Presentación: Mujer de 92 años. No RAMC. HTA en tratamiento con hidrocloruro de amilorida/HTZ 5/50mg diario, no DL, no DM, deterioro cognitivo al menos moderado. Ingresa en planta de geriatría por neumonía necrotizante abscesificada. Durante su estancia en planta presenta lesiones papulonodulares violáceas en MMII, cuello y tronco.
Exploración física: PA 113/54mmHg. FC: 103lpm. Temperatura: 37,9°C. Saturación de O2: 94% con GN a 2l.
Alerta, desatenta, escasa colaboración. Bien hidratada y perfundida. Hábito asténico. No se palpan adenopatías. No bocio palpable.
Lesiones papulonodulares, eritematovioláceas, bien delimitadas, limites difusos, infiltradas al tacto, no descamativas. Generalizadas por tronco, miembros superiores e inferiores, incluyendo plantas.
Cardiopulmonar: tórax simétrico, normoexpansible, MVC con algunos crepitantes aislados. RsCsRsRs sin soplos.
Abdomen blando y depresible, no doloroso a la palpación superficial ni profunda, sin visceromegalias. RHA+.
Extremidades: simétricas. No edemas. Signos de IVC.
PC: se añadirán resultados e imágenes.
Evolución: La paciente ingresa con el diagnóstico de neumonía en LSD. Se inicia tratamiento con ceftriaxona y levofloxacino que se modificó con tratamiento con meronem por mala evolución. Tras completar antibiótico intravenoso 3 semanas, se pasó a vía oral para mantenimiento prolongado con cefditoreno 400mg/12h y clindamicina 300/8h hasta completar 6 meses.
En segundo lugar han aparecido lesiones cutáneas dos días antes el ingreso, por lo que se interconsultó con dermatología, siendo sugestivas de angiosarcoma de Kaposi del adulto que se confirmó con la biopsia. No tenía afectación intestinal. Se recomendó valoración por oncología, pero la familia decidió no continuar el estudio. Se solicitó revisión a los 6 meses con radiografía de tórax con resolución completa del absceso.
Diagnóstico: Absceso de pulmón sobre neumonía necrotizante. Angiosarcoma de Kaposi del anciano.
Conclusiones: A pesar de que las lesiones cutáneas más frecuentes en el anciano son las de queratosis actínica, esto no debe hacernos pasar de largo ni subestimar otro tipo de lesiones. Para ello es importante una correcta anamnesis para conocer la evolución de las mismas, que sean valoradas por los especialistas, los dermatólogos, y la toma de una biopsia de la lesión que nos confirmará el diagnóstico.