las fracturas de la diáfisis tibial relacionadas con fracturas isolaterales triplanas son atípicas y son el resultado de fuerzas de torsión que producen fracturas espiroideas u oblicuas en la unión de los tercios medio y distal de la tibia.
Caso clíniconiña de 13 años con síndrome de Gilbert que acudió a urgencias después de sufrir una caída cuando jugaba al baloncesto; se torció el tobillo cuando pisó el balón. Presentaba inflamación en el tercio distal de la pierna y el tobillo derechos, sin déficit neurovascular. En la radiografía simple se observó una fractura oblicua en la unión del tercio medio y distal de la tibia junto con una fractura triplana intraarticular del tobillo del mismo lado.
Conclusionesen nuestro caso fue necesario una reducción abierta de la fractura diafisaria debido a que era oblicua, desplazada e inestable, con el objetivo de obtener una reducción anatómica. Esto ayudó, a su vez, a obtener una reducción anatómica de la fractura triplana del tobillo que no precisó fijación interna.
Tibial shaft fractures associated with ipsilateral triplanar fractures are atypical and result from torque forces that cause spiral or oblique fractures at the junction between the mid and the distal tibia.
Clinical caseConclusions
In our case we had to perform an open reduction of the diaphyseal fracture since it was oblique, displaced and unstable; the purpose was to obtain an anatomical reduction. This also helped secure an anatomical reduction of the triplanar ankle fracture, which did not require internal fixation.
Las fracturas triplanas son conocidas como fracturas que se producen después del cierre parcial del plato epifisario tibial1. Están definidas por líneas de fracturas en los planos sagital, coronal y axial, y habitualmente son una combinación de epifisiolisis de tipos II, III y IV de la clasificación de Salter y Harris2 y pueden tener una configuración de dos o tres fragmentos3,4.
La combinación de fracturas triplanas del tobillo con fracturas isolaterales de la diáfisis tibial ha sido tratada anteriormente con métodos cerrados5.
Caso clínicoNiña de 13 años con síndrome de Gilbert que acudió a urgencias después de sufrir una caída cuando jugaba al baloncesto; se torció el tobillo cuando pisó el balón. Presentaba inflamación en el tercio distal de la pierna y el tobillo derechos, sin déficit neurovascular. En la radiografía simple se observó una fractura oblicua en la unión del tercio medio y distal de la tibia junto con una fractura triplana intraarticular del tobillo del mismo lado (figura 1). Se realizó una tomografía computarizada (TC) del tobillo que confirmó el diagnóstico (figura 2).
Figura 1. Radiografías iniciales de urgencia. a: imagen anteroposterior. b: imagen lateral.
Figura 2. Tomografía computarizada de la lesión en las proyecciones anteroposterior (a) y lateral (b).
Se intentó la reducción cerrada de ambas fracturas, sin éxito, por la inestabilidad de la fractura de la diáfisis tibial. Por ello se procedió a la reducción abierta de la fractura de la diáfisis tibial y la fijación interna con una placa de compresión. A continuación, y de manera sencilla, se procedió a la reducción de la fractura triplana del tobillo, que se inmovilizó con un yeso suropédico (figura 3). Las fracturas consolidaron en 6 semanas y la paciente se recuperó totalmente en 6 meses.
Figura 3. Radiografías tras fijación de la diáfisis tibial y la consecuente reducción de la fractura triplana del tobillo. a: imagen anteroposterior. b: imagen lateral.
DiscusiónLas fracturas triplanas del tobillo pueden subestimarse o pasar inadvertidas debido a la aparente mayor gravedad de la fractura concomitante de la diáfisis tibial. Cualquier traumatismo sobre el tobillo antes de la fusión de la fisis tibial distal puede originar líneas de fractura a través de la línea fisaria1. La media de edad de aparición de estas epifisiólisis es 13 años5. El mecanismo más frecuente de producción es la rotación externa en carga con una flexión plantar del pie. Si se acompañan de fuerzas de torsión pueden producir fracturas isolaterales de la diáfisis tibial.
Aunque este tipo de fracturas pueden ser diagnosticadas con simples radiografías, una TC estaría indicado para ver la configuración2.
En este caso presentaba una configuración de tres fragmentos, donde el cuadrante anterolateral continuaba con el posterior en relación con una fractura de la diáfisis tibial. Los intentos de reducción cerrada fueron insatisfactorios, como muestran otros casos publicados6. Considerábamos muy importante obtener una reducción anatómica de la fractura triplana porque desplazamientos de 2mm o más están conllevan una alta incidencia de secuelas7. La combinación de ambas fracturas en nuestra paciente necesitó una reducción abierta de la diáfisis tibial para conseguir una reducción adecuada de la fractura triplana.
Declaración de conflictos de interesesLos autores declaran no tener conflictos de intereses.