01 POG
02
PROGRESOS
DE OBSTETRICIA
Y GINECOLOGÍA
Volumen 41
Número 3
Abril 1998
ARTÍCULOS ORIGINALES
Obstetricia
R. Matorras
L. Perteagudo
P. Sanjurjo
Composición en ácidos grasos de los fosfolípidos eritrocitarios en la parturienta a término y su recién nacido
Departamentos de Obstetricia y Ginecología y Pediatría.
Hospital de Cruces.
Universidad del País Vasco
Correspondencia:
R. Matorras
María Díaz de Haro, 7, 6.°
48013 Bilbao
Composition of fatty acids of erythrocyte phospholipids in at term pregnant women and her newborn
Matorras R, Perteagudo L, Sanjurjo P. Composición en ácidos grasos de los fosfolípidos eritrocitarios en la parturienta a término y su recién nacido. Prog Obstet Ginecol 1998;41:139-145
Aceptado para publicación 10/9/97
RESUMEN
Objetivo: Determinar el patrón de ácidos grasos en los fosfolípidos eritrocitarios en la parturienta normal y su recién nacido. Comparar ambos patrones ácido-grasos y analizar las posibles correlaciones entre ambos.
Población: 162 parejas madre-recién nacido, correspondientes a gestaciones normales.
Contexto: Hospital terciario
Principales determinaciones: Cromatografía gaseosa capilar con análisis de 14 ácidos grasos en los fosfolípidos de los eritrocitos maternos y fetales. Análisis en valor absoluto y en porcentaje.
Resultados: Entre las madres, el ácido presente en mayor cantidad fue el ácido palmítico (26,68% ± 3,6), seguido por el oleico (18,28% ± 2,55), el araquidónico (12,54% ± 2,00), el linoleico
(12,47% ± 2,23) y el esteárico (11,87% ± 2,51). Entre los neonatos, el ácido presente en mayor cantidad también fue el ácido palmítico (31,35% ± 4,27). A continuación se encontraron los ácidos araquidónico (17,3% ± 2,76), oleico (14,83% ± 2,54) y el esteárico (13,09% ± 2,48).
Los siguientes ácidos grasos presentaron mayores porcentajes en la madre que en el neonato: oleico, linoleico, linolénico, eicosapentaenoico y docosapentaenoico W3. El resto de los ácidos grasos estudiados fueron mayores en el recién nacido: palmítico, palmitoleico, esteárico, dihomogammalinolénico, araquidónico, decosatetraenoico W3 y W6 y docosahexaenoico. Conclusiones: El acidograma de los fosfolípidos eritrocitarios es claramente diferente en el feto que en la madre. En el neonato destacaríamos las mayores proporciones de los ácidos grasos poliinsaturados elongados, hecho que sugiere una síntesis facilitada a partir de un transporte facilitado de sus precursores.
PALABRAS CLAVE
Ácidos grasos; Ácidos grasos poliinsaturados; Ácidos grasos W3 poliinsaturados elongados; Neonato, madre; fosfolípidos eritrocitarios.
ABSTRACT
Aim: To assess the pattern of the fatty acids from erithrocyte phospholipids in the normal pregnant woman at labor and her newborn infant. To compare both patterns and analyze its possible correlations
Population: 162 mother-newborn infant pairs, from normal pregnancies.
Setting: Medical school hospital
Main outcome measures: Capillary gas chromatography. Analysis of 14 fatty acids in erythrocyte phospholipids in the mother and the newborn infant. Values were expressed in absolute concentrations and in percentages.
Results: Among mothers, the more prevailing fatty acid was the palmitic acid (28.68% ± 3.6), followed by the oleic (18.28% ± 2.55), arachidonic
(12.54% ± 2.00), linoleic (12.47% ± 2.23) and stearic acids (13.09% ± 2.48). The following fatty acids showed higher percentual values in mothers: oleic, linoleic, linolenic, eicosapentaenoic and W3 docosapentaenoic acids. The remaining fatty acids tested were higher in the newborn infant: palmitic, palmitoleic, stearic, dihomogammalinolenic, arachidonic, W3 and W6 docosatetraenoic and docosahexaenoic acids.
