Los tumores testiculares son las neoplasias más frecuentes en el grupo de edad entre 15 y 35 años, teniendo una alta tasa de curación, no obstante, siguen apareciendo debuts tardíos con manifestaciones metastásicas atípicas que pueden provocar un diagnóstico inicial erróneo.
Presentamos el caso cínico de un paciente de 26 años con neoplasia testicular cuya primera sintomatología fue un cuadro de dificultad respiratoria, sensación distérmica y nerviosismo, cuyo estado de salud empeoró progresivamente siendo necesario su ingreso en la unidad de cuidados intensivos.
Testicular tumors are the most common malignancies in the 15–35 years age group. They have a high recovery rate but late onsets may appear with atypical metastatic signs, which may lead to an erroneous initial diagnosis. We report a clinical case of a 26 years old patient with testicular neoplasm whose first symptoms were the presence of respiratory distress, feeling feverish and nervousness. His health condition progressively worsened and required admission to the intensive care unit.
Los tumores testiculares representan aproximadamente el 1% de las neoplasias masculinas, siendo más frecuente entre los 15 y los 35 años1. En el estudio de Lopez-Abente et al2 estimaban una incidencia bruta anual de 820 casos de neoplasia testicular con una tasa ajustada a la población europea de 3,85. Otros estudios revisados como el de Cáceres et al3 establecen una incidencia poco frecuente (1–2 casos por 100.000 habitantes).
La base de datos Globocan 20024 indica en España en el años 2005 la aparición de 418 casos nuevos de cáncer testicular que representan el 0,43% de los tumores masculinos, con una mortalidad total de 37 casos (0,06% de las muertes). Esta tendencia, tal como aparece en el estudio de Llanes et al5 en España se está produciendo un aumento de la incidencia del cáncer testicular, al igual que en otros países, pasando de una incidencia de 0,84/100.000 en 1991 a 1,91/100.000 en 2005. Pese a encontrarnos con un tipo de patología con un alto grado de curación en las fases tempranas, sigue siendo frecuente encontrar casos en la bibliografía en los que el diagnóstico es tardío y la consulta es realizada por la presencia de sintomatología metastásica. Así, tras realizar una revisión bibliográfica hemos encontrado diferentes estudios en los que el diagnóstico se produce tras la aparición como primera sintomatología de hemorragia digestiva, hemoperitoneo, etc.6–10 que pueden requerir el ingreso en unidades de cuidados intensivos (UCI). En ocasiones la sintomatología inicial puede ser insidiosa e inespecífica y, como en el caso que aquí se presenta, ser confundida con un cuadro de neumonía11.
Caso clínicoPaciente de 26 años sin antecedentes médicos de interés. Refería contacto con aves (colombicultor). Acudió al servicio de atención continuada por tos seca no productiva, sensación distérmica y disnea progresiva hasta hacerse de reposo. No fiebre termometrada. No asociaba mialgias ni artralgias. Se constató saturación de 68% siendo remitido a urgencias hospitalarias presentando a su ingreso disnea en reposo, taquipnea moderada-grave con uso de musculatura accesoria. Saturación arterial de oxígeno del 79% a pesar de oxigenoterapia al 50% (gasometría arterial: pH 7,506, pCO2 27mmHg y PO2 45mmHg). En la radiografía (Rx) de tórax inicial se objetivó un patrón alveolo-intersticial bilateral con presencia de nódulo en lóbulo medio de pulmón derecho (fig. 1). Destacaba en la analítica la presencia de leucocitosis con desviación izquierda, PCR elevada, anemia microcítica e hipocrómica y alteraciones en el patrón de hemostasia (I. Quick del 45%). Durante su estancia en urgencias se realizó batería de cultivos, iniciándose tratamiento antibiótico empírico dada la sospecha clínica de neumonía atípica (antígeno de legionella