El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es un problema del neurodesarrollo de alta prevalencia que se asocia con grave disfunción personal, familiar y social.
ObjetivoExplorar la posible asociación entre trastorno por déficit de atención e hiperactividad y comportamiento suicida en una población de adolescentes.
MétodosEstudio observacional analítico de corte a partir de fuente secundaria. Se analizaron variables sociodemográficas, clínicas, de crianza y eventos vitales de 447 adolescentes a quienes se aplicó la Compositum International Diagnosis Interview. Se realizó análisis descriptivo y bivariable a través de odds ratio (OR) y sis intervalos de confianza del 95% (IC95%); las variables con significación estadística (p < 0,05) se ingresaron en un modelo de regresión logística. La información se analizó con el software SPSS® versión 21.0.
ResultadosEl 59,1% eran mujeres, con una mediana [intervalo intercuartílico] de edad de 16 [14-18] años. El comportamiento suicida se presentó en el 31% de las mujeres y el 23% de los varones. Mostraban déficit de atención el 6,3% de los adolescentes. El análisis de regresión logística mostró que las variables que mejor explicaban el comportamiento suicida de los adolescentes fueron: el sexo femenino, el trastorno de estrés postraumático, el trastorno de pánico y el consumo de cocaína con trastorno por estrés postraumático.
ConclusionesEl diagnóstico y la intervención temprana del déficit de atención e hiperactividad en niños puede ser una estrategia útil en la prevención del comportamiento suicida en la adolescencia.
Suicide is a public health problem. In Colombia, teenagers are considered a group at high risk for suicidal behavior.
ObjectiveTo explore the possible association between suicidal behavior and attention deficit hyperactivity disorder in adolescents of Medellin.
MethodologyObservational, cross-sectional, analytical study. The Composite International Diagnostic Interview was applied to a total of 447 adolescents and the sociodemographic, clinical, familiar, and life event variables of interest were analyzed. The descriptive analysis of qualitative variables are presented as absolute values and frequencies, and the age was described with median [interquartile range]. A logistic regression model was constructed with explanatory variables that showed statistical association. Data were analyzed with SPSS® software version 21.0.
ResultsOf the total, 59.1% were female, and the median age was 16 [14-18] years. Suicidal behavior was presented in 31% of females and 23% of males. Attention deficit was present in 6.3% of adolescents. The logistic regression analysis showed that the variables that best explained the suicidal behavior of adolescents were: female sex, post-traumatic stress disorder, panic disorder, and cocaine use.
ConclusionsThe diagnosis and early intervention of attention deficit hyperactivity disorder in children may be a useful strategy in the prevention of suicidal behavior in adolescents.
La inquietud, la inatención y la impulsividad son problemas conductuales comunes durante la edad preescolar y escolar. En algunos niños estos problemas alcanzarán un extremo sintomático patológico llamado trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)1,2.
El déficit de atención es un trastorno del neurodesarrollo, con alta carga genética. Los síntomas comienzan típicamente alrededor de los 5 años de edad y nunca después de los 73,4. En más del 50% de los afectados, los síntomas persisten en la adolescencia y la adultez. Se describen tres subtipos según los síntomas que predominen: a) inatento; b) hiperactivo-impulsivo, y c) la forma combinada. Se ha estimado que entre el 3 y el 7% de los niños en edad escolar cumplen criterios de trastorno por déficit de atención e hiperactividad5,6.
Los niños con TDAH tienen alta comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos, entre los cuales sobresalen los trastornos conductuales de comienzo en la niñez, la depresión y la ansiedad7,8. Cuando el TDAH es comórbido con el trastorno depresivo mayor, este tiene un comienzo más temprano, mayor duración sintomática y más alteración funcional1,9. Los adolescentes con TDAH tienen 5 veces más riesgo que sus pares asintomáticos de incurrir en consumo de sustancias (nicotina, alcohol, drogas ilícitas) y comportamiento antisocial (agresión y problemas con la ley)10,11.
El comportamiento suicida de los adolescentes con TDAH ha llamado la atención de los investigadores12,13. Los estudios han encontrado que el 50% de los adolescentes suicidas sufrían un trastorno psiquiátrico al momento de la muerte, con una evolución mínima de 2 años14,15, y que todos los subtipos del trastorno predicen el inicio de la depresión y/o el comportamiento suicida entre 5 y 13 años antes16.
