Actualmente se considera que la obesidad es una enfermedad crónica y multifactorial, consecuencia de la interacción entre el genotipo y el ambiente1. En los países desarrollados, afecta a un gran porcentaje de la población de todas las edades y condiciones sociales y a ambos sexos (en España, el 13,2% de los varones y el 17,5% de las mujeres entre 25 y 64 años son obesos)2. Su prevalencia aumentó, y sigue aumentando, hasta adquirir proporciones epidémicas (en España se incrementó un 34,5% en 14 años)3,4.
Las personas obesas tienen más riesgo de diabetes mellitus, hipertensión, cardiopatía isquémica, litiasis de vesícula, artrosis y cáncer, y la obesidad es la segunda causa de mortalidad prematura y evitable después del tabaquismo.
Si tenemos en cuenta que más del 80% de la población acude a su Centro de Salud cada año, comprenderemos la importancia de los profesionales (médicos, farmacéuticos, enfermeros, etc.) de la Atención Primaria de Salud (APS) en la prevención primaria y secundaria de la obesidad. Para ello se precisan conocimientos, unas condiciones adecuadas de trabajo y una actitud positiva del profesional hacia el sobrepeso y la obesidad. El conocimiento de los problemas que dificultan el manejo adecuado del sobrepeso y obesidad en APS ayudará a desarrollar estrategias necesarias para su abordaje.
El propósito del presente trabajo es evaluar la actitud que los médicos de Atención Primaria tienen con respecto al diagnóstico del sobrepeso y la obesidad y conocer los problemas que dificultan su manejo adecuado en APS. Hasta ahora, y a diferencia de otros países5-7, no hay ningún estudio que aborde dicha cuestión.
MATERIAL Y MÉTODOSe realizó un estudio descriptivo transversal, mediante muestreo aleatorio, con un cuestionario autoaplicable validado y anonimizado de 61 ítems, que exploran variables sociodemográficas, medios, procedimientos, actitudes y necesidades. Para ello se realizó una revisión exhaustiva del material y la bibliografía sobre el tema, con delimitación de lo que se deseaba medir y la elaboración de los ítems, de forma que todas las áreas de interés quedasen representadas. Posteriormente se realizó una validación por expertos.
Criterio de inclusión: ejercer como médico de familia en APS. Criterio de exclusión: se excluyó del estudio a pediatras y puericultores por entender que el problema de la obesidad, en la población pediátrica, requiere un abordaje específico y de mayor complejidad. Ámbito del estudio: centros de Atención Primaria de Galicia.
Para el análisis estadíastico de los datos se utilizó el programa informático SPSS® 15.0. Las variables cuantitativas se expresaron con medidas de centralización y dispersión (media ± desviación estándar) y las variables cualitativas, como frecuencias y porcentajes. Para la comparación de variables cualitativas se utilizó la prueba c2 de Pearson, considerando que la relación era estadísticamente significativa si c2 < 0,05 (valor utilizado por convención en ciencias de la salud).
RESULTADOSSe distribuyeron 200 cuestionarios en 30 Centros de Salud. De ellos, 126 médicos aceptaron responder al cuestionario y la tasa de respuesta alcanzada fue del 63%. Las características basales de los encuestados se reflejan en la tabla 1.
Tabla 1. Características basales de los encuestados
El 74,07% conoce el punto de corte del índice de masa corporal (IMC) con que las sociedades científicas definen obesidad, frente al 25,93% que lo desconoce. La Guía de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad es utilizada en su práctica clínica habitual por el 5,56% de los encuestados.
La media del tiempo de que disponen los médicos encuestados durante las consultas a demanda es de 5,42 ± 1,73 min. En cuanto al tiempo disponible por paciente durante las consultas programadas, el 14,81% de los médicos dispone de 5 min o menos por consulta, el 62,96% entre 5 y 15 min y el 14,81% afirma dedicar más de 15 min.
El 89% declara que en su Centro de Salud no existe ningún programa específico para el tratamiento y el seguimiento del sobrepeso y la obesidad, y el 94,44% afirma que en su centro no existe ningún grupo de apoyo para el tratamiento de la obesidad. En la tabla 2 se describen los problemas reflejados por los médicos para el tratamiento de la obesidad. La actitud de los médicos ante el paciente obeso se refleja en la tabla 3. El 64,88% siente frustración ante la dificultad para conseguir pérdidas de peso en los pacientes y el 77,78% opina que el paciente no reconoce sus malos hábitos alimentarios. En la tabla 4 se describen las actitudes que los médicos de familia han de adoptar y en la tabla 5, el tipo de intervenciones y la frecuencia con que se realizan.
Tabla 2. Percepción de los médicos de familia sobre los problemas existentes para el diagnóstico y el seguimiento del sobrepeso y la obesidad
Tabla 3. Actitud de los médicos de familia ante el paciente obeso
Tabla 4. Cómo aprecian los médicos de familia qué actitud adoptar ante el diagnóstico del sobrepeso y la obesidad
Tabla 5. Tipo de intervenciones y frecuencia con que se realizan en los pacientes diagnosticados de sobrepeso u obesidad
La obesidad mórbida, las endocrinopatías y los trastornos graves del comportamiento alimentario son motivos de derivación a Atención Especializada para casi todos los encuestados. En la tabla 6 se describen las situaciones que podrían justificar esta derivación según los médicos de familia.
Tabla 6. Apreciación de la situaciones que hacen necesario derivar al paciente obeso a la Atención Especializada
El 89,19% de los médicos consideran que disponer de más tiempo, más formación (92,59%) y profesionales con formación específica como psicólogos, dietistas, etc. (87,04%) mejoraría la atención a la obesidad.
