El agotamiento profesional es una afección emergente entre los profesionales sanitarios. El objetivo del estudio es determinar la prevalencia del síndrome de burnout entre los trabajadores de Atención Primaria, determinar las diferencias de prevalencia entre médicos, pediatras, ATS-DUE, administrativos y trabajadores sociales, y evaluar las variables asociadas.
Materiales y métodosEstudio descriptivo transversal en 54 centros de salud de Navarra desde septiembre a diciembre de 2010, con 178 profesionales pertenecientes a los 5 grupos de estudio. Cuestionario anónimo autoadministrado que incluye: el Maslach Burnout Inventory y una encuesta sobre variables sociodemográficas y laborales.
ResultadosLa prevalencia de burnout en los profesionales de Atención Primaria fue del 39,3%. Presentaron mayores niveles los administrativos y los médicos de familia, con una OR frente a ATS-DUE de 4,58 y 5,37, respectivamente, en la dimensión de cansancio emocional, 4,98 y 2,87 en despersonalización, y 8,37 para los administrativos en realización personal. Encontramos asociación del burnout con los siguientes factores: ser varón (para las dimensiones de cansancio emocional y despersonalización, cifras de 25,5 y 31,9%, respectivamente), trabajar en un área urbana (para cansancio emocional y despersonalización, 20 y 27,8%, respectivamente), consumo de psicofármacos (para cansancio emocional, 30%), tamaño del cupo (para despersonalización, con una media de 1.565 pacientes), y presión asistencial (para cansancio emocional y despersonalización, medias de 170,35 y 153,54 pacientes/semana, respectivamente).
ConclusionesAproximadamente un tercio de los profesionales de Atención Primaria presentaron niveles altos de burnout, asociado principalmente con el área de trabajo, el tamaño del cupo y el grupo profesional, con mayor prevalencia en administrativos y médicos de familia.
Burnout syndrome is an emerging disease among health professionals. The aim of this study is to determine the prevalence of occupational burnout among Primary Care staff, as well as to determine the differences in prevalence between family doctors, paediatricians, nurses, administrative-officers, and social-workers, and to evaluate the different related factors.
Materials and methodsA cross-sectional, descriptive study was conducted on 178 professionals from 5 different occupational groups in 54 Primary Care centres in Navarre from September to December 2010. An anonymous, self-administered questionnaire that included: the Maslach Burnout Inventory and a questionnaire on socio-demographic and work-related factors.
ResultsBurnout was detected in 39.3% of staff. Those with higher levels are administrative-officers and family doctors, with an OR compared to nurses of 4.58 and 5.37, respectively in the dimension of emotional exhaustion, 4.98 and 2.87 in depersonalization, and 8.37 for administrative-officers in personal accomplishment. An association was found between burnout and the following factors: to be a male (for the dimensions of emotional exhaustion and depersonalization, 25.5 and 31.9%, respectively), to be employed in an urban area (for emotional exhaustion and depersonalization, 20 and 27.8%, respectively), use of psychiatric medication (for emotional exhaustion, 30%), size of patient-quota (for depersonalization, with an average of 1,565 patients), and welfare pressure (for emotional exhaustion and depersonalization, averages of 170.35 and 153.54 patients/week, respectively).
ConclusionsAbout one-third of Primary Care professionals have a high level of burnout, which is mainly associated with the working area, the size of the quota, and professional group, with higher prevalence in administrative-officers and family doctors.
El síndrome del burnout1 (BO) es un síndrome de fatiga emocional que cursa con la sensación de agotamiento, decepción y pérdida de interés por la actividad laboral, que surge especialmente en aquellos que se dedican a profesiones cuyo objeto de trabajo son las personas2.
Freudenberger introdujo el término en 1974 cuando observó cómo los voluntarios que trabajaban con toxicómanos, tras un tiempo en su puesto de trabajo, sufrían una pérdida de energía, para luego llegar al agotamiento y la desmotivación por su labor.
El BO se compone de 3 dimensiones3–6:
- 1.
Agotamiento o cansancio emocional (CE), definido como el cansancio y fatiga que puede manifestarse física y/o psíquicamente. Es la sensación descrita como no poder dar más de sí mismo a los demás.
- 2.