En un tercio de los países del mundo, incluida Colombia, los adolescentes son considerados un grupo de alto riesgo de suicidio debido al aumento en la frecuencia de este comportamiento en ese grupo etario. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 100.000 adolescentes mueren cada año en el mundo como consecuencia de un acto suicida17,18. En la región andina el suicidio es una de las tres primeras causas de mortalidad dentro del grupo de 5 a 19 años19.
En Colombia cada día se quitan la vida 5 personas. En 2011 el suicidio representó el 7% de las muertes violentas en Colombia, con 1.889 casos y una tasa de 4,1 suicidios/100.000 habitantes. El mayor número de suicidios ocurrió en el grupo etario de 15 a 34 años, con 979 casos (el 51,8% del total de suicidios). Lo anterior indica que en Colombia la población más joven fue en 2011 la que mas aportó al total de suicidios. El 80,6% de los casos eran varones y el 19,4%, mujeres (razón varones:mujeres, 4:1)20.
El departamento que registró la mayor frecuencia de suicidios fue Antioquia, con el 32% de los casos, seguida por el Valle del Cauca (19%), Cundinamarca (11,6%) y Santander (10,8%). A su vez, la ciudad que mas suicidios registró en 2011 fue Bogotá (14,66%), seguida por Medellín (6,08%), Cali (3,91%) y Pasto (1,85%)20.
El suicidio es un problema de salud pública prevenible21,22. Localmente no se dispone de información que permita establecer si el comportamiento suicida de los adolescentes está relacionado con el déficit de atención. Contar con esta información permitirá diseñar mejores estrategias de prevención del comportamiento suicida de los adolescentes. El objetivo de la investigación es determinar la asociación entre el comportamiento suicida y el TDAH de los adolescentes de Medellín.
MetodologíaDiseño del estudio y población incluidaEstudio observacional analítico transversal con un análisis de casos y controles con fuente de información secundaria tomada del Primer Estudio Poblacional de Salud Mental de Medellín, 2011-2012. Las ideas suicidas se definen como el paso anterior a la actuación suicida. Se expresa a través de amenazas, verbalizaciones, escritos que demuestran las ideas suicidas de la persona. Los planes se definen como los preparativos que la persona realiza con la intención de que su idea de suicidarse resulte exitosa. Un adolescente es el sujeto de edad comprendida entre 13 y 18 años. Un intento suicida se constituye cuando la persona realiza un acto concreto con la intención de quitarse la vida, que puede generar daño o lesión pero no causa la muerte. Para el estudio, se definió caso como el adolescente con comportamiento suicida y control como el adolescente sin comportamiento suicida. La población de referencia estuvo constituida por los adolescentes no institucionalizados de la ciudad de Medellín, elegidos entre las 215.715 personas23 que en 2011 tenían entre 13 y 18 años. Se tomó la totalidad de los sujetos que cumplían la definición de casos y controles ya establecida por dos razones: a) al aumentar la muestra, se aumenta el poder de la prueba de hipótesis, y b) al respetar el muestreo aplicado en el estudio primario (representativo de la población), se permite la estimación de la razón de disparidad de manera directa. Finalmente, se tomaron 107 casos y 340 controles.
El estudio primario tenía un diseño de muestra con la fórmula para la estimación de una proporción poblacional con un nivel de confianza del 95%, una precisión del 5% y una prevalencia estimada del 6,9% (prevalencia esperada de depresión según resultados del Estudio Nacional de Salud Mental 2003)24. El diseño seleccionado es probabilístico, multietápico a partir del marco muestral que comprende la totalidad de viviendas, ubicadas en los diferentes estratos socioeconómicos en las 16 comunas y cinco corregimientos de la ciudad de Medellín. El instrumento utilizado es el CIDI-OMS25, que comprende dos etapas: la primera identifica a los sujetos en riesgo de sufrir cualquier trastorno mental y la segunda estima las prevalencias de 21 trastornos mentales específicos. La primera etapa en el estudio primario se aplicó a 929 adolescentes seleccionados por el diseño muestral; de estos, 286 dieron positivo y 643, negativo. Del subgrupo negativo se seleccionó aleatoriamente al 25% (161 adolescentes) y se conformó el grupo de adolescentes a los que se aplicó la segunda etapa del CIDI-OMS.
