La capnografía es una monitorización no invasiva de la ventilación que mide el dióxido de carbono (CO2) exhalado por el paciente. Desde los primeros estudios clínicos realizados por Smallhout y Kalenda en los comienzos de los años 70, se ha venido empleando para monitorizar a pacientes intubados en el medio hospitalario, primero en Europa y posteriormente, en los años 80, en Estados Uni-dos1-3. Desde 1991, la American Society of Anesthesiologists(ASA) considera que el estándar de atención en el quirófano es la monitorización conjunta de la capnografía y la pulsioximetría4. Desde 1995, el American College of Emergency Physicians (ACEP) indica el uso de rutina de la capnografía en el paciente intubado, tanto en el medio hospitalario como extrahospitalario5. La American Heart Association (AHA) recomienda su uso desde el año 2000 durante la parada cardiorrespiratoria y el tratamiento cardiovascular urgente, tanto intra como extrahospitalario6. En Europa, desde el 2002, la Intensive Care Society considera que la capnografía es un estándar de atención en el transporte del paciente crítico adulto en el Reino Unido7. Desde el 2005, el European Resuscitation Council (ERC) recomienda su uso para verificar la correcta colocación del tubo endotraqueal (TET) durante la parada cardiorrespiratoria8. Finalmente, en el año 2007 el European Committee for Standardization elaboró los estándares europeos para las ambulancias terrestres, incluyendo un capnómetro dentro del equipamiento necesario de las ambulancias tipo C (unidades móviles de emergencia o UVI móviles)9.
El avance tecnológico ha permitido obtener medidas de CO2 exhalado fiables, tanto en pacientes intubados como no intubados, y se han desarrollado monitores portátiles especialmente indicados para los servicios de emergencia médica (SEM)10, que se han ido incorporando en los diferentes SEM de España.
El presente trabajo es una revisión bibliográfica sobre la capnografía en los SEM en la que se han consultando las bases de datos MedLine y el Índice Médico Español. En la primera se emplearon los siguientes términos MeSH como estrategia de búsqueda: “Capnography/instrumentation/me-thods; carbon dioxide; emergencies; emergency medical service, hospital; Primary Health Care; Physicians, Family”. En el Índice Médico Español se realizó una búsqueda por campos [título en español] con los términos: “Capnografía/ dióxido de carbono”.
TERMINOLOGÍALa capnografía es la monitorización continua no invasiva de la presión parcial de dióxido de carbono (CO2) exhalado por el paciente a lo largo del tiempo.
Para evitar errores de comprensión es muy importante conocer la diferencia entre los términos capnometría y capnografía. El primero se refiere a la medición del nivel de CO2 exhalado, el monitor utilizado para ello se conoce como capnómetro y muestra un valor numérico en la pantalla. La capnografía, además del valor numérico del CO2 exhalado por el paciente, ofrece el registro gráfico de la eliminación de dicho CO2 a tiempo real y la frecuencia respiratoria, el monitor empleado en este caso se llama capnógrafo10. Así, un capnógrafo nos ofrece de forma continua el CO2 exhalado (capnometría), el registro gráfico de la eliminación del mismo (llamado capnograma) y la frecuencia respiratoria del paciente.
FISIOLOGÍAInicialmente conviene recordar brevemente el ciclo respiratorio (fig. 1) para comprender los diferentes procesos fisiológicos y fisiopatológicos relacionados con la monitorización capnográfica, necesarios para poder interpretarla en la práctica clínica.
El ciclo respiratorio comienza con la entrada de oxígeno en los pulmones, éste llega a los alvéolos y pasa a la sangre. Desde allí es transportado, unido a la hemoglobina, a los diferentes órganos. Esta primera fase se conoce como oxigenación y es monitorizada mediante la pulsioximetría (fig. 1). A nivel celular, el oxígeno y la glucosa se convierten en energía (ATP) y CO2 mediante el ciclo de Krebs. El CO2 difunde a la sangre, donde circula en equilibrio con bicarbonato, sin necesidad de transportador, y es eliminado por el pulmón mediante el proceso denominado ventilación. La ventilación es monitorizada mediante la capnografía11.
Figura 1. Fisiología del ciclo respiratorio. La oxigenación comprende desde la entrada de oxígeno en los pulmones hasta su llegada a todos los órganos. Este proceso (color gris claro) es monitorizado por pulsioximetría. El ciclo se completa con la ventilación o eliminación pulmonar del CO2 producido en el metabolismo celular, proceso monitorizado por capnografía. Por tanto, para monitorizar el ciclo respiratorio en su totalidad es necesario emplear capnografía junto con pulsioximetría.