Despersonalización (DP) como desarrollo de sentimientos, actitudes y respuestas negativas, distantes y frías hacia otras personas, especialmente hacia los beneficiarios del propio trabajo.
- 3.
Baja realización personal (RP), que se caracteriza por una desilusión para dar sentido a la propia vida y hacia los logros personales, con sentimientos de fracaso y baja autoestima.
En España2, la investigación de este fenómeno es más reciente y menos abundante, y se ha dirigido principalmente al sector sanitario7,8. Se le conoce comúnmente con la terminología de síndrome de estar quemado5, desgaste profesional y desgaste psíquico. La mayor parte de la evaluación del constructo de BO se ha desarrollado a través de diversos instrumentos. El Maslach Burnout Inventory (MBI)9, de Maslach y Jackson (1986)10, es el más utilizado entre los investigadores. Valora las 3 dimensiones propuestas por las autoras del constructo: CE, DP y baja RP en el trabajo.
El objetivo del estudio es determinar la prevalencia del síndrome de BO entre los trabajadores de Atención Primaria (AP) del Servicio Navarro de Salud, determinar las diferencias de prevalencia entre el personal médico, de enfermería, los administrativos y los trabajadores sociales de AP, y evaluar las distintas variables sociodemográficas y laborales asociadas.
Sujetos y métodosPoblación de estudioLa población de estudio está formada por los trabajadores de AP de los 54 centros de la Comunidad de Navarra, que cumplieran los criterios de inclusión, durante los meses de septiembre a diciembre de 2010.
Criterios de inclusiónLos sujetos estudiados debían cumplir los requisitos de pertenecer a uno de los 5 grupos de estudio (1) médicos de familia; 2) pediatras; 3) ATS-DUE; 4) administrativos, y 5) asistentes/trabajadores sociales), y firmar el consentimiento para participar.
El total de sujetos que cumplían estos criterios en los 54 centros eran 1.036, de los 1.080 profesionales trabajadores de AP del Servicio Navarro de Salud. Otros profesionales, que no cumplían los criterios de inclusión, fueron fisioterapeutas (5), celadores (20), telefonistas (1), farmacéuticos (14), practicantes (3) y técnicos de gestión sanitaria (1). Tuvimos en cuenta a los trabajadores sociales para los resultados descriptivos del estudio, pero no se han incluido a la hora de comparar las diferencias intergrupales de prevalencia de BO, al encontrarnos con una muestra reducida (n=7).
Cálculo del tamaño muestralSe calculó el tamaño muestral necesario para estimar los parámetros de interés con una seguridad del 95% (α=0,05) y con una precisión de ±5%, asumiendo que la prevalencia esperada es de un 35% (según el estudio EGPRN6 europeo de BO en médicos) y un 15% de pérdidas. El total de profesionales necesario fue de 262. Se realizó una selección estratificada según la pertenencia a área rural o urbana, para que estuvieran representadas en la misma proporción que en la población general.
Tras dicha aleatorización estratificada de la muestra de 1.036 profesionales, se envió un primer correo vía e-mail al 36% de la muestra, con un recordatorio al mes, también vía e-mail, y un segundo recordatorio vía telefónica a los 2 meses, a través del director del centro correspondiente. Los investigadores aprovecharon cada envío para explicar el motivo del estudio y las instrucciones de rellenado de cada instrumento. Todos los sujetos respondieron de forma anónima y confidencial, y dieron su consentimiento mediante su firma para participar en la investigación. El estudio no fue enviado a ningún comité ético.
Instrumentos de medición y variables principalesLos sujetos fueron invitados a contestar a 2 cuestionarios diferentes:
- 1.
MBI9. Este cuestionario fue validado por Maslach y Jackson en 198610. Está formado por 22 ítems en forma de afirmaciones sobre los sentimientos y actitudes del profesional en su trabajo y hacia los clientes. Esta escala es la que ha demostrado mayor validez y fiabilidad (entre un 0,75 y 0,90). Se utilizó una versión traducida y validada de la original, ya empleada en estudios realizados en España2,7,8, que valora el desgaste profesional en las dimensiones de CE, DP y RP. El resultado de este cuestionario se obtiene en 3 variables numéricas (una por cada dimensión), con los siguientes puntos de corte: CE bajo, ≤18, CE medio de 19-26 y CE alto, ≥27; DP bajo, ≤5, DP media de 6-9 y DP alta, ≥10, y RP, baja ≤33, RP media de 34-39 y RP alta, ≥40. Las subescalas de CE y DP indican mayor desgaste a mayor puntuación. La RP funciona en sentido inverso, indicando mayor desgaste las puntuaciones bajas.
