Sr. Director: Hemos leído con atención el artículo de Alejandre Lázaro et al sobre los "Factores que condicionan la elección de Unidad Docente en una muestra de residentes de Medicina de Familia de Castilla La Mancha"1, que nos parece muy interesante por realizar una aproximación a las intenciones de los residentes en el momento de elegir su plaza de formación. Dado que las bases de datos, fundamentalmente demográficos, utilizadas para la reciente publicación "Demografía médica en España. Mirando al futuro" de la Fundación CESM2, incluyen los datos de adjudicación de plaza de las sucesivas convocatorias MIR entre los años 1990 y 2001 facilitadas por el Ministerio de Sanidad, podemos ofrecer a continuación información complementaria a la mostrada por el artículo comentado.
Optaron por plazas MIR castellano-manchegas de Medicina de Familia en las convocatorias 1999-2001 (las correspondientes al estudio realizado por Alejandre Lázaro et al, teniendo en cuenta que la formación comienza en el año siguiente al de la convocatoria) 286 médicos, habiéndose presentado cada uno una media de 2,6 veces al examen MIR a partir del año 1996, tanto en convocatorias generales como específicas de Medicina de Familia; 5 habían obtenido previamente plaza en especialidades de escuela universitaria, y uno en medicina de familia en otra comunidad autónoma (que se acercaba así a su lugar de residencia en Castilla-La Mancha); por el contrario, dos no completarían su formación en la especialidad por optar a una nueva. Quedarían, por tanto, 284 residentes que continuarían su formación en el primer semestre del año 2003, mientras que los datos de Alejandre Lázaro et al parecen indicar la presencia de 276, lo que indica que 8 habrían cambiado de Unidad Docente o habrían renunciado a la formación especializada. La distribución por convocatorias sería 94 residentes en 1999 y 2000 (en ambos casos, 14 en la general y 80 en la específica), y 96 en 2001 (convocatoria ya unificada).
La edad media de los residentes que permanecen en el primer semestre de 2003 sería de 30,56 años (ligeramente superior a la recogida por Alejandre Lázaro et al), y la edad media al comienzo de la especialidad sería de 28,57 años, con un rango que va de los 25 a los 46 años, en línea con la tendencia al envejecimiento de los residentes ya señalada años atrás3. El 68,3% eran mujeres (194).
La tabla 1 muestra algunos detalles más sobre la formación especializada en Medicina de Familia en la comunidad castellano-manchega. El período estudiado difiere ligeramente sobre el utilizado hasta este momento, correspondiendo a las convocatorias del quinquenio 1997-2001, periodización quinquenal con la que continúan, siendo analizados los datos del estudio "Demografía médica en España. Mirando al futuro" por ámbitos geográficos y especialidades concretas. Se puede apreciar que son más médicos madrileños que castellano-manchegos los que reciben su formación en esta comunidad autónoma. También se refleja cómo pesa el criterio de proximidad geográfica en la elección de plazas MIR en Medicina de Familia, en sintonía con los resultados de Alejandre Lázaro et al: los médicos madrileños se forman principalmente en Guadalajara y Toledo, los andaluces en Ciudad Real y Albacete, y los valencianos en esta última provincia. La tendencia de los médicos castellano-manchegos a permanecer en su respectiva provincia también es evidente en la misma tabla. En la segunda mitad de la tabla se ofrecen los datos del lugar de formación de los médicos de origen castellano-manchego, comprobándose cómo el 38,7% la realizan fuera de la Comunidad, primando aun así el criterio de proximidad geográfica (Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía reciben el 24,8%).
Finalmente, la figura 1 presenta la proyección del número de médicos de Medicina General / de Familia disponibles para el ejercicio a partir de los datos de que disponemos, tomando como referencia los nuevos médicos de familia formados en el quinquenio 1997-2001 y aplicando las tasas de mortalidad por sexo y edad vigentes en el año 20014. Se observa, en los trazos superiores, la evolución del número total de facultativos, tanto si contamos con los médicos castellano-manchegos (trazo continuo) como si contamos con los médicos que se forman en la Comunidad de Castilla-La Mancha; se aprecia que de poder retener en la Comunidad a todos los médicos que se forman en ella, el número previsto de médicos de familia sería mayor que si sólo cuenta con los médicos de origen en la propia Comunidad, teniendo en cuenta además que los que se forman en otras Comunidades Autónomas podrían no regresar. En cualquier caso, la proyección muestra un ascenso inicial de profesionales seguido de una caída de mayor intensidad, alcanzando cifras inferiores a las actuales a partir del año 2025. Los trazos inferiores muestran al grupo de facultativos menores de 50 años; se puede observar el gran envejecimiento que va a tener lugar entre los años 2009 y 2024, que originará jubilaciones en masa, causando el intenso descenso del número total de profesionales a partir del año 2014.