Tras esta descripción del ciclo respiratorio se entiende con claridad que es necesario emplear la capnografía junto con la pulsioximetría para monitorizar de forma completa la función respiratoria del paciente. Esta monitorización conjunta nos permitirá detectar precozmente los problemas ventilatorios graves que surjan durante la asistencia, como la apnea, la obstrucción de la vía aérea o los problemas hipoventilatorios, y así comenzar antes su tratamiento. La detección de estos eventos graves puede demorarse (incluso entre 2-4 minutos) cuando se emplea únicamente pulsioximetría12,13.
Por otro lado, de la descripción del ciclo respiratorio, resumido gráficamente en la figura 1, puede obtenerse la siguiente observación, que es esencial para comprender los factores que influyen en la interpretación práctica del capnograma: con la capnografía monitorizamos de forma continua la eliminación pulmonar de CO2 (ventilación), pero esta depende de los dos procesos del ciclo respiratorio que se producen con anterioridad, que son la producción celular de CO2 (metabolismo) y su transporte por el torrente sanguíneo hasta el pulmón (perfusión). Estos tres factores influirán siempre en la medida del EtCO2 y, además de valorar la ventilación, en algunos pacientes (cuando los otros dos factores permanezcan estables) la monitorización capnográfica podrá emplearse para estimar la perfusión y el metabolismo del paciente10.
DESCRIPCIÓN DEL CAPNOGRAMAEl registro capnográfico o capnograma (fig. 2) es la representación gráfica de la ventilación del paciente a lo largo del tiempo, registrándose en el eje vertical la presión parcial del CO2 (en mmHg) y en el eje horizontal el tiempo (en segundos). Si se cambia el eje horizontal a minutos obtenemos las tendencias de la capnografía durante la asistencia del paciente, muy útiles para analizar la evolución del mismo o para la interpretación de sucesos clínicos puntuales.
En cada capnograma podemos distinguir las siguientes fases:
D: EtCO2 (CO2 tele-espiratorio o end-tidal CO2). D-E: fase IV (inspiración).
Figura 2. Descripción de un capnograma normal. A-B: fase I (ventilación del espacio muerto, CO2 = 0). B-C: fase II (incremento rápido de CO2). C-D: fase III o meseta alveolar.
TECNOLOGÍAAl adentrarse en la literatura, inicialmente puede observarse que existen distintos métodos no invasivos de medida de la eliminación corporal del CO2. Por un lado, se han desarrollado diferentes técnicas para medir el CO2 transcutáneo con el fin de estimar el CO2 arterial sin realizar gasometrías14. Estas técnicas no han tenido gran difusión clínica y no están presentes en el medio extrahospitalario. Asimismo, se han desarrollado distintos métodos de medida del CO2 exhalado que difieren en la forma de medirlo. La monitorización del volumen del CO2 se conoce como “capnografía volumétrica”, empleándose en el paciente intubado en las unidades de cuidados intensivos15. La medición de la presión parcial del CO2 respecto al tiempo se conoce como “capnografía temporal”. El término “capnografía” (sin calificativo) en la literatura se refiere a esta última15.
Por otro lado, al clínico le conviene conocer unos conceptos básicos sobre la tecnología de esta monitorización y los cambios que se han introducido en la misma hasta la actualidad. Los capnógrafos emplean técnicas espectroscópicas de medida del CO2 basadas en su absorción de la radiación infrarroja a una longitud de onda determinada (4,26 μm) y su emisión posterior que es captada por un fotodetector. Los dos principales problemas que condicionan la fiabilidad de la medida del CO2 son: la especificidad de la lectura (que depende de la calidad del rayo infrarrojo, que sea lo más próximo posible a 4,26 μm) y el volumen de muestra necesario. Inicialmente, la lectura no era muy específica para CO2, midiendo también gases anestésicos y oxígeno (O2) a altas concentraciones. Esto obligaba a hacer unas correcciones para obtener el CO2 y, para ello, a requerir un volumen mínimo de muestra que imposibilitaba su uso en pacientes no intubados (volúmenes corrientes -VT-variables), niños (VT pequeños) y pacientes críticos (altas frecuencias respiratorias, VT pequeños). Los monitores de capnografía actuales, diseñados para los servicios de emergencia, realizan una lectura específica de CO2 que no se altera con altas concentraciones de O2 ni con otros gases y, por tanto, requieren un volumen de muestra bajo y pueden emplearse en los pacientes anteriormente citados10,12.
