Los estudios de autopsia revelan que el 50% de los pacientes con tiroides clínicamente normales tienen nódulos. De hecho, la ecografía los detecta en un 40% de pacientes estudiados por otras razones.
Los nódulos tiroideos representan la indicación más frecuente de ecografía tiroidea. Si bien su prevalencia aumenta con la edad, el porcentaje de malignidad es muy bajo (2-4%). El diagnóstico citológico más frecuente es el nódulo coloide o adenomatoide con abundante coloide, de naturaleza benigna1,2.
Comunicamos una presentación infrecuente en ecografía de un nódulo adenomatoide en una paciente mujer de 50 años de edad, con antecedentes familiares de hipotiroidismo, que consultó con un especialista en Endocrinología por una astenia generalizada. Se solicitó el dosaje de tirotropina (TSH), tiroxina (T4) libre y anticuerpos antitiroideos. Estos dos últimos parámetros fueron negativos, pero el valor de la TSH fue de 3 mU/L, por lo que se pidió una ecografía tiroidea como complemento diagnóstico. Esta reveló un área hipoecoica de morfología poliédrica, ubicada en el lóbulo derecho, con un diámetro mayor de 9mm, que en el power Doppler mostró flujo periférico (figs. 1 y 2). La elastografía reflejó un área predominantemente elástica con áreas de rigidez, score 2 en la escala de Ueno3,4 (fig. 3). Las cadenas ganglionares yugulocarotídeas no presentaron imágenes patológicas a destacar.
Debido a la sospecha de malignidad por los hallazgos en la ecografía con escala de grises, se llevó a cabo una punción aspiración con aguja fina (PAAF). El resultado fue un nódulo adenomatoide con abundante coloide, clasificación Bethesda tipo II. Estos hallazgos benignos coincidieron con los de la elastografía (mapa color y strain ratio).
La paciente inició un tratamiento con T4 a bajas dosis durante 6 meses y en los controles sucesivos se volvió eutiroidea. Los controles ecográficos fueron similares y en la repetición de la PAAF no hubo cambios.
El nódulo adenomatoide en la ecografía generalmente es sólido, homogéneo y bien definido. Puede ser hiper, iso o hipoecogénico, con focos hiperecoicos brillantes (cola de cometa) que indican la existencia de un componente coloide cristalizado en su interior. Cuando los espacios coloides son extensos, se identifica un patrón espongiforme. Suelen tener un componente quístico, a veces con tabicaciones o con un nódulo mural, que aumenta de forma proporcional al tamaño nodular. Pueden presentar un halo hipoecogénico, que traduce la presencia de vascularización circundante, evidenciable con el Doppler color1,2.
Es importante conocer la utilización de la elastografía como complemento diagnóstico, ya que orienta sobre la benignidad o malignidad del nódulo tiroideo. En nuestro caso, esta herramienta diagnóstica sugirió la naturaleza benigna del nódulo adenomatoide de morfología atípica poliédrica, en coincidencia con el resultado de la PAAF.
Saludan a Ud. con distinguida consideración, los autores
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes y que todos los pacientes incluidos en el estudio han recibido información suficiente y han dado su consentimiento informado por escrito para participar en dicho estudio.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.