Analizar la asociación de competencias cognitivas en sujetos con hipoacusia unilateral severa versus sujetos con audición normal.
MétodosParticiparon 40 adultos; 20 pacientes, 10 de cada género, con hipoacusia unilateral sensorial severa y 20 sujetos sanos pareados al grupo de estudio. Las habilidades cognitivas se midieron con la batería Woodcock Muñoz-revisada y los procesos centrales auditivos con pruebas psicoacústicas monoaurales. Se realizaron gráficas de caja y prueba t de Student para muestras relacionadas con significación p ≤ 0,05.
ResultadosAl comparar el desempeño en las pruebas palabra filtrada y bisílabos comprimidos, se encontró diferencia estadísticamente significativa p ≤ 0,05, con mayor variabilidad de respuesta en los hipoacúsicos, los cuales también tuvieron mejor desempeño cognitivo en las subpruebas inversión de números, aprendizaje visual auditivo, análisis y síntesis, formación de conceptos y palabras incompletas.
ConclusionesLos hipoacúsicos presentaron bajo desempeño en palabra filtrada y bisílabos comprimidos, y mayor habilidad para memoria, razonamiento y procesamiento auditivo. Es importante realizar pruebas complementarias, tales como procesos centrales auditivos y habilidades cognitivas que permitan establecer estrategias de habilitación, rehabilitación y terapéuticas con la finalidad de optimizar y estimular las habilidades de los sujetos con hipoacusia unilateral.
To analyse cognitive skills in patients with severe unilateral hearing loss versus those in subjects with normal hearing.
Methods40 adults participated: 20 patients (10 women and 10 men) with severe unilateral hearing loss and 20 healthy subjects matched to the study group. Cognitive abilities were measured with the Spanish version of the Woodcock Johnson Battery-Revised; central auditory processing was assessed with monaural psychoacoustic tests. Box plots were drawn and t tests were performed for samples with a significance of P≤.05.
ResultsA comparison of performances on the filtered word testing and time-compressed disyllabic word tests between patients and controls revealed a statistically significant difference (P≤.05) with greater variability among responses by hearing impaired subjects. This same group also showed a better cognitive performance on the numbers reversed, visual auditory learning, analysis synthesis, concept formation, and incomplete words tests.
ConclusionsPatients with hearing loss performed more poorly than controls on the filtered word and time-compressed disyllabic word tests, but more competently on memory, reasoning, and auditory processing tasks. Complementary tests, such as those assessing central auditory processes and cognitive ability tests, are important and helpful for designing habilitation/rehabilitation and therapeutic strategies intended to optimise and stimulate cognitive skills in subjects with unilateral hearing impairment.
La Organización Mundial de la Salud en 2012 reportó 275 millones de personas en el mundo con hipoacusia de grado moderado a profundo1; en 2013, en el Informe del Día Internacional del Cuidado del Oído indicó un incremento a 360 millones2.
En México, el Censo de Población y Vivienda 2010 refirió que 12,1% de los discapacitados mexicanos tenían problemas auditivos3; para 2012, la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares reportó un incremento al indicar la cifra del 16,5%4.
Estados Unidos refiere un estimado de 83 hipoacúsicos unilaterales por cada 100.000 nacidos y en su Encuesta Nacional de Salud y Nutrición mencionan que el 3% de los niños en edad escolar la presentan5.
La discapacidad auditiva es una dificultad para escuchar parcial o total, ya sea por uno o ambos oídos6.
Los procesos centrales de la audición (PCA) son definidos como los mecanismos auditivos responsables de los fenómenos conductuales de localización, lateralización, discriminación auditiva, habilidades para reconocer patrones, procesamiento temporal y desempeño frente a señales decrecientes o competitivas7.
El trastorno de los PCA abarca deficiencias en los procesos neurales subyacentes al análisis cerebral de la información auditiva6, se presenta dificultad para atender y recordar información oral, seguir instrucciones complejas y percibir el lenguaje en un ambiente ruidoso, presentado a una velocidad aumentada o mediante señales degradadas (comprimidas en tiempo, filtradas, interrumpidas y en competencia con ruido)8.
