Presentamos una paciente de 87 años con antecedentes de HTA, síndrome depresivo, deterioro cognitivo moderado y Barthel 20/100, sin hábitos tóxicos. Ingresó en geriatría por disnea progresiva que asociaba tos, expectoración blanquecina y escalofríos, de 3días de evolución. A la auscultación destacaban crepitantes bibasales y sibilantes espiratorios. En analítica de sangre presentaba leucocitosis con neutrofilia, función renal conservada, lactato 13,7mg/dl, albúmina 3,4g/dl, BNP 150pg/ml y PCR 109,7mg/l. La radiografía de tórax presentaba derrame pleural izquierdo e imagen de colapso de LSI.
Tratada con levofloxacino, presentó buena evolución. Se realizó TAC pulmonar por la imagen radiográfica, documentándose extensa condensación en LSI con adenopatías patológicas supraclaviculares, mediastínicas e hiliares contralaterales y derrame pleural izquierdo. Se realizó eco-PAAF de adenopatía supraclavicular izquierda, resultando células malignas compatibles con metástasis de carcinoma no microcítico.
Discusión: La edad media de diagnóstico de cáncer de pulmón es 70 años, y se trata de una de las causas más comunes de muerte. ¿Es necesario adaptar procedimientos diagnósticos y de estadificación en poblaciones con mayor riesgo iatrógeno y en quienes el cociente riesgo/beneficio condicione la calidad de vida? Para la selección de tratamiento curativo y paliativo apropiado tendremos que precisar la fase clínica, estratificar según edad fisiológica y situación basal y valorar la tipificación celular. Dada la presentación atípica y el consecuente diagnóstico tardío, el pronóstico resulta sombrío en el adulto mayor, por lo que hay que valorar procedimientos diagnósticos y terapéuticos mediante una visión multidimensional.
Belucci et al. dividieron el adulto mayor oncológico en tres grupos: los que por buena condición general precisan tratamiento convencional, los de estado basal alterado que requieren moderada asistencia y los frágiles, candidatos a cuidados de soporte. En nuestro paciente (frágil) se procedió a una técnica diagnóstica con bajo riesgo iatrogénico.
La prueba ideal para estadificación debe ser económica, fácil de administrar, altamente sensible y específica y con mínima morbilidad. Las adenopatías supraclaviculares, habitualmente implicadas en enfermedad metastásica, son una diana segura, según Gaddey et al.
En pacientes geriátricos oncológicos, por su complejidad y heterogeneidad, debemos tener en cuenta las preferencias personales y valernos de una buena VGI para la toma de decisiones.