Conclusions: The fatty acid pattern of the phospholipids from the erythrocytes is clearly different differnt in the fetus and in the mother.
KEY WORDS
Fatty acids; Polyunsaturated fatty acids; Long chain W3 polyunsaturated fatty acids; newborn infant; Mother; Erythrocyte phospholipids.
INTRODUCCIÓN
Los ácidos grasos, en especial los poliinsaturados desempeñan una importante función en la nutrición humana. Los precursores iniciales tanto de la serie W-3 como de la serie W-6 (ácidos linolénico y linoleico) son nutrientes esenciales (1). Por ello además de contar con una notable trascendencia en diversos pro-
cesos fisiológicos, juegan un importante papel en
la organogénesis fetal, fundamentalmente en el
desarrollo cerebral y vascular (2). Los lípidos de membrana constituyen el 50-60% de la materia sólida
en el cerebro, y de ellos, los fosfolípidos son cuan-
titativamente el componente más significativo (2).
El grado de insaturación de los ácidos grasos incorporados en la estructura de los fosfolípidos influye
en la estructura de las membranas y en su función, puesto que conlleva cambios en las propiedades biofísicas o/y en la actividad de las proteínas de membrana (3).
El ácido docosahexaenoico es el ácido graso poliinsaturado predominante en la posición 2 de los fosfolípidos de la membrana de la corteza cerebral y de la retina. Dado que la composición de los fosfolípidos de los hematíes es un buen indicador de la de los del cerebro y la retina (4), a través del estudio de los ácidos grasos eritrocitarios del feto podría obtenerse una valiosa información respecto al apósito de los ácidos grasos durante la gestación y la organogéneis cerebral.
El propósito del presente trabajo es elaborar unas tablas de normalidad para nuestra población referentes a la composición de los fosfolípidos eritocitarios en la madre y el neonato, aspecto que pudiera resultar de gran interés para el estudio de determinadas situaciones patológicas. Además se comparan los diferentes acidogramas fosfolipídicos en la madre y el feto, así como sus posibles correlaciones, para un mejor entendimiento del metabolismo ácido-graso durante el embarazo.
MATERIAL Y MÉTODOS
Población
Se estudian 162 embarazadas y sus recién nacidos, cuyo parto tuvo lugar en el Hospital de Cruces (Baracaldo, Vizcaya). Los criterios de inclusión fueron: gestación simple, parto vaginal entre la 37 y la 42 semana, ausencia de malformaciones mayores y cromosomopatías y ausencia de patología materna severa, así como de todo tipo de trastornos dietéticos, nutricionales y endocrinológicos. Diversas facetas del metabolismo lipídico de la mencionada población, como los aspectos dietéticos (5,6), los ácidos grasos plasmáticos (7), el colesterol, los triglicéridos y las lipoproteinas (8), así como las diversas interrelaciones entre ellos (9-12) han sido objeto de publicación previa.
La edad media de las gestantes fue de 28,5 ± 4,4 años. El 44% de las mujeres eran primíparas. El peso pregestacional medio fue de 59 ± 8,8 kg. Al final de la gestación, la ganancia ponderal media fue de 11,1 ± 3,7 Kg.
El 31% de las gestantes consumía tabaco durante la gestación. En el 19% de los partos hubo rotura prematura de membranas. En el 17% de los partos se observó líquido amniótico teñido. El parto fue eutócico en el 75% de los partos, concluyó mediante fórceps o espátula en el 13% y mediante ventosa en el 12%. Se aplicó anestesia local en el 54,6% de los partos. Otro 43,6% se desarrolló con anestesia epidural. El peso medio de los recién nacidos fue 3.370 ± 430 g, siendo la edad gestacional media 39,4 semanas ± 1,5.
Método
Todas las gestantes fueron informadas de la naturaleza del estudio, obteniéndose su consentimiento informado. Se extrajeron 10 cc de sangre de una vena antecubital, inmediatamente después del parto, así como 10 cc de sangre de la vena umbilical, obtenida del cordón umbilical, inmediatamente después de su pinzamiento.
