El entorno sociocultural influye en el tabaquismo juvenil, y actualmente parece que hay descenso de su prevalencia.
ObjetivosValorar la prevalencia del tabaquismo en estudiantes de bachillerato, la influencia del entorno en su inicio en la Comarca de Osona (Barcelona) (COB) y analizar, si existiera, su disminución.
Material y métodosEstudio transversal en alumnos de bachillerato de COB. Mediante encuesta anónima se interrogó sobre tabaquismo, influencia del entorno y contexto sociocultural en el inicio.
ResultadosParticiparon 842, se recogieron 714 encuestas y 705 se consideraron válidas. Tenían residencia urbana 303 (93,5%). Fumaban 159 (22,6%) y el 62% eran mujeres; 70 (44%) eran cristianos, 3 (1,9%) musulmanes, 14 (8,8%) de otras religiones y 72 (45,3%) aconfesionales. Consumían alcohol 529 (76,3%) y otras sustancias 308 (46,5%). Padecían alguna enfermedad 40 (6,1%) alumnos y 334 (47,5%) familiares. Había 207 (29,4%) padres fumadores y 152 (22%) madres. Existía tabaquismo familiar en 214 (59%) alumnos y en 582 (82,6%) amigos. Los padres tenían estudios superiores en 212 (30,1%), medios en 331 (48,7%) y primarios en 137 (20,1%); en relación con las madres en 279 (39,6%), en 294(41,7%) y en 116 (16,5%) respectivamente. Ser fumador se relacionaba con consumir alcohol (p=0,000) y otras sustancias (p=0,000), ser aconfesional (p=0,000), no padecer enfermedades (p=0,043) y con tener madre (p=0,001), padre (p=0,005), hermano (p=0,006), familiares (p=0,016) o amigos fumadores (p=0,000).
ConclusionesLa prevalencia del tabaquismo en estudiantes de bachillerato en COB es elevada, aunque ha disminuido. Fumar se relacionó con tabaquismo de progenitores, familiares y amigos, ser aconfesional, consumir alcohol y otras sustancias. Se deben implantar programas preventivos dirigidos a estudiantes, progenitores y personal docente.
The socio-cultural setting influences youth smoking and its prevalence presumibly has decreased.
ObjectivesTo assess smoking prevalence in high school students, as well as the environmental influence on its onset in the Osona Disrtict of Barcelona (ODB), and to determine whether it has decreased.
Material and methodsA cross-sectional study was conducted on high school students in the ODB. In the anonymous questionnaire it was sked asked about smoking and the influence of the social and cultural setting on its onset.
ResultsA total of 842 students participated, with 714 questionnaires completed, of which 705 were included as valid. A total of 203 (93.5%) students lived in an urban setting. There were 159 smoker students and 62% were women. The smokers were 70 (44%) christians, 3 (1.9%) muslims, 14 (8.%) students with other religions, and 72 (45.3%) non-denominational students. It was detected that 529 (76.3%) of the students consumed alcohol consumers, and 308 (46.5%) consumed other substances. There were 40 (61%) students that suffered a disease, and also 334 students who had ill relatives. There were 207 (29.4%) fathers and 152 (22%) mothers who smoked and 214 (59%) students declared family smoking. Finally 582 (82.6%) had smoker friends. Among fathers, 212 (30.1%), had high level studies, 331 (48.7%) had mid- level studies, and 137 (20.1%) fathers had primary studies. Among mothers, it was 279 (39.6%), 294 (41.7%), and 116 (16.5%). respectively.
Being a smoker was associated with alcohol (P=.000) and other substances consumption (P=.000), being non-denominational (P=.000), did not to suffer any disease (P=.043), with having mother (P=.001), father (P=.005), brother or sister (P=.006), and family members (P=.016) who smoked, and smoker friends (P=.000).
Conclusionssmoking prevalence in high school students in the ODB is high, but has decreased. Smoking was associated with alcohol and consumption of other substances, being non-denominational, and with friends, parents, and relatives who smoked. It is necessary to establish prevention programs addressed to teenagers, parents and teachers.
El tabaquismo es muy prevalente en la población general, especialmente en jóvenes, suele iniciarse en la adolescencia1 y constituye un problema prioritario de salud pública que es prevenible.
