Objetivos: Conocer la prevalencia de complicaciones hemorrágicas, cardiovasculares y mortalidad en pacientes ingresados por fractura de cadera con antecedente de fibrilación auricular (FA) anticoagulada no valvular. Evaluar la necesidad transfusional, el manejo preoperatorio de la anticoagulación y su relación con las complicaciones.
Métodos: Estudio observacional, retrospectivo de todos los pacientes mayores de 70años ingresados por fractura de cadera en un plazo de 18meses con FA en tratamiento anticoagulante, sin anemia en los 6meses previos. Se recogieron variables clínicas, analíticas, mortalidad intrahospitalaria, tratamiento al ingreso y administrado durante el mismo. Se definió anemia grave como una determinación de Hb<8g/dl.
Resultados: Se incluyeron 79 pacientes, edad media 86,4±5,3años, 64,6% mujeres. El 89,6% ingresaron en la unidad de ortogeriatría. El 82,1% recibían tratamiento con acenocumarol. La incidencia de anemia grave fue del 20,3%. Precisaron trasfusión pre o intraquirúrgica de 1 a 4 concentrados el 38% y posquirúrgica el 32,9%. Otras complicaciones fueron: hematoma perilesional 55,7%, ICC 32,9%, FA rápida 30,4%, hemorragia digestiva 3,8%, ictus 1,3%, isquemia arterial aguda 1,3%, infección precoz de herida quirúrgica 1,3%; siendo la mortalidad del 8,9%. Todos los pacientes recibieron heparina en las primeras 24h; de ellos, el 89,9% recibieron dosis terapéutica, aunque presentaban INR en rango o sobredosificación (53,9%). El 46,8% recibieron vitaminaK, siendo esta administrada en las primeras 24h. No hubo diferencias estadísticamente significativas en el desarrollo de complicaciones en función de la administración de heparina a dosis profiláctica o terapéutica, ni en función de la administración o no de vitaminaK.
Conclusiones: Uno de cada cinco pacientes ingresados por FC en tratamiento anticoagulante por FA presentó anemia grave y casi dos tercios precisaron transfusión intrahospitalaria. Llama la atención el uso de terapia puente con anticoagulación completa en casi todos los pacientes, cuando en más de la mitad se objetivó INR elevado. Protocolizar el manejo de la anticoagulación en las primeras 24h de ingreso podría mejorar los resultados de salud y la seguridad del paciente mayor con fractura de cadera.