Objetivo docente: Describir la sistemática de interpretación de una radiografía de tórax y la anatomía valorable con esta prueba. Revisar las distintas técnicas y proyecciones, con sus ventajas y limitaciones. Explicar e ilustrar los hallazgos más frecuentes de patología torácica e imágenes falsas que pueden simular patología.

Revisión del tema: La radiografía de tórax es una de las pruebas radiológicas más realizadas en Urgencias. Los elementos que permite valorar son: Parénquima pulmonar. Detecta patología pulmonar primaria o secundaria a afectación de otros órganos. Pleura. Patología tanto aguda como crónica, incluyendo derrame pleural, neumotórax, hidroneumotórax, tracciones fibrosas, paquipleurititis calcificada, etc. Mediastino. La valoración de las líneas y contornos mediastínicos permite detectar patologías en los órganos que en él se localizan. Hueso. Arcos costales, escápulas, articulación glenohumeral, porción proximal del húmero, clavículas y raquis cervicodorsal. Partes blandas. Aunque no es la mejor técnica, permite evidenciar ciertas patologías como el enfisema subcutáneo y patologías quirúrgicas o traumáticas. Porción superior del abdomen. La radiografía de tórax en bipedestación es la técnica de elección ante la sospecha de neumoperitoneo.

Conclusiones: La radiografía de tórax es una de las pruebas más demandadas en la radiología de Urgencias, además de aportar una valiosa información. Por ello resulta imprescindible para el radiólogo estar familiarizado con la anatomía radiológica y conocer la patología más frecuente, tanto aguda como crónica, que se puede hallar.