Evidencia científica indica que la hipoacusia unilateral genera desempeño académico deficiente, reprobación y necesidad de asistencia extracurricular9; en cuanto a coeficiente intelectual, se ha observado que obtienen puntajes normales, pero inferiores a sus pares oyentes, resaltando deficiencias en memoria de trabajo y fonológica, atención y velocidad de procesamiento10; también se reportan problemas conductuales, emocionales, sociales y frecuentes problemas del lenguaje9, específicamente en comprensión11,12; se ha propuesto que estos pacientes desarrollan habilidades compensatorias que les permite mejorar en comprensión, puntuaciones en escalas del lenguaje y desempeño verbal, funcionando, sin embargo, por debajo de los normoyentes12-14.
El objetivo del presente trabajo es analizar el desempeño entre adultos con hipoacusia unilateral severa y profunda y sujetos con audición normal en habilidades cognitivas y procesos centrales auditivos.
Material y métodosSe analizó a 40 sujetos, 20 pacientes en el grupo de estudio, 10 de cada género, reclutados del área de audiología del Instituto Nacional de Rehabilitación «Luis Guillermo Ibarra Ibarra» (INRLGII), los cuales acudían a revaloración por diagnóstico de hipoacusia adquirida unilateral severa y profunda de tipo sensorial, 10 con hipoacusia derecha, 10 con izquierda, con un tiempo de evolución de la hipoacusia menor a 10 años (entre 1 y 7) y mayor a 10 años (entre 10 y 27), con un promedio de edad de 23,8±3,8 años (media±desviación estándar), con un rango de 12 años. El grupo control se conformó con 20 sujetos normoyentes, pareados por edad, género y escolaridad con respecto al grupo de estudio. Considerando escolaridad, licenciatura fue la más frecuente y secundaria la menos; la edad de los hipoacúsicos derechos fluctuó entre 18 y 30 años, y en los hipoacúsicos izquierdos de 20 a 29, siendo la edad modal para ambos 27 años, seguida de 22 y 20 (tabla 1).
Edad y escolaridad de hipoacúsicos derechos e izquierdos
Hipoacúsicos derechos Frecuencia | Edad | Escolaridad | Hipoacúsicos izquierdos Frecuencia | Edad | Escolaridad |
---|---|---|---|---|---|
1 | 18 | Preparatoria | 1 | 20 | Preparatoria |
1 | 18 | Licenciatura | 1 | 21 | Secundaria |
2 | 20 | Licenciatura | 1 | 21 | Preparatoria |
1 | 22 | Preparatoria | 1 | 22 | Preparatoria |
1 | 24 | Licenciatura | 1 | 22 | Licenciatura |
1 | 27 | Preparatoria | 1 | 25 | Secundaria |
1 | 27 | Posgrado | 1 | 26 | Licenciatura |
1 | 30 | Licenciatura | 2 | 27 | Posgrado |
1 | 30 | Posgrado | 1 | 29 | Licenciatura |
Se observa que licenciatura fue la escolaridad más frecuente y la edad modal 27 años, siendo la media de 23,8333 y un intervalo de confianza (21.8791<μ<25.7875) para el 95%.
El protocolo fue aprobado por el comité institucional de investigación y ética, y todos los sujetos posteriores a la explicación de las intervenciones, firmaron un consentimiento informado de acuerdo con la Declaración de Helsinki. Se aplicó un cuestionario para conocer antecedentes y situación actual, seguido de otoscopia para corroborar la permeabilidad del conducto auditivo externo y la integridad y las características de la membrana timpánica, timpanometría para medir complianza, tomando como valores normales 0,5 a 1,5 y presión de +50 a –100 decapascales (DaPa), clasificando cada curva de acuerdo con lo estipulado por Jerger; se realizó audiometría tonal con método ascendente, evaluando frecuencias de 125 a 8.000Hz. Para evaluar el oído hipoacúsico se enmascaró la vía aérea con 30dB de ruido blanco (señal auditiva aleatoria con la misma densidad espectral de potencia a lo largo de la banda de frecuencias) colocado por arriba del umbral auditivo identificado para cada frecuencia en el oído sano, para evitar que las respuestas del oído evaluado fueran interferidas o mejoradas por el de audición normal. Posteriormente, se evaluó la vía ósea, colocando un vibrador óseo en apófisis mastoides del oído hipoacúsico y enmascarando con ruido blanco a 40dB por arriba del umbral auditivo al oído sano, ubicando el umbral óseo para cada una de las frecuencias, de acuerdo con el protocolo institucional entre 250 y 4.000Hz, considerando como hipoacusia sensorial cuando no existía respuesta o cuando se encontraba con menos de 10dB sobre la vía aérea.
