Sr. Director: Se entiende por hipertricosis el crecimiento de pelo de forma excesiva o de mayor longitud en cualquier lugar del cuerpo. Debe diferenciarse de hirsutismo, desarrollo de pelo terminal en la mujer con patrón masculino y asociado en ocasiones a otros síntomas de virilización como seborrea, acné y alopecia, y con frecuencia relacionado con alteraciones de las hormonas sexuales1.
Aunque la hipertricosis suele ser un problema estético también puede ser un signo cutáneo de una enfermedad sistémica2.
Queremos comentar un caso visto recientemente que ilustra lo que nos encontramos con relativa frecuencia en nuestra práctica dermatológica diaria.
Se trata de una mujer de 43 años sin antecedentes personales de interés, vista en otro Servicio 6 años antes por aumento de pelo en mejillas y etiquetado de hirsutismo. Se le realizó estudio hormonal que fue normal.
Acude ahora por agudización del cuadro en los últimos 10 meses, así como por oscurecimiento facial.
A la exploración se aprecia aumento de pelo terminal en sienes y mejillas acompañado de hiperpigmentación facial difusa, quistes en sienes y cicatrices en dorso de ambas manos. No presenta hirsutismo ni otros datos de virilización.
Se realiza un estudio analítico que incluye un hemograma, bioquímica y serologías de virus de la hepatitis B (VHB) y virus de la hepatitis C (VHC), que es normal o negativo, salvo un aumento de las transaminasas (GPT: 70, GGT: 78). Ante la sospecha de porfiria cutánea tarda se solicita uroporfirina en orina de 24 horas que muestra unos valores de 416 mcg/24h, que confirman el diagnóstico.
Las causas de hipertricosis adquirida son variadas, entre ellas, neoplasias, alteraciones cerebrales, infecciones como la tuberculosis o el VIH, dermatomiositis, alteraciones tiroideas, malnutrición como la anorexia nerviosa o la bulimia, y medicamentos como la ciclosporina, fenitoína, corticoides orales y tópicos, minoxidil y estreptomicina2.
Tanto la hiperpigmentación como la fragilidad cutánea son hechos frecuentes en la porfiria cutánea tarda3,4, pero en ocasiones no se aprecian, y es la hipertricosis la primera manifestación de la enfermedad5. Suele presentarse en el 60% de los pacientes, con predominio en el área alta de las mejillas y en la zona periorbitaria6.
Con este caso pretendemos resaltar el interés de diferenciar el hirsutismo de la hipertricosis antes de decidir las pruebas complementarias que deben realizarse, así como la importancia de la hipertricosis como signo que ayuda a diagnosticar una patología de base7.