Caso clínico
Se trata de un varón de 72 años de edad con antecedentes personales de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, hiperglucemia y síndrome prostático sin tratamiento en la actualidad, que consulta por un cuadro de un mes de evolución consistente en dolor lumbar de características mecánicas y que había recibido múltiples tratamientos analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINE) sin mejoría. Asimismo denota estreñimiento y sensación de plenitud abdominal y síndrome constitucional con pérdida de unos 4 kg de peso.
A la exploración destaca un abdomen algo doloroso, sobre todo en el hemiabdomen izquiedo y una puño-percusión renal izquierda dolorosa.
En el laboratorio destacan hemograma con ligera leucocitosis sin anemia; bioquímica: GOT de 118 U/l, GPT de 313 U/l y fosfatasa alcalina de 1.192 U/l; antígeno prostático total de 11,02 ng/ml (normal hasta 4); CEA: 3,1 ng/ml (normal hasta 5).
En la radiografía de tórax se aprecian múltiples nódulos pulmonares de diverso tamaño en ambos campos pulmonares (fig. 1).
Fig. 1.
Radiografía de columna dorsolumbar con aplastamientos vertebrales de D6, D9, D11 y L1.
En la tomografía axial computarizada abdominal destaca hígado homogéneo y en la zona del riñón izquierdo se observa una masa de 9 cm de diámetro, de densidad no homogénea y contornos irregulares; asimismo existe invasión perirrenal y adenopatías retroperitoneales, lo que es compatible con hipernefroma (fig. 2).
Fig. 2.
Comentario
El curso clínico del hipernefroma es impredecible; en muchos casos los síntomas y signos son escasos e inespecíficos. En el momento del diagnóstico el 30% de los tumores renales se presentan ya como enfermedad metastásica y en el 25% de los casos como enfermedad localmente avanzada e inoperable, mientras que únicamente en el 45% de los casos la enfermedad se encuentra localizada en la víscera renal. Las localizaciones metastásicas más frecuentes son los pulmones, huesos e hígado. La mayoría de las metástasis pulmonares pueden observarse en la radiografía simple del tórax, pero son clínicamente silentes, salvo cuando existe localización endobronquial, situación en la que se puede presentar hemoptisis. Las metástasis óseas suelen ser líticas y muy dolorosas y pueden presentarse como fracturas patológicas.
La tomografía axial computarizada se ha mostrado muy útil en el estudio de las masas renales y nos aportará datos sobre la extensión perirrenal, la afectación linfática, la posible invasión de la vena renal y también la afectación de las vísceras adyacentes.
La supervivencia a los 5 años de los tumores metastásicos se estima entre el 0% y el 20% según las series, siendo la presencia de metástasis el factor más importante de supervivencia de esta neoplasia.
Al ser extremadamente resistente a los agentes hormonales y a la quimioterapia el pronóstico es pésimo.