To analyze the efficacy of implementing clinical guidelines for knee prosthetic surgery as a tool to reduce length of hospitalization.
Materials and methodsA retrospective study was carried out of 464 patients subjected to total knee replacement. Four patient groups were established. An active group (AG), where patients were operated used the clinical guidelines, and 3 control groups: one made up of patients operated by the same surgeon as the AG before he started using the guidelines (PCG) and two groups of patients operated by other surgeons that did not use the clinical guidelines before or after its introduction (PNCG and NCG, respectively). The following factors were analyzed in each group: demographic data, Charlston's comorbidity index, preoperative, post-operative and total length of stay, number of blood bags transfused, destination upon discharge, readmission within 30 days and complications.
ResultsNo differences were observed in terms of demographic data, comorbidity, blood transfusion requirements or destination upon discharge between the 4 groups. The AG group had a shorter total and postoperative length of stay than the other groups; these lengths of stay were also shorter in PNCG than in the PCG group. These differences were statistically significant. No differences were found between groups PNCG and NCG. There was a higher rate of complications in groups PNCG and NCG.
ConclusionImplementation of clinical guidelines for prosthetic knee surgery is na useful tool to reduce mean length of hospital stay without increasing complications.
Comprobar la eficacia de la implantación de una vía clínica de prótesis total de rodilla (PTR) como herramienta para reducir el tiempo de ingreso.
Material y métodoSe realizó un estudio retrospectivo de casos y controles en 464 sujetos intervenidos de PTR. Se compararon 4 grupos de sujetos. Un grupo de estudio denominado grupo GC, que utilizó la vía clínica, y 3 grupos control: un grupo de sujetos intervenidos por el mismo cirujano del grupo GC antes de que utilizara la vía clínica, denominado grupo PGC, y 2 grupos de sujetos intervenidos por otros cirujanos que no usaron la vía clínica, antes y durante su aplicación, denominados grupos PNGC y NGC, respectivamente. En cada grupo se analizaron datos demográficos, índice de comorbilidad de Charlson, tiempo de ingreso preoperatorio, postoperatorio y total, bolsas de sangre transfundidas, destino al alta, reingreso antes de los 30 días y complicaciones.
ResultadosNo se apreciaron diferencias demográficas, de comorbilidad, en el porcentaje de transfusión sanguínea ni en el destino al alta entre los grupos. El grupo GC presentó un tiempo medio de ingreso total y postoperatorio inferior al resto de los grupos y el grupo PNGC presentó un tiempo medio de ingreso total y postoperatorio inferior al grupo PGC, diferencias estadísticamente significativas. No hubo diferencias entre los grupos PNGC y NGC. Se presentó un mayor número de complicaciones en los grupos PNGC y NGC.
ConclusiónLa implantación de una vía clínica para el proceso de PTR es una herramienta útil para reducir el tiempo de ingreso medio sin aumentar las complicaciones.