Para los PCA, ambos grupos realizaron 3 pruebas psicoacústicas monoaurales (palabra filtrada, bisílabos comprimidos y palabra en ruido) en una cámara sonoamortiguada, usando el mismo equipo con el que se realizó la audiometría y un disco previamente calibrado; al grupo control se le aplicaron las pruebas en el mismo oído que a sus pares del grupo de estudio. La prueba de palabra filtrada consta de una serie de 25 palabras y la de bisílabos comprimidos de una secuencia de 25 de estos, presentados a 50dB por arriba del umbral en 1 KHz en el oído evaluado; el oído contralateral se enmascaró con ruido blanco, 30dB por debajo del nivel del estímulo utilizado para el oído evaluado. Para la prueba palabra en ruido, se presentó el estímulo 50dB por arriba del umbral en 1 KHz para el oído evaluado y de forma ipsolateral; al mismo tiempo se enmascaró con ruido blanco presentado 10dB por debajo de la intensidad utilizada.
Todos los sujetos fueron valorados con la batería Woodcock Muñoz-revisada (BWM-R), conformada por pruebas que miden habilidades cognitivas y capacidades adquiridas que se asocian a la instrucción formal, con las que es posible evaluar deficiencias y funciones preservadas; ambas proporcionan información sobre habilidades cognitivas, lenguaje oral y rendimiento académico en un rango de edad de 2 a 90 años. Las pruebas fueron: memoria para nombres, memoria para frases, pareo visual, palabras incompletas, integración visual, vocabulario sobre dibujos, análisis y síntesis, aprendizaje visual auditivo, memoria para palabras, tachar, integración de sonidos, reconocimiento de dibujos, vocabulario oral, formación de conceptos, inversión de números, relaciones espaciales, comprensión de oraciones, analogías verbales, cálculo y dictado. La batería se aplicó en una sesión de aproximadamente 2 h, en ambiente controlado; la información se presentó de frente al sujeto, permitiendo a los hipoacúsicos orientar el oído sano a la fuente sonora. Para efectos de este trabajo, la puntuación en bruto obtenida en cada prueba se calculó en deciles, pudiendo obtener una puntuación de acuerdo al desempeño de 0 a 10.
Para analizar los datos se construyeron tablas de contingencia multivariables con los resultados obtenidos en la BWM-R y en los PCA; se construyeron gráficas de caja para conocer la posición de la mediana con respecto al segundo y tercer cuartil, ya que los datos obtenidos en la BWM-R estaban codificados por medianas.
Para los resultados cuantitativos de las pruebas monoaurales de PCA entre hipoacúsicos y normoyentes para palabra filtrada y bisílabos comprimidos, se utilizó la prueba «t de Student» para muestras relacionadas con un nivel de significación de p ≤ 0,05.
ResultadosEn las pruebas monoaurales de PCA, se encontró diferencia estadísticamente significativa en las de palabra filtrada y bisílabos comprimidos, no así para la de palabra en ruido (tabla 2).
Promedio±DE entre los grupos de hipoacúsicos y normoyentes con respecto a la prueba de procesos centrales auditivos
Prueba | Hipoacúsicos ± DE | Normoyentes ± DE | Significancia |
---|---|---|---|
Palabra filtrada | 61,15 ± 18,431 | 83,90 ± 9,142 | 0,001a |
Bisílabos comprimidos | 74,35 ± 15,291 | 92,20 ± 7,509 | 0,001a |
Palabra en ruido | 92,40 ± 16,256 | 98,00 ± 2,428 | 0,891 |
DE: desviación estándar.
En lo que respecta al porcentaje de error en la prueba palabra filtrada en el oído derecho, el promedio ± desviación estándar fue de 61,6±18,3, en el oído izquierdo 60,7±19,53; para la prueba de bisílabos comprimidos en el oído derecho 78±4,71 y en el oído izquierdo 70,7±21,01; la prueba palabra en ruido, en oído derecho 95,2±1,68 y en oído izquierdo 89,6±23,18. Para las pruebas bisílabos comprimidos y palabra en ruido en ambos oídos, se obtuvo mayor diferencia con respecto al promedio ± desviación estándar que para palabra filtrada en ambos oídos (fig. 1).