Se estima que fuma aproximadamente el 21% de la población mundial mayor de 15 años (35% hombres y 6% mujeres). Esta epidemia afecta también de manera preocupante a los jóvenes, ya que fuma el 7% del global de la población de entre 13-15 años (9% de chicos y el 4,5% de chicas)1. Tiene como consecuencia una elevada morbimortalidad, provocando el 12% de las muertes ocurridas en población mayor de 30 años en todo el mundo1. En Europa la prevalencia del consumo de tabaco en adolescentes y adultos jóvenes varía entre 23-47% en chicos y el 18-46% en chicas2. En España, el último Informe del Sistema Nacional de Salud de 2016 describe que la prevalencia de tabaquismo en población general era del 23%3, y alrededor del 29,7% en jóvenes de 14-18 años4. En la Comunidad Autónoma de Cataluña (CAC) fumaba aproximadamente el 28,9%5 de los jóvenes de 15 y 16 años. El tabaquismo en la adolescencia se ha relacionado con el consumo de alcohol y otras drogas ilegales6,7, y con conductas de riesgo7,8. En su inicio influyen el ambiente sociocultural, los hábitos del entorno del adolescente11, la publicidad del tabaco, los hábitos de las personas más cercanas y de la idealización de las mismas9,10. Incluso se ha relacionado con bajo nivel de estudios y bajo rendimiento académico7,11. Trabajos recientes han observado que el tabaquismo en jóvenes con alto nivel académico es menor y su inicio es más tardío; también hacen patente la importancia del nivel de seguridad y confianza en sí mismos de los jóvenes en el inicio o el rechazo del consumo del tabaco12,13.
La prevención del tabaquismo es un objetivo prioritario de salud pública14 a nivel mundial, tanto en población general como en adolescentes. Desde 2003 la OMS trabaja arduamente en este ámbito impulsando las denominadas medidas MPOWER, expuestas en el Convenio marco de la OMS para el control del tabaco15. Estas medidas se han traducido, en los diferentes países, en el desarrollo de leyes que restringen la publicidad, aumentan su precio, prohíben y sancionan el consumo de tabaco en lugares públicos y en el trabajo16,17, facilitando en conjunto el abandono y que los adolescentes no se inicien en su consumo11,18,19. Tras una década desde el inicio de aplicación de estas medidas, la influencia de estas leyes se ha plasmado en forma de un alentador descenso en el consumo de tabaco en todo el mundo, que ha salvado millones de vidas. También en nuestro país existen estudios previos que han analizado el descenso del tabaquismo20. Los últimos datos recogen que en 2014 la prevalencia de tabaquismo en jóvenes de entre 14-18 años, en España, era del 25,9%21, que reflejaría esta tendencia si se compara con las cifras comentadas anteriormente4.
Para la prevención hay que actuar en la adolescencia promoviendo actividades saludables. También es muy importante la imagen que trasmiten los profesionales docentes y sanitarios, así como las intervenciones mínimas sobre los sujetos fumadores22, además de los hábitos de familiares y amigos14.
Dada la importancia del tabaquismo como problema principal de Salud Pública, y los factores de influencia en su comienzo durante la adolescencia, se consideró analizar la prevalencia y los factores condicionantes en su iniciación en los estudiantes de bachillerato en la Comarca de Osona (Barcelona) (COB) localizada en Cataluña central.
Esta comarca está compuesta por 50 municipios. Los de mayor población, y en los que se recogerá la muestra para el estudio, son Vic y Manlleu. Existe un elevado porcentaje de población inmigrante de origen muy diverso, principalmente África (Marruecos y países subsaharianos), Sudamérica, países del este de Europa y un pequeño sector de origen asiático.
Se planteó determinar la prevalencia del tabaquismo en jóvenes estudiantes de bachillerato de la COB y valorar la influencia del contexto sociocultural en la iniciación al consumo de tabaco, además de analizar si ha existido descenso en la prevalencia de tabaquismo en los estudiantes de bachillerato de la región de la COB respecto a datos previos.
Material y métodosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo para la realización de este estudio en relación con la confidencialidad de los datos, para proteger el anonimato e intimidad de los participantes, respetando los derechos de los menores con metodología similar a la utilizada por otros autores21.