La variable dependiente para el estudio fue comportamiento suicida, que resultó de agrupar las ideas, los planes y los intentos suicidas en una nueva variable26. Por tratarse de categorías que no son independientes la una de la otra, la categoría «ideación suicida» engloba los planes y los intentos suicidas. Se incluyeron otras variables: a) sociodemográficas, como edad, sexo, nivel educativo, lugar de residencia; b) clínicas, como trastorno depresivo mayor, trastorno de pánico, trastorno por estrés postraumático, trastorno afectivo bipolar, trastorno por ansiedad de separación, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno de ansiedad generalizada; trastornos mentales de inicio en la infancia y la adolescencia como trastorno por déficit de atención, trastorno de conducta y trastorno negativista y desafiante; c) relacionadas con el uso de sustancias, como consumo de alcohol, cocaína, marihuana, drogas, heroína o medicamentos no recetados, y d) otras variables, como situaciones de negligencia, principales figuras de crianza y eventos vitales negativos.
Recolección de la informaciónPara todas las variables de interés se obtuvo la información requerida. La unidad de análisis fueron los adolescentes encuestados con el (CIDI-OMS), desarrollado por la OMS junto con la Alcohol Drug Abuse and Mental Health Administration (ADAMHA) para diagnosticar trastornos psiquiátricos. Este instrumento se ha usado a gran escala en estudios transculturales de epidemiología psiquiátrica por todo el mundo y es el instrumento oficial en el Estudio Mundial de Salud Mental. El lenguaje de las preguntas incluidas en el CIDI-OMS es sencillo: cuando se obtiene una respuesta positiva, el instrumento permite nuevas preguntas para evaluar la intensidad de los síntomas y perfilar un diagnóstico según el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-IV) o la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10). El instrumento fue adaptado culturalmente en Medellín para asegurar sensibilidad cultural y lingüística27. El CIDI-OMS fue aplicado por entrevistadores legos, entrenados y estandarizados.
Análisis estadísticoLa descripción de las variables cualitativas se hizo con frecuencias absolutas y relativas, mientras que para la edad se empleó la mediana [intervalo intercuartílico] debido a que la variable no tiene distribución normal. Para la comparación de la variable dependiente con otras variables cualitativas, se utilizó la prueba de la χ2 de independencia y la U de Mann-Whitney para la edad. Se exploró asociación con odds ratio (OR), considerando asociación estadística con valores de p < 0,05 e intervalo de confianza del 95% (IC95%). Las variables que mostraron significación estadística en el análisis bivariable se incluyeron en el modelo de regresión logística de tipo explicativo donde se presentan las OR ajustadas. Las variables politómicas fueron recategorizadas para el modelo multivariable según criterios clínicos del psiquiatra investigador. Para el análisis de la información se utilizó el software SPSS® versión 21.0 (SPSS Inc.; Chicago, Illinois, Estados Unidos), licencia amparada por la Universidad CES.
ResultadosAnálisis descriptivoCaracterísticas sociodemográficas y clínicasEn el análisis final se incluyó a 447 adolescentes de quienes se obtuvo información completa de todas las variables del estudio. El 59,1% de los encuestados eran mujeres, con una mediana de edad de 16 [14-18] años. Las demás variables sociodemográficas se presentan en la tabla 1.
Resumen de las características sociodemográficas de los adolescentes con comportamiento suicida
Variable | Subgrupo | |
Sexo | Masculino | 183 (40,9) |
Femenino | 264 (59,1) | |
Edad (años) | 16 [14-18] | |
Nivel de escolaridad | Ninguno | 3 (1,5) |
Primaria | 27 (6,0) | |
Secundaria | 385 (86,1) | |
Técnico-tecnológico | 28 (6,3) | |
Universitario | 4 (0,9) | |
Ubicación de la vivienda | Comunas (área urbana) | 344 (77,0) |
Corregimientos (área rural) | 103 (23,0) | |
Estado civil | Casado, divorciado, viudo | 0 |
Separado | 1 (0,2) | |
Soltero | 433 (96,9) | |
Unión libre | 13 (2,9) | |
Tiene hijos | Sí | 19 (4,3) |
No | 428 (95,7) | |
Empleo | Sí | 30 (6,7) |
No | 417 (93,3) |
Los valores expresan n (%) o mediana [intervalo intercuartílico].