De acuerdo con el número de fallas en la repetición de estímulos presentados, se encontró que en la prueba palabra filtrada todos los hipoacúsicos derechos fallaron en las palabras tres y dot, mientras que los hipoacúsicos izquierdos 910 en la palabra dot. En bisílabos comprimidos, los hipoacúsicos derechos fallaron 810 en la palabra reto, mientras que los izquierdos 710 en la palabra quepa. En la prueba palabra en ruido, hipoacúsicos derechos e izquierdos erraron 810 en la palabra tiñoso.
En la BWM-R, al comparar resultados de hipoacúsicos contra normoyentes, se encontró que los hipoacúsicos fueron más hábiles en inversión de números, aprendizaje visual auditivo, análisis y síntesis, formación de conceptos, palabras incompletas y menos hábiles para cálculo, vocabulario oral y vocabulario sobre dibujos.
Comparando a hipoacúsicos derechos frente a normoyentes, los hipoacúsicos derechos fueron mejores en análisis y síntesis, memoria para palabras, comprensión de oraciones y palabras incompletas, siendo menos hábiles en formación de conceptos, vocabulario oral y vocabulario sobre dibujos.
En cuanto al desempeño de hipoacúsicos izquierdos frente a normoyentes, los hipoacúsicos izquierdos fueron mejores en inversión de números, análisis y síntesis, integración visual, comprensión de oraciones, palabras incompletas y deficientes en cálculo, reconocimiento de dibujos, memoria para palabras, vocabulario oral y vocabulario sobre dibujos (fig. 2).
Al comparar hipoacúsicos izquierdos contra derechos, los izquierdos fueron mejores en relaciones espaciales, aprendizaje visual auditivo, análisis y síntesis, integración visual, memoria para nombres, dictado, analogías verbales, formación de conceptos y palabras incompletas, teniendo menor habilidad en memoria para palabras, comprensión de oraciones y vocabulario oral. Los hipoacúsicos derechos fueron mejores en memoria para palabras, comprensión de oraciones, vocabulario sobre dibujos y dictado (fig. 3).
Con respecto al tiempo de adquisición de la hipoacusia, los de más de 10 años de evolución (entre 10 y 27) fueron mejores en cálculo y memoria para frases; los de menos de 10 (entre 1 y 7), fueron mejores en relaciones espaciales, reconocimiento de dibujos, aprendizaje visual auditivo, integración visual y palabras incompletas (fig. 4).
Al realizar la prueba del signo para aquellas pruebas en las que se observó mayor variabilidad en los resultados, se obtuvo una α = 0,125 en análisis y síntesis entre hipoacúsicos derechos y normoyentes; para aprendizaje visual auditivo entre hipoacúsicos derechos e izquierdos se obtuvo un valor de α = 0,2187, por lo que estas diferencias no son significativas.
DiscusiónEl desempeño auditivo de los hipoacúsicos unilaterales en las pruebas palabra filtrada y bisílabos comprimidos fue deficiente en comparación con los normoyentes, mientras que en palabra en ruido al utilizar la prueba «t» para muestras pareadas no se encontró diferencia estadísticamente significativa.
La prueba palabra filtrada es monoaural y mide la capacidad de extraer significado a partir de información acústica15, el bajo desempeño de los hipoacúsicos unilaterales en esta prueba explicaría las dificultades en el lenguaje de estos pacientes reportadas en la literatura10,14,16, ya que la comprensión de las palabras fue deficiente aun teniendo audición normal en el oído sano. La prueba bisílabos comprimidos es moderadamente sensible para identificar disfunciones asociadas al sistema nervioso central pero no su localización15; el bajo desempeño de los hipoacúsicos unilaterales podría explicarse por reorganización cortical, ya que su activación cortical es diferente de la de los normoyentes17,18; para confirmar esta aseveración se utilizó la BWM-R en ambos grupos. En la prueba de palabra en ruido, en donde el estímulo y el enmascarador se presentan en el mismo oído, no se apreció diferencia significativa para p ≤ 0,05 entre hipoacúsicos unilaterales y normoyentes, probablemente como se ha demostrado en otros estudios realizados en un ambiente controlado donde la señal es dirigida al oído sano, la discriminación es adecuada a pesar de que exista un enmascarador de fondo19; sin embargo, este ejercicio requirió de mayor atención por parte de los hipoacúsicos.
