Aprovecho la ocasión para hacer un nuevo inciso acerca de los datos que deberían aparecer reflejados en el formulario de petición de estudio citológico (fig. 1). Existe consenso entre los patólogos/citólogos a la hora de afirmar que los datos a aportar en las peticiones de estudio citológico están sujetos a gran variabilidad, siendo escasos e incluso confusos en un gran número de ocasiones. Nos toca en este momento hacer una reflexión en relación al apartado “Tratamiento hormonal”, uno de los campos que obligatoriamente deberían ser correctamente cumplimentados en pos de una correcta interpretación de la muestra citológica acompañante.
Cuando el compañero ginecólogo o generalista (médico de Atención Primaria) envía una toma citológica ginecológica para su estudio por el Servicio de Anatomía Patológica, desea una información fiable y completa con el fin de encuadrar a la paciente en el apropiado brazo del algoritmo diagnóstico pertinente, para su vigilancia y/o tratamiento correspondientes. Es, por tanto, vital contar con todos los datos de juicio necesarios para poder facilitarla. Quisiera centrarme en el epígrafe “Tratamiento hormonal” (fig. 2). La razón de ser de este epígrafe consiste en aportar al patólogo/citólogo una información crucial (tratamientos de naturaleza hormonal llevados a cabo por la paciente) para la correcta interpretación de la muestra; así, podrá saber si existen obstáculos para la evaluación del patrón hormonal (influencias de hormonas externas), si existen discordancias entre los hallazgos y la edad de la paciente o entre los hallazgos y el día del ciclo, etc.
No se trata, pues, de responder con un simple “sí” o “no” (práctica ocasional), ya que con ello no aportamos información relevante. Tampoco es de gran ayuda identificar el nombre comercial del tratamiento hormonal utilizado (en el caso de que lo hubiere), pues el patólogo no suele estar familiarizado con los mismos (hay que recordar que en Anatomía Patológica no se manejan fármacos). Sería deseable cumplimentar este campo con la sencilla descripción del tratamiento hormonal utilizado, de modo que el patólogo sepa si se trata de un tratamiento estrogénico, progestagénico, y pueda integrar tal información de acuerdo con los hallazgos observados.
Esta simple práctica evita confusiones o carencias informativas, y contribuye a la elaboración de informes de petición correctos y certeros que a buen seguro facilitan la labor de ese compañero que mira al microscopio y, sobre todo, hace posible que el informe que llega a la paciente, lo haga con las garantías de seguridad exigidas.
Esta carta no es más que un llamamiento para que entre todos consigamos de verdad que nuestro trabajo cuente con los estándares de calidad que el paciente se merece.
Gracias, compañeros.