Objetivos:
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Garantizar la correcta administración de fármacos en pacientes con disfagia.
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Minimizar las consecuencias derivadas de una incorrecta administración de medicamentos como:
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Alteración de la efectividad de los mismos.
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Seguridad.
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Riesgo de broncoaspiración.
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Método: Se identifican los pacientes con disfagia y se registran directamente en la prescripción médica, ya que el aplicativo informático nos permite añadir una línea de prescripción que es: disfagia, medicación triturada… entre otros.
Enfermería es quien realiza los test de viscosidad e informa a farmacia si requiere medicación triturada por disfagia o incluso por otros motivos, como alteraciones dentales.
Farmacia revisa los planes terapéuticos de dichos pacientes para poder adaptar la medicación y ver qué formas farmacéuticas son las más adecuadas, las que requieren la mínima manipulación y que sean igual de efectivas y seguras para el paciente.
Resultados: Se realiza un corte transversal en diciembre del 2017 y de los 198 pacientes ingresados ese día, y se identificaron 72 con disfagia, que representa un 36,36% del total.
El total de medicamentos vía oral revisados han sido 216, y en el 98% de los medicamentos se hizo algún tipo de intervención, como:
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Recomendaciones específicas de administración en el 76,41% de los medicamentos.
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Cambio de principio activo (dentro del mismo grupo terapéutico): 1 caso (se incluye en guía lansoprazol forma bucodispersable).
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Cambio de la forma farmacéutica: en el 23,11% de los casos se sustituyeron los comprimidos por solución, por bucodispersable o por ampollas bebibles.
Al realizar la revisión de los tratamientos, se recoge en una guía las recomendaciones para la administración de fármacos en pacientes con disfagia.
Conclusiones: Estudios publicados evidencian que entre el 15 y el 40% de la población adulta institucionalizada refiere dificultad a la hora de administrar la medicación por vía oral. En nuestro centro, el 36% de los pacientes ingresados presentan problemas de deglución.
Es importante tener la información de cómo administrar correctamente los fármacos en estos casos y hacer difusión, ya que contribuirá en la disminución de los errores de medicación y mejorará la adherencia .Todo ello implica hacer revisiones y actualizaciones de las nuevas formulaciones y la compatibilidad con los espesantes.