Mujer de 28 años acude a consulta de dermatología por exantema cutáneo pruriginoso de un mes de evolución. A la exploración cutánea se observan pápulas y placas eritematosas poligonales y de coloración blanquecina brillante, predominantemente en tronco, pliegues inguinales y glúteos (figs. 1 y 2). Entre los hallazgos analíticos destaca leucocitosis de 15,9×103μl, con serologías negativas para VHB, VHC, VIH, VEB, CMV y sífilis; y autoinmunidad negativa incluyendo ANA y ENA (Ro, La, Sm, RNP, Mi-2). En la biopsia cutánea se observan vesículas intraepidérmicas e infiltrado inflamatorio linfocitario en banda. En la anamnesis dirigida, el día previo al inicio del cuadro había consumido un producto de herbolario que contiene hierba de San Juan (Hypericum perforatum). Se retira el medicamento y se inicia el tratamiento con crema de metilprednisolona aceponato al 0,1%, con resolución clínica en 3 días.
El Hypericum perforatum ha sido utilizado tradicionalmente como tratamiento de depresión y ansiedad. Entre sus efectos adversos cutáneo-mucosos destaca la fotosensibilidad, hiperhidrosis, xerostomía, prurito, rash cutáneo, pénfigo foliáceo y exacerbación de enfermedades autoinmunes preexistentes. Ante un exantema cutáneo resulta fundamental realizar una correcta anamnesis orientada a la toma de fármacos, incluyendo hierbas medicinales, vitaminas y productos de herbolario.
Se ha contado con el consentimiento del paciente y se han seguido los protocolos del centro de trabajo sobre el tratamiento de la información de los pacientes.
FinanciaciónLos autores declaran no haber recibido financiación para la realización de este trabajo.