Las muestras se procesaron mediante cromatografía de gases utilizando columnas capilares tipo SP-2330 (Supelco, Bellfonte, Pennsylvania, USA), con un cromatógrafo Perkin Elmer 8500 (Buckinghamshire, Inglaterra) y un detector de ionización de llama. La saponificación del total graso se llevó a cabo utilizando el método de Lepage y Roy (13).
Se estudiaron 14 ácidos grasos: mirístico (14:0), palmítico (16:0), palmitoleico (16:1 W-7), esteárico (18:0), oleico (18:1 W-9), linoleico (18:2 W-6), linolénico (18:3 W-3), di-homo-gamma-linoleico (20:3 W-6), araquidónico (20:4 W-6), eicosapentaenoico (20:5 W-3), docosatetraenoico (22:4 W-6), docosapentaenoico W-3 (22:5 W-3), docosapentaenoico W-6 (22:5 W-6) y docosahexaenoico (22:6 W-6).
Los valores de cada ácido graso se obtuvieron por integración electrónica y se expresaron en valores absolutos (µg/ml) y en porcentaje sobre el total de ácidos grasos. Los resultados se exponen mediante la media y el desvío estándar. La prueba de Kolmogorov-Smirnov analizó si las variables estudiadas se-
guían una distribución normal. El análisis estadístico se llevó a cabo mediante la t de Student apareada, la «F» de Fisher y el test de Willcoxon, según los habituales criterios de aplicación.
RESULTADOS
Fosfolípidos maternos
En la tabla 1 se exponen los valores absolutos y porcentuales de los 14 ácidos grasos estudiados en la población de madres. El ácido presente en mayor cantidad fue el ácido palmítico (28,68% ± 3,6), seguido por el oleico (18,28% ± 2,55), el araquidónico (12,54% ± 2,55), el linoleico (12,47% ± 2,23) y el es-
teárico (11,87% ± 2,51). Los ácidos mirístico, palmitoleico, linolénico y eicosapentaenoico tuvieron una representación inferior al 1%.
Los siguientes ácidos grasos de la membrana del hematíe se ajustaron a una distribución normal: ácido oleico, linoleico, eicosapentaenoico y docosapentaenoico W6. El resto no siguió una distribución gaussiana.
En cuanto a los valores porcentuales, se ajustaron a una distribución normal los siguientes ácidos grasos: esteárico, oleico, linoleico, araquidónico, docosatraenoico, docosapentaenoico W3 y docosahexaenoico. Los restantes ácidos grasos no siguieron una distribución normal.
Fosfolípidos fetales
En la tabla 2 se exponen los valores absolutos y porcentuales de los 14 ácidos grasos estudiados en la población total de neonatos. A semejanza de la composición en los fosfolípidos maternos, el ácido presente en mayor cantidad fue el ácido palmítico (31,35% ± 4,27). A continuación se encontraron los ácidos araquidónico (17,3% ± 2,76), oleico (14,83% ± 2,54) y el esteárico (13,09% ± 2,48). Los siguientes ácidos grasos representaron menos del 1% del total de los ácidos grasos: mirístico, palmitoleico, linolénico, eicosapentaenoico y docosapentaenoico n-3.
Las concentraciones absolutas de los ácidos grasos no se ajustaron a una distribución normal, excepto para los ácidos linoleico y docosapentaenoico W6. Respecto a los valores en porcentaje, siguieron una distribución normal los de los ácidos oleico, linoleico, docosapentaenoico W6 y docosahexaenoico. En cambio, no se ajustaron a una distribución normal los ácidos mirístico, palmítico, palmitoleico, esteárico, linolénico, araquidónico, dihomogammalinolénico y docosapentaenoico W3.
