la situación laboral, el 45,8% eran estudiantes. Tenían estudios superiores el 15,2%, medios el 66,7% y primarios el 18,2%.
El 86,4% pertenecía a la zona de referencia del PAC.
Sobre su historia obstétrica, un 20,5% tenían algún hijo (IC 95% 14,1-28,5), mientras que un 6,1% habían tenido algún aborto. El método anticonceptivo utilizado habitualmente era el preservativo (80,2%); un 7,6% eran usuarias de anticonceptivos orales, mientras el 12,2% restante no utilizaba ningún método.
La solicitud de AE se debió sobre todo a la rotura de preservativo (75,8%); en un 17,7% a la no utilización de método alguno, y en un 6,5% de los casos a otras causas.
Los meses en los que más se solicitó la píldora fueron agosto, septiembre y diciembre (fig. 1). Los domingos y los sábados son los días de mayor demanda (fig. 2). El 49,2% de las solicitudes se hicieron entre las 16 y las 24 horas; el 30,3%, entre las 0 y las 8 horas, y el 20,5% restante entre las 8 y las 16 horas. El número medio de horas transcurrido desde el coito sin protección hasta la solicitud fue de 14,5 horas (IC 95% 12,0-17,0), mientras la mediana era de 8 horas.
Figura 1. Solicitudes por meses.
Figura 2. Solicitudes por día de la semana.
En la figura 3 se aprecia que en la mayor parte de las ocasiones acude con su pareja.
Figura 3. Acompañantes.
El 24,4% (IC 95% 17,5-32,8) de las solicitantes ya había recibido en alguna otra ocasión la AE. La solicitud fue más demorada en las usuarias que ya habían utilizado previamente AE (17,4 horas) que en las que no lo habían hecho (13,2), aunque las diferencias no son estadísticamente significativas.
Se prescribió la píldora al 90,2%, denegándose al resto por derivarse a su médico fundamentalmente. En el 100% de los casos se indicó levonorgestrel.
El 14,0% de las mujeres no tomaron finalmente la medicación, aludiendo motivos éticos (9,3%) o "miedo" a los efectos secundarios (4,7%).
Un 9,8% refirieron haber sufrido algún efecto secundario (náuseas, vómitos o cefaleas); no se reportó ningún embarazo.
DISCUSIÓN
El perfil de las usuarias de la píldora del día después que acudieron a nuestro centro de salud coincide con el de la mayor parte de los estudios llevados a cabo sobre este tema8-18; se trata de mujeres jóvenes, cuya media de edad son los 23 años, la mayoría estudiantes, con pareja estable, sin hijos y sin método anticonceptivo habitual.
Aunque la principal razón por la que solicitan este tipo de medicación es por fallo del método anticonceptivo usado generalmente la rotura del preservativo es la causa más aducida, en nuestro estudio hay un porcentaje de pacientes próximo al 20% que reconoce no haber utilizado ningún método anticonceptivo en su relación, porcentaje superior al encontrado en otros trabajos similares al nuestro19,20. En el fondo, todos los que atendemos demandas de este tipo somos conscientes de que esta cifra debería ser mucho mayor, ya que en la mayoría de los casos sospechamos que no han empleado ningún método de protección.
Coincidiendo con otros estudios19,20 la mayor parte de las mujeres solicitan la AE durante los meses de verano o períodos vacacionales. Tampoco es de extrañar que la mayoría de las demandas ocurran en los fines de semana y días festivos, ya que es en estos momentos cuando más salen y se relacionan los jóvenes.
Nos llamó la atención el alto porcentaje de pacientes que utilizaban la píldora de forma repetitiva, hasta una cuarta parte de nuestras pacientes ha solicitado este método en más de una ocasión, siendo este dato, en general, superior al recogido en trabajos anteriores19-22. Todo ello nos hace pensar en una evolución al alza en el número de usuarias de AE que hace que cada vez sea mayor el porcentaje de "repetidoras". Creemos que desde Atención Primaria se deben poner en marcha actuaciones para frenar este uso indiscriminado de la AE, ya que, como es sabido, no se trata de un anticonceptivo de uso regular23,24.
La media de horas transcurridas desde el momento del coito (14 horas) es ligeramente inferior a otros estudios22. Este dato es sumamente importante, pues como sabemos la administración temprana de la píldora aumenta la eficacia de la misma25. También nos sugiere una fácil accesibilidad a este servicio en las urgencias de los PAC en nuestra área de salud.
Para finalizar, creemos que se debe hacer hincapié en el buen uso de la "píldora del día después", administrándola como AE lo antes posible después de un coito sin protección y no usándola como método anticonceptivo. Probablemente sea necesario intervenir, realizando una correcta educación sanitaria, no sólo en las mujeres que nos demandan AE, sino en las adolescentes, un grupo de edad vulnerable en el que aún es posible, además de aportar información sobre anticoncepción, modificar sus hábitos sexuales y orientarles sobre la elección de un adecuado método anticonceptivo.
Correspondencia: T. Santamaría Rodríguez.
C/ Chile, 3, 4.º D.
45004 Toledo.
Correo electrónico: teresitasr@hotmail.com
Recibido el 31-08-05; aceptado para su publicación el 16-02-06