Población de estudioSe realizó un estudio descriptivo transversal en alumnos de bachillerato de la COB durante marzo de 2016. Se ofreció participar a 8 institutos de enseñanza secundaria (IES), contactando con personal directivo y docente, explicándoles el estudio y el desarrollo del trabajo, así como el respeto a la confidencialidad de los alumnos. A pesar de ello, los equipos docentes de 2 IES declinaron su participación en aras de la confidencialidad de los alumnos. Se instruyó al personal docente sobre la realización de la encuesta a los alumnos y a solucionar las posibles dudas que pudieran plantear los alumnos. Se entregó al personal docente los cuestionarios (anexo 1), que según las indicaciones de los investigadores, ellos mismos distribuyeron entre los alumnos, quienes participaron de manera voluntaria, y los recogieron cuando estos los contestaron. Posteriormente se analizó estadísticamente su contenido.
Este cuestionario ya había sido utilizado en trabajos previos del mismo grupo investigador, aunque en esta ocasión con algunas adaptaciones a las características de la muestra y a los objetivos de este nuevo trabajo12,13.
Criterios de inclusión: la participación fue voluntaria y el único criterio de inclusión fue estar matriculado en primero o segundo de Bachillerato de cualquiera de los centros participantes de la COB.
Criterios de exclusión: se excluyeron del estudio aquellos que tuvieran dificultades o barreras de lenguaje o de otro tipo y los que no desearon participar.
Periodo de estudio y aplicación del cuestionarioSe realizó en marzo de 2016. Con el permiso del personal docente y según las indicaciones de los investigadores, se autoadministró a cada alumno durante el horario escolar un cuestionario adaptado y simplificado del utilizado en el programa europeo de prevención de tabaquismo en adolescentes, denominado European Smoking Prevention Framework Approach23 (anexo 1). Lo respondieron en aproximadamente 30minutos y se recogieron por el profesorado una vez contestados e introducidos en sobres cerrados, garantizando el anonimato del alumno. Se consideraron como «no válidos» aquellos cuestionarios que mostraban respuestas incongruentes, ya que dificultaban su correcta interpretación y análisis. No hubo exclusiones, excepto los que decidieron voluntariamente no contestar el cuestionario.
La distribución de los alumnos (omitiendo los nombres de los centros para preservar la intimidad de los participantes) era la siguiente (tabla 1): IES-A con 146 alumnos y contestaron 97, pero se seleccionaron como válidos para el estudio 93 cuestionarios; IES-B con 151 alumnos y contestaron 141 (válidos 141); IES-C 130 participantes, que contestaron todos los alumnos a los que se ofreció el cuestionario (válidos 130); IES-D 150 alumnos y contestaron 124 (válidos 124); IES-E con 179 alumnos de los que contestaron 155 (válidos 155) y el IES-F con 86 alumnos que contestaron 67, pero se incluyeron como válidas para el estudio 62 encuestas.
Distribución de los alumnos en los distintos IES
IES | Participación | N.° alumnos | N.° alumnos participantes | Contestaron | Válidas |
---|---|---|---|---|---|
A | Sí | 146 | 146 | 97 | 93 |
B | Sí | 151 | 151 | 141 | 141 |
C | Sí | 130 | 130 | 130 | 130 |
D | Sí | 150 | 150 | 124 | 124 |
E | Sí | 179 | 179 | 155 | 155 |
F | Sí | 86 | 86 | 67 | 62 |
G | No | 274 | 0 | ||
H | No | 185 | 0 | ||
Totales | 1.301 | 842 | 714 | 705 |
Los 2 centros que declinaron la propuesta (IES-G e IES-H) contaban en ese momento con 185 y 274 alumnos matriculados en bachillerato respectivamente.
Variables del cuestionario12,13 (anexo 1)Se recogieron datos antropométricos (género, edad, peso, talla, lugar de residencia), variable de efecto (autodeclaración de la situación de cada alumno ante el consumo de tabaco en el momento actual), variables relacionadas con el inicio del tabaquismo (fecha de inicio), consumo de otras drogas (entendiendo por ello el consumo de sustancias que fácilmente son reconocidas como drogas, como la marihuana, el hachís, la cocaína, la morfina, sustancias estimulantes, sustancias de diseño, etc.), consumo de alcohol; influencia del entorno familiar o sociocultural y religioso en la iniciación del tabaquismo, la existencia de enfermedades en el sujeto o en su entorno sociofamiliar más directo (se consideró la presencia de enfermedades respiratorias, alérgicas, cardiovasculares, metabólicas, oncológicas, neuromusculares, etc.), que marquen de alguna manera la actitud del alumno frente a la enfermedad (tanto cuando la sufría el alumno como cuando la padecían los allegados), nivel cultural y el tabaquismo en progenitores, tabaquismo en familiares y amigos y, por último, se preguntaba sobre el deseo de los chicos de abandonar el consumo del tabaco.
