Paciente varón de 22 años, sin antecedentes personales de interés, que acudió al médico de familia por presentar claudicación intermitente de 100metros en el miembro inferior derecho de un año de evolución, con empeoramiento progresivo. Al examen físico presentaba dolor en el antepié derecho irradiado a la zona pretibial con dorsiflexión del pie y un bulto doloroso palpable en el hueco poplíteo derecho. Los pulsos pedio y de la arteria tibial posterior derechos estaban disminuidos.
Los análisis de sangre fueron normales. Como pruebas de imagen complementarias, una radiografía simple de rodilla mostró un osteocondroma en la cara posterolateral de la tibia (fig. 1A). La ecografía solo reveló una arteria poplítea permeable pero adelgazada adyacente al osteocondroma (fig. 1B). Ante la sospecha de compresión de la arteria poplítea, el paciente fue derivado al Servicio de Cirugía Vascular. La resonancia magnética nuclear (RMN) y la angiografía por tomografía computarizada (TC) confirmaron la existencia de compresión y estenosis de la segunda y tercera porción de la arteria poplítea derecha por el osteocondroma (fig. 2A,B). Se estableció el diagnóstico definitivo de síndrome de atrapamiento de la arteria poplítea (popliteal artery entrapment syndrome [PAES]) secundario a osteocondroma de metáfisis tibial. Finalmente el osteocondroma fue resecado y actualmente el paciente se encuentra asintomático.
A)Radiografía simple de rodilla derecha, proyección lateral. Osteocondroma dependiente del margen posterolateral de la metáfisis tibial (flecha amarilla). B)Ecografía de hueco poplíteo derecho. Calibre disminuido de la arteria poplítea (flecha blanca) en su tramo adyacente al osteocondroma (flecha amarilla).
A)Imagen de resonancia magnética de la rodilla derecha en secuencia coronal posterior, mostrando la impronta del osteocondroma (flecha amarilla) sobre la arteria poplítea (flecha blanca). B)Angiografía por TC, reconstrucción volumétrica 3D, vista posterior. Arteria poplítea derecha prácticamente imperceptible (flecha blanca) en contacto con el osteocondroma (flecha amarilla).
El PAES generalmente se debe a la compresión de la arteria poplítea por estructuras musculotendinosas de la fosa poplítea, principalmente los músculos gastrocnemios o los músculos poplíteos accesorios, siendo extremadamente raras otras causas de compresión arterial en esta localización1,2. Ocurre con mayor frecuencia en deportistas, adolescentes y jóvenes, especialmente cuando los síntomas se inician con una rutina de ejercicio físico intenso1.
Clínicamente se caracteriza por dolor local en la pantorrilla, con presencia de masa poplítea dolorosa, palidez, parestesias y claudicación del miembro inferior, esta última exacerbada por el ejercicio físico1,3. Las complicaciones vasculares incluyen estenosis, oclusión, trombosis, fístula arteriovenosa y, con menor frecuencia, pseudoaneurisma de la arteria poplítea3. La ecografía Doppler puede detectar estas alteraciones vasculares, si bien la RMN o la angio-TC son las técnicas de elección para planificar el tratamiento4. El principal diagnóstico diferencial es la claudicación por arteriopatía periférica (más frecuente en adultos con factores de riesgo cardiovascular)3, aunque el síndrome compartimental crónico de esfuerzo, trastornos neuromusculares o neurológicos (p.ej., hernia de disco), el síndrome de atrapamiento del nervio peroneo, fracturas por estrés de la tibia y el peroné, la enfermedad de Buerger (tromboangeítis obliterante), trastornos metabólicos y síndromes de dolor referido también pueden imitarlo. El tratamiento del PAES es quirúrgico, habitualmente con resección de la porción muscular que comprime la arteria, y en ocasiones requiere tratamiento endovascular de las complicaciones arteriales3.
Los osteocondromas son tumores óseos benignos, generalmente asintomáticos. En ocasiones pueden comprimir estructuras musculares, nerviosas o vasculares adyacentes2, fracturarse, causar deformidad ósea o incluso, muy raramente, transformarse en un tumor maligno. Su diagnóstico suele realizarse mediante radiografía simple, donde se observa la característica lesión exofítica pedunculada, cuya cortical y medular se continúan con las del hueso del que depende (fig. 1A). El tratamiento, cuando los osteocondromas son sintomáticos, es la cirugía resectiva2.
La identificación precoz del PAES mediante una adecuada anamnesis y exploración física, así como la solicitud de pruebas de imagen adecuadas, mejora el pronóstico al evitar retrasos en el diagnóstico y, por tanto, complicaciones potencialmente graves para el paciente, intervenciones endovasculares y estancia hospitalaria innecesaria.
Consentimiento informadoSe ha obtenido el consentimiento del paciente y se han seguido los protocolos del centro de trabajo sobre tratamiento de la información de los pacientes.
FinanciaciónNinguna.
AutoríaTodos los autores han hecho contribuciones sustanciales en cada uno de los siguientes aspectos:
Silvia López-Domínguez: concepción y diseño del estudio, adquisición de datos, análisis e interpretación de los datos, redacción del borrador del artículo y aprobación definitiva de la versión que se presenta.
Juan-Jesús Gómez-Herrera: concepción y diseño del estudio, análisis e interpretación de los datos, revisión crítica del contenido intelectual del artículo y aprobación definitiva de la versión que se presenta.
Conflicto de interesesNinguno.