Objetivos: Comparar el manejo de la disfagia orofaríngea en pacientes ingresados en una unidad geriátrica de agudos respecto al resto de áreas médicas, y demostrar la necesidad de formar en el manejo de este síndrome geriátrico.
Métodos: Estudio retrospectivo con revisión de las historias clínicas de los pacientes ingresados en geriatría y resto de unidades médicas durante el segundo semestre del año 2017, estudiados mediante interconsulta a otorrinolaringología (test volumen- viscosidad, fibroscopia).
Resultados:Ingresados en geriatría (332 total): N 33 (6 mujeres, 10 hombres). Edad media 86,75. Resultados test volumen-viscosidad positivos: 21 (62,6%). Textura néctar 10 (47,6%), miel 7 (33,3%), pudding 4 (19%). De ellos, con deterioro cognitivo: 31 (93,93%); grado leve 12 (38,7%), moderado 9 (29%), grave 4 (19%). El 69,7% ingresó por infección respiratoria: vías bajas 7 (21,21%), neumonía 12 (36,36%), sepsis 4 (12,12%); de los pacientes con neumonía, el 58,3% tenían disfagia. El 66,6% (22) procedían de residencia; de ellos, el 67,6% fueron diagnosticados de disfagia al ingreso. En todos los casos se ha hecho la indicación y pautado espesantes al alta.
Resto de áreas médicas (1.106 total): N 16 (19 mujeres, 14 hombres). Edad media 78,9. Resultados test volumen-viscosidad positivos: 13 (81,3%). Textura néctar 5 (38,4%), miel 2 (15,3%), pudding 1 (16,2%). Contraindicación vía oral 5 (38,4%). De ellos, con deterioro cognitivo: 9 (56,3%); grado leve 5 (55%), moderado 9 (44%). El 30% ingresó por infección respiratoria. El 30,8% (4) procedían de residencia. De ellos, el 80% con disfagia. Solamente el 23% (3) con espesantes al alta.
Conclusiones: La diferencia de porcentajes diagnósticos entre geriatría y el resto podría deberse a una tendencia a un diagnóstico precoz ante problemas deglutorios más sutiles por parte de geriatría.
La mayoría de los pacientes diagnosticados presentaban el grado más leve de este síndrome, precisando una especial atención para llevar a cabo una valoración dirigida para detectarlo.
Existe una mayor prevalencia en los pacientes de medio residencial, y una insuficiente pauta de espesantes al alta en pacientes con disfagia demostrada en el resto de especialidades médicas.