Finalmente, existen dos tipos de capnógrafos según la manera de medir el CO2: de flujo principal (o mainstream en inglés) y lateral (sidestream). Inicialmente, se diseñaron los de flujo principal, que miden el CO2 directamente en la vía aérea, colando el sensor en el TET, por lo que sólo son útiles para pacientes intubados. Al estar el sensor en la vía aérea, la lectura se alteraba a menudo por secreciones, requiriendo calibraciones y reposiciones frecuentes. Posteriormente, se desarrollaron los de corriente lateral, en los que el sensor se encuentra dentro del monitor y se mide el CO2 mediante pequeños volúmenes de muestra aspirada de la vía aérea de forma continua, tanto en el paciente intubado (empleando un adaptador entre el TET y el circuito del respirador) (fig. 3, A) como en el no intubado (empleando una cánula oral-nasal que mide el CO2 exhalado y que permite la administración simultánea de O2) (fig. 3, B). Estos capnógrafos proporcionan lecturas fiables del CO2 exhalado en todo tipo de pacientes, desde neonatos hasta adultos, sin ser calibrados por el personal sanitario (requieren una revisión cada 1-2 años realizada por personal técnico), lo que los hace idóneos para su uso en el medio extrahospitalario10,12.
Figura 3. Dispositivos de capnografía de flujo lateral. A: capnografía para pacientes intubados. B: capnografía para pacientes con ventilación espontánea*. *El tubo estrecho (derecha) vehicula el CO2 exhalado por nariz y boca hacia el monitor para su medida. Por el tubo ancho (izquierda) puede administrarse O2 sin que interfiera en la lectura del CO2.
APLICACIONES CLÍNICASVamos a describir las diferentes situaciones clínicas cuyo manejo puede mejorar empleando la capnografía en los SEM, distinguiendo entre el paciente intubado y el no intubado.
La capnografía en el paciente intubadoActualmente, los profesionales sanitarios de los SEM pueden emplear la capnografía tras intubar a un paciente para confirmar la colocación correcta del TET, monitorizar la calidad de la reanimación cardiopulmonar (RCP) y controlar la ventilación durante la asistencia al paciente con sospecha de hipertensión intracraneal (HTIC).
De las tres, la indicación más relevante y con mayor evidencia científica es, sin duda, la confirmación de la correcta colocación del TET. Es bien conocido que la intubación esofágica no reconocida es una complicación potencialmente fatal si no se solventa rápidamente. En nuestro medio, su incidencia se estima en torno al 15%16. Diferentes estudios publicados en los últimos años concluyen que los métodos clínicos empleados para la confirmación de la posición del TET (auscultación pulmonar y en el estómago, movimientos torácicos, vapor en el tubo, etc.) deben complementarse con un método objetivo, como es la capnografía, para reducir la incidencia de intubaciones esofágicas16,17. Además, monitorizar la ventilación del paciente intubado de forma continua alerta de forma inmediata de la extubación accidental durante el traslado al hospital18. Por estas razones, como hemos indicado en la introducción, diferentes sociedades médicas vienen recomendando que el uso sistemático de la capnografía sea un estándar de atención del paciente intubado por los SEM4-8.
Por otro lado, la capnografía puede emplearse para estimar la perfusión del paciente de forma continua durante la RCP, dado que tanto el metabolismo como la ventilación permanecen constantes17. En diferentes estudios se ha descrito que el masaje cardíaco óptimo no logra más del 30% del gasto cardíaco del paciente19, por lo que con frecuencia observaremos valores bajos de EtCO2durante la RCP y las fluctuaciones que observemos en la tendencia del EtCO2 serán útiles para valorar la calidad del masaje cardíaco realizado, al estimar de forma no invasiva el gasto cardíaco logrado con la RCP. Asimismo, la elevación súbita y sostenida del EtCO2 es una alerta precoz de recuperación de la circulación espontánea, debida a un aumento de perfusión no relacionada con el masaje cardíaco, que se produce antes que la recuperación del ritmo (aparición de QRS estrecho en el monitor) y la recuperación del pulso arte-rial17,19,20. Algunos estudios indican que el EtCO2 inicial está elevado en las paradas de origen respiratorio respecto a las primariamente cardíacas (por fibrilación ventricular u otras arritmias) pudiendo ayudar en la valoración del mecanismo subyacente21,22. Además, puede aplicarse la capnografía como valoración pronóstica, habiéndose descrito que la persistencia de valores muy bajos de capnografía (EtCO2 inferior o igual a 10 mmHg) en la RCP prolongada es un indicador de la imposibilidad de recuperación del paciente23 y que niveles altos de EtCO2 se asocian a una mayor supervivencia21.