Comparación materno fetal
Respecto a los niveles absolutos (µg/ml), el acidograma del hematíe materno presentó mayores concentraciones (p < 0,001) que el neonatal en los siguientes ácidos grasos: oleico (93,39 ± 42,00 vs 71,77 ± 34,73), linoleico (63,38 ± 28,54 vs 26,33 ± 12,18), eicosapentaenoico (2,62 ± 1.65 vs 1,11 ± 0.74), docosapentaenoico W3 (7,84 ± 4,54 vs 2,65 ± 1,83) y linolénico (0,79 ± 0,62 vs 0,60 ± 0,70). Los ácidos palmitoleico, dihomogammalinoleico y araquidónico tuvieron menor nivel (p < 0,001) en la madre (3,29 ± 2,77, 16,33 ± 10,52 y 64,98 ± 36,11) que en el hijo (4,23 ± 2,85, 22,98 ± 13,40 y 82,11 ± 40,19). También fue menor el ácido docosapentaenoico W6 (6,04 ± 3,58 vs 6,92 ± 3,96, p < 0,05).
No hubo diferencias significativas en los niveles maternofetales de los ácidos saturados (mirístico, palmítico y esteárico), ácido docosatetraenoico y ácido docosahexaenoico.
Respecto a los valores porcentuales, los ácidos grasos con mayor porcentaje materno que fetal
(p < 0,001) fueron: oleico (18,28 ± 2,55 vs 14,83 ± 2,54), linoleico (12,47 ± 2,23 vs 5,57 ± 1,30), linolénico (0,15 ± 0,11 vs 0,11 ± 0,12), eicosapentaenoico (0,49 ± 0,28 vs 0,20 ± 0,11) y docosapentaenoico W3 (1,51 ± 0,46 vs 0,51 ± 0,20).
El resto de los ácidos grasos estudiados fueron menores en la madre que en el hijo (p < 0,001) : palmítico (28,68 ± 3,60 vs 31,35 ± 4,27), palmitoleico (0,57 ± 0,40 vs 0,78 ± 0,37), esteárico (11,87 ± 2,51 vs 13,09 ± 2,48), dihomogammalinolénico (1,91 ± 0,60 vs 2,92 ± 0,78), araquidónico (12,54 ± 2,00 vs 17,30 ± 2,76), docosatetraenoico (3,77 ± 0,82 vs 4,54 ± 0,92) y docosahexaenoico (5,70 ± 1,10 vs 6,18 ± 1,36). El ácido docosapentaenoico W6 fue también menor en la madre (1,28 ± 0,65 vs 1,50 ± 0,60, p < 0,01).
Correlación materno-fetal
Respecto a los niveles absolutos, las correlaciones más elevadas fueron para los ácidos linolénico
(r = 0,57), docosatetraenoico (r = 0,52) y dihomogammalinolénico (r = 0,51). Los ácidos palmitoleico (r = 0,46), araquidónico (r = 0,43), docosahexaenoico (r = 0,42) y esteárico (r = 0,40) tuvieron correlaciones materno-fetales similares.
Los coeficientes más bajos correspondieron a los ácidos oleico (r = 0,36), palmítico (r = 0,32), docosapentaenoico W6 (r = 0,32) y W3 (r = 0,28), linoleico (r = 0,27) y eicosapentaenoico (r = 0,24).
El único ácido que no presentó correlación materno-fetal fue el ácido mirístico. En cuanto a los niveles porcentuales, el ácido linolénico tuvo la correlación materno-fetal más elevada (r = 0,73) seguido por los ácidos palmitoleico (r = 0,58), esteárico (r = 0,53) y docosapentaenoico W6 (r =0,53).
Hubo el mismo grado de correlación para los ácidos linoleico (r = 0,46) y dihomogammalinolénico
(r = 0,46), siendo similar al del ácido oleico (r = 0,41).
Los ácidos docosahexaenoico (r = 0,34), araquidónico (r = 0,29), docosatetraenoico (r = 0,26), eicosapentaenoico (r = 0,23), docosapentaenoico W3
(r = 0,23) y palmítico (r = 0,22) tuvieron coeficientes de correlación más bajos.
DISCUSIÓN
El estudio de los fosfolípidos en la membrana del hematíe refleja la función estructural de los ácidos grasos que los componen. Los fosfolípidos de membrana son estructuras lipídicas cuya composición es menos variable que la de los lípidos plasmáticos ante los cambios bruscos y transitorios en las condiciones medioambientales (13,14).