Al comparar resultados de las pruebas de PCA entre hipoacúsicos derechos e izquierdos, se encontró que los derechos presentaron mejor discriminación y menor variabilidad en promedio ± desviación estándar para bisílabos comprimidos y palabra en ruido; esto contrasta con el modelo estructural de Kimura20, que propone que el hemisferio izquierdo es el dominante para el lenguaje en la mayoría de la población y que al estimular la vía auditiva contralateral con supresión de la vía ipsolateral el oído derecho presenta ventaja sobre el izquierdo al impactar la información recibida directamente en el hemisferio izquierdo, retrasándose lo percibido en el oído izquierdo al tener que cruzar del hemisferio derecho al izquierdo a través del cuerpo calloso; con base en lo anterior, se esperaría que los hipoacúsicos derechos, al ser el oído izquierdo la única aferencia, presentaran peor desempeño en comparación con los hipoacúsicos izquierdos; sin embargo, es importante considerar que el modelo de Kimura se basa en escucha dicótica, apreciándose una ventaja del oído derecho al competir con el izquierdo por información presentada simultáneamente en ambos oídos, situación que no sucede en la hipoacusia unilateral al tener solo una vía de entrada para la información.
Por otro lado, Burton et al. en 201217 demostraron mediante resonancia magnética funcional (RMF), que hipoacúsicos unilaterales al recibir estimulación monoaural presentan mayor activación de la corteza auditiva ipsolateral en comparación con normoyentes quienes muestran activación del hemisferio contralateral.
El estudio demostró que los hipoacúsicos derechos presentan mayor activación del hemisferio izquierdo (ipsolateral a la aferencia auditiva conservada), que los hipoacúsicos izquierdos con relación al hemisferio derecho (aferencia derecha conservada); esto indica que el hemisferio izquierdo presenta mayor plasticidad a funciones del lenguaje frente a la desaferentación derecha por estimulación ipsolateral. Estos hallazgos explican el mejor desempeño de los hipoacúsicos derechos en las pruebas monoaurales de PCA; el oído izquierdo es la aferencia conservada provocando estimulación ipsolateral, al ser el hemisferio izquierdo el dominante para el lenguaje la respuesta es mejor que cuando se estimula directamente el hemisferio derecho, como sucedería con los hipoacúsicos izquierdos.
A diferencia de otros trabajos en donde se utilizaron pruebas similares a la BWM-R14,18, en este estudio los hipoacúsicos fueron mejores que los normoyentes en: palabras incompletas, análisis y síntesis, aprendizaje visual auditivo e inversión de números. La prueba palabras incompletas mide análisis y cierre auditivo, conciencia fonológica y codificación fonética21; nuestros resultados contrastan con otros trabajos que valoran el desempeño de hipoacúsicos unilaterales en las habilidades del lenguaje9,10. Al analizar los resultados con relación con el tiempo de evolución de la hipoacusia, aquellos con más de 10 años de adquisición tuvieron un desempeño significativamente bajo en comparación con los de menor tiempo de evolución, observándose el mismo comportamiento en aprendizaje visual auditivo, lo que permite suponer que, aun siendo el desempeño de los hipoacúsicos mejor que el de los normoyentes en estas pruebas, estas habilidades se van perdiendo al aumentar el tiempo de evolución o probablemente no se desarrollaron completamente como se ha descrito en trabajos sobre el desarrollo de habilidades lingüísticas en niños con hipoacusia unilateral9,14,20; por otra parte, al analizar las pruebas de análisis y síntesis e inversión de números que evalúan memoria de trabajo y razonamiento fluido, no se observó deterioro con relación al tiempo de evolución. Hallazgos con RMF describen que los hipoacúsicos unilaterales presentan mayor actividad en una región relacionada con la memoria de trabajo, posiblemente dicha área se ha fortalecido por la necesidad de mayor concentración para permanecer en una tarea determinada11.
Al contrastar los resultados obtenidos entre sujetos con hipoacusia derecha e hipoacusia izquierda, se encontró que los izquierdos presentan mejor desempeño en análisis y síntesis e integración visual, explicado en algunos trabajos científicos por cambios en la citoarquitectura funcional demostrados por RMF. Este aumento de actividad en la red neuronal por defecto indica una compensación y/o recuperación funcional que evita la disminución cognitiva, ya que la hipoacusia contribuye a una pérdida de volumen de materia gris en la corteza auditiva22 disminuyendo la capacidad de áreas corticales para responder a estimulación sonora. Estos cambios posiblemente afecten al procesamiento cognitivo de las redes funcionales del cerebro y para limitar las consecuencias del daño neurológico y ayudar a mantener las habilidades cognitivas23 ocurre una reorganización plástica natural que compensa la deficiencia sensorial producida por la hipoacusia; dicha reorganización se refleja en un incremento de la conectividad funcional en algunas regiones del cerebro involucrando a la red neuronal por defecto18.