Estas 3 dimensiones consideran el síndrome de estar quemado como una variable continua que se puede experimentar en diferentes niveles, y no como variable dicotómica. Aunque no hay puntaciones de corte a nivel clínico para medir la existencia o no de BO, puntuaciones altas en AE y DP y baja en RP definen el síndrome10. En nuestro estudio hemos considerado como prevalencia de BO los niveles altos en al menos una de las 3 dimensiones.
- 2.
Cuestionario de datos generales de elaboración propia, que recoge aspectos sociodemográficos, formativos, características del puesto de trabajo, tipo de contrato laboral, años de experiencia profesional, carga de trabajo, incapacidad temporal, hábitos no saludables, consumo de medicación, situación personal, y pregunta sobre la satisfacción del trabajador en su puesto de trabajo y si ha considerado cambiar de trabajo en los últimos meses.
Se realizó un estudio descriptivo de las variables incluidas. Las variables cuantitativas se expresaron como media. Las variables cualitativas se expresaron como valor absoluto en porcentaje. Se estimó el intervalo de confianza (IC) al 95% en los casos estadísticamente significativos. La comparación de medias se realizó mediante la prueba t de Student para muestras independientes, y la no paramétrica U de Mann-Whitney para las variables que no seguían una distribución normal. Para la asociación de variables cualitativas se empleó el test Chi2. Se realizó un análisis multivariante de regresión logística para determinar las variables asociadas a la presencia de BO y determinar su odds ratio.
El análisis estadístico de los datos se hizo mediante el programa SPSS®.
ResultadosTasas de respuestaRespondieron 178 profesionales de AP (porcentaje de respuesta del 48%). No se llegó al número de respuestas suficiente que esperábamos. Por ese motivo se dan los resultados con una precisión del 7%.
No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre las características de los profesionales que respondieron y las de la población de referencia.
Prevalencia del síndrome de burnout en los profesionalesPresentaron niveles elevados en al menos una de las dimensiones un 39,3% de los encuestados; en 2 dimensiones un 11,8% y en las 3 simultáneamente un 4,5% (tabla 1). Dichos niveles fueron mayores en administrativos (al menos una dimensión afectada en hasta un 80%) y médicos de familia (41,3%), mientras que ATS-DUE presentaron los niveles más bajos, con un 22,4%.
Prevalencia de nivel alto de burnout en los distintos grupos profesionales
Grupo profesional | |||||
---|---|---|---|---|---|
Todos (nivel alto %) | ATS-DUE (nivel alto %) | Médico de familia (nivel alto %) | Pediatra (nivel alto %) | Administrativo (nivel alto %) | |
Al menos un área afectada | 39,3 | 22,4 | 41,3 | 30,8 | 80 |
Dos áreas afectadas | 11,8 | 6,9 | 21,3 | 7,7 | 28 |
Las 3 áreas afectadas | 4,5 | 1,7 | 5,3 | 7,7 | 8 |
Respecto a la prevalencia por cada dimensión, presentaron altos niveles de BO un 15,7% en CE, un 18,5% en DP y hasta un 25,6% en RP (tabla 2).
Variables cualitativas asociadas al burnoutLa tabla 3 presenta los niveles de desgaste profesional según sus 3 dimensiones y las variables categóricas.
