La función esencial de las publicaciones científicas es contribuir a incrementar el conocimiento, facilitando la difusión de las nuevas aportaciones, colaborando en la generación de nuevas ideas y estableciendo la visualización de líneas de desarrollo de la investigación. Esas funciones, que son legítimas y que son la base del desarrollo de nuestro mundo científico, no están exentas de riesgos por la generación de conductas inapropiados, establecimiento de foros de poder y canales de influencia y la creación en ocasiones de oficialismo que puede ser limitante del propio desarrollo científico. En este sentido, el papel de los editores científicos y de la estructura de revisión de los artículos es esencial, ya que no solo debe generar un modelo de incrementar la calidad de las aportaciones sino también de defensa de las oportunidades de difusión de los resultados de la investigación científica 1.
En el ultimo mes, el mundo científico ha vivido un momento singular, probablemente no vivido con anterioridad, al menos con la misma dimensión. En el mes de noviembre pasado, una epidemia de casos con infecciones respiratorias detectadas en Wuhan, el área metropolitana más grande de la provincia china de Hubei, que se informa a la OMS el 31 de diciembre de 2019, se distribuye de forma exponencial en todo el mundo y a la que se ha denominado Covid19 y se atribuye a un coronoravirus, SARS2-CoV. Los científicos se muestran avidos de conocer cualquier nueva información y los ciudadanos también desean conocer en que se relaciona esta enfermedad que está suponiendo un numero alto de afectados y en un numero alto de fallecidos especialmente en la población más frágil.
La mayoría de las plataformas editoriales han generado estructuras para favorecer la publicación de artículos relacionados con la epidemia y hacerlo además con el menor tiempo posible. Todas ellas han generado plataformas de acceso a artículos y promoción de sus publicaciones relacionadas con Covid 19, como Elsevier Coronavirus Information center, Wiley Covid 19 research, resources and news, Springer-Nature resources on Covid 19 o Frontiers Coronoravirus Hob, entre otras. El objetivo final es que las publicaciones esten al acceso de manera prioritaria, lo que a lectores, autores e investigadores combatir la enfermedad. Así, las revistas científicas se han sentido comprometidas con el momento y han desarrollado estas fórmulas, que han llegado a que los artículos puedan ser conocidos incluso previamente al paso por el peer-review, como son bioRxiv.org o med.Rxiv.org, promovida por Cold Spring Harbor con un apartado de acceso específico para Covid 19. En un esfuerzo sin precedentes, muchas publicaciones han abierto sus páginas a que artículos relacionados con Covid-19 pudieran aparecer de forma prioritaria. Las plataformas de relación entre autores como Research Gate que también han establecido paginas especificas donde se incluye toda la información que se ha apareciendo y los artículos se han publicado online en tiempos realmente rápidos. Sin duda, un esfuerzo sin precedentes para comunicar lo más pronto posible. El objetivo ha sido doble, máxima accesibilidad y en el menor tiempo posible y por ello muchas revistas han establecido modelos fast-track para revisar los artículos pronto y publicarse anticipadamente como es el caso de Neurología, de forma que prácticamente en 48 horas los autores han tenido la decisión editorial, con inclusión de algunos de los artículos en Medline central (PMC), lo que implica una mayor visibilidad. Sin dudar, las publicaciones científicas han desarrollado una función en la inmediatez que se esperaba y la literatura científica se ha llenado de artículos en muy breve tiempo.
La cuestión que se plantea y si el esfuerzo de corresponde con el resultado. Hay voces que señalan que la prioridad de publicar todo lo que se relaciona con Covid 19, ha venido acompañado de una caída de la calidad con perjuicio de los artículos de investigación de otras áreas de trabajo. Efectivamente, de forma similar a lo que ocurre en la asistencia, una de las amenazas que presenta la pandemia de COVID-19 es lo que grupos de oncología han denominado como “el efecto de distracción” 2, que se define que al desviar la atención preferente al Covid-19, se disminuye, se deja al descubierto o se eclipsa la atención del resto de las áreas de innovación. En este sentido, el efecto de distracción puede tener una repercusión negativa que los editores prever. Así, cuando se analizan los estudios hospitalarios de las series chinas, por ejemplo es indudable que existen sesgos metodológicos, que muchos de los resultados suponen una baja aportación al conocimiento, que si se hubieran realizado los mismos estudios en otros momentos no se habrían publicado y en ningún caso en el nivel de revista donde se ha hecho y probablemente han sido rechazados otros artículos de mayor calidad en otras áreas de conocimiento. Parece anecdótico que publicaciones de alto impacto, hayan aceptado casos clínico, lo que no tiene prácticamente precedentes. Si nos referimos a la neurología, el panorama es similar. Desde febrero, han aparecido 144 artículos en Medline en una búsqueda de Covid19 y neurología. De ellos, 49 corresponden a comentarios editoriales de expertos (30,5%), 29 a casos aislados (20,1%), 6 revisiones (4,1%), 5 son artículos sobre precauciones en la clínica y en las técnicas durante la pandemia (3,4%), 19 sobre consensos y protocolos (13,2%), 6 revisiones sobre potencial afectación del virus sobre el SNC (4,1%), 20 sobre repercusiones en la asistencia neurológica y el uso de telemedicina (13,8%), 4 sobre fármacos (2,7%) y solo seis artículos de investigación (4,1%). Si la búsqueda se realiza con Covid19 y sistema nervioso, y se eliminan los artículos ya hallados en la anterior búsqueda, se encuentran 28 artículos adicionales, de ellos 13 son comentarios editoriales de expertos (59,0%), 5 casos (17,8%), solo uno con patologia, 4 sobre mecanismos del virus en el SNC (14,2%), uno sobre fármacos (5,2%) y 5 revisiones (17,8%) Es indudable, que con el enorme número de personas afectadas, las revistas ya deberían haber comunicado menos opiniones y más datos, de forma que probablemente ante una respuesta tan efectiva, el resultado es pobre. Ello hace que los editores de las publicaciones probablemente debamos generar una reflexión.
