CRÍTICA DE LIBROS
Histological typing of ovarian tumors (WHO)
R. E. Scully
New York: Springer; 1999
A comienzos de la década de los 50 la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió unificar los criterios para la clasificación de los tumores, debiendo precisarse: 1) su ubicación anatómica, 2) el tipo histológico y 3) el grado de diferenciación. Se crearon centros de referencia en diversas partes del mundo con la finalidad de recabar la opinión de expertos en cada materia y en 1981 se completó la publicación de la primera edición que cubre las neoplasias de órganos diversos. Lo concerniente al ovario estuvo a cargo de especialistas del Instituto Petrov de Investigación Oncológica en Leningrado. Esta segunda edición, que ahora reseñamos, ha sido coordinada por el Dr. R.E. Scully (Boston, EEUU) en colaboración con otros colegas de Norteamérica, Inglaterra, Australia, Finlandia y Japón.
La obra es concisa y consta de un apartado inicial con la clasificación de los tumores del ovario, seguido de la definición de cada tipo histológico conjuntamente con notas explicativas. La clasificación TNM de los tumores se presenta con los términos equivalentes propuestos por la FIGO. Se hace énfasis en la necesidad de asignar a cada tipo histológico un vocablo apropiado con la intención de unificar los criterios morfológicos y poder de esta manera facilitar la comparación de los hallazgos en diferentes partes del mundo. Esta publicación con la propuesta de consenso avalada por la OMS se conoce como la clasificación de las WHO (World Health Organization). Llega a manos de los usuarios con retraso y, por tanto, con legítima expectativa.
Uno de los temas controvertidos tiene que ver con los tumores limítrofes del ovario. Como es bien sabido, en estos últimos años ha habido grupos que han pretendido minimizar el riesgo de una evolución maligna y se han aceptado programas terapéuticos conservadores principalmente en mujeres jóvenes con deseos de conservar su fertilidad. Por otra parte, entre los patólogos han existido dificultades evidentes a la hora de interpretar los cambios hispatológicos y hacer llegar su dictamen a los ginecólogos o cirujanos.
En opinión de Scully y su grupo de colaboradores, dentro de los tumores del epitelio-estroma de la superficie ovárica debe incluirse en una categoría de malignidad limítrofe (borderline) y ésta debe considerarse como un tumor de bajo potencial maligno. En los casos con patrón arquitectural y rasgos citológicos de tipo micropapilar, se mantiene el diagnóstico de tumor limítrofe (borderline), haciendo mención expresa de este hallazgo, ya que tiene significación pronóstica debido a que presentan con mayor frecuencia implantes peritoneales invasivos. No olvidar que ello sólo es válido para los tumores serosos del ovario. Cuando un tumor seroso limítrofe exhibe evidencias inequívocas de microinfiltración (pequeños focos de tumor infiltrante menores de 3 mm o menores de 10 mm cuadrados, conjuntamente con alteraciones citológicas diversas) se justifica el empleo del término microinfiltración aunque hasta la fecha no se ha demostrado que tenga significación pronóstica.
Los autores no proponen una guía precisa para establecer el grado de diferenciación de los tumores y se basan en la ausencia de un consenso internacional en esta materia. Sin embargo, hacen referencia a la aplicación de la metodología general que se utiliza en otras neoplasias para determinar el grado histológico.
La obra incluye 150 figuras con microfotografías en su mayor parte de excelente calidad. Contribuyen a destacar, con una imagen, los rasgos hispatológicos de cada tipo de tumor.
Aunque esta obra en su conjunto está orientada principalmente para ser utilizada anatomopatólogos, es importante que otros especialistas (principalmente ginecólogos y oncólogos) estén en conocimiento de su existencia y de la importancia que tiene como guía para unificar los criterios diagnósticos.
Pedro J. Grases