Asociación entre la presencia de síndrome de burnout en sus 3 dimensiones y las variables categóricas
Total, N (%) | Cansancio emocional | Despersonalización | Baja realización personal | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Prevalencia (%) | p | Prevalencia (%) | p | Prevalencia (%) | p | ||
Sexo | 0,035 | 0,007 | 0,120 | ||||
Mujer | 129 (73,3) | 12,4 | 14,0 | 22,5 | |||
Hombre | 47 (26,7) | 25,5 | 31,9 | 34,0 | |||
Estado civil | 0,606 | 0,485 | 0,818 | ||||
Casado | 134 (77,9) | 14,9 | 16,4 | 26,9 | |||
Soltero | 31 (18) | 16,1 | 25,8 | 22,6 | |||
Separado/divorciado | 7 (4,1) | 28,6 | 28,6 | 14,3 | |||
Tiene hijos | 0,430 | 0,138 | 0,690 | ||||
Sí | 130 (73,9) | 14,6 | 16,2 | 26,9 | |||
No | 46 (26,1) | 19,6 | 26,1 | 23,9 | |||
Trabaja el cónyuge | 0,256 | 0,572 | 0,393 | ||||
Sí | 128 (88,3) | 16,4 | 17,2 | 27,3 | |||
No | 17 (11,7) | 5,9 | 11,8 | 17,6 | |||
Área de trabajo | 0,079 | 0,002 | 0,124 | ||||
Rural | 86 (48,9) | 10,5 | 9,3 | 20,9 | |||
Urbana | 90 (51,1) | 20,0 | 27,8 | 31,1 | |||
Grupo profesional | 0,042 | 0,120 | <0,001 | ||||
ATS-DUE | 58 (33,2) | 5,2 | 8,6 | 17,2 | |||
Médico de familia | 75 (42,1) | 22,7 | 21,3 | 24,0 | |||
Pediatra | 13 (7,3) | 7,7 | 23,1 | 15,4 | |||
Administrativo | 25 (14) | 20,0 | 32,0 | 64,0 | |||
Situación laboral | 0,671 | 0,817 | 0,791 | ||||
Fijo | 119 (68) | 16,8 | 19,3 | 26,9 | |||
Eventual | 56 (32) | 14,3 | 17,9 | 25,0 | |||
Trabajo en grupo | 0,944 | 0,225 | 0,665 | ||||
Sí | 136 (79,1) | 16,2 | 19,9 | 25,7 | |||
No | 36 (20,9) | 16,7 | 11,1 | 22,2 | |||
Realización de guardias | 0,449 | 0,382 | 0,813 | ||||
Sí | 47 (32,6) | 17,0 | 12,8 | 21,3 | |||
No | 97 (67,4) | 12,4 | 18,6 | 19,6 | |||
Fumador | 0,997 | 0,363 | 0,973 | ||||
Sí | 19 (10,7) | 15,8 | 26,3 | 26,3 | |||
No | 158 (89,3) | 15,8 | 17,7 | 25,9 | |||
Bebedor | 0,587 | 0,267 | 0,387 | ||||
Sí | 86 (48,9) | 17,4 | 22,1 | 29,1 | |||
No | 90 (51,1) | 14,4 | 15,6 | 23,3 | |||
Psicofármacos | 0,050 | 0,365 | 0,595 | ||||
Sí | 20 (11,4) | 30,0 | 25,0 | 30,0 | |||
No | 155 (88,6) | 13,5 | 16,8 | 24,5 | |||
Ha considerado cambiar de trabajo en los últimos meses | 0,010 | 0,555 | 0,030 | ||||
Sí | 38 (21,8) | 28,9 | 21,1 | 39,5 | |||
No | 136 (78,2) | 11,8 | 16,9 | 22,1 |
Resultados de la prueba estadística Chi2 (comparación de proporciones).
En las 3 dimensiones del BO se encontraron diferencias estadísticamente significativas en los distintos grupos profesionales.
Los niveles de BO fueron mayores en hombres que en mujeres, siendo estas diferencias estadísticamente significativas en las áreas de CE y DP.
Trabajar en un área rural fue un factor protector para el BO, con diferencias significativas en las dimensiones de CE, con un 10,5% (IC del 95% 3,8-17) en área rural frente al 20% en área urbana (IC del 95% 11,5-28,4), y DP, con niveles de 9,3% (IC del 95% 3-15,5) frente al 27,8% (IC del 95% 18,3-37,2), respectivamente.
Se observó un aumento de consumo de psicofármacos (antidepresivos y ansiolíticos) en los profesionales con mayor puntuación en BO, con diferencias significativas en la dimensión de CE. El consumo de psicofármacos nos reveló cifras de psicomorbilidad global del 11,4%.
