PROGRESOS DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGÍA
Volumen 41 Número 6 Julio-agosto 1998
Obstetricia
Alfafetoproteína sérica materna como marcador pronóstico en gestaciones gemelares
Maternal serum alpha-fetoprotein as a prognostic marker
M.ª E. Gallego Pastor
P. Fuentes Castro
E. Rodríguez Rodríguez
M.ª P. Mayoral Beltrán
Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Príncipe de Asturias.
Carretera Alcalá-Meco, s/n Alcalá de Henares (Madrid)
Correspondencia:
M.ª E. Gallego Pastor
Cid Campeador, 3 4.º K
28801 Alcalá de Henares (Madrid)
Aceptado para publicación 13/3/98
Gallego Pastor M.ª E, Fuentes Castro P, Rodríguez Rodríguez E, Mayoral Beltrán M.ª P. Alfafetoproteína sérica materna como marcador pronóstico en gestaciones gemelares. Prog Obstet Ginecol 1998;41:339-346.
RESUMEN
Se estudian los resultados perinatales de las gestaciones gemelares habidas en nuestro centro entre agosto de 1991 y enero de 1996, relacionándolos con los valores de la alfafetoproteína sérica materna (AFPSM) determinada en el segundo trimestre, lo que supone un total de 80 gestaciones gemelares.
Mediante distintos niveles de corte, hemos encontrado diferencias con significación estadística en estos resultados cuando se considera un valor de AFPSM de 3,5 múltiplos de la mediana (MoM).
En gestaciones gemelares en nuestro medio, un valor superior a 3,5 MoM supone un riesgo para la pérdida fetal, la rotura prematura de membranas y el bajo peso al nacimiento.
Concluimos que la AFPSM puede ser utilizada como marcador pronóstico en las gestaciones gemelares, debiendo cada Centro determinar el valor del marcador que significa peores resultados perinatales.
PALABRAS CLAVE
Alfafetoproteína sérica materna (AFPSM); Gestación gemelar; Resultados perinatales.
ABSTRACT
A study has been made of the perinatal results of the twins pregnancies followed in our Centre, between August 1991 and January 1996, relating them to the maternal serum alpha-fetoprotein ( MSAFP ) levers determined in the second term. This has involved a total of 80 twin pregnancies.
By means of different depths of cut, we have found statistically significant differences in these results when we consider an MSAFP value of 3.5 multiples of the median (MoM).
In twin pregnancies in our environment, a level above 3.5 MoM indicates risk of fetal loss, premature rupture of membranes, and low birth weight.
We conclude that MSAFP can be used as prognostic data in twin pregnancies: each Centre must determine the benchmark, which indicates worse perinatal results.
KEY WORDS
Maternal serum alpha-fetoprotein; Twin pregnancy; Perinatal results.
INTRODUCCIÓN
La alfafetoproteína (AFP) es una proteína segregada a la circulación fetal por el saco vitelino y el hígado fetal; éste es la principal fuente de producción a partir de la semana 11,5. Alcanza el líquido amniótico y desde éste pasa a la circulación materna a través de la placenta en un 94% y a través de las membranas desde la cavidad amniótica en un 6%. Los valores de AFP en suero materno (AFPSM) siguen una distribución normal, y pueden hallarse elevados por un aumento en la producción fetal: error de data, gestación múltiple, muerte fetal...; por aumento del paso a través de la placenta: amenaza de aborto, hematomas placentarios...; por malformaciones fetales que disminuyan la excreción: atresia renal, obstrucción uretral...; que aumenten el paso a líquido amniótico a través de los tegumentos: defectos del tubo neural (DTN), de pared ventral... o que disminuyan la absorción: atresia duodenal o esofágica; por último el aumento de AFPSM puede ser debido a causa materna: hepatitis, cáncer intestinal (1).
