Sr. Director:
El "triaje" es una palabra francesa que significa "selección, clasificación". En el ámbito sanitario por "triaje" se entiende la función de clasificar a los pacientes antes de que reciban la prestación asistencial que precisan. Este método introduce un nuevo sistema de clasificación de pacientes atendiendo a su gravedad desde el punto de vista clínico. Ante todo pretende diferenciar a los pacientes con enfermedad urgente de los que presentan enfermedad emergente.
Con un adecuado "triaje" se puede garantizar la resolución de un gran número de demandas a los pocos minutos de la llamada y/o consulta, si se es capaz de hacer una valoración apropiada en el primer contacto presencial o telefónico. Esto puede requerir una valoración más exacta1 y para esto es necesario disponer de unos estándares de calidad adecuados que aseguren un "triaje" validado y estandarizado correctamente.
En medicina de emergencias un "triaje" inicial por médicos y/o enfermeras disminuye significativamente el número de pacientes atendidos en los departamentos de emergencias2.
Los tiempos medios son también reducidos de una manera significativamente estadística (p < 0,05) en los departamentos en los que se realiza un "triaje" inicial3.
Cualquier sistema de "triaje" estructurado se ha de basar en una escala de priorización útil, válida y reproducible para relacionar la categoría asignada con el nivel real de
urgencia emergencia del paciente4. Para el funcionamiento eficaz de un sistema de "triaje" estructurado, como indicador de calidad, se necesita de un equipo de profesionales que puedan identificar las necesidades y decidir las prioridades.
El objetivo fundamental del "triaje" de urgencias y emergencias no es otro que el de regular y optimizar el tiempo de llegada-visita médica, de manera que se visite primero a los pacientes más graves. Los sistemas de urgencias y emergencias tienen en el "triaje" un sistema magnífico para explicar el principio bioético de justicia. Esto no existe en ningún otro campo de la medicina5.
Se necesitan métodos objetivos, cuantificables y reproducibles que permitan medir la magnitud de la inadecuación de las demandas, identificar las desviaciones respecto a los estándares aceptables e investigar los factores asociados a la inadecuación, sobre todo aquellos susceptibles de ser modificados.