La utilización de pruebas de esfuerzo con incrementos bruscos en la carga de trabajo puede acentuar la pérdida de relación lineal entre el VO2 y la frecuencia cardíaca. La falta de datos objetivos para considerar la frecuencia cardíaca como máxima puede ocasionar aplicaciones de intensidades de trabajo insuficientes durante los entrenamientos.
ObjetivosDeterminar la variabilidad de la capacidad funcional y de la frecuencia cardíaca máxima, realizando en un mismo paciente una prueba de esfuerzo indirecta y directa. Determinar la intensidad de entrenamiento óptima con una prueba de esfuerzo indirecta.
MétodosVeintinueve pacientes con cardiopatía isquémica realizaron, en un plazo inferior a 4 semanas, una prueba de esfuerzo indirecta (protocolo Bruce) y una directa (ergoespirometría). Se analizaron parámetros de trabajo, metabólicos y cardíacos.
ResultadosObjetivamos una sobrestimación de la capacidad funcional con el protocolo Bruce del 10,4%. La frecuencia cardíaca máxima fue de 125lpm en el protocolo Bruce y de 132lpm en la ergoespirometría. Los umbrales aerobio/anaerobio se produjeron a 99 y 119lpm. La intensidad de entrenamiento diseñada a partir del protocolo Bruce y según el método de 75-85% de la frecuencia cardíaca máxima fue de 95 vs. 107lpm. Utilizando el método Karvonen al 60-80% fue de 103 vs. 113lpm.
ConclusionesLa capacidad funcional está sobrestimada con la utilización del protocolo Bruce estandarizado. El diseño de un entrenamiento en función de porcentajes de frecuencia cardíaca puede hacernos trabajar de una forma submáxima. La metodología de Karvonen estima la intensidad de trabajo de una manera más óptima.
The use of stress tests with sudden increases in the workload may accentuate the loss of the linear relationship between VO2 and heart rate. Lack of objective data to consider heart rate as maximum may result in the application of submaximum workloads during exercise training.
ObjectivesTo determine variability in functional capacity and maximum heart rate by means of an indirect and direct exercise test in the same patient. To determine optimum training intensity using an indirect stress test.
MethodsIn a period under 4 weeks, 29 patients with ischemic heart disease performed an indirect exercise test (Bruce protocol) and a direct exercise test (ergospirometry). Work, metabolic and cardiac parameters were analyzed.
ResultsWe observed an overestimation of functional capacity with the Bruce protocol of 10.4%. Maximum heart rate was 125 bpm in the Bruce protocol and 132 bpm in the ergospirometry test. Aerobic and anaerobic thresholds occurred at 99 vs 119 bpm, respectively. Workload intensity designed according to the Bruce Protocol and in accordance with the 75-85% maximum heart rate method was 95 vs 107 bpm. This was 103 vs 113 bpm with the Karvonen method at 60 – 80%.
ConclusionsFunctional capacity is overestimated when the standardized Bruce protocol is used. The design of training based on heart rate percentages may cause us to work submaximally. The Karvonen method estimates work load more optimally.
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