La odinofagia es uno de los motivos más frecuentes de consulta en atención primaria. El dolor de garganta de presentación aguda es, a menudo, ocasionado por infecciones autolimitadas de la vía aérea superior, sin embargo, también puede ser la forma de presentación de otras enfermedades potencialmente graves como los abscesos periamigdalino o retrofaríngeo y la epiglotitis1.
La epiglotitis aguda del adulto es una enfermedad poco frecuente, potencialmente grave e incluso letal, que es causada por una inflamación de la epiglotis y a menudo de otras estructuras anatómicas supraglóticas. Hasta en un 90% de los casos el microorganismo responsable es el Haemophilus influenzae tipo b (Hib), aunque pueden causarla otros gérmenes como Streptococcus pneumoniae o Staphylococcus pyogenes1–8.
Debido al uso de la vacuna contra el Hib en niños, la epiglotitis aguda descendió notablemente en este grupo. No obstante, los adultos que no han recibido dicha inmunización aún son vulnerables1–3,5–8.
Presenta una incidencia de 2 a 3 casos por cada 100.000 habitantes, siendo mayor en varones y en el rango de edad comprendido entre los 35 y 39 años1,3,8. Se consideran factores de riesgo el tabaquismo y comorbilidades asociadas como la diabetes mellitus2,3,8.
La forma de presentación clínica de la epiglotitis en el adulto consiste en un cuadro brusco de malestar general, inicialmente acompañado de faringolalia (voz gangosa o engolada) y odinofagia intensa. A medida que evoluciona el proceso, el paciente presenta sialorrea, disfonía, voz apagada, tos seca, estridor y posición «en trípode» debido a la dificultad respiratoria1–3,4-7,9.
Su diagnóstico es clínico, confirmándose mediante la visualización de la epiglotis y supraglotis con un laringoscopio (esta técnica suele estar contraindicada en niños). Este procedimiento solamente debe realizarse por personal altamente entrenado para ello, debido a la dificultad técnica en esta entidad y a que los intentos reiterados pueden incrementar la inflamación mucosa. La laringoscopia nos revelará una epiglotis edematizada y muy eritematosa (rojo cereza)1–9. En ocasiones se puede apreciar un absceso de la cara lingual de la epiglotis.
En la radiografía lateral de cuello se puede observar el signo de la valécula o del dedo pulgar, que corresponde con la epiglotis inflamada1–3,7. La realización de una TAC no es necesaria para el diagnóstico, pero será de utilidad si se encuentra un absceso de epiglotis y se requiere valorar su extensión1–3,8,9. En la analítica puede objetivarse leucocitosis con desviación izquierda1.
El paciente con epiglotitis aguda requiere hospitalización para llevar a cabo vigilancia estrecha de la vía aérea e instaurar tratamiento endovenoso con antibioterapia empírica (cefalosporinas de segunda y tercera generación)1–9. El uso de corticoides es controvertido, no encontrándose relación con la mejoría de la evolución de la enfermedad1–3,8,9.
La mayoría de los adultos con epiglotitis evolucionan satisfactoriamente en 24-48h una vez se instaure el tratamiento y su pronóstico suele ser bueno, aunque en ocasiones se precisará intubación o incluso si esta no fuera posible, por encontrarse la zona muy edematosa, la realización de una traqueotomía1,3,5,7. Se han descrito casos de parada cardiorrespiratoria. La mortalidad oscila entre un 1-2% según diferentes autores4,6.
A raíz de un caso de epiglotitis aguda en un adulto en nuestro hospital se realiza un estudio retrospectivo durante el período 2011-2016, encontrándose los siguientes casos clínicos:
Caso 1Mujer de 49 años que acude a consulta por odinofagia. Dentro de los antecedentes personales destacan: obesidad mórbida grado iii, hipertensión arterial y diabetes mellitus ii. Intervención quirúrgica: esplenectomía. La paciente refiere un cuadro de varias horas de evolución de odinofagia intensa, fiebre de 38°C y disnea. En la exploración física se objetiva que la paciente se encuentra eupneica, manteniendo saturaciones de oxígeno en el rango de la normalidad, faringolalia e inflamación de la epiglotis.
Caso 2Varón de 37 años que presenta como antecedentes personales de interés diabetes mellitus 1 y realización de profilaxis reciente con isoniacida por contacto familiar de tuberculosis. El paciente consulta por cuadro de 48h de evolución de malestar general, odinofagia intensa y leve disnea. En la exploración física se encuentra faringolalia y gran inflamación de la epiglotis.
Caso 3Mujer 69 años que consulta por odinofagia intensa. Dentro de los antecedentes personales reseñables presenta hipertensión arterial y anemia aplásica. La paciente refiere un cuadro de horas de evolución de odinofagia intensa, malestar general y fiebre de 38°C. La exploración física revela epiglotis edematosa y enrojecida.
Caso 4Varón de 74 años con antecedente de síndrome mielodisplásico de evolución tórpida, a tratamiento por el servicio de hematología que consulta por importante odinofagia, disfonía y fiebre de 38,5°C. En la exploración física se observa inflamación de epiglotis con hematoma y supuración por absceso epiglótico.
En los 4 casos, ante la sospecha clínica de epiglotitis se decidió derivación al servicio de urgencias hospitalarias. Se realizaron analíticas sanguíneas objetivándose marcada leucocitosis y radiografías cervicales (figs. 1, 2). En todos los casos se procedió al ingreso hospitalario en el servicio de otorrinolaringología, donde se administró antibioterapia endovenosa con cefalosporinas de tercera generación y corticoterapia, con evolución favorable por lo que se decidió alta hospitalaria y control ambulatorio. En el caso número 3 se recogió hemocultivo, siendo positivo para Streptococcus pyogenes. En el caso número 4, su cuadro hematológico no permitió el drenaje quirúrgico del absceso epiglótico.
DiscusiónLa odinofagia es, como ya hemos comentado, un motivo muy frecuente de consulta tanto en atención primaria como en los servicios de urgencias. Sus causas habitualmente son benignas, autolimitadas y con buen pronóstico. Sin embargo, dentro del diagnóstico diferencial de la odinofagia, no debemos olvidar aquellas causas infecciosas menos frecuentes, pero potencialmente mortales, como es el caso de la epiglotitis.
Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.