Los estudios de los fosfolípidos de hematíes en el momento del parto son escasos. De ellos, algunos se centran en analizar un fosfolípido determinado (13) y otros estudian únicamente los valores porcentuales o bien referidos a la concentración de hematíes (13, 14). Con esta salvedad, nuestros valores en la madre fueron similares a los de Ruyle y cols. (14), con menores niveles de ácido esteárico en nuestra población (11,87% vs 16.5%). En nuestro estudio y en el referido, aproximadamente el 84% de los ácidos grasos que formaron parte de los fosfolípidos maternos correspondió a los ácidos palmítico, oleico, araquidónico, linoleico y esteárico. La desviación típica de los ácidos grasos de membrana fue menor que la del plasma, siendo el ácido linolénico el de mayor dispersión (7).
Respecto al feto, el ácido palmítico (155,53 ± 65,2 µg/ml), junto con el araquidónico (82,11 ± 40,19 µg/ml) representaron el 50% aproximadamente del total de ácidos grasos presentes en la fracción de fosfolípidos de la membrana eritrocitaria. También tuvieron importancia cuantitativa, aunque inferior, los ácidos esteárico (63,37 ± 37,66 µg/ml) y oleico (71,77 ± 34,34 µg/ml). Los cambios observados en la composición de fosfolípidos del hematíe son importantes en cuanto traducen cambios simultáneos en los fosfolípidos cerebrales y de la retina. Ambos sistemas se desarrollan antes del nacimiento y en los primeros tiempos postnatales y contienen importantes cantidades de docosahexaenoico y araquidónico (16). El cerebro es el único lugar en el que los ácidos grasos de las bicapas lipídicas son predominantemente ácido araquidónico y ácido decosahexaenoico. Mientras que el ácido decosahexaenoico es especialmente importante en las membranas sinápticas y fotorreceptoras, el ácido araquidónico es el principal componente de las membranas del endotelio vascular (17). Este perfil se mantiene en todas las especies estudiadas hasta ahora (19). La biodisponibilidad de los ácidos grasos esenciales, y sobre todo de los ácidos araquidónico y docosahexaenoico, es un factor limitante para el desarrollo y evolución cerebral (19). Así, la responsabilidad para el desarrollo cerebral descansa sobre la madre. En este sentido una nutrición materna inadecuada podría conllevar un deficiente desarrollo fetal e insuficiencia de ácidos grasos esenciales al nacer, concretamente de araquidónico y docosahexaenoico. Por ello, consideramos que el estudio de biodisponibilidad mediante el análisis de hematíes fetales y en relación al aporte materno puede ser de gran interés en el período fetal, área desconocida en la literatura. Por este motivo, nuestros resultados en concentración no se han podido comparar con otros estudios, aunque sí hay datos porcentuales previos pero con diferencias poblaciones y analíticas. En este sentido, los porcentajes en sangre de cordón fueron similares a los de Ruyle y cols. (14), si bien en nuestra experiencia hubo mayor porcentaje de ácido palmítico (31,35 ± 4,27 vs 25,5 ± 2,7), aunque hay que considerar que los ácidos mirístico, linolénico y eicosapentaenoico no se analizaron en el estudio referenciado y el número de casos (n = 26) es muy inferior al nuestro (n = 165).
La concentración de ácidos grasos en hematíes fetales, a diferencia de lo que sucedía en el plasma, no fue tan notoriamente inferior a la de la madre (15). Se observaron concentraciones fetales inferiores de ácidos grasos poliinsaturados precursores, y en cambio superiores de los derivados elongados. La menor concentración del ácido linoleico se ha asociado en diversos estudios con niveles mayores de sus derivados W6, principalmente dihomogammalinolénico y araquidónico (14,20) asignando a la placenta la función sintetizadora a partir de los precursores maternos (14,18). Otros (21) manifiestan un transporte facilitado o preferente de derivados frente a sus precursores desde la madre al feto. Del cualquier modo, la elevada concentración de especies poliinsaturadas elongadas en el neonato aumentaría la permeabilidad del eritrocito, lo que facilita el transporte de muchos componentes a través de la membrana (14).