Variables cuantitativas asociadas al burnoutEn la tabla 4 se describe la relación entre las 3 dimensiones del BO y las variables cuantitativas estudiadas. Se comparó la media de las variables en los profesionales con niveles altos de BO, frente a las de aquellos que presentaron niveles bajos o medios de BO.
Asociación entre la presencia de burnout en sus 3 dimensiones y las variables cuantitativas
Global | Alto cansancio emocional | Alta despersonalización | Baja realización personal | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
No presente | Presente | p | No presente | Presente | p | No presente | Presente | p | ||
Edad | 45,57 (9,4) | 45,7 (9,4) | 44,5 (9,3) | 0,547 | 45,8 (9,5) | 44,3 (9,0) | 0,418 | 45,9 (9,3) | 44,3 (9,6) | 0,319 |
Número de hijos | 2 (2-3) | 2 (2-3) | 2 (2-3) | 0,755 | 2 (2-3) | 2 (2-3) | 0,834 | 2 (2-3) | 2 (1-3) | 0,908 |
Tiempo en actividad | 19,39 (9,9) | 19,5 (10,0) | 18,4 (9,3) | 0,599 | 19,6 (9,9) | 18,1 (9,7) | 0,448 | 19,9 (9,9) | 17,7 (9,6) | 0,215 |
Tiempo servicio actual | 8,19 (8,3) | 8,3 (8,5) | 7,2 (7,4) | 0,519 | 8,4 (8,6) | 6,9 (6,6) | 0,339 | 8,3 (8,8) | 7,8 (7,6) | 0,724 |
Horas de trabajo por semana | 35,33 (8,7) | 35,1 (8,4) | 36,4 (10,1) | 0,462 | 35,2 (8,8) | 35,6 (8,4) | 0,832 | 35,2 (9,4) | 35,6 (6,2) | 0,800 |
Kilómetros diarios | 10 (2-50) | 11 (3-50) | 6 (0-64) | 0,364 | 18 (3-50) | 4 (0-10) | 0,147 | 17 (0-50) | 7 (2-50) | 0,702 |
Horas de sueño de media diaria | 7 (7-7,5) | 7,0 (7,0-7,5) | 7,0 (6,5-7,0) | 0,023 | 7,0 (7,0-7,5) | 7,0 (6,5-7,0) | 0,409 | 7,0 (7,0-7,5) | 7,0 (6,5-7,0) | 0,378 |
Días de baja por enfermedad último año | 3,34 (9,4) | 3,4 (12,5) | 2,8 (5,6) | 0,829 | 3,2 (11,8) | 3,9 (11,1) | 0,737 | 3,8 (13,2) | 1,9 (4,8) | 0,345 |
Pacientes/cupo | 1.349,8 (396,6) | 1.331,6 (408,7) | 1.446,3 (316,4) | 0,249 | 1.301,4 (413,2) | 1.565,0 (208,4) | 0,005 | 1.333,4 (407,4) | 1.418,7 (346,7) | 0,356 |
Pacientes/semana (presión asistencial) | 127,21 (63,3) | 119,2 (57,4) | 170,3 (76,6) | 0,001 | 121,1 (64,6) | 153,5 (50,4) | 0,023 | 126,7 (65,0) | 129,2 (56,7) | 0,862 |
Guardias al mes | 4,42 (2,5) | 4,4 (2,6) | 4,1 (2,1) | 0,721 | 4,5 (2,5) | 3,8 (2,6) | 0,549 | 4,3 (2,6) | 4,7 (2,2) | 0,697 |
Satisfacción en su trabajo diario | 7,2 (1,7) | 7,5 (1,2) | 5,3 (2,3) | <0,001 | 7,4 (1,5) | 6,1 (1,9) | <0,001 | 7,6 (1,3) | 6,1 (2,1) | <0,001 |
Datos expresados mediante media (desviación típica) o mediana (rango intercuartílico). Test de comparación: t de Student para muestras independientes y U de Mann-Whitney, según normalidad de las variables.
Aquellos profesionales con mayor presión asistencial, definida como el número de pacientes a la semana que atienden médicos, pediatras y ATS-DUE, presentaron mayores niveles de BO con diferencias estadísticamente significativas en CE y DP, con medias de 170,35 (IC del 95% 136,1-204,6) y 153,54 (IC del 95% 132,9-174,1) pacientes, respectivamente. El tamaño del cupo también se asoció con mayores niveles de desgaste en DP.