El valor de AFPSM en el segundo trimestre es utilizado como screening para DTN. Descartados éstos, las determinaciones alteradas se han relacionado con bajo peso al nacimiento, abruptio placentae, mortalidad perinatal, crecimiento intrauterino retardado (CIR), parto pretérmino, preeclampsia (2,3).
En gestaciones gemelares, los niveles normales de AFPSM siguen una curva paralela a la de los mismos en gestaciones únicas, con niveles aproximadamente dobles a éstos; de forma que se pueden utilizar para la valoración de AFPSM en gestaciones gemelares las mismas tablas, considerando normales los valores entre 1 y 4,5 múltiplos de la mediana (MoM) (4).
Diversos autores han estudiado la relación entre niveles elevados de AFPSM en gestaciones gemelares y resultados perinatales con conclusiones diversas (5-11). El objetivo de este estudio es analizar los resultados perinatales de gestaciones gemelares no complicadas con DTN en relación con los niveles de AFPSM en el segundo trimestre en nuestro medio.
MATERIAL Y MÉTODOS
El grupo de estudio lo constituyen 80 pacientes con gestaciones gemelares.
Las pacientes proceden del programa de screening para DTN del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares entre agosto de 1991 y enero de 1996.
Los valores de AFPSM fueron determinados en todas ellas entre las 16 y 20 semanas de gestación, y fueron ajustados para peso materno y edad gestacional comprobada por ecografía. Dichos niveles se expresan en múltiplos de la mediana para gestación única de nuestra área.
Se estudian la patología gestacional: diabetes gestacional (definida por dos o más valores alterados en la sobrecarga oral con 100 gramos de glucosa) infecciones del tracto urinario, patología hipertensiva del embarazo; amenorrea en el momento del parto; peso al nacimiento; pérdidas reproductivas; CIR (definido como peso al nacimiento inferior al percentil 10 para su edad gestacional según las tablas de pesos de nuestro centro); discordancia entre los pesos de los gemelos [calculada según la fórmula: (A-B) x 100 \ A, siendo A y B los pesos de los gemelos mayor y menor respectivamente]; rotura prematura de membranas (RPM). Para comparar el tipo de placenta, peso al nacimiento, discordancia entre los pesos y CIR, hemos tenido en cuenta, únicamente, aquellas gestaciones que terminaron con fetos de peso superior a 500 gramos.
El estudio estadístico de los datos obtenidos, se llevó a cabo mediante técnicas automatizadas de proceso de datos. Se estableció una significación estadística del 95% (p ¾ 0,05).
Para la comparación de medias se ha utilizado el análisis de la varianza (ANOVA) o tests no paramétricos (U de Mann-Whitney, test de Kruskal-Wallis) en los casos indicados. El estudio cualitativo se ha realizado mediante tablas de contingencia, con corrección de Yates y test de Fhiser cuando ha sido necesario.
RESULTADOS
Las pacientes tenían edades comprendidas entre 17 y 38 años, siendo la media de 27,9 años.
Los niveles de AFPSM varían de 1,18 MoM a 8,11 MoM, con una media de 2,8 MoM y una mediana de 2,6 MoM.
De las 80 gestaciones, se obtuvieron un total de 143 (89,4%) fetos vivos. Hubo 17 (10,6%) pérdidas reproductivas; éstas se reparten en: tres abortos, que suponen seis pérdidas reproductivas; siete muertes fetales anteparto, y cuatro muertes fetales postparto.
Las pérdidas por aborto ocurrieron en una gestación en la semana 18, y en otras dos en la semana 22. Un feto falleció anteparto en el segundo trimestre, mientras que otras tres gestaciones terminaron con ambos fetos muertos anteparto: una en el segundo trimestre y otras dos en el tercero. Las pérdidas postparto ocurrieron en dos gestaciones que terminaron por parto espontáneo tras RPM en las semanas 26 y 30.