En nuestro estudio la correlación materno-fetal fue más estrecha en los hematíes que la que hemos descrito en el plasma (7), hecho atribuible a que la composición de membrana refleja un «status» graso menos modificable frente a las influencias dietéticas y hormonales a corto plazo.
En resumen, nuestro estudio evidencia notables diferencias en el acidograma de los fosfolípidos eritrocitarios maternos y neonatales, destacando en el neonato las mayores proporciones de los ácidos grasos poliinsaturados elongados, hecho que sugiere una sínstesis facilitada a partir de un transporte facilitado de sus precursores. Por otra parte, la correlación existente entre casi todos los ácidos grasos maternos y fetales evidencia la gran dependencia del «status» acidograso fetal del materno.
AGRADECIMIENTOS
Trabajo realizado en parte con la subvención del Gobierno Vasco 90.022342.001.001.
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Tabla 1 Composición ácido-grasa de los fosfolípidos eritrocitarios maternos
Ácidos grasos Media ± D.S. Media ± D.S.
mcg/ml % de los ácidos
grasos totales
Mirístico | 3,74 ± 1,71 | 0,69 ± 0,35 |
Palmítico | 151,7 ± 63,7 | 28,68 ± 3,6 |
Palmitoleico W-7 | 3,29 ± 2,77 | 0,57 ± 0,4 |
Esteárico | 61,9 ± 30,8 | 11,87 ± 2,51 |
Oleico W-9 | 93,39 ± 42 | 18,28 ± 2,55 |
Linoleico W-6 | 63,38 ± 28,54 | 12,47 ± 2,23 |
Linolénico W-3 | 0,79 ± 0,62 | 0,15 ± 0,11 |
Dihglinolenic W-6 | 16,33 ± 10,52 | 1,91 ± 0,6 |
Araquidónico W-6 | 64,98 ± 36,11 | 12,54 ± 2,55 |
Eicosapentaen W-3 | 2,62 ± 1,65 | 0,49 ± 0,28 |
Docosatetraen W-6 | 19,18 ± 13,71 | 3,77 ± 0,82 |
Docosapentaen W-6 | 6,04 ± 3,58 | 1,28 ± 0,65 |
Docosapentaen W-3 | 7,84 ± 4,54 | 1,51 ± 0,46 |
Docosahexaen W-3 | 34,89 ± 19,12 | 5,7 ± 1,1 |
Tabla 2 Composición ácido grasa de los fosfolípidos eritrocitarios neonatales. N = 162
Ácidos grasos Media ± DE Media ± DE
mcg/ml % de los ácidos
grasos totales
Mirístico | 3,69 ± 1,49 | 0,76 ± 0,46 |
Palmítico | 155,53 ± 65,2 | 31,35 ± 4,27 |
Palmitoleico W-7 | 4,23 ± 2,85 | 0,78 ± 0,37 |
Esteárico | 63,37 ± 27,66 | 13,09 ± 2,48 |
Oleico W-9 | 71,77 ± 34,73 | 14,83 ± 2,54 |
Linoleico W-6 | 26,33 ± 12,18 | 5,57 ± 1,3 |
Linolénico W-3 | 0,6 ± 0,7 | 0,11 ± 0,12 |
Dihglinolenic W-6 | 22,98 ± 13,4 | 2,92 ± 0,78 |
Araquidónico W-6 | 82,11 ± 40,19 | 17,3 ± 2,76 |
Eicosapentaen W-3 | 1,11 ± 0,74 | 0,2 ± 0,11 |
Docosatretraen W-6 | 21,22 ± 14,51 | 4,54 ± 0,92 |
Docosapentaen W-6 | 6,92 ± 3,96 | 1,5 ± 0,6 |
Docosapentaen W-3 | 2,65 ± 1,83 | 0,51 ± 0,2 |
Docosahexaen W-3 | 34,51 ± 16,8 | 6,18 ± 1,36 |
BIBLIOGRAFÍA