En cuanto al análisis de relaciones, entre las distintas variables, por sexos se encontró que los varones declaraban con mayor frecuencia que las mujeres no poseer formación específica en la realización de dietas, con diferencia estadísticamente significativa (c2 = 0,023). Una relación muy semejante se encontró en lo referente a la falta de formación específica en técnicas de conducta: los varones declararon este problema con más frecuencia que las mujeres (c2 = 0,043). Una relación semejante se encontró entre la sensación de frustración por la dificultad en mantener las pérdidas de peso, más frecuente entre los varones. Esta relación no alcanzó significación estadística (c2 = 0,053); sin embargo, la evolución de los datos indica que con un tamaño muestral mayor probablemente sí se alcanzaría dicha significación.
Ante un paciente con sobrepeso las mujeres declaran con mayor frecuencia que los varones hacer intervenciones para evitar el desarrollo de obesidad, con diferencia muy significativa (c2 = 0,005).
Por grupos de edad, los médicos de mayor edad refieren con mayor frecuencia (c2 = 0,047) la falta de formación específica.
DISCUSIÓNNuestro trabajo (similar a otros realizados en diferentes países 5,7-9), trata de conocer cuáles son las actitudes y las prácticas de los médicos que trabajan en la Comunidad Autónoma de Galicia (cuyas condiciones de trabajo son similares a los de otras comunidades de nuestro país), mediante un cuestionario (adaptado a nuestro medio) dirigido a dichos profesionales, con respecto a un problema de salud tan importante como el de la obesidad y el sobre-peso.
Una gran mayoría de los médicos encuestados (84,2%) considera que es una actividad que se debe realizar en APS. Una porción importante (casi el 70%) afirma que determina sistemáticamente el peso, la talla y el IMC, al menos en una ocasión, a todos los usuarios y dan recomendaciones sobre hábitos de vida saludables a más de un 62% de los pacientes con normopeso. Muy pocos de los encuestados sienten rechazo hacia el paciente obeso, y sólo un 5,6% se siente mal cuando examina a un obeso.
Estos datos traducen una importante concienciación del problema entre los profesionales. Sin embargo, a pesar de dicha concienciación, más de la mitad de los encuestados no siguen ningún protocolo o guía de práctica clínica y, entre los que afirman seguirla, sólo el 5,56% utiliza la guía de la SEEDO. Además, el 92,9% refiere que en su Centro de Salud no hay ningún programa específico para el tratamiento de la obesidad. Estos datos reflejan la falta de conocimiento y de aplicación de programas adecuados para el tratamiento de la obesidad que hay entre los médicos.
Un problema importante es la falta de tiempo. Con una media de 5 minutos por consulta, resulta comprensible que el manejo de la obesidad se limite, en buena parte de las ocasiones, a la mera recomendación de hábitos de vida saludable.
El 68,52% de los médicos refieren que les falta formación (la mayoría pertenece a una franja de edad que corresponde a una época en la que no se dedicaba tiempo suficiente al estudio y el tratamiento de la obesidad en las facultades de Medicina ni en el posgrado). El estudio realizado entre los médicos de APS israelíes da un resultado similar6, y el realizado en Australia da un resultado contrario5. Más de la mitad de los médicos encuestados manifiestan falta de motivación; en ello influyen la dificultad que tienen para que sus pacientes alcancen un peso adecuado (lo alega más del 85% de los encuestados), y la consideración de que las personas obesas no perciben la obesidad como un problema de salud. La insatisfacción profesional en el manejo de la obesidad, tanto para médicos como para otros profesionales de la salud, coincide con otros datos publicados anteriormente por Hoppe et al10, Campbell et al11 y Thuan et al12 en un estudio realizado con médicos franceses.
Al contrario de lo que ocurre entre los médicos australianos5, el 87,04% de nuestros médicos de APS estarían dispuestos a trabajar con otros profesionales (dietistas, psicólogos, etc.) en el tratamiento de la obesidad, y el 92,59% estaría dispuesto a recibir cursos de formación sobre el manejo del sobrepeso y la obesidad.
Los datos expuestos muestran de forma contundente que la obesidad recibe un tratamiento deficiente en nuestra APS. Entre los problemas que lo condicionan, destacan la formación deficiente de los facultativos, la falta de tiempo, no aplicar y no conocer los programas, la desmotivación de los profesionales, que los pacientes no reconocen el problema y el bajo porcentaje de éxitos que se consiguen.
Como datos positivos, destacan el alto grado de concienciación entre los profesionales y su buena disposición para trabajar con otros profesionales, así como para formarse. Si tenemos en cuenta que la obesidad es la segunda causa evitable de muerte después del tabaquismo y la magnitud epidémica que está adquiriendo, deduciremos que es muy importante que cambien las condiciones de trabajo de los facultativos de APS, que se les proporcione formación y que se integren otros profesionales en el tratamiento de la obesidad.
CONCLUSIONESLos principales problemas que dificultan el correcto diagnóstico y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad son: la falta de tiempo y de formación específica y que los profesionales no siguen las guías de práctica clínica.
De los pacientes, los médicos destacan como problemas la falta de percepción de la obesidad como problema de salud y la negativa de éstos a reconocer sus malos hábitos alimentarios.
Se detecta una sensación de frustración y dificultad para conseguir y mantener objetivos de peso aceptable en los pacientes.
Los médicos tienen buena disposición para recibir formación específica y colaborar con otros profesionales en el manejo de la obesidad.
CONFLICTO DE INTERESES
No los hay.
Correspondencia: M.M. Guerra García. Servicio de Atención Primaria de Porriño. Rúa Fernández Areal, s/n. 36400 Porriño. España. Correo electrónico: maria.mercedes.guerra.garcía@sergas.es
Recibido el 9-04-2008; aceptado para su publicación el 17-06-2008.