Los pesos de los recién nacidos varían entre 210 y 3.230 gramos, siendo la media de 2.092,8 gramos. Hubo nueve (5,6 %) recién nacidos con peso inferior a 500 gramos y cuatro (2,5%) con peso superior a 3.000 gramos.
El test de Apgar a los cinco minutos fue de 10 en 70 (43,7%) recién nacidos, de nueve en 51 (31,9%), de ocho en 15 (9,4%), de cuatro en cuatro recién nacidos (2,5%) y en tres (1,9%) casos no lo conocemos.
Los valores de pH en arteria umbilical estuvieron por encima de 7,20 en 122 (76,2%) fetos. Los valores de pH en vena umbilical fueron mayores de 7,25 en 118 (73,7%) fetos.
La amenorrea en el momento del parto, varió entre 132 y 281 días, con una media de 246,7 días.
De los 160 fetos, 73 (45,6%) fueron varones y 86 (53,7%) mujeres; no conocemos el sexo de uno de los fetos (0,6%).
El parto tuvo lugar por vía vaginal para ambos gemelos en 46 casos (57,5%), el parto del primer gemelo fue vaginal y el del segundo por cesárea en tres casos (3,7%) y en los restantes 31 (38,7%) ambos fueron por cesárea.
En cuanto al tipo de placenta, fue bicorial biamniótica en 46 (57%) de las gestaciones, monocorial biamniótica en 29 (36,2%) y monocorial monoamniótica en cuatro (5%), en una gestación no conocemos el tipo de placenta.
Para estudiar la relación del pronóstico de la gestación con los niveles de AFPSM, comparamos los resultados perinatales de las gestaciones estudiadas clasificándolas según distintos umbrales de AFPSM del segundo trimestre, y comprobamos que las diferencias eran significativas cuando poníamos como umbral el nivel de AFPSM en 3,5 MoM. Así, dividimos a nuestras pacientes en dos grupos: el primero lo constituyen 17 gestaciones con niveles de AFPSM superiores a 3,5 MoM, que suponen el 21,2% del total de gestaciones estudiadas y el segundo, 63 gestaciones cuyos niveles de AFPSM habían sido inferiores o iguales a 3,5 MoM, que representan el 78,7%.
No encontramos diferencias en el nivel socioeconómico entre las pacientes de los dos grupos estudiados.
En el grupo con niveles de AFPSM menores o iguales a 3,5 MoM la media de edad fue de 28 años, mientras que en el otro grupo se situaba en 27,9 años. No existen diferencias estadísticamente significativas para la edad de las pacientes entre ambos grupos.
Tampoco encontramos significación estadística en los antecedentes obstétricos en ambos grupos: de las 63 pacientes con niveles de AFPSM inferiores o iguales a 3,5 MoM 43 (68,2%) eran primigestas, 18 (28,6%) secundigestas y dos (3,2%) tercigestas. De los embarazos anteriores de este grupo hubo un total de 10 abortos y 12 recién nacidos vivos. En el grupo con niveles elevados de AFPSM 12 (70,5%) pacientes eran primigestas y las cinco (29,4%) restantes secundigestas; de ellas, cuatro habían tenido recién nacidos vivos y una había presentado un aborto. Todas las gestaciones previas en ambos grupos habían sido únicas. En el grupo con niveles de AFPSM más bajos, de las 20 pacientes con gestaciones anteriores, cinco (25%) tenían antecedentes de prematuridad. En el otro grupo, una (20%) de las pacientes secundigestas tenía este antecedente. Las diferencias no son estadísticamente significativas (p = 0,5).
Patología gestacional
Estudiamos la patología durante la gestación en ambos grupos de pacientes:
En el grupo con niveles de AFPSM inferiores o iguales a 3,5 MoM, siete (11,1%) pacientes presentaron diabetes gestacional, frente a dos (11,7%) en el otro grupo. No existen diferencias estadísticamente significativas para esta patología (p = 0,9).
