La publicación en los últimos años de nuevos estudios en diabetes, junto a la aparición de nuevos fármacos para el tratamiento de la hiperglucemia, ha llevado a la actualización de las más prestigiosas guías de práctica clínica para el tratamiento de la diabetes. Así, en abril de 2012 se publicó el documento de consenso de la American Diabetes Association y de la European Association for the Study of Diabetes sobre el tratamiento de la hiperglucemia en la diabetes tipo 2. Al año siguiente, 2013, aparece la actualización de una de las guías basada en la evidencia promovida por la Canadian Diabetes Association, y este mismo año 2014 aparece el consenso de la redGDPS, cuyas guías son las que mayor seguimiento tienen entre los médicos de atención primaria de nuestro país.
Las 3 guías destacan la necesidad de una individualización del abordaje de la diabetes mellitus tipo 2, marcando tanto objetivos de control como pautas de tratamiento diferenciadas según las características de los pacientes, evolución de la enfermedad y presencia de comorbilidades o complicaciones de esta.
En lo referente al tratamiento, las 3 destacan la trascendencia de tomar en cuenta las opiniones de los pacientes, la importancia de aplicar modificaciones del estilo de vida para un buen control de la enfermedad y marcan como primer fármaco a utilizar la metformina, a la que se añaden otros agentes hipoglucemiantes en caso de no obtener los objetivos marcados.
In the last few years, the publication of new studies in diabetes, together with the development of new classes of blood glucose-lowering medications, have led to updates of the most prestigious clinical practice guidelines for the treatment of diabetes. Thus, a consensus statement from the American Diabetes Association and the European Association for the Study of Diabetes on the management of hyperglycemia in type 2 diabetes was published in April 2012. An update of one of the evidence-based guidelines issued by the Canadian Diabetes Association appeared in 2013 and this year, 2014, saw the publication of the consensus document of the redGDPS, whose guidelines are those most closely followed by primary care physicians in Spain.
The three guidelines highlight the need for an individualized approach to type 2 diabetes mellitus, outlining both target glycemic goals and distinct treatment regimens based on patient characteristics, disease stage and the presence of comorbidities or complications.
In the treatment of the disease, the three guidelines also stress the importance of considering patients’ opinions and of recommending lifestyle modifications to achieve good disease control. Metformin is identified as the first-line drug, with the addition of other glucose-lowering agents if necessary.