Hemos revisado con gran interés los comentarios realizados por el Dr. Juan José Salazar y colaboradores y agradecemos su aporte, ya que permitirá a futuros interesados en el manuscrito, guiar su lectura y evitar sesgos de medición en estudios transversales.
En efecto, en el reporte de García et al.1, se describe cierto grado de asociación entre la grasa visceral y diferentes factores de riesgo cardiovascular en adultos de mediana edad de Colombia. En este trabajo se utilizó la ecuación predictiva de “volumen de grasa visceral” propuesta por Amato et al.2, para el cálculo del índice de adiposidad visceral.
En relación con nuestros resultados, coincidimos con la observación del Dr. Juan José Salazar y colaboradores, de los altos valores obtenidos del índice de adiposidad visceral durante el proceso de clasificación de este estudio. Tras verificar y clasificar por terciles (T) a partir del valor del índice de adiposidad visceral, hemos detectado un error en la ubicación decimal en tres de las categorías presentadas en el informe de García et al.1: (T1: 25,9-59,2), (T2: 59,3-77), (T3: 77,1 o más). En este sentido, ofrecemos excusas pues la manera correcta de mostrar esta clasificación a la comunidad científica es: (T1: 2,59-5,92), (T2: 5,93-7,70), (T3: 7,71 o más).
De esta manera, nuestros hallazgos seguirán la línea de resultados de Amato et al.2, en su estudio original donde la clasificación empleada fue por quintiles y cuyos valores más altos ubicados en el quintil 5, corresponden a 2,67mm en mediana (rango intercuartil 2,03 – 10,42).
Agradecemos la carta del el Dr. Juan José Salazar, que demuestra tanto el interés que ha suscitado el tema del artículo, como la detenida lectura que de él se ha realizado.