El 24% de los adolescentes presentó comportamiento suicida. La relación mujeres:varones fue 3,65:1. En la tabla 2 se describen las prevalencias de vida para ideación, planeación e intentos suicidas.
Prevalencia de vida del comportamiento suicida y sus componentes según sexo
Ideación suicida, % | Planeación suicida, % | Intento de suicidio, % | Comportamiento suicida, % | |
Varones | 12,57 | 5,46 | 3,28 | 12,57 |
Mujeres | 31,82 | 14,39 | 18,18 | 31,82 |
Razón mujeres:varones | 3,65 | 3,81 | 8,0 | 3,65 |
Total | 23,94 | 10,74 | 12,08 | 23,94 |
El 6,3% de los adolescentes encuestados presentó TDAH. Sin embargo, cuando se compara a los adolescentes con comportamiento suicida y déficit de atención frente a los adolescentes sin comportamiento suicida y déficit de atención, se encuentran unas prevalencias de 15 y el 3,5% respectivamente. Si bien el principal interés del estudio es explorar la asociación entre déficit de atención y comportamiento suicida, fue necesario incluir otras variables clínicas que han sido asociadas con el comportamiento suicida, entre ellas: los demás trastornos mentales de inicio en la infancia y la adolescencia (negativista desafiante y conducta), pánico, ansiedad generalizada, estrés postraumático, fobia social, trastorno bipolar, consumo de sustancias, aspectos relacionados con la crianza, percepción de salud y eventos vitales negativos.
Otras variables relacionadas con el comportamiento suicidaTrastornos mentales y consumo de sustanciasEl trastorno mental más prevalente en los adolescentes estudiados fue el negativista desafiante (11,4%), seguido por la depresión mayor (11,2%) (tabla 3). En cuanto al consumo de sustancias, la mayor prevalencia de vida fue para la marihuana (21,9%) (tabla 4).
Caracterización de la población según diagnóstico psiquiátrico
Trastorno psiquiátrico | Distribución, % |
Depresión mayor | 11,2 |
Pánico | 2,2 |
Ansiedad generalizada | 1,6 |
Fobia social | 6,3 |
Agorafobia | 2,2 |
Estrés postraumático | 4,3 |
Obsesivo-compulsivo | 1,1 |
Bipolar I y II | 2,7 |
Negativista desafiante | 11,6 |
Conducta | 4,3 |
Prevalencias de vida de consumo, abuso o dependencia de sustancias
Trastorno por uso de sustancias | Distribución, % |
Consumo de alcohol | 79,9 |
Consumo de marihuana | 21,9 |
Consumo de cocaína | 3,8 |
Consumo de medicamentos no recetados | 1,6 |
Consumo de heroína y opioides | 1,3 |
Abuso de alcohol | 3,6 |
Abuso de drogas | 5,1 |
Para el 86,4% de los adolescentes encuestados, la figura materna más importante durante la mayor parte de la niñez fue la madre biológica, y en segundo lugar, otra pariente mujer en el 8,9%. La figura paterna más importante fue el padre biológico para el 57,0%, seguido por ausencia de figura paterna para el 25,7%. Dentro de las situaciones de negligencia que se exploraron, el 1,3% de los encuestados respondió que se les obligaba a hacer tareas demasiado difíciles o peligrosas para la edad y al 4,7% sus padres o cuidadores no les brindaban tratamiento médico cuando enfermaban o se lastimaban.
Eventos vitales negativosSe exploraron trece eventos vitales para toda la muestra: enfermedad o herida personal grave; enfermedad o herida grave en familiar cercano; muerte de familiar de primer grado; muerte de amigo o familiar de segundo grado; divorcio o separación de la pareja; ruptura de una relación cercana, familiar o no; problemas serios con amigo, vecino o familiar; desempleo; despido laboral; crisis financiera; problemas con la Policía o legales; pérdida o robo de algo valioso; otras circunstancias. El evento vital negativo más reportado fue la muerte de un amigo o familiar de segundo grado (el 15% de los encuestados), seguido de herida grave o enfermedad en familiar de segundo grado (11,9%).