y neumococo en orina negativos). Por los datos de gravedad y ausencia de mejoría clínica, se decidió su ingreso en UCI con el diagnóstico de insuficiencia respiratoria hipoxémica secundaria a probable neumonía atípica, iniciándose ventilación mecánica no invasiva (VMNI) con discreta mejoría inicial. A las pocas horas de su estancia e UCI, debido a dificultades para diuresis se decidió colocar sonda uretral. En ese momento se detectó que el testículo izquierdo tenía un gran tamaño, de consistencia sólida y dura al tacto. Tras anamnesis, el paciente reconocía la aparición de tumoración en un espacio de tiempo aproximado de cuatro semanas. Se descartó inicialmente hidrocele tras ecografía testicular a pie de cama (tabla 1), por lo que ante la sospecha de tumor testicular se solicitaron marcadores tumorales específicos (Beta HCG: 89282.0mUI/ml, alfa feto-proteína: 1023.0) y TAC cerebral-torácico-abdominal y pélvico (fig. 2), con los siguientes resultados: TAC cerebral, pequeñas imágenes nodulares distribuidas por ambos hemisferios, hiperdensas compatibles con presencia de hemorragia, localizándose las más pequeñas en los lóbulos parietales, occipital, lóbulo izquierdo cerebeloso y las más significativas, localizadas en los núcleos de la base izquierdos, con discreto edema y compresión sobre el tercer ventrículo. TAC toracoabdominopélvico: «Campos pulmonares sembrados de nódulos compatibles con lesiones metastásicas que se acompañan de patrón alveolar en zonas posteriores de ambos campos pulmonares. En mediastino se aprecian adenopatías en espacio retrocavopretraqueal y en la ventana aortopulmonar. En abdomen, hepatomegalia con múltiples imágenes nodulares compatibles con metástasis que se localizan esencialmente en el lóbulo derecho hepático. Bazo de tamaño normal. Ambos riñones de tamaño normal apreciando pequeño quiste en riñón izquierdo. Suprarrenales de tamaño normal. Se identifica en el canal inguinal izquierdo una asimetría de tamaño sólido, no pudiendo realizarse la extensión al resto del escroto».
Diagnóstico diferencial y clasificación de los tumores testiculares
Diagnóstico diferencial tumor testicular |
Masas escrotales |
Epididimitis |
Orquiepididimitis |
Hidrocele |
Quiste epidídimo o espermatocele |
Hernias |
Goma sifilítica |
Clasificación de los tumores testiculares y frecuencia de presentación |
|
Fte: Velasco PA Tumores testiculares. En: Martínez C. Manual de Urología esencial. Universidad Católica de Chile. [consultado 30/5/2010]. Disponible en: http://escuela.med.puc.cl/publ/manualurologia/TumoresTesticulares.html.
El paciente presentó un deterioro respiratorio progresivo por lo que a las 24h de su estancia se decidió proceder a intubación orotraqueal y ventilación mecánica. Dada la extrema gravedad y la inestabilidad clínica del paciente, y ante la imposibilidad de orquiectomía quirúrgica, se decidió iniciar tratamiento quimioterápico empírico con cisplatino, bleomicina y etopósido. El paciente presentó evolución tórpida con inestabilidad hemodinámica y fallo multiorgánico progresivo, falleciendo al cuarto día de su ingreso.
DiscusiónEl cáncer testicular es el cáncer maligno más común entre los 20 y los 35 años. Si el diagnóstico es temprano la tasa de curación es cercana al 99%12. En ocasiones, la consulta médica se produce por la sintomatología secundaria (dolor, disnea, etc.) y hay que insistir en la anamnesis para descubrir las alteraciones1,6,13. En pacientes jóvenes con clínica de patología abdominal aguda no debe obviarse la exploración escrotal, teniendo en cuenta la posibilidad de sintomatología inicial con cuadros insidiosos (neumonía, hemorragia digestiva, etc.) que pueden suponer un diagnóstico inicial erróneo, siendo fundamental la anamnesis y la exploración física y la promoción de la autoexploración testicular en pacientes jóvenes.