En cuanto a las infecciones del tracto urinario, fueron diagnosticadas en dos pacientes de cada uno de los grupos, lo que supone un 3,2 % entre las pacientes con niveles de AFPSM inferiores o iguales a 3,5 MoM y un 11,7% entre las pacientes con valores de AFPSM superiores a 3,5 MoM. Las diferencias no son significativas (p = 0,1).
Del grupo con niveles de AFPSM inferiores o iguales a 3,5 MoM, tres (4,7%) pacientes presentaron preeclampsia, en el otro grupo ninguna paciente presentó patología hipertensiva del embarazo.
Estas y otras patologías de la gestación quedan reflejadas en la tabla 1.
Tabla 1 | Patología gestacional | |||
AFPSM | ||||
Patología gestacional | ¾ 3,5 MoM | > 3,5 MoM | ||
N | % | N | % | |
Diabetes gestional | 7 | 11,1 | 2 | 11,7 |
Infección de tracto urinario | 2 | 3,2 | 2 | 11,7 |
Preeclampsia | 3 | 4,7 | | |
Insuficiencia renal | 1 | 1,6 | | |
Corioamnionitis | 1 | 1,6 | | |
Dermatitis papulosa del embarazo | 1 | 1,6 | | |
Colestasis gravídica | 1 | 1,6 | | |
Amenorrea
Estudiamos la amenorrea en el momento del parto en ambos grupos, los resultados quedan expuestos en la tabla 2. Situamos el umbral para establecer comparaciones en 34 semanas y observamos que en el grupo con niveles de AFPSM inferiores o iguales a 3,5 MoM, cinco (7,9%) gestaciones terminaron antes de la semana 34, mientras que de las gestaciones con niveles de AFPSM superiores a 3,5 MoM lo hacen siete (41,2%) gestaciones. La diferencia en la incidencia del parto por debajo de la semana 34 en ambos grupos es estadísticamente significativa (p = 0,0007).
Tabla 2 | Amenorrea en el momento del parto | |||
Amenorrea (semanas) | ||||
AFPSM | < 28 | 28-34 | 34-36 | > 36 |
¾ 3,5 MoM | 1 | 4 | 19 | 39 |
(1,6%) | (6,3%) | (30,1%) | (61,9%) | |
> 3,5 MoM | 4 | 3 | 4 | 6 |
(23,5%) | (17,6%) | (23,5%) | (35,3%) |
Placenta
Los tipos de placenta de las gestaciones que terminaron con fetos de peso superior a 500 gramos, estuvieron distribuidos en ambos grupos de forma muy homogénea; no existen diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos para el tipo de placenta (p = 0,7).
Peso al nacimiento
Comparamos los pesos al nacimiento de los fetos con peso superior a 500 gramos en ambos grupos. En el grupo con niveles de AFPSM menores o iguales a 3,5 MoM, hubo 123 (97%) fetos con peso superior a 500 gramos; entre las gestaciones con niveles de AFPSM por encima de 3,5 MoM, 28 (82,3%) fetos tuvieron peso superior a 500 gramos. Los resultados se expresan en la tabla 3. La diferencia entre el grupo con valores de AFPSM inferiores o iguales a 3,5 MoM y el grupo con valores por encima de 3,5 MoM es estadísticamente significativa (p = 0,01).
Tabla 3 | Peso al nacimiento en relación a los niveles de AFPSM | ||
AFPSM | N | Media | DS |
¾ 3,5 MoM | 123 | 2.242,2 | 387,5 |
> 3,5 MoM | 28 | 2.019,8 | 596,9 |
Pérdidas reproductivas
La distribución de las pérdidas reproductivas que tuvieron lugar en cada grupo se refleja en la tabla 4. Las diferencias entre ambos grupos de pacientes son estadísticamente significativas (p = 0,0002).
