Objetivo: Dar a conocer el singular caso en el que una gastroenteritis es la puerta de entrada y causa de pérdida de visión por endoftalmitis endógena (EE) por Listeria monocytogenes (LM).
Método: Paciente de 83años con antecedentes de hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo2, prótesis mitral mecánica y fibrilación auricular, portador de marcapasos, anemia perniciosa, mieloma múltiple. En tratamiento con acecumarol, mirtazapina, bromazepam, linagliptina, cianocobalamina, olmesartán/hidroclorotiazida. Valoración geriátrica: independiente para todas las ABVD y AIVD; no deterioro cognitivo; soltero, vivía solo en casa. Acudió a urgencias por diarrea verdosa y fiebre de 4días de evolución que no mejoró tras medidas conservadoras e ingresó con diagnóstico de gastroenteritis aguda con deshidratación moderada. Se inició tratamiento con sueroterapia y ceftriaxona, desapareciendo rápidamente la fiebre y la diarrea. Al segundo día del ingreso presentó dolor intenso y gran disminución de la visión en ojo derecho; fue valorado por oftalmología, diagnosticándosele una EE. Se realizó tratamiento intravítreo y colirios reforzados. El hemocultivo fue positivo para L.monocytogenes sensible a gentamicina/ampicilina que se añadió al tratamiento. El paciente mejoró desde el punto de vista gastrointestinal, pero la visión empeoró y se le administró nuevamente tratamiento antibiótico intravítreo; finalmente se procedió a la vitrectomía por escasa respuesta, llegando a perder la visión del ojo derecho.
Resultados: Analíticas de sangre y orina sin hallazgos significativos.
Hemocultivo: Listeria monocytogenes sensible ampicilina y gentamicina.
Coprocultivo: flora habitual.
Cultivo intraocular: negativo.
Imágenes: Rx de torax y TAC cerebral poco relevantes.
Conclusión: La listeriosis ocular es extremadamente rara, habiéndose registrado en la literatura médica algo más de una veintena de casos. La gravedad de la EE dependerá de la virulencia del germen, y sus consecuencias, del pronto diagnóstico a través de los cultivos y precoz tratamiento, aunque, en su gran mayoría, terminan con la pérdida permanente de la visión del ojo afectado.