La primoinfección por herpesvirus humano 6 (HHV-6), de afectación típica en población pediátrica, suele cursar con fiebre y exantema súbito1,2. Su presentación como encefalitis es infrecuente2. Tras la primoinfección, permanece en estado latente integrado en el tejido cerebral, células mononucleares y glándulas salivares, pudiendo reactivarse en situaciones de inmunodepresión (trasplantados, VIH o síndromes linfoproliferativos)1,2. La reactivación puede ser asintomática o manifestarse con fiebre y rash cutáneo, siendo excepcional la neumonía, hepatitis o encefalitis2. Se han documentado casos, sin embargo, de meningoencefalitis en individuos inmunocompetentes, asociada ocasionalmente a coinfección por otros microorganismos3,4.
Describimos el caso de un paciente adulto e inmunocompetente con meningoencefalitis y coinfección por HHV-6 y virus B de la gripe.
Se trata de un varón de 57 años, portador de la mutación del Factor V de Leyden, entre cuyos antecedentes destaca una meningoencefalitis no filiada hace 13 años y un ictus isquémico lacunar sin secuelas. La semana posterior a un cuadro catarral presenta un episodio de 24 horas de evolución de fiebre, cefalea, cervicalgia, confusión y crisis tónico-clónica generalizada con recuperación incompleta posterior. Es trasladado al servicio de urgencias, donde se encuentra estuporoso, con lenguaje escaso y rigidez nucal, objetivándose fiebre de hasta 40°C. El análisis urgente de líquido cefalorraquídeo (LCR) muestra una leve pleocitosis linfocitaria (10 células), hiperproteinorraquia (55 mg/dL) y normoglucorraquia, encontrándose la tomografía computarizada (TC) craneal sin contraste normal. Se inicia tratamiento antibiótico y antiviral empírico con ceftriaxona, vancomicina, doxiciclina y aciclovir y antiepiléptico con levetiracetam. Durante su ingreso se completa el estudio analítico y de neuroimagen con resonancia magnética (RM), descartando el origen vascular, estructural, tóxico-metabólico, autoinmune y paraneoplásico. El estudio de origen infeccioso para los microorganismos más frecuentes no objetiva agente causal. En el resto de las pruebas complementarias sólo destaca la presencia en el electroencefalograma de una lentificación difusa sin actividad epiléptica. Tras leve mejoría inicial el paciente presenta empeoramiento del nivel de alerta, por lo que se repite el análisis de LCR y se amplía el estudio etiológico. En esta ocasión el exudado nasofaríngeo constata la presencia del virus de la gripe tipo B y en el análisis microbiológico de LCR destaca la positividad para HHV-6 mediante técnica de reacción en cadena de la polimerasa, resultando negativo el resto de los virus testados y el cultivo bacteriológico. Ante estos hallazgos, se decide cambio de tratamiento a ganciclovir y oseltamivir durante 14 y cuatro días, respectivamente. Tras ello, el paciente evoluciona favorablemente hasta resolución completa de la clínica.
El HHV-6 es un virus neurotropo cuyo reconocimiento como patógeno emergente del sistema nervioso central ha ido en aumento. La encefalitis por HHV-6 es una complicación grave en inmunocomprometidos, mientras que en inmunocompetentes se han descrito únicamente casos aislados1. Se ha demostrado la presencia de carga viral de HHV-6 en un 40% de pacientes con encefalitis de causa desconocida, sin embargo, se cuestiona la relevancia clínica del HHV-6 detectado en el LCR de estos pacientes1.
La literatura disponible acerca de esta entidad revela que afecta más frecuentemente a pacientes jóvenes (mediana de edad de 29 años). Clínicamente, cursa con alteración del comportamiento y del nivel de conciencia, signos neurológicos focales y crisis epilépticas con progresión ocasional a estatus epiléptico, encefalomielitis o encefalitis recidivante, especialmente en inmunocomprometidos1,5–8. Puede haber alteraciones de señal en RM, predominantemente en lóbulo temporal medial, que se resuelven posteriormente. No obstante, la neuroimagen puede ser estrictamente normal2. El LCR suele mostrar pleocitosis linfocitaria variable (9–155 células/μL) y proteinorraquia variable e hipoglucorraquia, eventualmente1,2,7. Dada la ausencia de ensayos clínicos aleatorizados, no existe consenso acerca de su tratamiento actualmente. La guía clínica americana de enfermedades infecciosas recomienda ganciclovir, con riesgo de desarrollo de resistencias, o foscarnet, habiéndose publicado casos donde combinan ambos2,7. En general, el pronóstico es bueno2.
En este caso, el paciente desarrolla un cuadro clínico de características similares a las descritas en la literatura, con la excepcionalidad de la coinfección por el virus B de la gripe, lo que impide la atribución exclusiva de algunas manifestaciones. Se han descrito convulsiones en pacientes adultos con infección gripal9. Se han documentado casos de coinfección en población pediátrica japonesa3,4, siendo este el primer caso en un adulto inmunocompetente, a nuestro conocimiento. Se postula que la infección inicial del virus de la gripe pueda actuar como responsable de un estado de inmunodepresión transitoria, desencadenando así la reactivación de virus3,4.
A pesar de su infrecuencia, debemos considerar el HHV-6 en el diagnóstico diferencial de una meningoencefalitis linfocitaria de causa desconocida en adultos inmunocompetentes, especialmente si presenta un factor precipitante que favorezca su reactivación, como la infección gripal.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.