Análisis estadísticoLas variables del estudio se describen con sus estadísticos de tendencia central, si se trata de variables cuantitativas que sigue una distribución normal (media y desviación típica), y con sus percentiles (y la distancia intercuartílica) cuando son cuantitativas que no siguen una distribución normal. La normalidad de las variables cuantitativas se asumirá de acuerdo a los resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov. Las variables cualitativas se describen por su frecuencia absoluta y por los porcentajes de cada una de sus categorías. Los contrastes bivariados se realizarán con las pruebas estadísticas aplicables a las características de las variables contrastadas. Así, una variable cuantitativa normal y una variable dicotómica se analizará con la prueba «t» de Student o con su equivalente no paramétrico (U de Mann-Whitney) si la cuantitativa no sigue una distribución normal. Una cuantitativa de distribución normal se contrastará con una cualitativa de 3 o más categorías mediante la prueba de ANOVA y, si no sigue la distribución normal, se contrastará con la prueba H de Kruskal-Wallis. El contraste de variables cualitativas se realizará mediante la prueba de la Chi cuadrado. Se aceptarán los contrastes cuando la probabilidad de error sea inferior a 0,05 (p<0,05), y todos los análisis se realizarán con el programa informático de análisis estadístico SPSS versión 15.0.
ResultadosEstudio descriptivoEn el momento del estudio (curso 2015-2016), en los municipios de Vic y Manlleu, había 8 IES en los que se impartía Bachillerato en la COB, pero fueron 6 los centros que finalmente aceptaron participar, con un total de 842 alumnos (tabla 1). Recogimos 714 encuestas (índice de respuesta del 84,79%), de las que 9 no se consideraron válidas (por respuestas incoherentes), quedando como válidas 705 (tabla 2). La distribución de los alumnos fumadores y no fumadores se muestra en la figura 1. Entre los sujetos incluidos había 414 (58,7%) mujeres con una relación mujer:hombre de 1,42:1. Declararon tener residencia urbana 303 (93,5%) y 21 (6,5%) rural. La edad media del grupo era de 16,69±0,93 años, la de los fumadores de 16,68±0,90, y en los no fumadores de 16,69±0,94 años. El índice de masa corporal medio fue 21,5 (mínimo 14,36-máximo 31,22).
Características de la muestra poblacional
Total | Fumado /porcentaje de la muestra | No fumador/porcentaje de la muestra | p | |
---|---|---|---|---|
N (muestra poblacional) | 705 | 159 (22,6%) | 546 (77,4%) | |
Edad | 16,69 (±0,93) | 16,68 (±0,90) | 16,69 (±0,94) | 0,747* |
Género | 705 | |||
Mujer | 414 (58,7%) | 99 (62,3%)/23,9% | 315 (57,7%)/76,1% | 0,174** |
Hombre | 291(41,3%) | 60 (37,7%)/20,6% | 213 (42,3%)/79,4% | |
Residencia | 620 | |||
Urbana | 461 (74%) | 97 (68,8%) | 364 (76%) | 0,055** |
Rural | 159 (25,6%) | 44 (31,2%) | 115 (24%) | |
IMC | 21,05 (±2,69) | |||
Edad inicio | 14,37 (±1,27) 11-17 | |||
Influencia inicio | 146 | |||
Familiar | 5 (3,4%) | |||
Amigos | 108 (74%) | |||
No sabe | 33 (22,6%) | |||
Consumo de otras sustancias | 662 | |||
Sí | 308 (46,5%) | 118 (76,6%) / 38,3% | 190(37,4%) / 61,7% | 0,000** |
