Presentamos 2casos de pacientes con cáncer de pulmón diagnosticados tardíamente en Atención Primaria.
El primer caso es el de un varón de 78 años, exfumador desde hace un año de 30 paquetes al año, con antecedentes de paquipleuritis en relación con exposición al amianto, diabetes mellitus tipo 2 y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Acude a consulta por un cuadro de tos con expectoración hemoptoica, astenia, anorexia y pérdida de 5kg, de 2 meses de evolución. La auscultación pulmonar es normal. En la radiografía de tórax se observa agrandamiento del hilio derecho y un nódulo en base derecha (fig. 1). Se deriva para completar estudio de masa pulmonar, y se confirma el diagnóstico de cáncer de pulmón microcítico estadio IV con metástasis pancreática y suprarrenal.
En el segundo caso, presentamos un varón de 61 años, fumador de 51 paquetes al año, con antecedentes de hipertensión arterial y cardiopatía isquémica. Presenta tos seca, disnea de moderados esfuerzos, astenia, anorexia y pérdida de 30kg en 10 meses. En la auscultación pulmonar hay ausencia de murmullo vesicular en todo el hemitórax izquierdo. La radiografía de tórax urgente muestra una opacificación del hemitórax izquierdo con pérdida de volumen (fig. 2). La tomografía axial computarizada confirma la presencia de una masa pulmonar izquierda que obstruye el bronquio principal izquierdo y provoca atelectasia completa del pulmón.
El cáncer de pulmón es la primera causa de mortalidad por cáncer en el mundo1. El diagnóstico precoz en muy importante para mejorar la supervivencia2. La detección temprana es un gran desafío en Atención Primaria, dado que la mayoría de los pacientes con cáncer de pulmón no diagnosticado solicita asistencia en primer lugar al médico de familia y más de un tercio consulta 3 o más veces al médico antes de ser derivado para estudio3,4. En la actualidad solo disponemos de la historia clínica y la radiografía de tórax para detectarlo. No existen marcadores tumorales específicos ni son accesibles otras pruebas de imagen en Atención Primaria. Aunque la tomografía axial computarizada de baja dosis como prueba de cribado en personas asintomáticas con riesgo elevado de cáncer de pulmón ha demostrado que detecta la enfermedad en estadios más precoces y que disminuye la mortalidad, su utilización no está generalizada ni es una prueba disponible actualmente en nuestras consultas2,3.
El cáncer de pulmón en estadio precoz suele ser asintomático y, cuando aparecen síntomas, la enfermedad ya está avanzada y presenta mal pronóstico. La clínica inicial es inespecífica o se manifiesta como síntomas respiratorios comunes a otras enfermedades benignas5. La guía NICE basa sus recomendaciones para realizar una radiografía de tórax en la historia clínica. Son síntomas de sospecha la tos, la disnea, el dolor torácico, la astenia, la pérdida de peso y la anorexia. Se recomienda realizar una radiografía de tórax urgente (en menos de 2 semanas) en pacientes de 40 o más años con 2 o más de estos síntomas, con un síntoma si han fumado alguna vez en su vida o si presentan infección pulmonar persistente o recurrente, acropaquias, adenopatía supraclavicular o cervical persistente o trombocitosis. Se aconseja derivar para estudio con sospecha de malignidad (cita en menos de 2 semanas) si se observan alteraciones sugerentes de cáncer de pulmón en la radiografía de tórax y a los pacientes de 40 o más años con hemoptisis no explicada por otra causa6.
Para realizar el diagnóstico más temprano, y hasta que no se consoliden otras pruebas de cribado, los médicos de familia debemos mantener un nivel adecuado de sospecha clínica, solicitar una radiografía de tórax en pacientes de alto riesgo que presenten síntomas sugerentes de cáncer de pulmón y realizar un seguimiento estrecho a los pacientes con síntomas persistentes y radiografía de tórax normal3.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.