Análisis bivariableSe comparó la variable dependiente con todas las variables incluidas en el estudio. Las asociaciones significativas se presentan en la tabla 3.
Análisis multivariableLas variables que mostraron significación estadística en el modelo bivariable se ingresaron en un modelo de regresión lógistica que permitió establecer que las variables que más influyen en la probabilidad de aparición del comportamiento suicida de los adolescentes estudiados eran el sexo femenino, el TDAH, el trastorno por estrés postraumático, el trastorno de pánico y el consumo de cocaina. En las tablas 5–7 se muestran las OR brutas y las ajustadas a través del modelo de regresión logística.
Resumen de los resultados del modelo bivariable: asociación entre el comportamiento suicida y las variables incluidas en el estudio
Variable | OR (IC95%) |
Sexo femenino | 4,38 (2,39–8,04) |
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad | 4,80 (2,19–10,52) |
Trastorno de conducta | 3,79 (1,49–9,59) |
Trastorno negativista y desafiante | 2,67 (1,46–4,87) |
Trastorno de pánico | 4,99 (1,38–18,09) |
Trastorno de estrés postraumático | 4,75 (1,86–12,15) |
Trastorno depresivo mayor | 3,49 (1,90–6,39) |
Consumo de medicamentos sin fórmula médica | 8,28 (1,58–43,34) |
Consumo de cocaína | 2,97 (1,11–7,9) |
Trastorno por abuso de drogas | 2,59 (1,1–6,09) |
Trastorno por consumo de marihuana | 1,77 (1,08–2,9) |
Le hacían pasar hambre | 3,3 (1,14–9,72) |
No le compraban lo que necesitaba | 3,08 (1,27–7,47) |
Lo dejaban solo | 2,61 (1,42-4,8) |
No le daban tratamiento médico | 2,21 (1,06-4,61) |
Enfermedad o herida en familiar cercano | 1,94 (1,05-3,57) |
IC95%: intervalo de confianza del 95%; OR: odds ratio.
Factores asociados al comportamiento suicida: modelo bivariable frente a modelo de regresión logística
Variable | OR (IC95%)Modelo bivariable | ORa (IC95%)Modelo multivariable | p |
Trastorno de pánico | 4,99 (1,38–18,09) | 5,60 (1,15–27,12) | 0,032 |
Consumo de cocaína | 2,97 (1,11–7,9) | 5,38 (1,77–16,30) | 0,003 |
Déficit de atención | 4,80 (2,19–10,52) | 4,87 (1,91–12,36) | 0,001 |
Sexo femenino | 4,38 (2,39–8,04) | 4,55 (2,54–8,15) | < 0,001 |
Estrés postraumático | 4,75 (1,86–12,15) | 4,40 (1,41–13,69) | 0,010 |
IC95%: intervalo de confianza del 95%; OR: odds ratio bruta; ORa: OR ajustada.
Modelo de regresión logística. Variables en la ecuación
B | ET | Wald | gl | p | Exp(B) (IC95%) | |
Paso 1 | ||||||
Sex | 1,178 | 0,259 | 20,637 | 1 | 0,000 | 3,246 (1,953–5,396) |
Constante | −3,117 | 0,465 | 44,909 | 1 | 0,000 | 0,044 |
Paso 2 | ||||||
Sex | 1,345 | 0,276 | 23,740 | 1 | 0,000 | 3,837 (2,234–6,590) |
dsm_addRL | 1,909 | 0,433 | 19,447 | 1 | 0,000 | 6,749 (2,889–15,769) |
Constante | −3,554 | 0,505 | 49,437 | 1 | 0,000 | 0,029 |
Paso 3 | ||||||
Sex | 1,419 | 0,283 | 25,210 | 1 | 0,000 | 4,135 (2,376–7,196) |
ConsCocRL | 1,545 | 0,539 | 8,214 | 1 | 0,004 | 4,690 (1,630–13,494) |
dsm_addRL | 2,013 | 0,439 | 21,050 | 1 | 0,000 | 7,484 (3,168–17,684) |
Constante | −3,762 | 0,523 | 51,715 | 1 | 0,000 | 0,023 |
Paso 4 | ||||||
Sex | 1,398 | 0,286 | 23,991 | 1 | 0,000 | 4,049 (2,314–7,085) |