De forma estadísticamente significativa, se observaron niveles elevados de CE en aquellos profesionales con menor número de horas de sueño por la noche. La media de horas fue de 6,76 (IC del 95% 6,5-6,9).
Grado de asociación de las variables implicadas en el burnoutSe realizó un análisis logístico multivariante (tabla 5) con aquellas variables que resultaron estadísticamente significativas en las tablas anteriores.
Resultados de los modelos multivariantes para cada una de las dimensiones de burnout
Modelo | Variable | Odds ratio (IC 95%) | p |
---|---|---|---|
Modelo para cansancio emocional | |||
Grupo profesional | 0,020 | ||
ATS/DUE | Referencia | ||
Médicos de familia | 5,37 (1,50-19,4) | ||
Pediatras | 1,53 (0,20,15,9) | ||
Administrativos | 4,58 (1,1-20,9) | ||
Uso de psicofármacos | 0,018 | ||
No | Referencia | ||
Sí | 7,6 (1,4-41,1) | ||
Presión asistencial (pacientes/semana) | 1,014 (1,01-1,03) | 0,034 | |
Satisfacción laboral (1-10) | 0,46 (0,16-0,7) | <0,001 | |
Modelo para despersonalización | |||
Área de trabajo | 0,043 | ||
Rural | Referencia | ||
Urbana | 3,31 (1,1-10,5) | ||
Grupo profesional | 0,054 | ||
ATS/DUE | Referencia | ||
Médicos de familia | 2,87 (0,9-8,3) | ||
Pediatras | 3,18 (0,7-15,5) | ||
Administrativos | 4,98 (1,4-17,3) | ||
Tamaño del cupo | 0,003 | ||
>1.500 pacientes | Referencia | ||
<1.500 pacientes | 0,40 (0,22-0,73) | ||
Satisfacción laboral (1-10) | 0,68 (0,5-0,8) | 0,006 | |
Modelo para baja realización personal | |||
Grupo profesional | 0,005 | ||
ATS/DUE | Referencia | ||
Médicos de familia | 1,12 (0,43-3,1) | ||
Pediatras | 0,73 (0,2-4,8) | ||
Administrativos | 8,37 (2,4-29,8) | ||
Satisfacción laboral (1-10) | 0,63 (0,5-0,8) | 0,001 |
En cuanto a los distintos grupos profesionales, se tomó a los ATS-DUE como grupo de referencia y se obtuvieron unas odds ratios para administrativos y médicos de familia de 4,58 y 5,37 en CE, 4,98 y 2,87 en DP, respectivamente, y 8,37 para los administrativos en RP, siendo el resto de comparaciones no significativas. El grupo de pediatras no se asoció con diferencias significativas en ningún área, aunque la tendencia era de un aumento de riesgo.
El número de pacientes en el cupo (menor de 1.500) fue protector, el uso de psicofármacos aumentaba el riesgo de CE, y trabajar en una zona urbana aumentaba el de DP.
DiscusiónLa prevalencia de BO encontrada en nuestro estudio coincide con la descrita en otros, que se sitúa entre un 69,2 y un 38,9%2,3,6,11–13. Esta discordancia de prevalencias podría explicarse por el uso de diferentes escalas, lo que dificulta su comparación14–16, o por el distinto punto de corte en el que se considere o no la existencia de BO. Recordamos que en nuestro estudio hemos considerado como prevalencia de BO niveles altos en al menos una de las 3 dimensiones, que es lo que recomiendan las autoras de la escala MBI9,10.
Este es uno de los pocos estudios de BO que abarca a diferentes trabajadores de salud de AP, no solo a médicos de familia, y los compara entre ellos17–21.
Uno de los factores que parecen estar más implicados en las diferencias intergrupales es la presión asistencial (número pacientes a la semana). Los médicos de familia tienen una mayor presión con respecto al grupo de ATS-DUE. Cabe destacar que aunque el grupo de pediatras tienen menos número de pacientes/cupo con respecto al grupo de médicos de familia, la presión asistencial es similar y significativamente mayor con respecto al grupo de ATS-DUE.