Tabla 4 | Pérdidas reproductivas para cada uno de los grupos | ||||
AFPSM | Pérdidas reproductivas | Vivos | |||
Aborto | Anteparto | Postparto | Total | ||
> 3,5 MoM | 2 | 5 | 0 | 7 (5,5%) | 119 (94,4%) |
> 3,5 MoM | 4 | 2 | 4 | 10 (29,4%) | 24 (70,6%) |
En el grupo con niveles de AFPSM inferiores o iguales a 3,5 MoM, se produjo un aborto en la semana 22 de gestación; un feto falleció intraútero en el segundo trimestre y otras dos gestaciones terminaron con ambos fetos fallecidos anteparto en las semanas 30 y 33.
En el grupo con niveles de AFPSM elevados, hubo dos abortos en las semanas 18 y 22, dos fetos fallecidos anteparto en las semanas 17 y 28 y dos gestaciones en las que ambos fetos fallecieron postparto tras producirse éste espontáneamente después de RPM en las semanas 26 y 30.
Resultan estadísticamente significativas las diferencias en la incidencia de aborto y de muertes postparto, no lo son las diferencias para las muertes anteparto.
Discordancia
Calculamos la discordancia entre los pesos de los recién nacidos con pesos superiores a 500 gramos. En el grupo con niveles de AFPSM inferiores o iguales a 3,5 MoM hay nueve (12,9%) casos con discordancia superior al 20%, frente a cinco (29,9%) en el otro grupo. Observamos mayor incidencia de discordancia en el grupo con AFPSM más elevada aunque las diferencias no resultan estadísticamente significativas (p = 0,1).
CIR
Analizamos la incidencia de CIR en los fetos con peso superior a 500 gramos en ambos grupos, obteniendo estos resultados: de las gestaciones con niveles de AFPSM por debajo de 3,5 MoM, en ocho (12,9%) ambos gemelos presentaron CIR según las tablas de nuestro centro; en otras ocho (12,9%) gestaciones uno de los fetos padeció CIR y el otro presentó un peso al nacimiento adecuado para su edad gestacional y en 46 (74,2%) casos ninguno de los gemelos sufrió retraso del crecimiento intrauterino. En el grupo con niveles elevados de AFPSM, en cuatro (28,6%) gestaciones ambos gemelos sufrieron CIR; en cuatro (28,6%) uno de ellos lo padeció y en seis (42,9%) ambos gemelos tuvieron pesos adecuados para su edad gestacional. Dicho de otro modo, analizando todos los fetos en conjunto, sufrieron CIR 24 (19,5%) de los fetos de gestaciones con niveles de AFPSM inferiores o iguales a 3,5 MoM y 12 (42,8%) de los fetos de gestaciones con niveles de AFPSM elevados.
La tabla 5 refleja la incidencia de CIR en ambos grupos. Aunque existe mayor tendencia al retraso de crecimiento en las gestaciones con niveles de AFPSM superiores a 3,5 MoM, las diferencias no son estadísticamente significativas comparando las gestaciones en las que un solo gemelo presentó CIR (p = 0,3), ni comparando las gestaciones en que lo padecieron ambos gemelos (p = 0,3), ni comparando todos los fetos en conjunto (p = 0,07).
Tabla 5 | Incidencia de CIR en relación a los niveles de AFPSM | |||
AFPSM | CIR | No CIR | ||
1 feto | 2 fetos | Total | 2 fetos | |
¾ 3,5 MoM | 8 | 8 | 24 | 46 |
> 3,5 MoM | 4 | 4 | 12 | 6 |
RPM
Encontramos asimismo relación entre los niveles de AFPSM y la incidencia de RPM: cuatro (6,3%) gestaciones con niveles de AFPSM por debajo de 3,5 MoM presentaron RPM frente a tres (17,6%) gestaciones con niveles elevados de AFPSM; existe, por tanto, mayor incidencia de RPM cuando los niveles de AFPSM son más elevados aunque la diferencia no es estadísticamente significativa (p = 0,1).
