Introducción: La iatrogenia farmacológica es uno de los condicionantes en la evolución en las diferentes patologías del paciente, a nivel tanto cognitivo como funcional. Presentamos el caso de una mujer de 71 años.
Antecedentes: Diabetes tipo 2, retinopatía diabética, hipertiroidismo, trombosis venosa profunda, adenocarcinoma de sigma resuelto, fractura reciente de L4, infecciones de orina a repetición, inestabilidad de la marcha multifactorial. Trastorno distímico.
Índice de Barthel modificado por Shah 38/100, basalmente dependencia severa. Deterioro en actividades instrumentales de años de evolución relacionado con el cuadro psiquiátrico.
Tratamiento habitual: venlafaxina, mirtazapina, quetiapina, lorazepam, cloracepato dipotásico, gabapentina, zolpidem, sitagliptina, metformina, lantus, tirodril, vitamina B1-6-12, ácido fólico, enoxaparina.
Ingresa por mal control de síntomas depresivos y deterioro funcional. Primer episodio de depresión a los 19 años. Desde entonces consumidora habitual de recursos sanitarios y de salud mental, con múltiples quejas somáticas.
En el último año, ingreso hospitalario prolongado por cuadro distímico en unidad de psiquiatría (agudos, media estancia, hospital de día) sin mejoría evidente.
Exploración psicopatológica: lenguaje reiterativo. Ideas de minusvalía, tristeza, anhedonia y apatía. Quejas somáticas múltiples, con manipulación de las mismas. No ideación autolítica estructurada. No trastornos de la sensopercepcion ni vivencias de significado anormal. Inestabilidad en la marcha.
Analíticas y TAC craneal normales. Test neuropsicológico: afectación de la memoria, atención-ejecución y praxias.
Objetivo: Ajustar psicofármacos, iniciar terapia ocupacional y fisioterapia para recuperar la autonomía en actividades básicas de la vida diaria (ABVD) e instrumentales (AIVD) y recuperación de la marcha. Tras lograr dichos objetivos, presenta importante mejoría, siendo IABVD y marcha sin supervisión con ayuda de andador en trayectos largos.
Conclusión: El 80% de ancianos tiene alguna enfermedad crónica y muchos de ellos varias simultáneas. La polifarmacia añadida a esta pluripatología, junto a los cambios farmacocinéticos y farmacodinámicos, les hacen más sensibles a reacciones adversas farmacológicas. Una forma frecuente de presentación son los síndromes geriátricos.
El reconocimiento de las mismas a veces se confunde como empeoramiento de una enfermedad subyacente (interacción fármaco-enfermedad). Ello puede llevar a una intervención tardía e incluso que el problema se atribuya a una nueva entidad pudiendo introducir más fármacos, aumentando así el peligro de más RAM.