Las competencias de los profesionales de urgencias (PU) en ecografía, tanto médicos como enfermeros, se debaten desde hace décadas. En 2009 el Colegio Americano de Médicos de Urgencias American-College-of-Emergency-Physicians (ACEP), publicó sus guías clínicas de ecografía1 identificando 11 áreas de aplicación de la ecografía clínica de urgencias, entre las que destaca el uso de las técnicas ecoguiadas en urgencias y su utilización en los accesos vasculares. La evidencia científica actual avala el uso de la ecografía por los PU de forma rotunda2, por su rapidez, agilidad y seguridad para el paciente, pero en nuestro país estamos aún muy lejos de que todos los servicios de urgencias, y todos los centros de atención primaria dispongan de un ecógrafo, y que todos sus médicos y enfermeros se encuentren formados y capacitados para la utilización del mismo, al igual que pasó en EE. UU. en su momento3,4.
Presentamos el caso de una mujer de 68 años, obesa mórbida, que acude a urgencias por disnea intensa de varias horas de evolución, presentando a la exploración regular estado general, sudorosa, obnubilada, afebril, taquipneica y taquicárdica, con cianosis acra, saturando al 78% a FiO2 ambiente. Se intentó realizar una gasometría arterial en varias ocasiones, sin éxito. El enfermero a cargo de la paciente se había formado en ecografía, y al disponer de un ecógrafo le realiza la gasometría arterial ecoguiada canalizando la arteria radial derecha al primer intento, confirmándose la sospecha de insuficiencia respiratoria global con acidosis respiratoria grave, iniciándose ventilación mecánica no invasiva tipo BiPAP, mejorando la situación de la paciente en pocas horas (fig. 1).
Incorporar la ecografía en los servicios de urgencias, disminuye los tiempos globales de atención, puesto que los profesionales de urgencias, entre los que se incluyen los enfermeros5–8, somos más efectivos, eficientes y dinámicos en el manejo de urgencias «tiempo-dependiente», aportando mayor seguridad clínica al paciente. Ya sabemos que el retraso en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades urgentes influyen negativamente en el pronóstico del paciente. La ecografía nos permite asociar la información clínica y ecográfica en las mismas manos, con el aumento de eficacia diagnóstica y terapéutica que de ello se deriva. Por tanto, es fundamental establecer y protocolizar programas de formación, dirigidos a médicos y enfermeros de urgencias, que con distintos niveles de capacitación y siguiendo criterios de calidad, garanticen la seguridad y eficacia de la ecografía en manos de los médicos y enfermeros de urgencias.
Conflicto de interesesLos autores declaramos que no existen conflictos de intereses.