Estudiando en conjunto las complicaciones antes descritas: pérdida reproductiva, discordancia, CIR y RPM, encontramos más tendencia a padecer alguna de ellas en las gestaciones con niveles más elevados de AFPSM como refleja la tabla 6. Las diferencias resultan estadísticamente significativas (p = 0,008).
Tabla 6 | Incidencia de las complicaciones obstétricas incluyendo pérdida reproductiva, discordancia entre los pesos, CIR y RPM | |
AFP | Complicación | % |
¾ 3,5 MoM | 22 | 34,9 |
> 3,5 MoM | 12 | 70,6 |
DISCUSIÓN
Los valores normales de AFPSM son superiores en gestaciones gemelares que en gestaciones únicas. En nuestro grupo de estudio, la mediana fue de 2,6 MoM sobre las tablas para gestaciones únicas, y la media 2,8, algo más elevada que la referida por otros estudios anteriores (5,6). Según un trabajo de Drugan (4), en el que estudian los valores de AFPSM en 535 gestaciones gemelares, los niveles de AFPSM en el segundo trimestre siguen una curva paralela a la de los niveles en gestación única pero con niveles aproximadamente dobles que éstas. Según este estudio, los niveles normales en gestaciones gemelares estarían comprendidos entre 1 y 4,5 MoM para gestaciones únicas. La mayoría de los autores comparan los resultados perinatales entre subgrupos con niveles de AFPSM mayores y menores de 4 ó 4,5 MoM. Nosotros hemos situado el umbral para establecer la comparación en 3,5 MoM porque ya en ese punto de corte obtenemos resultados significativos y la significación estadística no mejora elevando el umbral.
Numerosos estudios informan de la mayor incidencia de complicaciones obstétricas en gestaciones únicas con niveles de AFPSM por encima de 2 ó 2,5 MoM. y que se halla en torno a un 20-30%, con una mortalidad perinatal alrededor del 3-4% (3). Aunque no se conoce con exactitud la causa de este empeoramiento del pronóstico, se acepta que podría ser debido a una alteración en la placenta que explicaría un mayor paso de AFP a la circulación materna y los malos resultados de la gestación.
En gestaciones gemelares los niveles de AFPSM también afectan al pronóstico de la gestación incluso de forma más marcada: Redford refiere una mortalidad perinatal del 40% (7) y otros autores también encuentran mayor incidencia de pérdida reproductiva aunque no alcanzan dicha cifra (5,8). Algunos autores (9,10) concluyen que la incidencia de pérdida reproductiva aumenta considerablemente cuando los niveles de AFPSM alcanzan valores superiores a 5 MoM. Walker, sin embargo, no encuentra peor pronóstico en gestaciones con niveles elevados de AFPSM (11).
En nuestro grupo de estudio, en las 17 gestaciones con niveles de AFPSM superiores a 3,5 MoM hubo un total de 10 pérdidas reproductivas, que suponen un 29,4%, frente al 5,5% que representan las siete pérdidas del otro grupo. Dicho de otro modo, de las gestaciones en que se perdieron ambos fetos, cinco (62,5%) pertenecen al grupo con niveles de AFPSM en el segundo trimestre superiores a 3,5 MoM, que representa un 21,2% del total de gestaciones estudiadas frente a tres (37,5%) que pertenecían al otro grupo. La única gestación en la que se perdió un solo gemelo había tenido un valor de AFPSM inferior a 3,5 MoM; por último, 59 (83,1%) de las gestaciones que terminaron con ambos fetos vivos pertenecían al grupo con niveles más bajos de AFPSM y 12 (16,9%), al de niveles elevados de AFPSM. Las diferencias son estadísticamente significativas (p = 0,0002) como lo son para los autores citados anteriormente. Sin embargo, no encontramos un empeoramiento del pronóstico cuando el nivel de AFPSM se sitúa por encima de 5 MoM, probablemente debido al escaso número de gestaciones con esos niveles de AFPSM que hay en nuestro grupo de estudio.
