Como médicos estamos continuamente haciendo 2 cosas: manejar información y tomar decisiones. Esto hace necesaria la existencia de un método que nos ayude, como clínicos responsables de las decisiones, a resolver el habitual saber cómo, y como investigadores, a concienciarnos de la importancia de saber el porqué. En el campo de la terapéutica, por ejemplo, a conocer por qué en muchos casos el paciente no responde al tratamiento.
Uno de los aspectos que tiene una especial importancia en el ejercicio profesional de la Atención Primaria es la evaluación del cumplimiento de las recomendaciones médicas; esto implica el grado en que los pacientes entienden, aceptan y participan en el proceso terapéutico que les han recomendado los profesionales sanitarios.
Conocer el grado de cumplimiento terapéutico en el caso de los antibióticos tiene una especial importancia. Con el desarrollo de la antibioterapia y la medicina preventiva se pensó que las enfermedades infecciosas podrían ser controladas hasta su desaparición. Pero esto no fue así, y aunque se logró mejorar el pronóstico de muchos procesos graves, otros cambiaron en sus agentes causales o desarrollaron resistencias eludiendo la acción de los potentes antimicrobianos.
La investigación en el campo de la terapéutica antimicrobiana es, por tanto, primordial. Algunos organismos internacionales han alertado en los últimos años acerca de la excesiva utilización que se está haciendo de medicamentos como los antibióticos en países del entorno europeo. Así, en España, el uso de antibióticos es mejorable. En los últimos 50 años la cobertura poblacional de la sanidad ha aumentado, especialmente en lo que concierne a la oferta medicamentosa, lo que puede, en cierto modo, haber condicionado el uso de medicamentos en nuestro país. Por otro lado, la población deposita en los medicamentos una confianza excesiva, y los antibióticos son un grupo de medicamentos con muy «buena prensa». A diferencia de otros, estos sí que pueden curar la enfermedad, reduciendo la mortalidad en dolencias que hasta hace relativamente pocos años eran mortales. Esto hace que la población crea que lo curan todo o casi todo.
Aun cuando es conocida por los profesionales sanitarios la magnitud del problema del incumplimiento terapéutico, se dedican muchos recursos económicos al estudio de la seguridad y eficacia de los medicamentos; en cambio, apenas se dedican recursos a la vigilancia del consumo de estos.
Los escasos estudios sobre cumplimiento terapéutico realizados en Atención Primaria son difíciles de interpretar debido a la gran variabilidad en los criterios de selección de la enfermedad, la mayoría de las veces afecciones crónicas, y a la gran variabilidad en los criterios diagnósticos. Es un reto de futuro el potenciar la investigación de estudios epidemiológicos en Atención Primaria que nos proporcionen datos fiables en prevalencia e incidencia, y por otro lado, son muchas las variables que interactúan para que el cumplimiento sea adecuado o no: variables relacionadas con el paciente, con el acceso al sistema sanitario, el coste de la medicación, el tipo de tratamiento, la relación médico-paciente, creencias respecto a la medicación, negación de la enfermedad o el apoyo familiar.
La investigación sobre cumplimiento del tratamiento antibiótico, dada la alta prevalencia de uso de estos, es una actividad que puede propiciar una reflexión sobre lo que hacemos en la práctica clínica, su pertinencia, también puede ayudar a mejorar la calidad de la asistencia y a la toma de decisiones en Salud Pública, a la vez que contribuimos a ensanchar el espacio que debe ocupar la investigación en la Atención Primaria.