No | 354 (53,5%) | 36 (23,4%)/10,2% | 318(62,6%)/89,8% | |
Alcohol | 693 | |||
Sí | 529 (75%) | 152 (96,2%)/28,7% | 377 (70,5%)/71,3% | 0,000** |
No | 164 (23,3%) | 6 (3,8%)/3,7% | 158 (29,5%)/96,3% | |
Desea abandonar | 150 | |||
Sí | 58 (38,4%) | |||
No | 33(21,9%) | |||
Indeciso | 59(39,1%) | |||
Padece enfermedad | 653 | |||
Sí | 40 (6,1%) | 15 (9,5%)/37,5% | 25 (5,1%)/62,5% | 0,037** |
No | 613(92,6%) | 143(90,5%)/23,3% | 470 (94,9%)/76,7% | |
Estudios padre | 680 (96,5%) | |||
Primarios | 137 (19,4%)/20,1% | 28(20,4%)/18,1% | 109 (79,6%)/20,8% | 0,722*** |
Medios | 331 (47%) / 48% | 79 (23,9%)/51% | 252 (76,1%)/48% | |
Superiores | 212 (30%) | 48 (22,6%)/31% | 164 (77,4%)/31,2% | |
Estudios madre | 689 (97,7%) | |||
Primarios | 116 (16,5%)/16,8% | 0,817*** | ||
Medios | 294 (41,7%)/42,7% | |||
Superiores | 279 (79,6%)/40,5% | |||
Padre fumador | 699 (99,14%) | |||
Sí | 207 (29,6%) | 61 (29,5%)/38,6% | 146 (70,5%)/27% | 0,004** |
No | 492 (70,4%) | 97 (19,7%)/61,4% | 395 (80,3%)/73% | |
Madre fumadora | 692 (98,15%) | |||
Sí | 152 | 50 (32,9%)/32,1% | 102 (67%)/19% | 0,001** |
No | 540 | 106 (19,6%)/67,9% | 434 (80,4%)/81% | |
Hermano fumador | 343 (48,65%) | |||
Sí | 62 (18,1%) | 23 (37,1%)/28,4% | 39 (62,9%)/14,9% | 0,006** |
No | 281 (81,9%) | 58 (20,6%)/71,6% | 223 (79,4%)/85,1% | |
Familiar fumador | 363 (51,48%) | |||
Sí | 214 (59%) | 54 (25,2%)/71,1% | 160 (74,8%)/55,7% | 0,011** |
No | 149 (41%) | 22 (14,8%)/28,9% | 127 (85,2%)/44,3% | |
Amigo fumador | 695 (98,5%) | |||
Sí | 582 (83,7%) | 158 (27,1%)/99,4% | 424 (72,9%)/79,1% | 0,000** |
No | 113 (16,3%) | 1 (0,9%) / 0,6% | 112 (99,1%) / 20,9% | |
Enfermedades en entorno | 703 (99,7%) | |||
Sí | 334 (47,4%) 47,5% | 74 (46,5%)/22,2% | 260 (47,8%)/77,8% | 0,426 |
No | 369 (52,3%)/52,5% | 85 (53,5%)/23% | 284 (52,2%)/77% | |
Confesionalidad | 705 (100%) | |||
Cristiano | 292 (41,4%) | 70 (44%)/24% | 222 (40,7%) 76% | 0,000*** |
Musulmán | 81 (11,5%) | 3 (1,9%)/3,7% | 78 (14,3%)/96,3% | |
Otras | 62 (8,8%) | 14 (8,8%)/22,6% | 48 (8,8%)/77,4% | |
Aconfesional | 270 (38,3%) | 72 (45,3%)/26,7% | 198 (36,3%)/73,3% |
Fumaban 159 jóvenes, que supone el 22,6% de la muestra. Había 99 mujeres, lo que representa el 62,3% de los fumadores y el 23,9% del total de mujeres del grupo muestral. Eran 60 hombres fumadores, suponiendo el 37,7% de los fumadores y el 20,6% del total de hombres de la muestra. Reconocieron la influencia de los amigos en su inicio 108 (74%) alumnos, 33 (22,6%) no identificaron los factores influyentes y 5 (3,4%) consideraron la influencia de algún familiar. La edad media de inicio fue 14,37±1,27 años (mín. 11–máx. 17). Dado el valor de la edad media de inicio del grupo consideramos edad de inicio temprana el hecho de haber comenzado a fumar antes de los 14 años. Deseaban abandonar el hábito tabáquico 58 fumadores (38,4%), 33 no (21,9%) y se mostraron indecisos 59 (39,1%). Manifestaron consumo de bebidas alcohólicas 529 (76,3%) alumnos y 164 (23,3%) eran abstemios (fig. 2). Tomaban otras sustancias tóxicas 308 (46,5%) alumnos, mientras que 354 (50,2%) alumnos negaron su consumo (fig. 2).
