La crisis sanitaria que ha supuesto la pandemia por SARS-CoV-2, además de todas sus consecuencias negativas, puede emplearse como una oportunidad para progresar. Desde hace años está generalizada la petición abierta y directa de exploraciones endoscópicas digestivas para mejorar la asistencia, disminuir el tiempo de espera y favorecer al paciente1. Sin embargo, la pandemia ha obligado a replantearse este modelo de endoscopias por su saturación2.
La sobrecarga actual de las unidades de endoscopia se atribuye a la mayor aceptación y demanda de estos procedimientos, al acceso abierto de petición y a la implantación del cribado de cáncer colorrectal2. Todos estos factores contribuyen a la realización de procedimientos innecesarios2. Se estima que la tasa de endoscopias realizadas sin indicación es del 30%2. Los motivos más frecuentes de endoscopia alta no indicada incluyen seguimiento de lesiones, síntomas insuficientemente estudiados según los protocolos y síntomas recidivantes tras gastroscopia previa2. Mientras, la principal indicación de colonoscopia inadecuada es el seguimiento de lesiones, por acortar el intervalo de seguimiento o revisar lesiones sin indicación como pólipos hiperplásicos distales2. Aunque es conocido el elevado porcentaje de endoscopias innecesarias son escasos los estudios sobre medidas para combatir esta situación2. Está demostrada la utilidad de sesiones formativas a los médicos peticionarios y revisar las peticiones de endoscopia2, y las nuevas tecnologías podrían emplearse con este fin3,4.
En nuestro centro, un hospital de segundo nivel, se inició en junio de 2020 un sistema de teleconsulta para la solicitud de exploraciones de endoscopia digestiva, inicialmente para atención primaria. Se trata de una herramienta que permite al médico indicar el motivo de solicitud e información relevante, siendo valorado en pocas horas por un especialista de aparato digestivo. Se realiza a través de una plataforma desarrollada para facilitar las consultas virtuales entre atención primaria y hospitalaria. La solicitud puede ser aceptada, rechazada argumentando el motivo del rechazo y proponiendo otras alternativas, o se solicita más información. Este sistema permite priorizar las exploraciones con sospecha de lesiones relevantes. Tras 6 meses se han valorado 1.512 teleconsultas, de ellas se han aceptado 1.055 (69,77%), se han rechazado 317 (20,97%) y se ha solicitado más información en 140 (9,26%). Considerando solo teleconsultas completadas (aceptadas/rechazadas), son prescindibles el 23,1%, algo inferior a estimaciones previas2. Desde el inicio del proyecto el número de teleconsultas solicitadas mensualmente aumentó progresivamente, alcanzando el máximo en septiembre, con 313 solicitudes. Además de facilitar la comunicación, se trata de una herramienta formativa, dado que en el caso de rechazar una endoscopia se argumenta y se ofrecen alternativas en base a guías de práctica clínica.
En conclusión, una herramienta como la descrita puede ayudar a priorizar exploraciones preferentes, y evitar exploraciones innecesarias, disminuyendo la demora. Se deberían aprovechar todas las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías y aplicarlas a todos los ámbitos de la asistencia sanitaria para evitar el retraso diagnóstico de tumores y otras enfermedades relevantes, y hacer más fluida la comunicación entre la atención primaria y la atención hospitalaria, con el fin último de mejorar la asistencia sanitaria a la población.