Ante todo felicitar a los autores1 por la decisión en el tema de este editorial: algo loable y de digno reconocimiento para esos pocos que nos dedicamos a temas de investigación en atención primaria y del que tanto reclamábamos que se dedicara algo de esfuerzos.
Si bien no andamos en épocas muy boyantes, la atención primaria por desgracia es la que peor parte se lleva y, dentro de esta, los temas de formación, docencia e investigación lo sufren si cabe aún más.
Estimo que puede que muchos de los estudios en ejecución o ejecutados tendrían distintos resultados si se realizaran en atención primaria o realizados en primaria a su vez. La realidad de nuestro tipo de asistencia bien poco tiene que ver la mayoría de las veces con la hospitalaria. De hecho, muchos de los estudios por todos conocidos son realizados en medios hospitalarios en grandes ciudades, con lo que los resultados en el medio rural serían francamente distintos.
El que buena parte de los estudios se realicen en países emergentes creo que, además de meras connotaciones económicas, no está de más reconocer que los elementos de control y revisión de los trabajos serían menores y más beneplácitos con «la mano que mece la cuna». Nadie creo que sea tonto para morder la mano que le da de comer.
Buena parte del incremento de costes y de cargas burocráticas estimo vienen dadas por la creación de nuevas entidades que han surgido dentro de la mayoría de los servicios de salud de las comunidades autónomas como nuevo elemento donde colocar colaboradores y donde poder captar siquiera nuevos ingresos. Antes, recuerdo que los estudios pasaban por las manos de la dirección de tu centro. Ahora además existe una agencia o fundación de investigación que se encarga de controlar y recepcionar todos los pagos y reservarse una buena parte de ellos. Pudiera llamarse también un nuevo «derecho de pernada» o una causa por la que se incrementan los costes de la investigación.
Por otro lado, vemos cómo la misma administración ha apartado todavía más la investigación, y en primaria en grado superlativo. Los caudales públicos ya mermados andan casi en dosis homeopáticas para la atención primaria. Todos los esfuerzos se centran en el mantenimiento asistencial sin buenas maneras y con un alto precio para los profesionales: algo ya conocido y sufridos por todos.
Aplaudo, me sumo y uno a esa iniciativa en la red de investigadores Semergen, sin olvidarme de que nuestra prioridad es la supervivencia en consulta.