Sobre el nivel académico de los progenitores (fig. 3) (del total de respuestas a esta pregunta [680]) 212 (30,1%) padres y 279 (39,6%) madres referían estudios superiores; estudios medios 331 (48,7%) padres y 294 (41,7%) madres; por último habían cursado estudios primarios 137 (20,1%) padres y 116 (16,5%) madres.
En relación con el tabaquismo en el entorno de personas cercanas referían tabaquismo 207 (29,4%) padres y 152 (22%) madres; afirmaban tener algún familiar fumador 214 alumnos (59%), eran 582 (87’3%) los alumnos con amigos fumadores y hay que destacar que 158 (99,4%) fumadores tenían amigos que también fumaban.
Había 40 alumnos (5,7%) que padecían alguna enfermedad y 15 de ellos fumaban, incluso 8 de ellos se iniciaron en el hábito a edad temprana respecto a la media del grupo (14 años). Había 334 encuestados (47,5%) que tenían algún familiar enfermo, y de estos alumnos 74 (22,2%) eran fumadores.
En cuanto al contexto sociocultural y confesional de los alumnos se observa que 292 (41,4%) eran cristianos, 81 (11,5%) musulmanes (M), 62 (8,8%) otras confesionalidades y 270 aconfesionales (38,3%). Fumaban 70 (44%) cristianos, 3 (1,9%) musulmanes, 14 (8,8%) de otras confesionalidades y 72 (45,3%) aconfesionales, que representaban del total de la muestra el 24% de cristianos, 3,7% de musulmanes, 22,6% de otras confesionalidades y 26,7% de aconfesionales (fig. 4).
Estudio analíticoSe realizaron unas tablas de contingencia, relacionando el hábito de fumar con las distintas variables que pudieran influir en el tabaquismo: consumo de alcohol, consumo de otras sustancias, nivel de estudios de los padres y madres, con el hábito de fumar de los progenitores, hermanos y amigos, así como la existencia de enfermedades en su entorno de familiares y amistades. Por último se relacionó el hábito tabáquico con el contexto sociocultural y confesional de los alumnos.
Se demostró asociación estadísticamente significativa entre ser fumador y consumir alcohol (p=0,000), consumo de otras sustancias (p=0,000), declararse aconfesional (p=0,000), no padecer ninguna enfermedad (p=0,043), tener madre fumadora (p=0,001), tener padre fumador (p=0,005), tener hermano fumador (p=0,006), tener miembros en la familia fumadores (p=0,016) y tener amigos fumadores (p=0,000).
No existía correlación con el resto de variables.
Por otra parte, se estudió la relación entre el inicio de tabaquismo a edad temprana con las distintas variables y no se encontró ninguna asociación estadísticamente significativa en cuanto a favorecer un mayor consumo de alcohol u otras sustancias.
DiscusiónLa prevalencia de tabaquismo en este grupo de estudiantes de la COB era del 22,6%, que es inferior a la prevalencia de la población general de dicha región (26%), a la de la CAC (24,7%)5 e incluso a la nacional (23%)3. Si se compara con la prevalencia de tabaquismo juvenil del conjunto de la CAC también es inferior en relación con datos registrados en los diferentes estudios: según la ESCA 2016 (28,9%)5 o el Informe Nacional de Salud (23,7%)3. Además destacar la menor prevalencia de tabaquismo de estos jóvenes respecto a sujetos de este mismo rango etario y de características demográficas similares24.
En el presente estudio han participado estudiantes de diversos contextos socioculturales. Los resultados obtenidos muestran que el grupo de musulmanes tiene menor proporción de fumadores, sin llegar a ser significativo, pero es interesante mencionarlo, ya que en estudios realizados previamente en población con importante presencia inmigrante se recogieron datos similares, como resaltábamos anteriormente24. Sí se detectó mayor prevalencia, con significación estadística, de fumadores entre el colectivo de estudiantes que se consideraba aconfesional.
