482/1814 - REPERCUSIÓN DE LA INCERTIDUMBRE DURANTE LA PRIMERA OLA DE LA PANDEMIA POR SARS-CoV-2: VALORAR QUE REPERCUSIÓN SOBRE LA CALIDAD DE VIDA HA SUPUESTO LA INCERTIDUMBRE EN LOS PACIENTES AISLADOS POR SOSPECHA DE COVID-19
1Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Santa María Gracia. Murcia. 2Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Santa María Gracia. Murcia. 3Residente de 2º año de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Santa María Gracia. Murcia. 4Residente de 4º año de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Santa María Gracia. Murcia. 5Residente de 3er año de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Santa María Gracia. Murcia.
Objetivos: Valorar que repercusión sobre la calidad de vida ha supuesto la incertidumbre en los pacientes aislados por sospecha de COVID-19.
Métodos: Estudio analítico, descriptivo, transversal, prospectivo. Seleccionado el total de pacientes aislados por COVID-19. Tras solicitar y obtener el consentimiento informado, durante el estado de alarma, se les planteó una pregunta directa sobre como percibía en general su estado de salud (PDPS) así como una encuesta que abordaba diferentes aspectos relacionados con el aislamiento, preocupaciones surgidas, etc. Al mes tras la supresión del estado de alarma se repitió la PDPS. Se realizó análisis descriptivo de las variables y su comparación por medio de χ2 y t de Student (significación: 95%).
Resultados: Población: 83 sujetos. 35 hombres y 48 mujeres (42,2-57,8%). Edad media hombres 49,1 ± 15,7, mujeres 46,3 ± 13,5 (p = 0,068). Respuesta sobre PDPS durante el confinamiento, 22,9% de hombres indicaron percepción positiva frente al 35,4% de mujeres (p = 0,627). El 40% de hombres precisaron ayuda frente al 60% de mujeres (p = 0,131). La preocupación por infectar tras el alta se presentó en el 77,1% de hombres frente al 52,1% de mujeres (p = 0,020). La mayor preocupación en ambos fue haber contraído la enfermedad (40,0% vs. 25,0%) seguido de la posible afectación de familiares (25,0-31,3%; p = 0,455). Se realizaron PCR al 51,4% de hombres frente al 41,7% de mujeres (p = 0,378) con resultado positivo en el 48,6% y el 41,7% (p = 0,532). La serología IgM + IgG se realizó al 80% de hombres y al 93,8% de mujeres (p = 0,057) siendo positivas en el 5,7% y el 4,2% (p = 0,146). Tras la suspensión del estado de alarma la percepción de salud se elevo al 74,2% en hombres y el 79,2% en mujeres (p = 0,804).
Conclusiones: La autopercepción de salud durante el estado de alarma en nuestro estudio fue negativa en ambos sexos. Los hombres precisaron menos ayuda de terceros. Las principales preocupaciones fueron estar realmente enfermos y la posibilidad de afectar a su familia. La realización de PCR aporta información valida, siendo los test IgM + IgG empleados de poca ayuda en el diagnóstico precoz. El diagnóstico y la superación del aislamiento favorece la percepción positiva de salud.
Palabras clave: Calidad de vida relacionada con la salud. Aislamiento. Atención Primaria.