ConsCocRL | 1,559 | 0,548 | 8,103 | 1 | 0,004 | 4,753 (1,625–13,902) |
dsm_addRL | 1,938 | 0,437 | 19,672 | 1 | 0,000 | 6,945 (2,949–16,353) |
Constante | −3,804 | 0,529 | 51,673 | 1 | 0,000 | 0,022 |
Paso 5 | ||||||
Sex | 1,419 | 0,288 | 24,343 | 1 | 0,000 | 4,133 (2,352–7,262) |
ConsCocRL | 1,569 | 0,559 | 7,890 | 1 | 0,005 | 4,802 (1,607–14,350) |
dsm_addRL | 1,951 | 0,445 | 19,189 | 1 | 0,000 | 7,035 (2,939–16,840) |
Constante | −3,910 | 0,536 | 53,300 | 1 | 0,000 | 0,020 |
Paso 6 | ||||||
Sex | 1,454 | 0,291 | 24,918 | 1 | 0,000 | 4,278 (2,418–7,570) |
ConsCocRL | 1,633 | 0,562 | 8,451 | 1 | 0,004 | 5,120 (1,702–15,397) |
dsm_ptsRL | 1,485 | 0,567 | 6,861 | 1 | 0,009 | 4,414 (1,453–13,409) |
dsm_addRL | 1,674 | 0,466 | 12,882 | 1 | 0,000 | 5,331 (2,138–13,296) |
Constante | −4,027 | 0,544 | 54,712 | 1 | 0,000 | 0,018 |
Paso 7 | ||||||
Sex | 1,516 | 0,297 | 25,978 | 1 | 0,000 | 4,554 (2,542–8,158) |
ConsCocRL | 1,683 | 0,565 | 8,863 | 1 | 0,003 | 5,383 (1,777–16,305) |
dsm_pdsRL | 1,724 | 0,804 | 4,591 | 1 | 0,032 | 5,605 (1,158–27,125) |
dsm_ptsRL | 1,483 | 0,578 | 6,572 | 1 | 0,010 | 4,406 (1,418–13,691) |
dsm_addRL | 1,583 | 0,475 | 11,099 | 1 | 0,001 | 4,870 (1,919–12,360) |
Constante | −4,166 | 0,558 | 55,672 | 1 | 0,000 | 0,016 |
ConsCocRL: consumo de cocaína; dsm_addRL: trastorno por déficit de atención e hiperactividad; dsm_pdsRL: trastorno de pánico; dsm_ptsRL: trastorno de estrés postraumático; ET: error típico; gl: grados de libertad; IC95%: intervalo de confianza del 95%; Sex: sexo.
En este estudio observacional transversal analítico, se exploró la asociación entre el comportamiento suicida de los adolescentes y el TDAH. Los hallazgos son representativos de la población de 13 a 18 años de la ciudad de Medellín, Colombia. Para este estudio se agruparon las ideas, los planes y los intentos suicidas bajo el concepto de comportamiento suicida. Se estimó que el 23% de los varones y el 31% de las mujeres adolescentes de la población de Medellín estudiada ha tenido comportamiento suicida. Esto supera el 11% de ideación suicida encontrado en el Estudio Nacional de Salud Mental Colombia 201028 y también supera las prevalencias de comportamiento suicida reportadas en el estudio de 2013 de Nock et al.: el 12,1% de ideación suicida, el 4% de planes y el 4,1% de intentos. Estas altas frecuencias identificadas coinciden con lo reportado por los sistemas de vigilancia epidemiológica de Colombia, que ubican a Antioquia como el departamento con frecuencias más altas de comportamiento suicida en el grupo de 15-24 años37.
El elevado riesgo de comportamiento suicida entre las mujeres adolescentes concuerda con lo reportado en la literatura científica29. La proporción entre sexos encontrada en este estudio (3,6 mujeres por cada varón) es menor que lo reportado en el estudio colombiano de salud mental (10:1)22, pero concuerda con los reportes de que las mujeres tienen con mayor frecuencia comportamiento suicida no letal que los varones, que presentan con mayor frecuencia comportamiento suicida letal30,31, una diferencia que se debe en parte a los métodos más letales usados por los varones en los intentos suicidas37.