Con todo lo expuesto se puede observar también el descenso de tabaquismo en los jóvenes de esta zona respecto a datos previos en los últimos años, que describían una prevalencia del 30%25 en 2006, en comparación con los datos recogidos en el presente estudio (22,6%) realizado en 201616–20. Según trabajos epidemiológicos, tanto a nivel internacional26 como nacional o de la CAC, se recogen datos que muestran una disminución generalizada de tabaquismo en la población general y entre los jóvenes en los últimos años5,7,20. Esta tendencia puede ser el resultado de la aplicación de las medidas gubernamentales antitabaco16–20 impulsadas por la OMS15.
En el informe nacional de salud de 201621 se recoge que en España en 2014 el 25,3% de mayores de 16 años fumaba (30,4% de hombres y 20,5% de mujeres). En cuanto a la prevalencia de tabaquismo en jóvenes de entre 16-24 años era del 21,5%, mientras que en 2006 afectaba al 29,5%. Este porcentaje descendió desde 2006 en términos absolutos en un 4,2% en toda la población (4,9% en hombres y 3,4% en mujeres). En la CAC en 2014 los mayores de 16 años fumaban el 25,8% (hombres 32,1% y mujeres 19,8%), concretamente en Cataluña central consumían tabaco el 24,7%5 de los jóvenes; y en 2006 las cifras ascedían hasta el 28,2% (hombres 34,9% y mujeres 21,7%)27. En Estados Unidos se ha descrito una disminución del consumo del tabaco del 24,2% en 2011 al 19,6% en 2017 en estudiantes de bachillerato, según el informe del CDC de 201726.
Parece, por tanto, quedar patente la efectividad de estas medidas que tenían como objetivo sancionar el consumo de tabaco, con la intención de sumar fuerzas para acabar con este gran problema de salud pública y todas sus consecuencias.
Si atendemos a la distribución del tabaquismo, y a diferencia de otros estudios, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en la prevalencia de tabaquismo según el género. En las últimas encuestas realizadas en la CAC sobre tabaquismo en la población general de esta región se concluyó que existe mayor prevalencia de tabaquismo en hombres en los grupos de edad temprana5. Otros estudios como los de la Comunidad Autónoma de Madrid5–7,14, sin embargo, observaron mayor consumo tabáquico en chicas, aunque bien es cierto que en la última encuesta SIVFRENT de 2015 muestra que efectivamente han disminuido las diferencias en las prevalencias de tabaquismo entre ambos géneros28.
No se observaron tampoco diferencias significativas en la prevalencia de fumadores en aquellos estudiantes que tenían residencia urbana y los que residían en medio rural. La edad de inicio (14,37±1,27 años) era superior a la media registrada a nivel nacional (13,75 años), también respecto a la media de la CAC (13,9 años)24.
Se describe un elevado consumo de alcohol (76,3%), que es mucho mayor que el de tabaco, aunque hay una disminución respecto a lo publicado en los últimos trabajos epidemiológicos en la región de COB, que describen en 2014 una prevalencia de consumo enólico en jóvenes del 88,4%24,27.
Se ha descrito en estudios previos un mayor consumo enólico en población rural respecto a los que viven en núcleos urbanos25. Si bien en esta muestra predominan los que habitan en medio urbano, es cierto que en conjunto existe una cultura bastante rural por las características del entorno. Este hecho podría influir en que la prevalencia del consumo enólico sea superior a la nacional21.
Otro dato preocupante es el elevado porcentaje de estudiantes que declaraban consumo de otras sustancias (46,5%), que era más elevado que el del tabaco, sin diferencias de género, que es coincidente con los diferentes estudios a nivel nacional. El consumo de tabaco se relaciona con el consumo de alcohol y drogas ilegales7, y se ha publicado que estos chicos tienen mayor probabilidad de verse envueltos en peleas, prácticas sexuales y conductas de riesgo14.