En cuanto al bajo desempeño de los hipoacúsicos derechos en integración visual y en la mayoría de las pruebas cognitivas comparados con los hipoacúsicos izquierdos, es posible indicar que existe reclutamiento de las áreas visuales en pacientes con hipoacusia derecha de inicio en edad temprana; esta reorganización podría resultar en desintegración de las áreas auditivas corticales, lo que podría causar déficit en algunas funciones cognitivas24; también se observó aumento de la conectividad de la corteza auditiva primaria derecha y el área visual primaria izquierda, lo que indica que en la hipoacusia derecha de larga evolución se favorece la reorganización funcional multimodal, posiblemente afectando también a sus habilidades cognitivas18. Por otra parte, estos pacientes comparados con los hipoacúsicos izquierdos presentaron mejor desempeño en memoria para palabras, que evalúa memoria a corto plazo21; probablemente, como consecuencia de un incremento de la atención al realizar actividades cotidianas buscando ejecutarlas de forma adecuada. Estos hallazgos son compatibles con los obtenidos en las pruebas monoaurales de PCA, en donde el desempeño de los hipoacúsicos derechos es mejor; suponemos un incremento de la atención como mecanismo de compensación por la pérdida de la aferencia derecha, lo que beneficia la discriminación auditiva; sin embargo, no es suficiente para compensar las deficiencias encontradas en algunas pruebas cognitivas.
Los sujetos con hipoacusia izquierda tienen mejor desempeño en las habilidades cognitivas al poseer una posible ventaja originada por la pérdida de la aferencia auditiva izquierda, condicionándose mayor plasticidad cerebral y mejor adaptación al medio en comparación con los hipoacúsicos derechos.
Se sugiere realizar estudios posteriores considerando aumentar el tamaño de la muestra y estudiar a infantes con hipoacusia congénita izquierda no candidatos a amplificación con auxiliares auditivos para comparar su desempeño con niños normoyentes; sería importante realizar estudios longitudinales con seguimiento de por lo menos 12 años utilizando la misma muestra, considerando habilidades cognitivas, medio ambiente y pareando objetivamente a los grupos para describir su desempeño.
El presente estudio demuestra la importancia de realizar pruebas complementarias, tales como PCA y habilidades cognitivas, con la finalidad de establecer estrategias de habilitación, rehabilitación y terapéuticas con el propósito de optimizar y estimular las habilidades de los hipoacúsicos unilaterales.
La deficiencia auditiva en los hipoacúsicos unilaterales se ve reflejada en un pobre desempeño para las pruebas de PCA: palabra filtrada y bisílabos comprimidos, debido a una dificultad en la comprensión de palabras y actividad cortical diferente de la de los normoyentes; sin embargo, al comparar hipoacúsicos izquierdos y derechos, estos últimos muestran mayor discriminación auditiva explicada por estimulación ipsolateral del hemisferio izquierdo y su dominancia para las funciones del lenguaje, desencadenando mayor plasticidad del hemisferio izquierdo en las funciones del lenguaje. Con respecto a las habilidades cognitivas, los hipoacúsicos unilaterales mostraron mayor destreza en palabras incompletas, análisis y síntesis, aprendizaje visual auditivo e inversión de números; sin embargo, al considerar el tiempo de evolución de la hipoacusia, aquellos con menos de 10 años mostraron mayor destreza en habilidades cognitivas; por tanto, es posible que algunas habilidades se vayan deteriorando con el paso de tiempo o bien no se hayan desarrollado completamente. Finalmente, todos los hipoacúsicos unilaterales mostraron mayor actividad en áreas relacionadas con la memoria de trabajo y aquellos con pérdida de la aferencia auditiva izquierda parecen tener una ventaja sobre los hipoacúsicos derechos al condicionarse mayor plasticidad cerebral y mejor adaptación al medio.
Conflicto de interesesNo hay conflicto de intereses que declarar.
El presente trabajo no ha sido presentado en reuniones o congresos.