INTRODUCCION
El quiste de Baker o quiste poplíteo es relativamente frecuente y en muchos casos se asocia a patología articular de la rodilla1,2. Consiste en una colección líquida debida a la distensión de la bursa posteromedial, situada entre los tendones de los músculos semimembranoso y gemelo interno de la articulación de la rodilla que habitualmente comunica con la cavidad articular. En la mayoría de los casos es asintomático1,2. La rotura es la complicación más frecuente1-5, y en algunos casos puede simular una trombosis venosa profunda6-8. Presentamos el caso de un varón con un cuadro sospechoso de trombosis venosa profunda del miembro inferior derecho en el que las pruebas de imagen demostraron un quiste de Baker (poplíteo) roto.
CASO CLINICO
Varón de 43 años sin antecedentes de interés que consulta por un cuadro de 3 días de dolor y tumefacción en el miembro inferior derecho sin traumatismo previo. La exploración física reveló una tensión arterial de 125/85 mmHg, una frecuencia cardíaca de 80 latidos por minuto, una temperatura de 36,2 °C y tumefacción con dolor a la palpación de la región poplítea y gemelar del miembro inferior derecho con distensión venosa superficial y signo de Homan positivo. Los datos analíticos más relevantes fueron: hemoglobina 13,1 mg/dl, hematócrito 39%, creatinina 0,9 mg/dl, leucocitos 8.400/mm3, plaquetas 212.000/mm3, actividad de protrombina del 100% y dímero-D (técnica de aglutinación látex) negativo. Una ecografía-doppler del miembro inferior derecho reveló unas venas colapsables a la presión sin defectos de repleción y con flujos normales, y una colección quística en la región poplítea con extensión a la región gemelar de 7 * 5 cm. La resonancia magnética del miembro inferior derecho (figs. 1 y 2) mostró unas venas normales, ausencia de patología articular de la rodilla y una colección quística con tabicaciones internas en la región poplítea con extensión a la región gemelar de 7 * 5 cm hiperintensa en las secuencias potenciadas en T2 e hipointensa en las secuencias potenciadas en T1. La evolución fue favorable con tratamiento conservador (reposo relativo y ketorolaco).
Figura 1. Resonancia magnética (imagen sagital con secuencia potenciada en T2): colección hiperintensa (flecha) en la región poplítea con extensión a la región gemelar.
Figura 2. Resonancia magnética (imagen coronal con secuencia potenciada en T1): colección hipointensa (flecha) con tabicaciones internas en la región poplítea con extensión a la región gemelar.
DISCUSION
Los hallazgos en las pruebas de imagen (ecografía-doppler y resonancia magnética) en nuestro paciente son compatibles con un quiste de Baker (poplíteo) roto y descartaron trombosis venosa profunda. El quiste de Baker puede estar presente en una parte importante de la población (hasta en el 50%) y asociarse o no a patología articular de la rodilla1-5. En nuestro paciente no se observó patología articular. Las patologías articulares de la rodilla más frecuentemente asociadas a la presencia de quiste de Baker son las lesiones de menisco, condrales y del ligamento cruzado anterior1-5. La rotura de un quiste de Baker da lugar a la extravasación de su contenido líquido a partes blandas con la consiguiente tumefacción de las regiones poplítea y gemelar, pudiendo simular una trombosis venosa profunda u otras entidades como la celulitis o un hematoma. La posibilidad de que un quiste de Baker roto se presente con síntomas y signos sugestivos de trombosis venosa profunda ha sido descrita en la literatura con el nombre de pseudotrombosis o pseudotromboflebitis6-8. También pueden coexistir una trombosis venosa profunda y un quiste de Baker roto9. Por ello, ante la sospecha clínica siempre debería valorarse mediante pruebas de imagen el sistema venoso profundo.
La ecografía-doppler es la prueba diagnóstica inicial recomendada, ya que permite valorar el sistema venoso profundo, así como detectar un posible quiste de Baker10. No obstante, la resonancia magnética es superior a la ecografía en el estudio de un posible quiste de Baker, ya que permite una mejor definición e identificar posibles lesiones articulares11. El dímero-D es un producto de degradación de la fibrina cuya determinación ha demostrado una alta sensibilidad y valor predictivo negativo, aunque algo variable según el método de determinación, en el diagnóstico de la trombosis venosa profunda12. Un dímero-D negativo, como ocurrió en nuestro paciente, es un argumento fuerte en contra de la existencia de una trombosis venosa profunda.
Un correcto diagnóstico es importante, ya que la anticoagulación instaurada por la sospecha de una trombosis venosa profunda en un paciente con un quiste de Baker roto podría dar lugar a un hematoma. El tratamiento conservador del quiste de Baker roto (reposo relativo y antiinflamatorios no esteroideos) suele ser suficiente. La punción-aspiración del contenido del quiste seguida de la inyección de corticoides puede ser una opción terapéutica en los casos sin respuesta al tratamiento conservador; la extirpación quirúrgica raramente es necesaria1.
En conclusión, debemos tener en cuenta la posibilidad de un quiste de Baker roto en el diagnóstico diferencial de los pacientes con sospecha de trombosis venosa profunda de miembros inferior exista o no patología articular de la rodilla asociada.