Hemos leído con interés el artículo de Camacho-Velasquez et al.1 en el que describen un escotoma temporal monocular izquierdo, que se atribuye a un síndrome de la media luna temporal de origen isquémico.
Se nos muestra una campimetría automatizada de Humphrey, solamente del ojo izquierdo, en el que se observan unos escotomas arciformes que, en la parte inferior, llegan a sobrepasar la línea media.
Se llama síndrome de la semiluna temporal al defecto campimétrico producido por las lesiones de la porción más anterior del córtex visual primario. Tiene la particularidad de que el escotoma es monocular pese a que la lesión sea retroquiasmática2.
El defecto campimétrico se localiza entre los 60 y los 90° del hemicampo temporal del ojo contralateral a la lesión, por lo que no podrá ser recogido en una campimetría automatizada de Humphrey2 que habitualmente, como en el caso mostrado, solo estudia los 30° centrales.
Este defecto sí se puede objetivar en la campimetría por confrontación (si se comienza explorando desde la periferia) y su registro gráfico exige una técnica que incluya el campo visual en toda su extensión (una perimetría de Goldmann, por ejemplo).
El escotoma de este caso, si es monocular como se afirma, al interesar a los 30° centrales debería ser atribuido a una afección prequiasmática o a un artefacto. Si, como se describe se atribuye a una isquemia cerebral transitoria debería existir un defecto, más o menos congruente, en el campo visual del ojo contralateral.