La mayoría de alumnos consideraban que influyó mucho la actitud del círculo de amigos en el inicio y el mantenimiento del tabaquismo. El 99,4% de los fumadores afirmaba que sus amigos también fumaban y el 74% de los fumadores reconocía la influencia de los amigos en el inicio de este hábito. Debemos destacar la asociación estadísticamente significativa entre el inicio del tabaquismo y tener amigos fumadores, además de la asociación entre ser fumador y tener madre, padre, hermanos y/o familiares que fumen, ya que de estos datos se desprende la influencia en la iniciación y el mantenimiento de este hábito, secundarios al deseo de imitación y a la tolerancia del entorno. Ser fumador mostraba relación estadísticamente significativa, además, con el consumo de alcohol (p=0,000) y otras sustancias (p=0,000), y con el hecho de no padecer enfermedad (p=0,043); sin embargo, no se encontró relación con la existencia de enfermedades tanto en el propio encuestado como en su entorno familiar o amistades, coincidiendo con otros autores11.
Por último, destacar la significación estadística entre ser fumador y declararse aconfesional (p=0,000), que podría relacionarse con el hecho de que este colectivo tiene un carácter de tendencia más rebelde y rompedora, presentando la inquietud de rebasar límites y normas, con el anhelo de experimentar cosas nuevas que se salgan de lo convencional, que para ellos tendría una acepción aburrida.
No había relación del tabaquismo juvenil con el nivel de estudios de los progenitores ni con el resto de variables estudiadas.
Resaltar la elevada participación de los alumnos (índice respuesta 84,79%) y el adecuado cumplimiento de la encuesta. La muestra estudiada es muy representativa de la población de estudiantes de bachillerato de la COB, ya que por su tamaño muestral recoge la gran mayoría de estudiantes de la zona.
La realización del trabajo suponía que, además de contestar la encuesta, podría servir para la concienciación de los alumnos e incluso del personal docente en lo que supone el tabaquismo, la forma de prevenirlo con actuaciones en su entorno y la introducción de programas de prevención que a estas edades es cuando más beneficio aportan, constituyendo además una actuación mínima22, encuadrada dentro de las medidas de prevención del tabaquismo. Es importante tomar medidas preventivas y líneas de actuación en el entorno14, actuando por parte del personal docente, personal sanitario y el entorno social para prevenir el consumo del tabaco29. Estas medidas se enmarcarían dentro de los diferentes planes de prevención de drogodependencia dirigidos por las autoridades sanitarias.
El género de la muestra era similar, como correspondía a la población general, con una relación mujer:hombre de 1,42:1. Se ha descrito que la preocupación por el peso y la percepción de la imagen que el sujeto percibe de sí mismo influye sobre la autoestima, y se ha señalado como determinante en el inicio del tabaquismo. Podría ser un factor que influyese para la iniciación, sobre todo en las chicas, incrementado con la publicidad del tabaco, que está muy orientada hacia las mujeres como objetivo prioritario y como favorecedor de la imagen de la mujer. En esta muestra los datos del índice de masa corporal no mostraban datos de obesidad, por lo que no se debería considerar como un factor iniciador.
Entre las limitaciones del estudio cabe señalar que se trata de un estudio transversal con información limitada del sentido de las asociaciones observadas. Además, se utilizaron cuestionarios autoadministrados, y puede haber sesgos de memoria, falta de comprensibilidad o sesgos de cortesía que pueden afectar a su validez. Sin embargo, se ha basado en un cuestionario ya utilizado (European Smoking Prevention Framework Approach)22, aunque no está validado y se ha garantizado el anonimato y confidencialidad para minimizar los posibles sesgos de información. La selección de los pacientes puede que no haya sido la más idónea, dado que se les planteó la participación a todos los institutos y 2 de ellos no aceptaron la participación, y esto podría sesgar la muestra. No obstante, la participación ha sido elevada y podría subsanar los posibles sesgos de selección.
ConclusionesLa prevalencia de tabaquismo en estudiantes de bachillerato en COB es elevada, aunque menor respecto a trabajos previos24,30. Fumar se relacionó con consumo de alcohol y otras sustancias, tabaquismo de progenitores, familiares y amigos y declararse aconfesional.
Es necesario y muy oportuno implantar programas de prevención para el consumo del tabaco, del alcohol y otras sustancias tóxicas dirigidos a estudiantes, progenitores y personal docente. En el caso de los estudiantes habría que plantearse impartir estos programas en edades tempranas, previas a la adolescencia, considerando la edad precoz de inicio en el hábito tabáquico.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Conflicto de interesesLos autores no tienen conflicto de intereses.
Agradecer la participación de los alumnos y la colaboración del personal docente.