Finalmente, la capnografía también puede emplearse para controlar más estrechamente la ventilación mecánica de los pacientes intubados, lo que es especialmente relevante en aquellos pacientes que son especialmente sensibles a las fluctuaciones de CO2, como los neonatos o los pacientes con sospecha de HTIC (secundaria a traumatismo craneoencefálico o accidente cerebrovascular), evitando tanto la hipoventilación como la hiperventilación que agravaría su situación clínica17,24.
La capnografía en el paciente no intubadoEn el medio extrahospitalario, al atender al paciente que conserva la ventilación espontánea la aplicación más relevante de la capnografía es la monitorización diagnósticoterapéutica del broncospasmo, tanto la crisis asmática como la reagudización de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
En la crisis de broncospasmo se produce un aumento de la pendiente de la meseta alveolar del capnograma (fase III) (fig. 2), que es mayor cuanto mayor es la severidad de la crisis. Esto es debido a que el vaciado alveolar es asimétrico, produciéndose más lentamente en las zonas broncoespásticas. Este aumento de la pendiente de la fase III hace que la forma del capnograma cambie, dándole una apariencia de aleta de tiburón y, por tanto, el capnograma puede emplearse como una herramienta diagnóstica en estos casos (fig. 4)25,26.
Figura 4. Monitorización de un paciente con broncospasmo. Monitorización multiparamétrica de 3 canales: derivación II electrocardiográfica (canal superior), pulsioximetría (canal intermedio) y capnografía (canal inferior). Obsérvese el capnograma típico con una meseta alveolar con pendiente aumentada (reflejado a menudo en el monitor como “meseta en escalones”) que le confiere una forma de “aleta de tiburón”.
Además, dado que la capnografía es una monitorización continua, puede valorar a tiempo real los cambios ventilatorios producidos durante la asistencia. Así, en la fase inicial del broncospasmo, observaremos cómo el paciente realiza una hiperventilación compensadora para mantener su oxigenación y, por tanto, el EtCO2 será bajo. Si la obstrucción no se resuelve con el tratamiento broncodilatador y el paciente empieza a cansarse, comienza a hipoventilar y las tendencias del EtCO2 serán ascendentes, pasando por valores falsamente normales, hasta que la situación no se revierta con un tratamiento eficaz. Por tanto, las tendencias del EtCO2 nos indican a tiempo real el estado del paciente y su respuesta al tratamiento aplicado10,26,27.
Otra aplicación de la capnografía en el paciente no intubado a tener en cuenta en los SEM es la valoración de los estados de hipoventilación (sedoanalgesia, intoxicaciones por drogas y/o alcohol, accidente cerebrovascular, convulsiones, etc.). En estos casos, aporta una información continua de la ventilación del paciente que ayuda a optimizar el tratamiento10,12,13.
Por otro lado, como monitor de perfusión (complementando de forma continua a la tensión arterial) se emplea la capnografía en estados de shock, donde pueden observarse caídas del EtCO2en caso de hipovolemias súbitas (rotura de aneurisma de aorta, rotura esplénica, etc.) o al producirse un tromboembolismo pulmonar28. Asimismo, como monitor de metabolismo se ha utilizado la capnografía para valorar la respuesta a la hipotermia, la presencia y gravedad de la cetoacidosis diabética29 y la gastroenteritis aguda30.
Finalmente, debe tenerse en cuenta que la trayectoria de la capnografía en el medio extrahospitalario es aún corta, siendo de algo más de 10 años en los SEM americanos y de unos pocos años en los SEM europeos, entre los que nos encontramos. Por tanto, la mayoría de la evidencia científica que manejamos en la actualidad sobre esta monitorización proviene de estudios realizados en el medio hospitalario. Los estudios de investigación que aportan evidencias sobre su uso en los SEM son aún pequeños y escasos, por lo que es necesaria la investigación en el medio extrahospitalario para mejorar el conocimiento y manejo práctico de la capnografía en el futuro próximo.
CONCLUSIONES RELEVANTESA Sonia Delgado Gallego por su ayuda en la búsqueda bibliográfica.
CONFLICTO DE INTERESESLuis D. Díez-Picazo y Luis Barrado-Muñoz son consultores de Oridion Medical Ltd, empresa fabricante de capnografía. El resto de los autores declaran no tener conflicto de intereses.
Correspondencia: L.D. Díez-Picazo. C/ Soeve 19. Ciudad Residencial La Berzosa. 28248 Hoyo de Manzanares. Madrid. Correo electrónico: doclddp@gmail.com
Recibido el 06-08-2008; aceptado para su publicación el 31-10-2008.