Hay estudios que no encuentran diferencias en cuanto al sexo2,5. En el nuestro existen mayores niveles de BO en el sexo masculino, coincidiendo estos resultados con los de otras publicaciones1,3,16; esto podría indicar que las mujeres presentan mayores recursos psicológicos para luchar contra los factores estresantes o mayor grado de conformismo. En nuestro estudio también podría explicarse porque el 98% de los ATS-DUE son mujeres, grupo profesional con menor prevalencia de BO.
A pesar de que en la mayoría de los estudios se aprecia cómo el desgaste profesional se acentúa con los años6,12,16, en nuestro trabajo no hemos encontrado asociación entre la edad y el BO. Esto puede deberse en nuestro caso a que tenemos una muestra de profesionales relativamente joven, con una media de 45,7 años.
Observamos que el BO está directamente relacionado con un incremento del consumo de tabaco, alcohol y psicofármacos. Es un dato objetivo de las consecuencias del BO en la salud mental de los trabajadores, ya descrito en otros estudios canadiense y suizo16,22. Sin embargo, este es uno de los primeros estudios en España que revelan la repercusión del BO en la salud mental de los profesionales de AP, con datos tan alarmantes como el del riesgo 7 veces superior de consumo de psicofármacos en niveles elevados de CE. El consumo de psicofármacos en los últimos 12 meses en los profesionales sanitarios (11,4%) es superior a la media de la población general española, que se sitúa en el 9,6%23.
Los resultados de este estudio muestran una relación estrecha entre el nivel de satisfacción en el trabajo y las 3 escalas del desgaste profesional. Esta relación también ha sido descrita en algunos trabajos realizados en España y Europa3,6,11. Incluso algún estudio ha descrito la satisfacción como un elemento protector ante el estrés laboral. Recomendamos utilizar la pregunta de satisfacción laboral, con escala del 1 al 10, para evaluar el grado de BO de los trabajadores. Es un planteamiento sencillo, rápido, que podría ser utilizado como screening inicial de BO.
Este estudio nos lleva a replantearnos cuáles son las verdaderas causas del BO16,24–26. No parecen influir tanto factores como el salario, las guardias o la edad6–8,16, y sí otros como la presión asistencial o el tipo de trabajo que se realiza en función del área rural o urbana27–29.
Limitaciones del estudioLa limitación principal de nuestro estudio es su naturaleza transversal, que excluye la evaluación de temporalidad y causalidad de las relaciones observadas.
Otra de las limitaciones del estudio es la baja tasa de respuesta (48%). Tuvimos que presentar los resultados con una presión del 7% en vez del 5% del diseño inicial. Este tipo de estudios suelen tener una baja tasa de respuesta. Si el motivo por el que los trabajadores no respondieron al cuestionario fue por falta de motivación, los resultados de nuestro estudio estarían infraestimados (sesgo de no respuesta). No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre las características de los profesionales que respondieron y las de la población de referencia.
Sin duda existen otros factores que pueden influir en el BO que no hemos podido medir. Por ejemplo, el contexto de restricción presupuestaria de la sanidad, la burocratización, el escaso tiempo de consulta o el desequilibrio entre las expectativas del paciente y las posibilidades5,12,24,28,29.
ConclusionesEncontramos elevados niveles de BO en los trabajadores de AP, siendo alarmante la prevalencia observada en administrativos y médicos de familia, con 3 a 5 veces más riesgo de padecer el síndrome respecto a enfermería. Trabajar en un área urbana, con un tamaño de cupo elevado y con una gran presión asistencial son los principales factores asociados. Esta alta prevalencia se ve reflejada en la salud mental de los trabajadores, con un consumo de psicofármacos superior a la media poblacional española. La sencilla pregunta «Del 1 al 10, ¿cuál es su satisfacción laboral?» se correlaciona proporcionalmente con las puntuaciones del MBI, y es una técnica útil y rápida de screening.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes y que todos los pacientes incluidos en el estudio han recibido información suficiente y han dado su consentimiento informado por escrito para participar en dicho estudio.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Conflicto de interesesNo existen conflictos de intereses por parte de los autores en el desarrollo y publicación de este estudio, ni relaciones financieras con ninguna entidad.
A Berta y Koldo, del Centro de Investigación Metodológica del Complejo Hospitalario de Navarra, por su orientación y ayuda con el análisis de datos estadísticos.