El estudio encontró alta OR para el comportamiento suicida de los adolescentes con TDAH. Esto coincide con lo reportado por otros autores32,33. En el estudio de Chronis-Tuscano et al34, encontraron asociación entre trastorno por déficit de atención e intento suicida (hazard ratio [HR] = 3,60) y el riesgo suicida en estos pacientes era mayor si el adolescente era mujer y tenía antecedentes de problemas de comportamiento.
Este estudio también provee información acerca de las asociaciones de trastornos mentales con el comportamiento suicida de los adolescentes. Los resultados confirman lo reportado por otros investigadores que han encontrado que el comportamiento suicida se presenta con mayor frecuencia en adolescentes que sufren trastornos mentales35,36. El trastorno de pánico mostró en este estudio fuerte asociación estadística con el comportamiento suicida. Otros estudios han asociado este trastorno como factor independiente de riesgo de intentos de suicidio en adultos, y se ha propuesto que la ansiedad comórbida amplifica el riesgo suicida, especialmente en personas con trastornos afectivos37,38. Sin embargo, el estudio de comportamiento suicida en adolescentes realizado por Nock et al39 no encontró asociación significativa entre ideación suicida y pánico (OR=1,1; IC95%, 0,9-1,6). Otro trastorno que en nuestro estudio se asoció con el comportamiento suicida es el trastorno por estrés postraumático. Otros investigadores han descrito previamente la asociación de este trastorno con el comportamiento suicida en los adolescentes40,41 y algunos investigadores han descrito una alta comorbilidad entre déficit de atención y trastorno por estrés postraumático42,43.
La asociación del comportamiento suicida de los adolescentes con el abuso de sustancias se ha reportado en estudios previos44,45. Nuestro estudio encontró fuerte asociación entre el consumo de cocaína y el comportamiento suicida. Numerosos estudios realizados en adultos han identificado la asociación entre comportamiento suicida, trastornos afectivos y consumo de alcohol46,47. En el Estudio Nacional de Salud Mental de los Adolescentes48 se encontró asociación del comportamiento suicida con el consumo de cocaina (OR=11,38; IC95%, 11,07-11,71), y esta asociación fue la mayor encontrada con sustancias tóxicas, superando a las de la heroína y el alcohol.
Finalmente, los hallazgos deben ser interpretados a la luz de las siguientes limitaciones: primero, los resultados están basados en declaraciones espontáneas que pueden estar influidas por sesgos de memoria. Segundo, los trastornos mentales se evaluaron a través de un instrumento estructurado y no por evaluación directa de psiquiatras. Tercero, algunos trastornos mentales que se han asociado con comportamiento suicida no se consideraron en este estudio: por ejemplo, esquizofrenia y trastorno límite de la personalidad. Cuarto, no se consideró la totalidad de factores de riesgo que se han asociado con el comportamiento suicida: por ejemplo, factores protectores, factores sociales y antecedentes de enfermedad mental familiar. Quinto, no se consideraron los tratamientos recibidos para los trastornos mentales estudiados. No obstante estas limitaciones, este estudio provee información valiosa relacionada con el comportamiento suicida de los adolescentes.
ConclusionesEl comportamiento suicida de los adolescentes estudiados se asoció significativamente con el TDAH, el sexo femenino, el trastorno por estrés postraumático, el trastorno de pánico y el consumo de cocaína.
Estos hallazgos permiten orientar estrategias de prevención del comportamiento suicida en diferentes niveles donde se observa el problema. En el nivel individual, es necesario educar a los niños y adolecentes sobre el concepto de enfermedad mental y enseñarles formas para promover la salud mental. En el nivel familiar, se debe educar y motivar a los padres a cuidar y proteger a los niños y adolescentes, evitando la exposición a situaciones de negligencia a lo largo del proceso de crianza. En el nivel escolar se debe educar a profesores y padres para identificar precozmente a los niños en riesgo de sufrir trastornos mentales para dar un tratamiento temprano que evite las consencuencias personales, familiares y sociales negativas derivadas de estos trastornos. Es importante que los profesionales de la salud, en especial de la salud mental, identifiquen a los niños y los adolescentes con riesgo elevado para comportamiento suicida.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.