Como editores, aparecen varios problemas en el que se debe considerar, primero donde está el limite a la velocidad de publicación, todo aquello relacionado con Covid 19 debe ser publicado de forma inmediata o hay que seleccionar aquello que es relevante en el incremento del conocimiento, pero también en el lado opuesto aquello relacionado con el Covid-19 que no se publique hoy, probablemente no tendrá sentido publicarlo mañana porque el tiempo es muy acelerado en lo que es la aparición de información, y por tanto, el compromiso con los autores obliga a la necesidad de decisión, y especialmente en el caso de Neurologia que debe participar en la difusión de artículos de autores que escriben en español 3.
La prioridad de publicar no debe suponer una merma de la calidad. Parece obvio que establecer mecanismos de publicar lo más pronto posible, como el procedimiento fast-track de Neurologia, que ha sido considerado como oportuno en un consenso reciente sobre Covid 19 4 no debe implicar forzosamente bajar los estandares de calidad. ¿Está justificado la opinión de los expertos ante una situación tan grave, genere más de sesenta comentarios editoriales en revistas de impacto?, cuando ante una situación nueva en que la experiencia es relativa probablemente las opiniones pueden ir modificándose en el tiempo. De igual forma, la publicación de paneles de expertos y consensos puede ser incluso temerarias, porque no puede estar avalada con la evidencia, que es un requisito que siempre se han considerado como imprescindible para publicar. Cuando la mayoría de las publicaciones exigen que las revisiones sean sistemáticas, ese filtro no se aplica a lo referente al SARS2-CoV. La segunda cuestión es como se consigue esta calidad, ya que a los revisores de las revistas analizar artículos sobre aquello que no se conoce bien5 o con experiencia distinta 6 y que esas decisiones deben ser trasparentes 7,8. Sin embargo, el principal problema en estos dos meses, es que, no se han remitido estudios de investigación formales, ni epidemiológicos, ni clínicos, ni terapéuticos, y en este sentido, parece necesario que los editores potencien este tipo de artículos por encima de opiniones, consensos o análisis de las repercusiones, que han sido interesantes, pero que deben limitarse a favor de otro tipo de estudios.
Los editores científicos no son todos iguales, dependiendo de las revistas y depende de cada una de ellas tienen funciones distintas y heterogeneas, pero en todas ellas, el editor tiene un papel evidente en el proceso de toma de decisiones 9, donde influye la experiencia y las actitudes 10. Si en condiciones de normalidad, los editores científicos tienen una responsabilidad en la decisión aquello que se publica, hoy, esa posición es mayor, el editor, aunque debe contar con sus equipos editoriales, así como la opinión de los revisores 11, debe estar al frente de su publicación en la selección y en velar por la calidad de lo que se publica y asumir esa responsabilidad 12.
Si analizamos que sabemos hoy sobre la afectación neurológica y del SNC en el Covid19 tras más de ciento cincuenta publicaciones, podemos señalar que los pacientes presentas cefalea, y alteraciones olfatorias y del gusto, que hay casos asociados a ictus y hemorragia, que hay casos que muestran un cuadro de Síndrome de Guillain Barré y encefalitis y que el virus puede acceder al SNC por diferentes vías de acceso y muchas preguntas sin responder. Nuestro reto debe ser favorecer que los investigadores publiquen lo más pronto posible no las preguntas, sino las respuestas, porque solo con las preguntas no se avanza. En este sentido, Neurología seguirá priorizando cualquier nueva información sobre Covid19 y que pueda contribuir al mejor conocimiento de la repercusión del virus en el sistema nervioso, haciéndolo lo más pronto posible, a lado de sus investigadores y colaborando con sus equipos editoriales en la mejor calidad posible, pero teniendo en cuenta que existen muchas otras áreas de interés y relevancia para nuestros lectores.