Encontramos relación estadísticamente significativa (p = 0,01) entre el peso al nacimiento y los niveles de AFPSM: en las gestaciones con niveles de AFPSM inferiores o iguales a 3,5 MoM, el 97% de los fetos presentó peso superior a 500 gramos y, de estos fetos, la media del peso al nacimiento es de 2.242,2. De las gestaciones con niveles elevados de AFPSM el 82,3% pesaron más de 500 gramos al nacer y de sus pesos obtenemos una media de 2.019,8. La mayoría de los estudios previos hallan relación entre el peso al nacimiento y los niveles de AFPSM si bien, mientras que para Ghosh, Redford y Wald (6,7,10) es estadísticamente significativa, en Johnson, Pretorius y Walker (5,8,11) no lo es.
No hallamos, al igual que en la mayoría de los trabajos previos (5,7,8) significación estadística en la incidencia de CIR, aunque sí encontramos una mayor tendencia en el grupo con niveles de AFPSM más elevados, en el que un 42,8% de los fetos presentó CIR, frente a un 19,5% en el otro grupo.
Encontramos mayor incidencia de prematuridad cuando la AFPSM está más elevada: en el 41,2% de las gestaciones con niveles altos de AFPSM el parto se produce antes de la 34 semana, frente al 7,9% en el otro grupo (p = 0,0007). Esta observación coincide con la de otros trabajos que estudian la amenorrea en el momento del parto, situando el umbral en 34 semanas (5,7) y difiere de los resultados obtenidos en otros (6,8,10,11). Por tanto, el bajo peso al nacimiento en nuestro estudio parece deberse más a la prematuridad que al CIR, al igual que en los trabajos de Johnson y Redford (5,7) y al contrario que en el de Ghosh (10) que explica el bajo peso al nacimiento fundamentalmente por el CIR ya que encuentra una mayor correlación entre los niveles de AFPSM y el peso que entre ésta y la edad gestacional al nacimiento, si bien en este trabajo no se estudia específicamente la incidencia de CIR.
En cuanto a la RPM, que se asocia a niveles elevados de AFPM en gestación única, hemos encontrado una diferencia no estadísticamente significativa en nuestro grupo: p = 0,1; Redford (7) había descrito mayor incidencia de RPM cuando los niveles de AFPSM eran altos, pero únicamente entre las gestaciones que terminaron en parto pretérmino.
Hemos estudiado asimismo la discordancia entre los pesos de los recién nacidos, y encontramos una mayor incidencia (29,9%) en el grupo con niveles de AFPSM elevados, frente al 12,9%, aunque las diferencias no son estadísticamente significativas. Estos resultados difieren de los obtenidos por Johnson (5) y coinciden con los del trabajo de Pretorius (8).
En resumen, si tenemos en cuenta en conjunto las complicaciones que hemos estudiado: pérdida reproductiva, discordancia, CIR y RPM, el 70,6% de las gestaciones con niveles de AFPSM superiores a 3,5 MoM presentan alguna frente al 34,9% en el otro grupo (p = 0,008).
La gestación gemelar es considerada clásicamente como de riesgo, pero la práctica clínica nos muestra grandes diferencias en los resultados perinatales, por lo que sería muy útil disponer de marcadores que valorasen el pronóstico dentro del embarazo múltiple, uno de los cuales sería la AFPSM. En nuestro estudio, un valor superior a 3,5 MoM se muestra como un factor negativo para amenorrea en el parto, peso al nacimiento, pérdida reproductiva y RPM. Estas gestaciones deberían ser consideradas como gestaciones de alto riesgo y controladas de forma más estricta para tratar de mejorar su pronóstico.
BIBLIOGRAFÍA
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